26/12/86

El Congreso argentino aprueba la ley de 'punto final' (26-12-1986)

El Congreso argentino aprobó en la noche del martes (madrugada del miércoles, hora peninsular española), por 126 votos a favor, 16 en contra, una abstención y la ausencia de la mayoría de los diputados peronistas, la ley que en 60 días pondrá punto final a los procesamientos de militares y policías por la guerra sucia contra la subversión. La ausencia del peronismo, primer partido de la oposición, redujo el debate parlamentario. a cero, pese a la enérgica oposición al proyecto de ley del pequeño e izquierdista Partido Intransigente (PI).El peronismo -sus diferentes fracciones- se lavó las manos en este asunto pero envió a la Cámara a sus diputados de extrema derecha para lograr el mínimo quórum -la mitad de los diputados más uno- que permitió al Gobierno sacar adelante la ley de punto final. No hubo debate propiamente dicho, pero sí íncidentes verbales y físicos. Desde los palcos destinados al pueblo las Madres de Plaza de Mayo entonaban una y otra vez: "Dicen los radicales que son la vida y son la paz / pero dejan a los asesinos en libertad".

La infantería de choque de la policía federal obvió sutilezas tales como pelotas de goma o gases lacrimógenos y cargó brutalmente con largos garrotes de madera quebrando huesos por doquier. Los manifestantes se ensañaron con las vidrieras del Congreso y se empeñaron entusiásticamente en la destrucción de escaparates y vehículos. Terminada la votación, los diputados abandonaron la Cámara bajo custodia.

Pero los incidentes deben ser tenidos como mínimos, dadas las dimensiones de esta gran ciudad, y el Gobierno radical se puede dar por satisfecho: ha signado su ley de punto final con rapidez, la víspera de la Nochebuena.

Las Fuerzas Armadas, sincera o hipócritamente, continúan dirigiendo mensajes de amor al Gobierno democrático y, así, el jefe del Estado Mayor de la Armada, vicealmirante Ramón Arosa, ha vuelto a descartar que nadie que vista uniforme esté pensando en nuevos gobiernos militares. El viernes la Corte Suprema fallará respecto a las apelaciones de la fiscalía y de los encausados en el juicio a las tres primeras juntas.

24/12/86

El Senado argentino aprueba la ley de 'punto final' por amplia mayoría (24-12-1986)

El Senado argentino aprobó en la noche del lunes (madrugada de ayer en España), por 25 votos contra 10, la prescripción de acciones penales contra militares, policías y funcionarios carcelarios por la guerra sucia contra la subversión desarrollada entre 1976 y 1982. Con esta votación, la llamada ley del punto final adquiere media sanción, y para la noche de ayer se esperaba que el Congreso de los Diputados, en el que el radicalismo, en el poder, es mayoritario, terminara por respaldar el controvertido proyecto de ley

La ausencia de 10 senadores peronistas facilitó la abultada votación en la Cámara Alta favorable a la propuesta gubernamental. Las Madres de Plaza de Mayo fueron desalojadas del recinto senatorial cuando una de ellas comenzó a reputar a los gritos de "traidor a la patria" a un senador en el uso de la palabra. En las puertas del Senado, no más de una docena de manifestantes armó un pequeño tinglado simulando dos calabozos de detención.

La sociedad argentina, que mayoritariamente se siente culpable por beneficiarse económicamente de los años de la dictadura militar, aparece secretamente aliviada por este comienzo del final de los juicios sobre la guerra sucia.

Los militares argentinos, por otra parte, alentados por la negativa de sus pares uruguayos a ser juzgados por la ley civil, estaban presionando enérgicamente para poner fin a sus procesamientos.

La ley prevé que en 60 días se extingan las acciones penales sobre laguerra sucia que no hayan sido denunciadas o comenzado a instruirse. Las causas vistas en primera instancia o ya indagadas -proceso a las tres primeras juntas militares, policía de Buenos Aires, Escuela de Mecánica de la Armada o tercer cuerpo de Ejército acantonado en Córdoba- proseguirán su curso.

Secuestros de niños

Igualmente, la ley llamada de punto final no amparará a quienes secuestraron a niños durante el cautiverio de sus padres o a aquellos uniformados que se hayan sustraído a la acción de la justicia, como el prófugo ex teniente general Guillermo Suárez Mason, ya degradado, que fuera comandante en jefe del primer cuerpo del Ejército acantonado en el Campo de Mayo de Buenos Aires.Como no podía ser de otra manera, todo ha sido preparado y bien preparado. Chorros de plomo candente se deslíen sobre el aplastante verano porteño, y los habitantes de Buenos Aires no piensan en otra cosa que en escapar hacia las playas atlánticas, al mismo y exacto tiempo en que los diputados uruguayos se han partido la cara en su Congreso tras votar afirmativamente una ley de amnistía para los militares de la República oriental sin haber llevado adelante ni un solo juicio sobre sus atrocidades.

Además, y por su parte, el fiscal general de la República argentina, Julio César Strassera, ha apelado ante la Corte Suprema de Justicia las sentencias sobre la causa que engloba al general Ramón Camps, ex jefe de la policía bonaerense, y la que absuelve por prescripción al teniente de navío Alfredo Astiz en la desaparición de la adolescente sueca-argentina Dajmar Hagelin. El fiscal apela dos absoluciones por falta de pruebas en el caso de Ramón Camps -tormentos y robos- y estima que la desaparición de Dajmar Hagelin debe ser vista en el sumario de la Escuela de Mecánica de la Armada, el más feroz centro de detención clandestino bajo la dictadura militar.

La mal llamada ley de punto final dará satisfacción a unas Fuerzas Armadas justamente arrastradas por los rastrojos desde hace tres años, pero para nada anula los juicios pendientes.

Dentro de algunos años el sustituto de este corresponsal deberá seguir escribiendo sobre los procesos militares argentinos.

Para ayer noche, Ragnar Hagelin había citado a la Prensa para una conferencia informativa sobre el tema Astiz, el asesino de mi hija. Sólo el infierno del húmedo verano austral colocará un poco de bálsamo sobre todas estas heridas.

21/12/86

Más de 50.000 personas, contra la ley de 'punto final' en Argentina (21-12-1986)

Entre 50.000 y 60.000 personas se manifestaron el viernes en el centro de Buenos Aires como protesta contra la ley de Reconciliación Nacional, llamada de punto final, que comenzará a debatirse el lunes en el Senado de la nación. Comunistas y peronistas de izquierda se enfrentaron con gran violencia. Probablemente fue ésta la manifestación más multitudinaria desarrollada en la capital federal desde la recuperación de la democracia, hace tres años.

Convocada por las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, organizaciones defensoras de los derechos humanos y partidos extraparlamentarios de izquierda, la marcha contó con el apoyo de los peronistas revolucionarios y la Confederación General del Trabajo (CGT).

El hecho políticamente más grave reside en que a la manifestación se sumó Franja Morada, la fracción preponderante de las juventudes de la Unión Cívica Radical, así como numerosos radicales a título particular descontentos con la llamada ley de punto final, que impedirá en el futuro nuevos procesamientos de militares y policías por la guerra sucia contra la subversión.

Un chaparrón veraniego anegó el final de la marcha y, contra lo que pudiera suponerse, acaloró los ánimos. Comunistas y peronistas revolucionarios chocaron violentísimamente en las proximidades del Congreso.

Pese a las disensiones dentro de la propia Unión Cívica Radical sobre la llamada ley de punto final, los bloques de diputados y senadores radicales respaldan unánimemente el proyecto del Gobierno.

8/12/86

El proyecto de 'punto final' divide a los argentinos (8-12-1986)

El proyecto de ley de Reconciliación Nacional -mal llamado de punto final-, presentado por el Gobierno de Raúl Alfonsín ante las dos cámaras, y la nueva y tercera absolución del teniente de navío Alfredo Astiz, por prescripción de la agresión, tortura y muerte de la joven argentino-sueca Dagmar Haguelin, han vuelto a dividir a los argentinos.

El intento del Gobierno radical de establecer una fecha final para los interminables procesos contra los militares y policías involucrados en laguerra sucia frente a la subversión izquierdista ha sido mal explicado al país y no demasiado correctamente presentado a la opinión pública por el presidente Alfonsín, quien en su discurso radiotelevisado del jueves pasado se encontró al borde de equiparar la violencia ilegítima del Estado con la ilegal violencia del terrorismo revolucionario.Pero el mayor daño lo ha causado la coincidencia en el tiempo del anuncio del proyecto de ley mal llamado de punto final y la tercera absolución de Astiz. El teniente de navío no es en absoluto ni el más criminal ni el más abyecto de los militares argentinos que perdieron su honor en la represión de la guerrilla, pero ha devenido en un arquetipo de lo peor de todos ellos: doblez, engaño, traición, fanatismo, cinismo, crueldad, prepotencia.

Pero su absolución por la Cámara Federal de Apelaciones -civil- tras dos absoluciones del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas debe escribirse en cursiva por implicar, al mismo tiempo, una condena moral. La Cámara Federal ha reconocido a Astiz como autor del descerebramiento y ulterior desaparición de la adolescente Dagmar Haguelin, pero se ha visto incapaz de condenarle ante la prescripción de su delito, cometido hace más de 10 años.

La queja de lo más sensibilizado de la población tiene fundamentos: los delitos de lesa humanidad no deben ser prescriptibles y, en todo caso, en ese país las prescripciones penales debieran contarse a partir de 1983, cuando, ya bajo un régimen democrático, las denuncias podrían presentarse sin correr peligro de muerte.

