27/7/09

Presidente de todos los españoles (27-7-2009)

Dios primero confunde a los que quiere perder y el presidente del Gobierno está braceando en los idus de la crisis. En la cena-rifirrafe con los agentes sociales Zapatero le advirtió a Díaz Ferrán, presidente de la patronal: «Soy el presidente del Gobierno, que no se te olvide. Soy el presidente de todos los españoles, no sólo de los tuyos». El «Bambi», acuñado por Alfonso Guerra, ha trasmutado en felino y se le ha bajado el célebre talante a las garras. Ya se lee en el Talmud que el mundo se halla desgraciadamente a merced de los necios. La legalidad no es corresponsable de la realidad y Angela Merkel no caería en a soberbia de querer representar cívicamente a todos los alemanes, aun presidiendo un Gobierno de coalición. Obama cuenta con el colchón del respeto reverencial de los americanos por la Casa Blanca y, aun así, ha hecho el esfuerzo de incrustar a destacados republicanos en su Administración. ZP preside el Gobierno de todos los españoles, sí, pero tal como Gordon Brown, al que se le desborda el Támesis, es el primer ministro de todos los británicos: un retorcimiento jurídico-semántico.

El profesor Justino Sinova ha explicado en este periódico, con toda claridad, cómo Zapatero se arroga una representación moral de la que carece. Si al menos en nuestras elecciones generales se diera una segunda vuelta podría aumentar la libido política de un hombre que dio un golpe de mano por un voto para encaramarse a la jefatura socialista y ahora nos gobierna desde una mayoría minoritaria de la que no habla y que para hacerla invisible ha entregado a un astroso Gobierno tripartito catalán la llave de los caudales. Al asumir el poder Felipe González dijo que gobernaría para todos los españoles y en alguna medida lo hizo: pese a todos sus pecados y hasta delitos políticos no llegó al sectarismo rampante del zapaterismo y la nueva generación de la dirección socialista.

Zapatero, ayuno de conciencia democrática, ha despreciado a la oposición hasta el punto de propiciar su aislamiento profiláctico como si fuera portadora de la gripe A, ha echado al PP a las tinieblas exteriores donde todo es polvo y crujir de dientes, no ha pactado nada, y para oscurecer sus escandalosas corrupciones que afectan incluso a un vicepresidente, ha movilizado sus poderosos medios de información para presentar a sus adversarios como los 40 de Alí Babá, por más que entre los socialistas también haya ladrones. Hace más de 1.000 años lo escribió Lao Tsé: «Ve claro el que ve desde lejos; ve entre la niebla el que toma partido».

20/7/09

La suerte sí que es terrorífica (20-7-2009)

En una de las mil y una noches en que Sherezade alivia el insomnio de su cruel amo le relata la historia de un esclavo que en el zoco tropieza con la muerte. Espantado, regresa a palacio y ruega a su señor: «He encontrado a la muerte que viene a buscarme; prestadme un caballo para huir a Damasco donde no me encontrará». Su dueño accede compasivo y sale a curiosear sus calles, incrédulo, y tropieza con la muerte a la que increpa: «¿Por qué perseguís a mi esclavo?; dejadle en paz». «Nada tengo contra tu hombre -contestó la haraposa huesuda-; precisamente ahora mismo marcho para Damasco».

El cuento es una aporía sobre el azar y la necesidad y el destino (la buena o la mala suerte) como ineluctabilidad. Napoleón era un racionalista y ganaba las batallas porque fue un magnífico artillero y con su cociente intelectual revolucionó el arte de la guerra desconcertando a sus obsoletos adversarios. Hasta propició el invento de las conservas para municionar de boca a la tropa en largas distancias. Pero cuando le proponían un candidato a general, por muchos que fueran sus méritos, siempre preguntaba: «¿Pero, tiene suerte?».

