29/11/85

Euforia en Argentina por la resolución de la ONU que obliga al Reino Unido a negociar el futuro de las Malvinas (29-11-1985)

Todos los medios de información argentinos destacan, exultantes, la cuarta resolución de las Naciones Unidas desde la guerra de 1982 que insta al Reino Unido y a la República Argentina a iniciar conversaciones para resolver sus diferencias sobre los archipiélagos australes del Atlántico Sur. La diplomacia radical, administrada por el canciller Dante Caputo, abandonó la postura anterior, fijada en una "disputa de soberanía", ampliando así sensiblemente su base de apoyo internacional.

En la votación del miércoles, 107 naciones estuvieron por la apertura de negociaciones entre Londres y Buenos Aires que incluyan "todos los aspectos sobre el futuro de las islas Malvinas"; 41 países se abstuvieron y cuatro -el Reino Unido, Omán, Belice e islas Salomón- votaron en contra.La resolución, largamente trabajada por la diplomacia argentina, fue presentada inicialmente por siete países -Argelia, Brasil, Ghana, India, México, Uruguay y Yugoslavia-, a los que posteriormente se sumaron Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Panamá y la República Dominicana.

Por primera vez desde la guerra del Atlántico Sur, cuatro Estados de la Comunidad Económica Europea -Italia, Grecia, Francia y España- abandonaron su solidaridad con el Reino Unido -o su abstención- para sumarse a una iniciativa deseada por los argentinos. Miembros de la Commonwealth (la comunidad británica de naciones) como Canadá y Australia, han votado también contra los intereses diplomáticos británicos.

De fuentes de la cancillería argentina ha trascendido que en las horas previas a la votación en la ONU se produjeron contactos indirectos argentino-británicos a través de diplomáticos suecos, y un encuentro accidental entre funcionarios de ambos países.

Punto de inflexión

La resolución es, por supuesto, importante en tanto significa el punto de inflexión favorable a Buenos Aires en la batalla diplomática. La democracia argentina ha logrado en este aspecto lo que deseaba: desprenderse de la imagen agresora de la dictadura militar y recuperar la discusión en su fase anterior a la demencial invasión de las islas por el entonces jefe de Estado teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri.

Obviamente, la resolución aprobada por las Naciones Unidas carecerá de traducción práctica pero el enojo británico es fácilmente detectable.

Se diluye la imagen de unas Malvinas mínimamente defendidas e invadidas por una dictadura militar prepotente y criminal, y emerge la contraetapa de la situación: unos archipiélagos australes erigidos en fortaleza militar, presuntamente nuclearizados mediante submarinos y sobre los que reclama suavemente su derecho histórico una democracia pacífica y débil, que ya ha firmado la paz con Chile por otros diferendos territoriales, y que en lo último que piensa es en agredir a alguien. Argentina ha pasado en cuatro años de victimaria a víctima.

Consejo de guerra

Entretanto en Buenos Aires, prosigue a puerta cerrada -para los periodistas- el consejo de guerra contra los responsables de la derrota en la guerra. Los descargos más resonantes han sido los del ex presidente Galtieri y el general Mario Benjamín Menéndez, quien gobernó las islas durante la ocupación argentina.

Galtieri -genio y figura hasta la sepultura- reivindicó la invasión en un alegato patriotero olvidando inteligentemente sus debilidades físicas, profesionales, intelectuales, estratégicas, políticas y diplomáticas, subiéndose prontamente al caballo del general San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú.

Mario Benjamín Menéndez, el gobernador de los archipiélagos que pasaba horas, durante la batalla, escuchando los partidos del Mundial de Fútbol de España por su radio de campaña, decidió no posar de héroe y acusar al gobierno militar de Galtieri de todos sus despropósitos e imprevisiones en el Campo de Marte. Y a la hora de la verdad, sin logística, sin parque, con material obsoleto para enfrentar a las fuerzas de tarea británicas, sin apoyo naval y sin perspectiva de una acción diplomática que secundara su resistencia en Puerto Argentino, optó por rendirse para evitar más muertos.

No obstante sus más que ciertas exculpaciones, el general Menéndez no pasará gloriosamente a la historiografia militar. Cuando Fidel Castro recibió al entonces cancillar argentino Nicanor Costa Méndez, le descubrió en su despacho un gran mapa de las islas Malvinas a pequeña escala. "¿Qué clase de general es?", preguntó el líder cubano. "Pues un hombre del interior, un cabecita negra, un hombre del pueblo, niodesto". "No, yo lo que quiero saber es si es de los que pelea", repreguntó Fidel.