La absolución del teniente de navío, quien, no obstante, se encuentra involucrado en el sumario de la Escuela de Mecánica de la Armada que se verá próximamente, ha influido negativamente en la presentación del proyecto de ley de Reconciliación Nacional.

Aquél no prevé para nada un borrón y cuenta nueva, sino la fijación de un plazo para presentar nuevas denuncias. Los procesos en marcha o en apelación continuarán su curso, así como las indagatorias sobre los militares o policías prófugos y los casos relativos a la desaparición de niños.
Aún aprobándose en los tres primeros meses de 1987 esta ley de reconciliación, los procesos por la guerra sucia continuarían en Argentina al menos durante dos años más. El proyecto de ley, además, ni perdona, ni indulta, ni amnistía a los ya condenados en primera instancia o a los que le fueren en firme en el futuro.

El debate que se abre se enreda en los gaseosos conceptos de la obediencia debida y en los límites contingentes entre la brutalidad criminal y la lesa humanidad. Buena parte de los argentinos, cierto que tardíamente, descubre ahora que hay atrocidades que en su día fueron patrocinadas por el Estado y que ni pueden ni deben ser perdonadas, reconciliadas o finalizadas con la sola ofrenda de las cabezas de turco de los principales o más visibles responsables. Al menos el presidente Alfonsín ha logrado la más firme declaración de constitucionalidad de las Fuezas Armadas en la entrega de despachos, el sábado, de las nuevas promociones de oficiales y suboficiales de las tres armas.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general del Aire Teodoro Waldner, afirmó que "...nunca habrá mejor revolución que la de las urnas, ni mejor golpe que el que vuestro respeto a las leyes y subordinación al orden constituido aplique a los que quieran incitarlos a su quebrantamiento".

"Cuidado", continuó Waldner, "con sus cantos de sirena y con sus propuestas de convertirlos en salvadores; casi siempre, al final de los Gobiernos de facto, quedaron muchos más militares desprestigiados que instigadores al golpe que hayan asumido su responsabilidad".

6/12/86

Raúl Alfonsín informa al Gobierno argentino del proyecto de 'punto final' (6-12-1986)

El presidente argentino, Raúl Alfonsín, reunió a su Gabinete a las nueve de la mañana de ayer (una de la tarde, hora peninsular española) para informarle y hacerle firmar el proyecto de ley de Reconciliación Nacional, o de punto final, que será enviado inmediatamente para su sanción a las dos Cámaras.

Por la tarde, el ministro del Interior, Antonio Troccoli, informó de su contenido a las bancadas oficialista y de la oposición en el Congreso y en el Senado.,A las nueve de la noche (una de la madrugada, hora peninsular española), Alfonsín lanzó un mensaje radiotelevisado haciendo un llamamiento a la solidaridad nacional y anunciando el envío al Parlamento del proyecto de ley de punto final, que puede acabar con el océano de procesos por violación de los derechos humanos en Argentina. El proyecto es breve y ha sido redactado con meticulosa prolijidad jurídica para evitar inútiles debates técnicos en el Congreso. En él se prevé un plazo a partir de su aprobación para que los damnificados bajo la dictadura militar presenten sus denuncias ante los tribunales castrenses o civiles.

A partir de tal plazo prescribirían los crímenes cometidos entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, excepto las particularmente aberrantes, los supuestamente llevados a cabo por militares ahora prófugos (como el caso del ex general Guillermo Suárez Mason, ex comandante del Primer Cuerpo de Ejército) y los que guarden relación con niños desaparecidos, secuestrados junto a sus padres o nacidos en cautividad.

Todas las causas ahora abiertas contra los responsables o los sicarios de la guerra sucia contra la subversión permanecerán abiertas; entre ellas algunas tan importantes como la de la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires o la de las actuaciones presuntamente criminales del Tercer Cuerpo de Ejército acantonado en Córdoba bajo la dirección del general Menéndez, ahora en prisión preventiva, y sus conmilitones. Todo ello a más de los nuevos juicios que puedan abrirse hasta la fecha de prescripción dictada por esta hipotética ley de punto final.

El destino de los ya condenados

El proyecto de ley no prevé para nada supuestos de amnistía, perdón u olvido para los ya condenados o los que lo fueran en el futuro. La filosofía del Gobierno argentino, por supuesto que antes política que jurídica, se encauza, como acaba de afirmar el presidente de la Cámara, Juan Carlos Pugliesse, sobre este hecho: "Quien no haya sido procesado en estos tres años no debe ser procesado más. Y, aunque tengamos la convicción de la culpabilidad o la responsabilidad de alguien, no tenemos las pruebas que el Estado de derecho tiene que llevar a la justicia para que se pueda condenar".Condenados -siempre en primera instancia- los tres primeros Gobiernos militares desde 1976 por sus atrocidades contra la población, el primer escalón represor militar-policial en la gran provincia de Buenos Aires, la penúltima junta militar por la pérdida de la guerra en Malvinas, y abiertos procesos individuales en toda la nación como el que ahora afecta al teniente de navío Astiz, y colectivos como los de Córdoba o la Escuela de Mecánica de la Armada, Raúl Alfonsín ha llegado tan allá como para padecer intento de asesinato por parte de los uniformados bajo su mando y necesita alcanzar un descansillo de normalidad jurídico-militar para no exhalar un último aliento.

No obstante sus razones de Estado, su apuesta es delicada. Uno de los tres bloques de diputados peronistas ya ha anunciado que se opone a la prescripción de aquellos delitos propiciando sean declarados como de lesa humanidad.

5/12/86

La Cámara Federal argentina decide hoy si continúa el proceso contra Astiz (5-12-1986)

La Cámara Federal argentina dará a conocer hoy su resolución sobre la situación del teniente de navío Alfredo Astiz, encausado por la desaparición, ocurrida en 1977, de la súbdita sueco-argentina Dagmar Hagelin. Los jueces decidirán si continúa o no la acción jurídica contra Astiz.

Astiz ya fue absuelto con anterioridad por este presunto delito por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, máxima autoridad legal castrense. Reclamada su causa por la Cámara Federal de Apelaciones en lo Correccional y lo Criminal -superior instancia civil- el marino puede ser nuevamente absuelto en función de la obediencia debida o, como desearía el fiscal general de la República, Julio César Strassera, incluido su expediente penal en el juicio en ciernes sobre las atrocidades cometidas bajo la dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).Astiz se desempeñó como capitán de navío provisional durante la guerra de las Malvinas rindiendo las Georgias del sur a los británicos sin presentar resistencia. Fue absuelto en la Corte marcial por la pérdida de la contienda en la estimación de que obedeció órdenes superiores que le obligaron a arriar su bandera.

Preso durante meses en Gran Bretaña, reclamado por el Gobierno sueco y por el francés -se le acusa igualmente de la desaparición de dos monjas galas colaboradoras de la Madres de la Plaza de Mayo- regresó finalmente a la Argentina, donde se desempeña como teniente de navío y buzo táctico en la base naval de Bahía Blanca.

Rubio, atractivo, de rasgos algo aniñados, conocido por el Angel, trabajó para la inteligencia naval infiltrándose entre las Madres como supuesto hermano de un hipotético desaparecido. Posteriormente fue trasladado a París a la Oficina Europea organizada por el almirante Massera para mejorar la imagen internacional de la dictadura argentina, corrompiendo económicamente a numerosos periodistas.

Un tiro en la nuca

El caso de Dagmar Hagelin es complicado. Astiz y un grupo de tareas de la ESMA cercaron la casa bonaerense de una supuesta joven montonera, con la que Hagelin mantenía relaciones amistosas de colegio. Durante días, la supuesta montonera -que acabó exiliándose en España- no apareció por su domicilio y un mal día lo hizo Dagmar -17 años, atleta fondista- que se vio rodeada de personas de paisano armadas. Corrió espantada y Astiz, rodilla en tierra, la intimó: "¡parate flaca!". La flaca aceleró su carrera y Astiz la disparó en la nuca. A punta de pistola, detuvieron un taxi y arrojaron a la herida en la callejuela camino de la ESMA. Testigos presenciales la vieron después en un sanatorio clandestino de la Marina en Mar del Plata semidescerebrada y sin control de esfinteres.El padre, sueco divorciado de una argentina, removió cielo y tierra y encontró inmediatamente apoyo de su embajada para llevar el caso hasta hoy, pese a que su desaparecida hija, Dagmar, nacida en el país de adopción de su padre, es argentina para los argentinos y sueca para los suecos. Sólo la Embajada francesa, movilizada por la desaparición de las monjas, dio algún que otro paso contra Astiz. Hasta 1983, la Embajada española no movió un dedo por la suerte de los españoles e hijos de españoles desaparecidos en la guerra sucia.

3/12/86

El general argentino Ramón Camps, condenado a 25 años por violación de los derechos humanos (3-12-1986)

La Cámara Federal de Apelaciones en lo Correccional y lo Criminal de Buenos Aires condenó al general Ramón Camps a 25 años de prisión, y le declaró culpable de haber practicado torturas en 73 casos en el curso de la guerra sucia contra la subversión en la provincia bonaerense durante la pasada dictadura militar. Ramón Camps, del arma de Caballería, ostentó en aquellos años la jefatura de la policía de la provincia y llegó a jactarse públicamente de haber hecho desaparecer a 15.000 personas. El tribunal condenó también al general Pablo Ricchieri a 14 años de prisión por aplicación de torturas en 20 ocasiones.