Admito que no es muy racional pero hoy mi compasión está con esa joven enfermera que alimentó al neonato Rayan por vía intravenosa y de la que me cuentan sus compañeros que está muerta en vida, queriendo suicidarse y psiquiatrizada. La voluntariosa enfermera ya sabe que el peor dolor es el de los demás y que el destino tiene cara de homicida. Rayan y su madre estaban muertos desde la concepción y luego vinieron los hombres a concitar las cartas del juego camino de Damasco. Todo hace suponer que la madre fue mal diagnosticada de una gripe A que no nos tiene suficientemente alertados. El error de Rayan no hubiera sido posible en el Reino Unido o Francia y sí en Alemania o Estados Unidos por citar otros países de referencia. Si Rayan hubiera ingresado sólo cinco días después en los cuidados intensivos de neonatología del Gregorio Marañón no se habría topado con el factor humano. El Marañón es uno de nuestros mejores hospitales, esta enfermería tiene crédito internacional y en la Unión Europea se rifan a las enfermeras españolas.

Una familia marroquí ha venido a España a deshacerse y los medios califican justamente la situación de terrorífica. El terror lo inspira la incertidumbre y el no saber si es cierto eso de que todo está escrito. El padre sobreviviente a este holocausto familiar ¿creerá que todo es voluntad de Alá o que la medicina española es peor que la de Marruecos? También nuestra desconocida enfermera ha tenido mala suerte ya para toda su vida.

6/7/09

El matrimonio 'Krash' (6-7-2009)

Argentina se ha convertido en el campeón de la gripe A con más de 100.000 afectados y 64 decesos, por encima del México originario y a la espera del invierno austral, que será ominoso. Incluso Buenos Aires es una ciudad con viandantes con mascarilla y los servicios sanitarios están colapsados. Otras son las endemias argentinas: la desnutrición, las anemias, la tuberculosis, el chagas (un insecto -la vinchuca- que hace la puesta en la sangre), la meningitis y el dengue. Sobre esta población con las defensas bajas impera esta clemente influenza que no lo es con los enfermos mal alimentados y niños.

Antes de las recientes legislativas parciales, el matrimonio Kirchner (los Reyes Católicos del Río de La Plata) secuestraron los datos de la pandemia, no adelantaron las vacaciones de invierno ni cerraron teatros, cines y discotecas, ni declararon la emergencia en las provincias alegando que sólo había 5.000 casos. La ministra de Salud, Graciela Ocaña, dimitió avergonzada por el retorcimiento estadístico al que se la obligaba. Las parciales legislativas a mitad de un mandato presidencial son un hallazgo de la politología. Argentina renueva la mitad del Congreso y un tercio del Senado; la más exacta encuesta sobre la aceptabilidad de un Gobierno. Con una abstención de más del 40%, en un país donde el sufragio es obligatorio y te pueden sancionar con una jornada laboral, el desencanto argentino ha vuelto a florecer («¡Que se vayan todos!») y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su marido, el ex presidente Ernesto Kirchner, se encerraron toda la tarde electoral sin recibir a nadie rumiando el desastre que les ha quitado la gobernabilidad hasta del gran Buenos Aires, su feudo. Cristina K., una abogada gritona y amenazante que se pinta como una puerta, ha dado dos ruedas de prensa en dos años y es altiva, rencorosa y conjuga el populismo chavista con la mala leche. Pero su marido es el que manda, el que ha urdido las alianzas entre las taifas peronistas, el que empuja a la mujer y tiene despacho en la Casa Rosada.

Los K. están apagados y ahora son nulas las posibilidades del marido de presentarse a presidente en 2011 tal como tenía agendado. Se abre la carrera hacia la Casa Rosada y habrá muchos competidores, algunos insólitos. Macri, gobernador-intendente de la Capital Federal, dueño de Boca Juniors, señorito, amigo del PP, no tiene cuajo para estas luchas intestinas. Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, ex playboy, manco tras un accidente, casado con una top-model, parece bien situado, pero se le acerca a toda velocidad el ex corredor de Fórmula 1 Carlos Reutemann, ex gobernador de Santa Fe… No llores por mí Argentina.