Y Meñéndez -para qué nos vamos a engañar- y aunque hiciera lo más sensato rindiéndose a Jeremy Moore, no es de los generales que pelean.

16/11/85

Detenido en Buenos Aires el coronel de guerra nazi Walter Kutschmann (16-11-1985)

El criminal de guerra nazi Walter Kutschmann fue trasladado a primera hora de la tarde de ayer desde la alcaldía central de la policía federal argentina, en Buenos Aires, hasta el palacio de los tribunales, donde un juez federal comprobará su identidad. Kutschmann fue detenido el jueves en la ciudad de Florida, en el departamento municipal de Vicente López, dentro del Gran Buenos Aires, por la Policía Federal, en colaboración con miembros de la Interpol y a solicitud de la República Federal de Alemania (RFA).

Walter Kutschmann fue un destacado jefe de la Gestapo destinado al comienzo de la Il Guerra Mundial en Tarponol (Polonia), y posteriormente fue jefe de la sección de asuntos judíos en el también distrito polaco de Drohobycz. Hacia el final de la contienda fue trasladado a Francia, desertó poco antes del apocalipsis, cruzó la frontera con España y la organización Odessa (la institución secreta destinada a encontrar refugio a destacados dirigentes nazis) lo trasladó a Argentina en 1947.Las autoridades de la RFA le buscan por el asesinato, en un solo día, de 20 profesores universitarios polacos y 18 de sus mas directos parientes, además de por la ejecución, ordenada directamente por Kutschmann, de 1.500 judíos en 1942, en el sector polaco bajo su jurisdicción policiaca.

Kutschmann ingresó en Argentina como Pedro Ricardo Olmo y trabajó de jefe de compras de la casa Osram en el país. Aquí vivía con su esposa y uno de sus hijos. El gran Buenos Aires, esa infinita sucesión, acera con acera, de municipios que apretujan la capital federal contra el río de La Plata, fue para Kutschmann -como para Eichmann y Menguele- su mejor refugio natural.

Se mimetizó con el paisaje de la gran masa ciudadana austral y desarrolló una existencia modesta y común, disuelto entre 12 millones de argentinos de procedencia española, italiana, centroeuropea, sirio-libanesa, turca y eslava. A nadie podría extrañarle su acento.

En 1975 fue localizado por la oficina vienesa de Simon Wiesenthal, identificado como jefe de compras de la Osram argentina y hasta fotografiado en su entonces domicilio de Miramar, también en las proximidades de la capital federal de argentina.

Kutschmann desapareció nuevamente, y la Interpol ha tardado 10 años en dar con su nuevo paradero en el hormiguero del gran Buenos Aires.

La policía argentina guarda extrema reserva sobre la detención del presunto criminal nazi, y una vez aclarada su identidad por la justicia federal será puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, dado que no existen acuerdos de extradición entre Argentina y la RFA. No obstante, nadie duda de que el presidente Alfonsín decidirá mandarlo a Alemania tras la presentación por la RFA del oportuno expediente penal.

14/11/85

El fiscal pide la destitución para la penúltima Junta argentina (14-11-1985)

El fiscal general de las Fuerzas Armadas argentinas, brigadier Héctor Canale, ha pedido 12 años de prisión y destitución -no degradación- para el ex presidente teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri y el almirante Jorge Isaac Anaya, y ocho años y destitución para el brigadier general del Aire Basilio Lami Dozo, último integrante de la penúltima Junta Militar, supuestamente responsables, junto a otros 13 jefes y oficiales, de perder la guerra de las Malvinas.El alcance de la destitución, reiteradamente pedida por el fiscal como pena añadida, es el siguiente: implica la separación de las Fuerzas Armadas mediante un acto administrativo y reservado; la degradación tiene el mismo alcance legal, pero ha de llevarse a cabo mediante una ceremonia pública en la que el degradado, ante una formación de tropas de su arma, es privado ignominiosamente de sus medallas y de los distintivos de su rango. Para el ex jefe del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), vicealmirante Juan José Lombardo, el fiscal solicitó tres años de prisión y destitución.

El brigadier Canale sugirió el sobreseimiento de la causa contra el general de división Osvaldo García, jefe del Quinto Cuerpo de Ejército que ocupó los archipiélagos australes, y contra el almirante Leopoldo Suárez del Cerro.