Camps, quien torturó personalmente a Jacobo Timermann, entonces director de La Opinión, se encuentra desde hace un año en un hospital militar acosado por un cáncer de próstata con metástasis generalizada, y sus expectativas de sobrevivir son escasas.El comisario general de la policía bonaerense, Miguel Etchecolatz, que le sucedió en el cargo fue condenado a 23 años de reclusión, mientras el médico policial Jorge Bergez lo fue a seis años de cárcel e inhabilitación definitiva para ejercer su profesión.

El fiscal Julio César Strassera y su adjunto, Moreno Campo, solicitaron cadena perpetua para Camps y Etchecolatz, pero no ha podido probarse su participación directa en ningún asesinato.

Respecto a la prescripción de las causas, ha prevalecido el criterio de la fiscalía de calcularlas a partir del 1 de diciembre de 1983, asunción del Gobierno democrático, por estimar que con anterioridad era inane cualquier denuncia sobre violación de derechos humanos. Por el contrario, ha favorecido a los encausados el principio de obediencia debida que hace recaer la mayor culpabilidad sobre los triunviros de las tres primeras juntas militares que instrumentalizaron las órdenes de destrucción de la guerrilla.

Se trataba esta vez del tercer gran proceso contra la barbarie militar instaurada entre 1976 y 1983 en Argentina, tras eljuicio a las tres primeras juntas militares y el iniciado contra la penúltima junta por la pérdida de la guerra de las Malvinas. El próximo jueves, se inicia también en Buenos Aires el juicio contra el teniente de navío Alfredo Astiz -que se rindió ante los británicos en las Georgias del Sur- por la desaparición de la súbdita sueca de 17 años Dagmar Hagelin.

Astiz se encuentra igualmente involucrado en el caso de la desaparición de dos monjas francesas colaboradoras de las Madres de la Plaza de Mayo. Su proceso despertará chispas ante la renuencia de la Armada para que los juicios por violación de derechos humanos desciendan a rangos medios o inferiores.

Tras el proceso de Astiz caerá indefectiblemente el gran juicio sobre los horrores cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, el más ominoso chupadero de personas articulado en el país. Y ya es dudoso que toda esta teoría de juicios prosiga durante algún tiempo más.

El Gobierno radical tiene preparado un proyecto de ley de punto finalque será aprobado, aunque no sin discusión, por el Congreso y el Senado, para evitar que en cascada decreciente terminen sentándose en el banquillo hasta los más modestos furrieles del Ejército.

30/11/86

Punto de desencuentro (30-11-1986)

Televisión Española produce -como todas las televisiones- programas excelentes, buenos, malos y regulares; produce, además, uno estúpido y dañino: Punto de encuentro. Difundido por la mayoría de las televisoras hispanoamericanas, que emiten cualquier cosa a condición de que sea barata, sus responsables se ufanan de su potencial audiencia, tal como la hembra del mosquito anopheles podría vanagloriarse de la extensión de la malaria en el subcontinente. El daño doblado por la estupidez.Hace pocos meses este corresponsal enfermaba en Quito contemplando estupefacto a una pareja dedicada al humorismo subnormal realizar una encuesta callejera irreal entre españoles sobre si podía mejorarse el acercamiento entre España y América tendiendo una soga entre Vigo y Buenos Aires y tirando todos de cada cabo.

Se aducirá que sólo era una broma, pero las bromas intercontinentales hay que meditarlas despacio por cuanto no todas las naciones tienen el mismo sentido del humor y porque hay casas que no están para chistes propios de la movida madrileña. Concretamente en el Río de la Plata, amargados por el proteccionismo comercial europeo, lo de la soga entre Vigo y Buenos Aires hizo mucha gracia. Tanta que ha abundado en la injusta leyenda de que gallego es sinónimo de persona zonza y de escasas luces. Argentina Televisora Color, el canal del Estado, ha tenido ya el buen criterio de desterrar el programa de su programación vespertina, enterrándolo después de las 24.00 horas.

Las caleñas

Hace escasos días, en otro infausto Punto de encuentro, se nos mostraban las excelencias arquitectónicas de la ciudad colombiana de Cafi y nos cantaban la belleza de las mujeres caleñas. El Gobierno colombiano acaso estará encantado por la gentileza, pero las caleñas y los caleños estarán todavía sorprendidos. Cali: tercera capital colombiana, semicercada desde hace un año por el Batallón América, brigada guerrillera interamericana, a las órdenes del jefe del M-19Caballo Loco, ciudad que sufre incursiones periódicas que llevan los combates hasta los aledaños de su centro urbano, dominada por escuadrones de la muerte de la extrema derecha que fusilan a los homosexuales, ejemplo de la endémica violencia colombiana, devenida tras pasar por el filtro de Televisión Española en museo colonial y exposición peripatética de caderas ondulantes.Punto de encuentroofrece tantos desencuentros entre España y América como emisiones y más de un malentendido por programa. De seguir así las cosas va a resultar cierta la tesis en sorna de algunos diplomáticos españoles con largos años en América Latina, de que el V Centenario del Descubrimiento va a terminar deparando la ruptura de relaciones entre Madrid y algunas capitales americanas.

Los desastres de este punto de desencuentro televisivo no residen en los profesionales que lo realizan -impecables, Inobjetables- sino en el planteamiento global del producto. Se supone que el espacio pretende acercar la realidad española a los americanos, y aportar a la audiencia española algún conocimiento básico del ultramar atlántico, todo ello en clave amable y folclórica. Pues ni lo uno, ni lo otro.

Ni los americanos se encuentran con lo que es España en estos momentos, ni tienen mejor información cultural sobre lo que ocurre allende sus inmediatas fronteras, ni los españoles entenderán jamás América Latina frente a este Punto de encuentro. Entre las variedades de Amilibia, los exoterismos de Jiménez del Oso y los dulcísimos calificativos de Pedro Macía -dignísimos profesionales todos- españoles y americanos vamos televisivamente estereotipándonos.

Mueven a envidia los programas de las televisiones francesas, italianas y alemanas destinados a este continente. Alejándose de la fatua pretensión de contentar a todos y no molestar a nadie, exponen su cultura y su política, y elaboran excelentes emisiones propias sobre problemas intrínsecamente americanos sin abobarse ante los ciertamente eméritos culos de las suramericanas.

29/11/86

La justicia argentina declara anticonstitucional la indisolubilidad del matrimonio (29-11-1986)

La Corte Suprema de Justicia argentina estableció el jueves por mayoría simple el derecho de los divorciados a contraer nuevas nupcias, declarando inconstitucional la Ley 2393, que regula el matrimonio civil como indisoluble. El fallo de la Corte ha ocupado todas las columnas de la primera página de los diarios porteños, y no era para menos. En Argentina, la Iglesia católica tiene una fortísima penetración en el tejido social y profundiza su influencia hasta en los sindicatos, que reclaman para sus huelgas generales el apoyo de los obispos.

La Constitución establece que el presidente de la República ha de profesar la religión católica, apostólica y romana y, aun no mediando prohibición expresa para otras confesiones, se desconoce que un adolescente no católico haya podido acceder a la carrera de las armas.Influencia católica más prepotente que preponderante, dado que Argentina, país de inmigración, cuenta con notables comunidades judías, protestantes, ortodoxas, budistas, sintoístas y, en menor medida, musulmanas; sin contar con el sincretismo de la macumba afrobrasileira. En el Buenos Aires urbano, además, ,donde el diván del psicoanalista ha sustituido a la garita del confesor, el agnosticismo es moneda corriente.

La primera ley de divorcio argentina fue aprobada por Perón en 1954, ya en las postrimerías de su segundo mandato, y derogada por el presidente teniente general Aramburu al año siguiente, tras el derrocamiento del régimen peronista. Así, los matrimonios civiles celebrados en Argentina eran hasta el jueves pasado tan indisolubles como el vínculo católico.

Con todo ello, las leyes matrimoniales del país navegaban por espacios intergalácticos a años luz de los problemas en la superficie de la tierra: la sociedad argentina es mayoritariamente divorcista, buena parte de las parejas urbanas con posibles y educación superior, menores de 50 años, van por su segunda o tercera unión, y la Prensa está saturada de anuncios de gestorías que arreglan nuevos matrimonios rápidos en Chile, Uruguay o Paraguay.

El Gobierno radical comenzó afrontando algunas de estas realidades haciendo compartir la patria potestad entre el padre y la madre, hasta entonces derecho exclusivo del primero, y reconociendo los derechos de los hijos habidos fuera del matrimonio legal. La jerarquía católica puso el grito en el cielo, pero no pudo impedir el paso adelante de la razón.

Posteriormente, el Gobierno logró hacer aprobar en la Cámara de los Diputados su proyecto de ley del divorcio que, presumiblemente, será sancionado el año próximo por el Senado de la nación; y aquí la Iglesia no puso el grito en el cielo sino pies en pared.

El obispado argentino que en su conjunto no pió durante las atrocidades de los siete años de dictadura militar, anunció públicamente que retiraba la administración de los sacramentos a todos los diputados católicos que sancionaron afirmativamente la ley del divorcio. En un exceso de celo ecumérnico, un obispo católico anunció por escrito sus sanciones a un diputado metodista por su diócesis. La comunión que ni se les negó ni se les niega a Videla, Massera, Viola, Galtieri, Chamorro, Menéndez, Astiz, a toda la laya de presuntos carniceros de su propio pueblo, algunos ya con una primera sentencia condenatoria, se les niega ahora a honestos y pacíficos padres y madres de familia que han votado afirmativamente por una ley de divorcio.

