El antiguo presidente y líder de la revolución
argelina Ahmed Ben Bella podría pedir asilo político en Suiza si su regreso a
Francia, al chalé que tiene alquilado en Montmorency, en las proximidades de
París, no puede efectuarse en "condiciones de normalidad" y con unas
mínimas garantías de seguridad" tanto para él como para el resto de su
familia.Ben Bella ha manifestado que por el momento ni siquiera ha pensado en
esta eventualidad. "Tampoco conozco", dijo, "la opinión de las
autoridades federales helvéticas al respecto, aunque presumo que, dada la
tradicional reputación de hospitalidad de que goza el país, una solicitud en
este sentido podría ser acogida favorablemente". "Sin embargo",
añadió a continuación, "no tengo intención de pedir el estatuto de refugiado
político ni aquí ni en cualquier otro lugar".
Según sus propias manifestaciones a los
periodistas, las autoridades argelinas intentan silenciar sus actividades
políticas, y el registro policial del que fue objetoanteayer en su domicilio
parisiense explicaría las presiones que el Gobierno argelino está ejerciendo
sobre París.
Fuentes solventes han declarado que el propósito
del ex presidente argelino es volver a Francia a pesar de que nunca logró
obtener una autorización formal de residencia en este país.
Su única credencial es un simple pasaporte
diplomático que le permite, en principio, permanecer tres meses como turista
sin mayores formalidades administrativas, a menos que las autoridades
gubernamentales le declaren "indeseable o persona no grata".
Este no parece ser el caso de Francia, que para
Ben Bella no dispone de argumentos jurídicos suficientes para expulsarle y que,
en todo caso, en el plano político, podría ser bastante, problemático.
Mientras se esclarece la operación policial
llevada a cabo en su domicilio parisiense, el líder de la revolución argelina
no descarta la posibilidad de pedir un permiso de residencia prolongada en
Suiza para su familia, dado que uno de sus hijos continúa necesitando cuidados
médicos.