12/11/85

El fiscal militar pide 12 años de reclusión para Galtieri en el juicio por la pérdida de las Malvinas (12-11-1985)

Desde la mañana de ayer, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas argentinas (alto tribunal castrense) escucha los alegatos del fiscal y las defensas en el último tramo del juicio seguido contra la penúltima Junta Militar por la pérdida de la guerra de las Malvinas. El fiscal militar pidió ayer 12 años de reclusión para el ex general Leopoldo Galtieri y ocho años para el ex brigadier Basilio Lami Dozo.

La causa fue abierta por la última Junta presidida por el general Reynaldo Vignone e incrimina a los triunviros general Leopoldo Fortunato Galtieri -ex presidente de la nación-, almirante Jorge Isaac Anaya y brigadier general del Aire Basilio Lami Dozo.Junto a ellos están también procesados en el Ejército el general de división Oswaldo García; los generales de brigada Mario Benjamín Menéndez -comandante en jefe de las tropas de ocupación-, Oscar Jofre y Omar Parada; los coroneles Ernesto Repossi y Juan Magradaña, y el teniente coronel Italo Biaggi.

Los otros procesados por la Armada son los vicealmirantes Juan José Lombardo y Leopoldo Suárez del Ferro, el capitán de corbeta Luis Lagos y el teniente de navío Alfredo Astiz, este último acusado, por otra parte, de la comisión de graves violaciones de los derechos humanos durante la llamada guerra sucia contra la subversión. Por la fuerza aérea también están encausados el brigadier mayor Helmuth Weber y el comodoro Wilson Pedrozo.

El tribunal, integrado por generales, brigadieres mayores y contralmirantes, oficia en el regimiento de Patricios en los acuartelamientos de Palermo, en pleno centro porteño.

Sin periodistas

El periodismo no ha sido admitido al ser secretas las tareas del Consejo Supremo, pero al juicio asisten representantes del Ministerio de Defensa, del Estado Mayor Conjunto, de cada arma y de las comisiones de defensa del Congreso de Senadores y Diputados.

Analistas jurídicos militares ya preveían que Galtieri y Anaya recibirían una petición fiscal de 12 años; y Lami Dozo de 10; penas menores para el resto de los inculpados, y una única posible absolución para el teniente Astiz, que habría rendido sus tropas en las Georgias del sur sin combatir por estado de necesidad, al ser inútil militarmente su resistencia.

Los acusados afrontan incriminaciones de imprevisión, negligencia, falta de evaluación logística y estratégica, impericia política, ausencia de socorro a tropas en combate, descoordinación inter-armas y violación de los reglamentos militares argentinos, que sólo toleran la rendición por agotamiento del parque o por pérdida de dos tercios de los efectivos humanos.

[Galtieri, Anaya y Lami Dozo se encuentran bajo prisión preventiva rigurosa ya que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas determinó la existencia de "semiplena prueba" de su culpabilidad, informa la agencia Efe.

El triunvirato castrense dispuso, en la madrugada del 2 de abril de 1982, el desembarco de tropas argentinas en las islas Malvinas.

Londres envió una fuerza expedicionaria que, entre el 1 de mayo y el 14 de junio de 1982, se enfrentó con una resistencia argentina minada por la incompetencia de los mandos, lo que provocó su capitulación.

Las sentencias podrán ser apelables -según la reciente reforma del Código de Justicia Militar ante la Cámara Federal de Apelaciones -civil-, que está juzgando por genocidio a las tres primeras Juntas incluidos los tres triunviros acusados en esta causa.


8/11/85

El fiscal argentino pide, cadena perpetua para el líder montonero Mario Firmenich (8-11-1985)

Pasado el paréntesis electoral, la actualidad argentina ha vuelto por donde solía: Vicente Leónidas Saabi, primer vicepresidente del peronismo, caudillo catamarqueño -en el norte del país-, arrasada su provincia por el voto radical, ha presentado su renuncia a la dirección del partido; Mario Eduardo Firmenich, líder de la organización Montoneros, preso en Buenos Aires tras ser entregado por Brasil, acaba de recibir una petición fiscal de reclusión perpetua; el próximo lunes se inicia el proceso castrense contra la última Junta Militar de la dictadura por la pérdida de la guerra de las Malvinas, y nuevamente la ominosa amenaza de las bombas se ha cernido sobre la capital federal.El proceso contra Firmenich carece de vista oral y se continúa celebrando en el ámbito cerrado de los despachos judiciales. Muy probablemente, y en breve, será condenado a la reclusión perpetua que le reclama su fiscal. Y el lunes, a puerta cerrada pero con asistencia de una comisión parlamentaria y de altos miembros de las fuerzas armadas, se iniciará el juicio por la pérdida de las Malvinas contra Galtieri, Anaya y Lami Dozo, triunviros de la última Junta Militar.