El esquema ha sido roto por Juan Bautista Sejean, ex juez de instrucción en la capital federal y ahora abogado particular, en su juicio de divorcio contra Ana María Saks de Sejean, planteado ante la Corte Suprema. Sejean se separó de su esposa de la que tiene dos hijos, hace seis años y hace cinco formó nueva pareja de la que desciende una nueva hija de tres años. La señora Saks rehizo igualmente su vida junto a un nuevo compañero.

Por tres votos contra dos y aal cabo de un año, la Corte dictaminó que la indisolubilidad del matrimonio civil vulnera principios constitucionales como el amparo a la familia -se discrimina y sanciona a las familias en concubinato- el derecho personalísimo a la intimidad y la igualdad ante la ley.

En efecto, la situación de las segundas y posteriores parejas en la Argentina era tan patibularía que bajo la denuncia de concubinato producida tras una separación legal, las partes implicadas podían sufrir prisión preventiva; las nuevas parejas carecían de derechos sucesorios entre sí o de pensión y alimentos, ni podían reclamar indemnizaciones por la muerte del compañero o actuar en justicia por el buen nombre y honor de éste.

Al igual que los esclavos bajo el imperio romano, los separados carecían de derechos familiares y sólo podían optar por el concubinato.

La jurisprudencia de la Corte Suprema sobre este caso supone un alivio para el Gobierno radical en su obligado y no deseado pulso con la Iglesia católica, y aceita la próxima aprobación del divorcio por el Senado. Pero la Corte no tiene capacidad para derogar leyes y, por el momento, cada separado que desee formalizar civilmente una nueva relación deberá, como el doctor Sejean, pedir individualmente amparo a la justicia.

La jerarquía católica argentina reaccionó ayer con dureza al dictamen de la corte, y acusó al máximo tribunal de "violar la constitución" y de "arrogarse una antidemocrática atribución de poderes", en un comunicado difundido por la Agencia Informativa Católica Argentina.

19/11/86

Sarney se niega a reformar el Gobierno brasileño tras las elecciones (19-11-1986)

El presidente de Brasil, José Sarney, acaba de afirmar en Brasilia que no modificará la composición de fuerzas en su Gabinete, pese a los resultados de las elecciones directas del sábado. "Si las elecciones", afirmó, "hubiesen transformado al Partido del Frente Liberal (PFL) en el mayor partido del Gobierno, aceptaría reformar el Gabinete conforme a la nueva situación. Pero la respuesta del electorado no ha provocado ninguna alteración en la actual correlación de fuerzas. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) era el partido dominante dentro del Gobierno y continúa teniendo esa posición. El PFL era el segundo partido y continúa conservando también su posición".

Ulysses Guimaráes, presidente del PMDB, ha debido de quedar tallado en piedra ante tamaño alarde de jesuitismo. Sarney no ha afirmado nada contra la verdad, pero ha obviado el hecho de que su Gabinete está dominado por hombres del PFL, encabezados por el cacique de Pernambuco Marco Maciel, jefe del gabinete civil del presidente y una suerte de primer ministro. La preponderancia -pese a su escasa representatividad y legitimidad- del PFL es tal que Guimaráes no fue consultado en febrero sobre la instrumentalización del Plan Cruzado.

Pero la firmeza de Sarney ha sido acompañada de una suave zanahoria. Ayer el presidente convocó a Guimaráes para analizar la inmediata reforma del Plan Cruzado, que hace aguas por el agio de los abastecedores, el desabastecimiento consiguiente y la especulación monetaria. Guimaráes se mantiene opuesto a cualquier descongelamiento de precios y a retirar el dedo de los trabajadores sobre el llamado gatillo salarial, que obliga a reajustar automáticamente los sueldos cuando la inflación mensual alcance el 20%, cota que se alcanzará en febrero.

Los últimos cómputos electorales de este eterno escrutinio indican claramente que, en el peor de los casos, el PMDB logrará el 52% de los escaños de la Asamblea Constituyente, sin contar los obtenidos por su socio minoritario, el PFL, y más de 20 gobiernos de los 23 Estados de la República. La estimación generalizada es que el PMDB, tras esta prueba e ectoral, a dejado de ser un frente para constituir un partido mayoritario y consolidado de centro izquierda.

18/11/86

Los perdedores de las elecciones brasileñas advierten contra una 'mexicanización' del país (18-11-1986)

"Esto está virando hacia una situación a la mexicana, con un Partido Revolucionario Institucional (PRI) brasilero. Ahora queda un único partido comandando la nación". Con estas palabras admitía el domingo su derrota el empresario Erminio de Moraes, candidato a la gobernación de Sao Paulo bajo el Partido Trabalhista brasilero y con el amparo tácito del presidente José Sarney.

En la tarde de ayer estaba confirmada la victoria del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Ulysses Guimaraes en 19 de los 23 Estados brasileros, entre ellos Río de Janeiro y Sao Paulo: se tardará días en dilucidar el ganador en Minas Gerais -el tercer Estado clave de la República- por la escasa diferencia entre Newton Cardoso (PMDB) e Itamar Franco, del Partido Liberal. Por su parte, el Partido del Frente Liberal (PFL), socio con el PMDB en la Alianza Democrática que gobierna el país, se ha asegurado las gobernadurías de Sergipe y Río Grande do Norte.Las proyecciones sobre la composición de la Asamblea Constituyente dan el control de la coalición gubernamental sobre un 80% de los escaños y, dentro de la coalición, la mayoría absoluta al PMDB. Más que una victoria del partido de Ulysses Guimaraes cabe hablar de un holocausto popular en las filas de la oposición populista radical y de la derecha más conservadora y ligada a la dictadura, representada por el Partido Demócrata Social de Paulo Maluf.

El presidente Sarney, desde Brasilia, ha intentado arrimar el triunfo al palacio de Alvorada aduciendo que "ésta es la victoria del Plan Cruzado", estimulado por él y por su Gabinete y dominado por hombres del Partido del Frente Liberal. Ulysses Guimaraes contraatacó con sutileza: "Los ministros del PFL derrotados en sus Estados deberán considerar el rechazo que han merecido. La gran bandera para esta victoria fue el cambio, y para que haya cambio es necesaria la voluntad política del presidente de la República para hacerlo". El cambio al que se refiere Guimaraes implica a corto plazo la remodelación del Gobierno dando preponderancia a ministros del PMDB sobre los del PFL. Y Guimaraes insiste: "O hacemos el cambio o nos cambiarán a nosotros".

A medida que se completan los cómputos electorales, la derrota del candidato brizolista a la Gobernación de Río de Janeiro, Darcy Ribeiro, frente al pemedebista Moreira Franco crece espectacularmente y puede terminar suponiendo una distancia de medio millón de votos. Las perspectivas presidenciales de Lionel Brizola, ya ciudadano particular y sin el control de un Estado, son harto débiles. La carrera política de esta especie de Perón brasilero, quien, como gobernador de Río Grande do Sul, intentó en 1964 resistir el golpe militar movilizando a la policía riograndense, largos años exiliado en Uruguay, parece tocar a su fin.

La movilización electoral ha sido masiva, estimándose la abstención en un 7%-8%, mayoritamente técnica, dado que en Brasil se pierden los derechos cívicos si no se vota. Bastante más considerable resulta el porcentaje de votos nulos dada la ignorancia del electorado y la complejidad de estos comicios.

17/11/86

Un paso nada fácil (17-11-1986)

La recuperación de una democracia civil en Brasil, tras 21 años de dictadura militar, no es tarea fácil. Luego de la elección presidencial indirecta por un colegio legislativo no democrático de Tancredo Neves, el infatigable y malogrado hacedor de pactos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), un paso se ha dado con las elecciones del sábado, pero un paso nada fácil.El (PNIDB), 20 años en la opesición a la dictadura, partído mayoritario absoluto, dirigido por el respetado Ulysses Guimaraes, no es, en buena lógica, un partido.Sigue siendo aquella colcha de retazos que fruncieron Giomaraesy Neves el paraguas bajo el que se refugiaron del chaparrón militar comunistas, democristianos, liberales y conservadores y, en, general, la mayoría del espectre dernócrata. Todos juntos y, adernás, revueltos. Les rnantiene unidos la situación de Brasil en calidad de libertad gilada y la habilidad y peso moral de Guimaráes.

El minorítario Partido del Frente Liberal (PFL) y el presidente José Sarney completan el diricil equilibrio de esta Administración semidemocrática. Sarney, más que muchos otros que así se titularon, sí que puede afirmar que es presidente por la gracia de Dios que se llevó a Tancredo Neves a los cielos, donde, sin duda, sientan plaza todos los negociadores de buena voluntad. Pero, pese a su pasado antidemocrático, ha ocurrido con él lo que con tantos hombres mediocres elevados por el destino a puestos de magistratura en tiempos de crisis: ha crecido, ha dado la talla que no se sospechaba.

Los hombres de Guimaráes y Sarney habrán de redactar ahora una Constitución moderna que prevea los problemas inabarcables de Brasil en estos umbrales del siglo XXI. Pero la discusión inmediata estriba en la reducción del espúreo mandato presidencial de seis años -que ya Tancredo Neves había prometido reducir a cuatro- y convocar lo antes que la prudencia permita unas presidenciales directas.

Neto triunfo del partido de Guimarães en Brasil (17-11-1986)

La tendencia del lentísimo escrutinio de las elecciones legislativas y estatales celebradas en Brasil el pasado sábado, 15 de noviembre,confirma todos los pronósticos previos a la votación: crecimiento espectacular del ya mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Ulysses Guimarães; el retroceso de su socio en el Gobierno, el Partido del Frente Liberal (PFL), inspirado por el presidente José Sarney, y la derrota de los hombres de Lionel Brizola (Partido Democrático Trabalhista, PDT) en la puja por la gobernación de Río de Janeiro.

El recuento de los votos, afectado por la dudosa legalidad de muchos de ellos y por la nulidad de otros tantos, está deviniendo en los trabajos de Hércules y al menos serán precisos tres días para tener resultados detallados y solventes; pero las proyecciones realizadas por el instituto Gallup y las centrales de los principales partidos sobre los primeros escrutinio; no dan lugar a dudas sobre el triunfo neto del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMBD)La oposición por la derecha y la izquierda a la coalición gubernamental PMDP-PFL, sólo puede aspirar en la asamblea constituyente a un 20% de representación.

El retroceso del PFL respecto de su socio gubernamental convierte a Ulysses Guimarães en decisor de la próxima Constitución de la República.

El PMDB se ha asegurado también las gobernadurías del triángulo de las Bermudas donde se cuece la política brasileña: los Estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y São Paulo. Las dos grandes lizas electorales lo fueron por el primero y el último. En Río, el pemedebista Wellington Moreira Franco, sociólogo, aparece como ganador con más del 40% de los votos, seguido del brizolista, el antropólogo Darcy Ribeiro, que no obtendrá más del 37%.

La querella electoral proseguirá por tiempo en el Estado carioca, dado el desorden técnico de una jornada electoral en la que ni siquiera se llegaron a constituir mesas de votación en grandes favelas -suburbios urbanos de pobreza extrema-, feudos del brizolismo. Pero la gobernación de Río se ha perdido para el socialismo moreno.

El error de Brizola

Se estima que Brizola erró al convertir la disputa por Río en un enfrentamiento entre él y el presidente Sarney, pretendiendo desconocer que, mal que pese, este último ha logrado en menos de dos años y contra todo pronóstico y toda lógica una notable

popularidad. Brizola, gobernador saliente de Río, ya ha anunciado su intención de fijar residencias en São Paulo y Brasilia para combatir al nuevo gobernador pemedebista del gran Estado brasilero y para seguir postulando su candidatura presidencial.

En São Paulo ya tiene perdida la elección Erminio da Morães, primer empresario privado brasilero y candidato auspiciado por el presidente Sarney. Con al menos el 38% de los votos, emerge como gobernador el candidato del PMDB, Orestes Quercia. El incansable e incombustible -por más que se reduzca a cenizas en cada elección- Paulo Maluf, primera fortuna familiar brasileña, virtuoso de la corrupción, ex gobernador paulista y candidato presidencial derrotado por Tancredo Neves en enero de 1985, ha quedado en tercer lugar, con un 22% de sufragios.

Lo destacable de las elecciones a gobernador por São Paulo

es el enfrentamiento entre Guimarães y Sarney apoyando candidaturas distintas. El primero se ha alzado con su candidato.

Por lo demás, en la mayoría absoluta de los 23 Estados federados se perfila el triunfo de los aspirantes a gobernador por el PMDB, que contarán asimismo, dentro de las distintas coaliciones estatales, de mayoría legislativa en cada una de las asambleas estatales. Ulysses Guimarães ponía ayer en la mañana ante las cámaras de la red de televisión Bandeirantes el dedo en la llaga: "Un mandato de seis años para el actual presidente me parece demasiado.

Rotundo fracaso

Indudablemente el intento de José Sarney de ampliar sus márgenes de maniobra fortaleciendo electoralmente al PFL ha fracasado rotundamente y ya sólo cuenta como respaldo de su sillón con su popularidad rápidamente adquirida por la implementación del Plan Cruzado, su mandato legal aunque no democrático, y el temor -más interesado que fundado- a una nueva intervención militar.

Los comicios se han llevado a cabo sin incidentes dignos de mención, excepto uno probablemente reclamado del superrealismo político-militar.

Avances intelectuales

El ex presidente João Baptista Figueiredo, último mandatario de la dictadura, se mostró al votar fanático partidario de unas elecciones presidenciales directas e inmediatas. "¿Por qué no dan las directas, ya, tanto como las prometieron?", preguntó. "Como cidadão, eu também quero as directas, ja". El pueblo brasilero se congratula de los avances intelectuales de su último dictador convertido en ciudadano

16/11/86

Brasil vota con plena normalidad bajo la 'ley seca' (16-11-1986)

El pueblo brasileño estaba, a mediodía de ayer, votando con toda normalidad y notoria afluencia para la elección de una asamblea constituyente, senadores, gobernadores y legisladores de los 23 Estados de la República. Se espera que la abstención sólo sea técnica, dado el interés que despiertan los comicios y la obligatoriedad del voto, que se registra en la documentación personal. La ley seca impera en todo Brasil por 32 horas. La campaña electoral ha sido bastante tranquila y sólo ha deparado 18 muertes. El récord de violencia se registró en el Estado de Minas Gerais.

Siete personas, entre ellas un alcalde, fueron asesinadas en dicha demarcación. En el Estado de Bahía, otros dos alcaldes perdieron la vida en reyertas armadas; numerosos enfrentamientos con saldos irreparables se produjeron también en los Estados de Sâo Paulo y Maranhâo.La dureza verbal y el navajeo político presidieron igualmente la campaña. Si como muestra vale un botón, puede escribirse que el candidato a gobernador de Sâo Paulo Antonio Erminio de Moraes tildó al también candidato a ese cargo Paulo Maluf nada más que de "corrupto, ladrón, sinvergüenza, oportunista, cobarde y canalla".

Por otra parte, desde las filas políticas del presidente José Sarney se ha intentado relacionar al gobernador saliente de Río de Janeiro y líder del Partido Democrático Trabalhista -izquierda populista-, Lionel Brizola, con el jogo do bicho. El jogo do bicho es una suerte de lotería primitiva clandestina que utiliza combinaciones de números representados por animales.

Las dimensiones ciclópeas del territorio y del censo a escrutar -cerca de 70 millones de electores- no permitirán conocer los primeros resultados fiables hasta la tarde de hoy domingo, pese a que el recuento de los votos está completamente computerizado.

No obstante, caben escasas sorpresas sobre la composición de la Asamblea Constituyente. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), 20 años en la oposición a la dictadura militar, encabezado por Ulysses Guimarâes, reforzará sus actuales 216 diputados con unos 70 escaños más, logrando paralelamente la mayoría absoluta de las gobernadurías de los Estados. Su socio político en el Gobierno, el Partido del Frente Liberal, fundado por el presidente José Sarney, perdería al menos 10 de sus actuales 127 diputados.

Por la derecha, el Partido Democrático Social (PDS), el apoyo civil a la dictadura que dirigiera José Sarney antes de aliarse con el PMDB para facilitar la transición hacia la democracia, perderá algunos de sus 72 diputados, aunque mantendrá su puesto de tercera fuerza política.

Por la izquierda se esperan crecimientos sensibles, pero no definitorios, de los 25 diputados del Partido Democrático Trabalhista de Brizola y de los cinco escaños del Partido de los Trabajadores (PT) del mítico líder sindical paulista Luis Ignacio da Silva, alias Lula.

Las dos grandes batallas por las gobernadurías se han dado en Sâo Paulo y en Río de Janeiro. Por la gobernación del primero, el Estado motor de la economía brasilera, compiten dos personalidades que pueden restarse votos entre sí dando el triunfo a un tercero. El presidente Sarney, en abierta discrepancia con Ulysses Guimarâes, ha dado su apoyo tácito a Erminio de Morâes, primer empresario del país, con una nómina de 57.000 empleados. El PMDB apoya a su candidato Orestes Quercia. Y el tercero en discordia, que estima poder ganar la gobernación con el 35% de los votos, es el célebre, celebrado y denostado Paulo Maluf, por el derechista PDS.

Maltif, riquísimo por su madre, potentado por su padre, generador él mismo de importantes plusvalías, es la cabeza pública de la familia económicamente más poderosa de Brasil. Carece de escrúpulos y, presumiblemente, de vergüenza.En enero de 1985, fue el candidato de los militares frente al malogrado Tancredo Neves, y su sola postulación hizo pensar que los uniformados deseaban secretamente el fracaso de su pupilo en el colegio electoral. Repartió decenas de millones de dólares - decenas de millones- para comprar los votos del colegio y hasta arrasó con las putas de Pernambuco, trasladándolas a Brasilia en aviones especialmente fletados, para que atendieran gratuitamente y en su nombre a los colegiados, originando una sonada y lógica protesta de las fuerzas vivas pernambuquenses por su súbito des abastecimiento de un producto básico de consumo. Ni siquiera es un inmoral: es un amoral.

La segunda batalla política notable se ha dado en Río de Janeiro, donde los candidatos Moreira Franco, del PMDB, y Darcy Ribeiro, del_PDT, son sólo, al margen de sus indudables cualidades, sombras chinescas, respectivamente, del presidente Sarney y de Lionel Brizola. Brizola, obviamente, necesita ganar, a través de su hombre la gobernaduría carioca, para continuar manteniendo su feudo debrizolandia, su base en las favelas, para su socialismo moreno y sus aspiraciones inmediatas a la presidencia de la República.

Los problemas del Plan Cruzado (16-11-1986)

El Plan Cruzado, versión brasileña del Plan Austral argentino, ha tropezado a sus ocho meses de vida con severas dificultades. Al igual que en Argentina, fue recibido excepcionalmente por la población -a los ciudadanos que denunciaban los sobreprecios se los tenía por los fiscales de Sarney-, pero, a diferencia de su vecino, Brasil afronta una economía más rica, más complicada, carece de una mayoritaria clase media y cuenta con bolsones de pobreza inimaginables al sur del Río de la Plata.El cruzado, sustituto del cruceiro, no ha logrado mantener su cotización frente al dólar negro y ha retrocedido hasta límites especulativos: un dólar por 14 cruzados en el mercado oficial y un dólar por 28 cruzados en el mercado paralelo. La reducción de la inflación elevó la capacidad salarial hasta un 30%, provocando el des abastecimiento interno. Falta carne de res, queso y medicamentos. Lograr una modesta hamburguesa en un hotel céntrico de Río de Janeiro puede obligar a secretas e innecesarias aventuras de Rocambole.

El 20% anual de inflación, ya con el nuevo plan económico, se alcanzará en febrero, con lo que será necesario reajustar los salarios. El precio del dinero ya se encuentra en el 65% de interés anual para la captación y en el 120% anual para el préstamo.

Este ha sido el caballo de batalla de las elecciones brasileñas de ayer, aunque pocos se atreven a descalificar completamente la economía de guerra dictada por el Gobierno.

El país hace ocho meses se encontraba a las doce menos cinco de una hipotética huelga general, y de que nuevamente los desposeídos de la tierra, pobladores de las grandes ciudades -particularmente los de los espantosos cinturones industriales de Sâo Paulo-, tomaran por asalto los supermercados en procura de alimentos, obligando al Ejército a proteger los cascos urbanos. Esa posibilidad se ha conjurado.

El Plan Cruzado, con todos sus fallos, ha permitido, cuando menos, estas elecciones de ayer.

15/11/86

Brasil celebra hoy las primeras elecciones directas desde que los militares abandonaron el poder (15-11-1986)

Cerca de 70 millones de brasileños elegirán hoy una Asamblea constituyente que elaborará la nueva Constitución democrática. Éstas son las primeras elecciones directas que se celebran en Brasil desde la retirada de la dictadura, en enero de 1985. La República Federativa de Brasil avanza un paso más hacia su normalidad democrática, desenganchando otro eslabón del tutelaje de una dictadura militar plenamente efectiva entre 1964 y 1985.

Treinta y dos mil candidatos de más de 30 partidos políticos pelean por los Gobiernos de 23 Estados, dos tercios de un Senado de 72 miembros, 484 diputados federales y 953 diputados de asambleas estatales.Las claves de estas elecciones residen en la composición de la Cámara federal -que será constituyente- y en los Gobiernos de Río de Janeiro y Sâo Paulo. La Cámara deberá redactar una nueva Constitución adaptable a las necesidades de este país-continente, donde en el norte es invierno cuando en el sur es verano, fuertemente descompensado en sus economías regionales y cuyo desarrollo industrial se ha llevado a cabo a un coste social insufrible.

Así, la nueva Constitución habrá de contemplar a largo plazo el protagonismo del Estado en la economía sin dañar el arraigado federalismo, y a corto plazo, establecer el futuro del actual presidente, José Sarney, líder civil político de la dictadura militar, mediocre poeta, académico de la lengua y devenido en una suerte de Adolfo Suárez brasileño de esta transición, admitiendo su actual mandato de seis años, recortándolo, o convocando elecciones presidenciales directas tal como lo reclamaba vehementemente la izquierda.

Por primera vez, unos ocho millones de analfabetos censados adquieren el derecho del sufragio, y los sondeos de opinión no calculan en más allá del 40% la tasa de los brasileños que saben lo que implica elegir una Asamblea constituyente. No obstante, la intención de voto se encuentra fuertemente decidida en favor del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por Ulysses Guimarâes, coligado con el Partido del Frente Liberal (PFL): desertores de la dictadura militar hacia esta democracia negociada y capitaneados por el actual presidente y por el poderoso jefe de su gabinete civil, Marco Maciel, cacique de Pernambuco.

'La tancredanza'

El PMDB y el PFL -demócratas de toda la vida y demócratas de ocasión- gobiernan la República por un pacto político muy alambicado -el que se llamó la tancredanza- elaborado por Tancredo Neves, presidente electo en enero de 1985 y fallecido de cáncer antes de su toma de posesión.José Sarney, destinado sólo a ser un vicepresidente de oropel, asumió la presidencia y demostró ser menos torpe de lo que se auguraba: se erigió en líder político e implementó el Plan Cruzado, congelando precios y salarios, estableciendo una nueva moneda y poniendo un precario dique a la inflación.

Sarney, apoyado sobre sus amigos del PFL, puede ver hoy recortadas sus influencias ante el avance electoral del PMDB, nada satisfecho con esta consolidación predemocrática del viejo colaborador de los militares. Por supuesto que Ulysses Guimarâes, en la setentena, tiene prisas objetivas por alcanzar la presidencia de la República en unas elecciones directas y que José Sarney pretende conservar su mandato de seis años aduciendo que no hay que precipitarse y que la normalización política brasileña puede convertirse en una primavera de Praga.

Así, la batalla por el Gobierno de Sâo Paulo -el gigante económico del país- se resolverá entre António Erminio de Morâes, candidato páulico de Sarney, y Orestes Quercia, postulado por el PMDB. Querella interna entre las dos alas del Gobierno.

El Gobierno de Río de Janeiro -la antigua capital, el tambor de Brasil- es otra cosa: el sociólogo WeIlington Moreira Franco, por el PMDB, compite con el antropólogo Darey Ribeiro, del Partido Democrático Tragalhista y hombre del legendario Leonel Brizzola, que no se presenta a la reelección del Gobierno carioca.

Brizzola, acusado de pretender ser una especie de Perón con samba y con mulatas, es el primer aspirante desde la izquierda a unas futuras elecciones presidenciales directas. Sarney le ha dado con todo, volcando en la campaña carioca a numerosos ministros de su Gabinete y negando las acusaciones de aquél de estar siendo ahogado económicamente por el Gobierno federal de Brasilia.

Debate económico

Obviamente, el Plan Cruzado y sus primeros y dudosos resultados han constituido el eje de la campaña para estas elecciones. Su autor, el ministro de Hacienda, Dilson Funaro, ya ha admitido que habrá que remodelarlo no más allá de febrero del próximo año. Por una parte, el aumento del consumo interno ha provocado el des abastecimiento, y por otra, la especulación monetaria ha disparado la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar negro hasta el ciento por ciento.Pero sea como fuere, el caso y la ocasión son buenas: el gigante suramericano, tan poco acostumbrado a ello, vota hoy obligatoriamente y en libertad a sus senadores, diputados y gobernadores. Una nueva Constitución democrática está esperando.

5/11/86

Alfonsín comunica a Reagan que la única ofensiva argentina será la diplomática (5-11-1986)

El presidente argentino, Raúl Ricardo Alfonsín, conversó telefónicamente durante 10 minutos, en la noche del lunes, con el presidente de EE UU, Ronald Reagan, a quien le expuso la postura de su Gobierno ante la ampliación británica de su zona de exclusión económica en torno a las Malvinas. "La ofensiva diplomática", le dijo Alfonsín, "será la única ofensiva que desarrollaremos". El presidente, que conversó acompañado del canciller, Dante Caputo, solicitó "apoyo y comprensión" de EE UU en este contencioso.

Según fuentes oficiales de la Casa Rosada (sede del Gobierno), el presidente Reagan se mostró complacido por esta aseveración y afirmó a su homólogo argentino que su Administración desconocía de antemano la iniciativa británica.Previamente a esta conversación, Alfonsín confirmó su viaje privado a Estados Unidos, que comenzará el 16 del corriente mes, para dictar una conferencia en Boston y varias en universidades de la costa oeste. La cancillería argentina trabaja intensamente por lograr una entrevista entre los dos mandatarios.

La próxima convocatoria del Consejo de la OEA (Organización de Estados Americanos) es consuelo para hoy y duelos y quebrantos para mañana, dada la absoluta inoperancia y desprestigio de la institución, foro político ya desdeñado incluso por su auspiciador y controlador: EE UU. Ante el hecho cumplido británico, reedición diplomática de la política de la cañonera, Argentina alberga frágiles esperanzas en llevar sus razones y sus derechos al ánimo de los socios comunitarios del Reino Unido

Jorge Sábato, secretario de Estado para Asuntos Exteriores se encuentra en Europa en una gira por Francia, Italia, Holanda, Bélgica, República Federal de Alemania y España. También visitará la Confederación Helvética, representante de los intereses británicos en Argentina. Como emisario especial del presidente Alfonsín intentará explicar la desmesura de que el Reino Unido pretenda ser Estado ribereño de otro en el Atlántico sur.

Toda la preocupación argentina reside ahora en mantener su recuperada imagen de nación democrática, pacífica, para nada agresora, y de recabar también algún apoyo, por mínimo que resulte, de Estados Unidos. Dejadas felizmente atrás las baladronadas de los militares en el poder, el Gobierno argentino mantiene su rabia, su impotencia, pero también su calma.

La guardia de infantería cortó enérgicamente desde su raíz algunos pequeños brotes de manifestaciones agresivas contra entidades relacionadas con el Reino Unido, otorgándolas protección permanente. Los corresponsales británicos realizan sus trabajos en paz, el Banco de Londres atiende a sus clientes y los colegios ingleses reciben a sus pupilos.

Los convenios pesqueros con la URSS y Bulgaria han sido ratificados por ambas Cámaras. Pero la decisión británica los convierte en papel mojado. El presidente Alfonsín lo ha dicho amargamente: "Nosotros no hemos traído ningún pesquero al mar Argentino. Ya estaban aquí faenando sin control. Sólo queremos explotar racionalmente nuestros recursos en nuestros mares, jamás discutidos, y hacerlo con seriedad y sin dañar a nadie".

1/11/86

Argentina cree que Reagan dio su aprobación a Thatcher para fijar la zona de exclusión pesquera en las Malvinas (1-11-1986)

"Los viajes oficiales a La Habana se pagan, y bastante caro, en América Latina", es el comentario generalizado en medios diplomáticos y periodísticos acreditados en Buenos Aires. Bien debía de sospecharlo el presidente Raúl Alfonsín cuando, al proyectar su última visita a la URSS y Cuba, solicitó al Gobierno español una dilatada escala técnica en Madrid, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid -día de la Hispanidad, 12 de octubre-, para equilibrar sus estancias en capitales como Moscú y La Habana. El Gobierno español y los Reyes le brindaron y ofrecieron sus mejores cortesías. La recepción en Estrasburgo del Premio a los Derechos Humanos, otorgado por el Parlamento Europeo, terminaba de equilibrar el malhadado viaje.

No fue suficiente. El comandante Fidel Castro arrojó a las calles de La Habana a 300.000 cubanos agitando banderas argentinas, paseó a Alfonsín por la capital y le sumergió sobre la lluvia del trópico entre las mulatas del cabaré Tropical: el primer mandatario occidental y para nada marxista que Castro recibía en muchos años. Lo dicho: los viajes a La Habana se pagan, y muy caro.No de otra forma se explica en Buenos Aires el moderado comunicado de la Secretaría de Estado norteamericana sobre el nuevo contencioso argentino-británico por la amplición a 150 millas de la zona de extensión en derredor de as islas Malvinas. Aceptando esta circunferencia de exclusión en el mar Argentino, jamás litigado, se sospecha en Buenos Aires que Gran Bretaña, como durante la guerra anglo-argentina de 1982, ha obrado con la anuencia de la Administración de Ronald Reagan.

Por otra parte, no es ningún secreto aquí que la embajada del imperio -la de Estados Unidos- carece del menor interés por contemplar factorías pesqueras soviéticas en las costas del Atlántico sur o buques de la URSS congeladores de altura operando en sus aguas. Así, la impresión generalizada es que Gran Bretaña ha dado su paso atropellador sobre seguro, con respaldo de sus primos norteamericanos. Por ello, la Prensa porteña invoca el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), signado en Río de Janeiro en 1945 y cadáver institucional tras la guerra de las Malvinas, por ver si ese muerto favorece la defensa continental o sólo a uno de sus firmantes.

El presidente Alfonsín está pegado al teléfono y el jueves habló durante al menos media hora con el presidente Reagan. Su canciller, Dante Caputo, se reunió también el jueves con el Senado argentino en sesión a puerta cerrada, calificada como de insuficiente por la oposición justicialista. Caputo destacó que la ampliación británica de exclusión a 270 kilómetros podría provocar incidentes armados y que el riesgo existe ya, aunque técnicamente la exclusión no impere hasta el 1 de febrero de 1987.

Desmilitarizar

No obstante, el Gobierno argentino ha puesto énfasis en desmilitarizar la invasión británica de sus propias aguas jurisdiccionales, aclarando que las maniobras que se están llevando a cabo en la Patagonia (4.000 hombres, siete generales) estaban previstas de antemano. Sólo la aviación naval y terrestre quedará en alerta para el patrullaje del mar Argentino. Se ha confirmado igualmente la suspensión de licencia anticipadas para la clase de 1967 ahora bajo bandera.

Mayor importancia para la política interna del país es la confirmación delcomité militar de asesoramiento al presidente: un gabinete de crisis compuesto por los jefes de Estado Mayor de las tres armas, legisladores y el canciller. De la mejor fuente, pero que no quiso ser identificada, se puede asegurar que el Gobierno ha tenido que desplegar su máxima energía para controlar los ánimos exaltados en una base aérea del sur del país.

Muy escasas esperanzas se albergan en Buenos Aires de que alegatos internacionales ante las Naciones Unidas, el TIAR o ante el buen sentido de la comunidad de las naciones alivien a la República Argentina de esta agresión. El país, ahíto de la mejor carne del mundo, sin cocina nacional fuera de las pastas aportadas por la inmigración italiana, desdeña el pescado hasta el asco. Y en los caladeros vírgenes de su mar austral reside parte de la riqueza que permitiría al país sufragar una deuda externa que jamás se ha negado a pagar.

Pero no es éste un problema de más o menos peces. Es el problema del control por Occidente del Atlántico sur, la necesidad subjetiva, de erradicar de él bases pesqueras del Este y el doblete de pago obligado por viajes oficiales a La Habana.

[El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, invitó ayer a los cancilleres de Argentina y Brasil para que, junto con el de Uruguay, analicen mañana, en Punta del Este, la situación del Atlántico sur tras la creación por parte del Reino Unido de la zona de exclusión en torno a las Malvinas, informa Efe].

31/10/86

Un comité militar asesora a Raúl Alfonsín (31-10-1986)

Unidades de la aviación naval y cazabombarderos de la fuerza aérea argentina quedaron desde el miércoles en estado de alerta, prestos a patrullar las aguas jurisdiccionales de la República. Simultáneamente, el presidente, Raúl Alfonsín, convocó por decreto un comité militar -un Gabinete de crisis- que asesora al presidente en situaciones de emergencia como la creada por la decisión unilateral británica de extender a 150 millas, con una posible ampliación a 200 millas, la zona de exclusión económica de las islas Malvinas. Las mismas fuentes dan por segura la cancelación de las licencias anticipadas a los conscriptos de este año.

 [El comité rnilitar estará formado por el ministro de Defensa, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y los del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, infórma Reuter.]La decisión británica de ampliar a 277 kilómetros su zona de exclusión crea en torno a las Malvinas una circunferencia secante con las aguas territoriales argentinas y establece una proyección geodésica sobre la Antártida inaceptable para el más amable de los politicos porteños. Ha sido un jarro de agua fría para la Administración democrática de Alfonsín, empeñada en hacer regresar el contencioso de los archipiélagos del Atlántico Sur a su situación. jurídica previa a la guerra cle 1982.

Todo se ha dado la vuelta, y el país y la nación se sienten injustamente agredidos. El presidente Alfonsín interrumpió una reunión de gobernadores provincia les para tratar sobre la copartici pación federal introduciendo en ella al canciller Dante Caputo, que explicó las consecuencias de la medida británica.

A las dos de la madrugada de ayer, el Congreso levantó su sesión tras ser informado por el canciller, quien también ayer explicó la situación al Senado. Alfonsín ha hablado telefónicamente con los presidentes de Brasil, Uruguay, Perú, Venezuela y con el presidente del Gobierno español, Felipe González. Prepara una reunión informativa con los embajadores de los países que pescan en las áreas ahora excluidas y se espera una convocatoria argentina de los paises miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.

Todos los partidos y en especial el justicialista -extrañamente unánimes-, han cerrado filas tras el rechazo del Gobierno radical a la decisión británica que se considera un gesto impe rialista, vejatorio de la soberanía nacional e innecesario.

La medida británica aparenta corresponderse con los acuerdos pesqueros sobre las aguas del Atlántico Sur firmados por el presidente Alfonsín con los Gobiernos de la URSS y de Bulgaria acuerdos a los que se esperaba se sumara en breve Japón. Los convenios de explotación pesquera en aguas territoriales argentinas constituyen una de las pocas salidas económicas del país para hacer frente a sus obligaciones financieras internacionales (entre ellas, deudas con bancos británicos) y no ponían en precario la seguridad militar del Reino Unido en torno a las Malvinas.

Tan es así que las prioridades de la cancillería argentina colocaron públicamente a las Malvinas en un cuarto puesto, precedidas por la integración con Brasil, Uruguay y Chile, la política de intercambios comerciales y la deuda externa. Toda la política exterior de la recobrada democracia argentina ha estado volcada en buena lógica sobre la recuperación económica y el hallazgo de nuevas fuentes de ingresos.

Como se dice aquí, los británicos han pateado el tablero: la nueva zona de exclusión económica británica en derredor de las Malvinas, al margen de sus implicaciones políticas, geográficas y geodésicas sobre la Antártida, anula de hecho los acuerdos pesqueros argentinos con terceros países interesados en estas aguas, aún río esquilmadas, y que ni siquiera habían sido ratificados por el Parlamento argentino.

Y generará, en el decurso de los días, una nueva excitación nacionalista nada conveniente para la consolidación de la democracia. Hoy todo es cerrar filas tras el Gobierno, pero en semanas comenzará a acusarse a Allfonsín de entreguista, se le reputará de débil y se acabará glorificando la locura de la penúltima Junta Militar de la dictadura, que invadió los archipiélagos.

En el pensamiento de que la debilidad estratégica argentina se: encuentra en el profundo sur -Malvinas, latente amenaza chilena sobre la Patagonia poblada por inmigrantes del país transandino-, muchos jefes y oficiales no precisamente enamorados de la democracia han sido, en los últimos tres años, destinados a unidades operativas en los fondos geográficos de la República para que se ejercitaran en su oficio y dejaran de hacer política de café en las grandes capitales del Norte. Entre ellos se reconocen como el Ejército de África, en rememoración de la sublevación franquista de 1936. No es necesario explayarse sobre las consecuencias de esta decisión del Reino Unido sobre la psicología militar golpista argentina.

Más de cinco grandes pesqueros argentinos, dentro de la zona de exclusión (31-10-1986)

Al menos cinco grandes pesqueros argentinos congeladores de altura se encuentran en estos rnomentos dentro de la nueva circuriferencia de exclusión económica decretada por el Reino Unido en torno a las islas Malvinas. Y según declaraciones del ,almirante José Toribio Merino, triunviro de la Junta Militar chilena, recogidas en Buenos Aires, el pasado lunes se avistaron en aguas internacionales del Pacífico 80 pesqueros soviéticos y polacos rumbo al Atlántico Sur.

Medios periodísticos argentinos especulan sobre la posibilidad de que los acuerdos pesqueros entre Buenos Aires y Moscú incluyeran la participación de la empresa hispano-soviética Sovhispan, ahora dedicada al faenaje en los caladeros canarios.

La ansiedad reside aquí en la hipótesis de un enfrentamiento entre pesqueros soviéticos y unidades de la Armada británica. De ello se deduciría el nivel de respaldo a la democracia argentina de Washington y Moscú, y se teme que la zona devenga en un arabesco lateral de la confrontación entre las dos grandes potencias, con todos los plateis rotos pagados por Argentina.

El Gobierno de Buenos Aires, en su comunicado sobre la ampliación británica de su zona de exclusión económica, aduce que es "jurídica y políticamente inaceptable, al recaer sobre espacios marítimos sobre los que la República Argentina ejerce derechos de soberanía y jurisdicción". "La conservación de los recursos pesqueros invocada en la declaración británica", continúa la nota oficial, "constituye en realidad un pretexto para tratar de justificar la adopción de la medida".

Obviamente, pese a las medidas militares cautelares adoptadas por Buenos Aires, lo último que se espera es un choque armado. Los radicales en el poder en la Argentina, moderados, eternamente dubitativos, reclarnados del krausismo español, empeñados en la recuperación de la imagen internacional del país, harán cualquier cosa menos tomarse dos whiskies de más y empeñarse en una guerra como la que organizó el teniente general Leopoldo Fortunado Galtieri entre los vapores de su cerebro.

30/10/86

El fiscal Strassera pide prisión perpetua para el general argentino Ramón Camps (30-10-1986)

La fiscalía de la Cámara Federal de Apelaciones argentina solicitó ayer, en un extenso alegato, reclusión perpetua para el general Ramón Camps, ex jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, y para el comisario mayor de la policía bonaerense, Miguel Etchecolatz. Otros cinco procesados en esta misma causa recibieron peticiones fiscales entre los 25 y los 18 años de reclusión, por detención ilegal, robo y aplicación de tormentos a los detenidos.

Termina así la primera fase del tercero de los grandes procesos judiciales argentinos: el primero, contra las tres primeras juntas militares; el segundo, contra la penúltima Junta Militar por la perdida de la guerra de las Malvinas; y éste, contra el segundo escalón represor en la guerra sucia contra la subversión. Dada la extensión del alegato fiscal, los abogados defensores han obtenido una prórroga hasta el 5 de noviembre para iniciar sus propios alegatos. El tramo de este juicio se ha desarrollado sin incidentes dignos de mención, excepción hecha de una pataleta de los policías encabezados por el comisario Etchecolatz, que abandonaron la sala durante la primera audiencia.Aconsejados por sus letrados, asistieron a las demás vistas; Sólo faltó él general Ramón Camps, ingresado en dependencias sanitarias del Primer Cuerpo de Ejército, aquejado de un cáncer de próstata de cuyo tratamiento forma parte la ingestión de hormonas femeninas.

El fiscal Julio César Strassera y su adjunto, Luis Moreno Ocampo, han seguido la misma línea de trabajo desarrollada en el juicio contra las juntas de la dictadura. Encerrados en sus decrépitos despachitos del Palacio de los Tribunales, ayudados por un grupo de jóvenes colaboradores y manejando fichas de cartón de diferentes colores, se centraron esta vez en 280 casos de desaparecidos que sufrieron la muerte, el robo, la tortura y la vejación.

La prueba judicial

Por lo escuchado, han demostrado suficientemente la participación de Camps y Etchecolatz en al menos dos casos de asesinato con alevosía y detenciones ilegales, torturas y robos extensibles hasta 500 casos que han, ido apareciendo con la deposición de los testigos. Por supuesto que esto es sólo la prueba judicial y no la totalidad del drama que vivió Buenos Aires.El general Camps, el carnicero de Buenos Aires,pertenece al arma de caballería y, pese a haber alcanzado su rango, es un jefe gris, poco apreciado por sus conmilitones y que terminó su carrera dirigiendo la remonta de la provincia de Buenos Aires. En 1976, tras el golpe de Estado que derrocó a Isabelita Perón, el general Suárez Mason, ahora prófugo y entonces comandante del Primer Cuerpo de Ejército, le designó jefe de la policía bonaerense. La policía de la primera provincia del país quedó así militarizada y bajo la dirección de un fanático del anticomunismo y del antisemitismo.

Camps convirtió la provincia bonaerense en un infierno para la guerrilla izquierdista, para sus simpatizantes, para los librepensadores, para los intelectuales, para los estudiantes y hasta para cualquier ciudadano anodino y despreocupado políticamente que tuviera la mala fortuna de cruzarse en una esquina con sus grupos de tareas dedicados al secuestro de sospechosos.

Al contrario de Videla, Massera, Suárez Mason, Menéndez, Viola y otros jerarcas militares de la dictadura, Camps no tuvo empacho en involucrarse directamente con la represión. A cara descubierta, interrogaba y amenazaba a los torturados. Es un hombre convencido de la bondad de su gestión y, antes de ser puesto preso, se jactaba ante la Prensa de haber chupado a 15.000 personas, y se lamentaba de que la dictadura no hubiese declarado el estado de guerra interna para fusilar a los subversivos bajo el código marcial en vez de asesinarlos clandestinamente. Presumiblemente, es un paranoico compulsivo.

Este juicio, ahora en su recta final, no ha despertado interés en la sociedad argentina, ahíta de procesos, ansiosa de olvidar un pasado del que muchos se sienten culpables por su silencio y su omisión, y estrangulada por problemas económicos básicos que presiden cruelmente su vida cotidiana.

13/10/86

Benedetto murió solo, pobre y abandonado (13-10-1986)

El periodista y escritor argentino Antonio di Benedetto murió en la noche del pasado viernes a los 64 años de edad, de un derrame cerebral, en el hospital Italiano de Buenos Aires. Ha muerto, como en una transposición de su obra literaria, solo, pobre, abandonado, olvidado. Sus obras le valieron el prestigo internacional, pero también la cárcel y la tortura durante el régimen militar. Nació en la provincia de Mendoza, al pie de la cordillera andina, cursó estudios de abogacía y desde los 18 años se dedicó al periodismo y la literatura. Fue enterrado en Mendoza el pasado sábado.

Liberal, antiperonista, pero sobre todo un individualista a ultranza -según propia confesión- fue chupado al día siguiende del golpe militar de marzo de 1976 por un grupo de tareas del ejército (chupar, hacer desaparecer a un ciudadano, en la terminología militar de la dictadura). Durante 18 meses desapareció en chupaderos -centros clandestinos de detención- de Mendoza y La Plata, capital de, la provincia de Buenos Aires.

Golpes en la cabeza

Gran miope, sus carceleros le privaron de sus gafas y le obligaban a arrastrarse desnudo por el piso de su celda para limpiarla. Los golpes que recibió en el cráneo le provocaron ulteriores e intermitentes períodos de amnesia y su cuadro general de salud quedó permanentemente dañado. Borges, Sábato, Múgica Laínez, Victoria Ocampo, pelearon vigorosamente para evitar entonces, su desaparición definitiva, el mal agüero militar que cayó sobre Haroldo Conti o Roberto Walsh. Finalmente expatriado, residió en Estados Unidos, Guatemala y España. Jamás le dijeron por qué le habían chupado... y pese a los vejámenes físicos esa incertidumbre sigue siendo todavía la peor de las torturas. Profundamente tímido, dotado de una gran delicadeza espiritual, regresó a Argentina en 1984, recibió algunos homenajes y promesas y se resistió a volver a Mendoza quedándose a vivir en Buenos Aires, ciudad que odiaba. La difícil democracia recuperada tenía sus problemas generales y fue despedido por falta de presupuesto de un organismo cultural estatal. Malvivía de un sueldito de la Casa de Mendoza en Buenos Aires, algunas críticas de libros y una desmayante asesoría en un taller literario. Nadie le tiró una mano. Llegó a pensar en un aviso en un diario porteño: "Periodista repatriado y desesperado anda buscando departamento en Buenos Aires". "Lentamente estoy volviendo al exilio", declaraba a Clarín hace un año. Había sido subdirector del diario Los Andes en su ciudad natal.

La pavorosa espera

Zama, la pavorosa espera de don Diego de Zama, funcionario del imperio español en Asunción, desmoronándose en el pudridero de la bahía fluvial que forman el Pilcomayo y el Paraguay, esperando un destíno en Buenos Aires, es su novela más celebrada. Su consideración como autor de relatos cortos es igualmente alta. Escribió unos elogiados Cuentos del exilio.Di Benedetto obtuvo 11 premios literarios, y entre los que juzgaron y distinguieron su producción se encuentran los nombres de Jorge Luis Borges, Manuel Mújica Laínez, Leopoldo Marechal, Augusto Roa Bastos y Gabriel García Márquez.