La dimisión de Saabi deberá ser examinada por el congreso nacional justicialista, que no se reunirá antes del 6 de diciembre, con lo que cabe en el ínterin toda suerte de apaños y pactos debajo de la mesa. Según Antonio Caciero y sus renovadores, vencedores dentro del peronismo en la provincia de Buenos Aires, la conducción partidaría debería quedar provisionalmente en manos del Consejo Federal, previa la readmisión suya y de sus hombres en el movimiento, del que fueron expulsados por el derrotado -pero ya diputado- Herminio Iglesias.

Éste prometió una conferencia de prensa para el pasado miércoles en la que pondría los puntos sobre las íes y detallaría las maniobras inconfesables de sus enemigos, las traiciones de Cafiero y las añagazas del radicalismo que propiciaron su segundo holocausto electoral como líder del peronismo bonaerense: finalmente optó por guardar un sabio silencio. El peronismo oficial continúa suicidamente sin elaborar el mínimo papel autocrítico sobre las consecuencias de sus sucesivas derrotas electorales y sin haber logrado depurarse tras tres congresos reunificadores que no han reunificado ni aclarado nada. Ayer, en los círculos justicialistas continuaba hablándose de un cuarto congreso unificador que al menos permita aglutinar a los 10 diputados de Caciero, expulsado del partido.

Igualmente se sugería la posibi-fidad de que Herminio Iglesias renunciara a su escaño. Pudiera parecer un gesto noble pero de llevarse a cabo la declinación no sería tal: si Herminio renuncia a su banca, ingresaría nuevamente al congreso el cuarto de su lista, BetoImbelloni, su incondicional mano derecha, otro sospechoso de homicidio y gran amigo y propagandista del dictador paraguayo Alfredo Stroessner.

Derrota a derrota, caída tras caída, la cúpula mafiosa que secuestró al peronismo después de que la dictadura militar lo limpiara de izquierdistas se resiste a abandonar sus despachos, sus nóminas y sus influencias.

5/11/85

Los radicales argentinos amplían su mayoría y se imponen en varios reductos peronistas (5-11-1985)

La Unión Cívica Radical (UCR) se impuso en las elecciones del lunes en la capital federal y en 17 provincias de las 23 del país, muchas de ellas tradicionales reductos peronistas o propiedad política privada de caudillos provinciales. A falta de resultados definitivos, la UCR ganó cuatro escaños, suma 132 y aumenta su mayoría absoluta; el peronismo, sumadas todas sus variantes -incluidas las de los expulsados que se presentaron como independientes-, perdió cinco escaños y queda con 107. El Partido Intransigente ganó tres y retiene uno en la capital federal. La Unión de Centro Democrático (UCD) ganó un escaño.

En la noche del domingo, el centro porteño fue un mar de boinas blancas -distintivo radical- que en el obelisco fueron enfrentadas por columnas peronistas. Intervino la guardia de infantería -tropas de choque de la policía federal- bombardeando el centro de Buenos Aires con gases lacrimóg,enos. En Lanús, en el Gran Buenos Aires, se abrió fuego contra una concentración radical que festejaba la victoria, malhiriendo al conductor de un autobús.El triunfo radical en estas legislativas parciales [se elegía a la mitad de los diputados, por mandalo constitucional] no queda reflejado en su ganancia provisional de cuatro diputados nacionales, y necesita una explicación más compleja. El radicalismo ha ampliado sus bases provinciales, sus cargos municipales, en provinciashistóricas para el peronismo como Santa Fe, Catamarca, Santiago del Estero, Pujuy, La Pampa, Santa Cruz y El Chaco.

En todas estas provincias, en las que los radicales tenían que pedir permiso para entrar, se ha dado un vuelco a la vieja situación votando todas, mayoritariamente, por el antiguo partido de Irigoyen.

Particularmente fúnebre para el justicialismo ha sido la votación en Catamarca, feudo entre los feudos de la familia Saadi. Vicente Leónidas Saadi es el jefe liosco del peronismo oficial en la nación -bajo el ectoplasma, por supuesto, de Isabelita Perón, que continúa legalmente presidiendo el partido- y los radicales pusieron todo su empeño en derrotarle en su propia provincia, en su propio terreno, más buscando humillarle y procurando arrebatar el estandarte al adversario, hacerle morder el polvo, que por la simple obtención de unos cientos de cargos provinciales en una provincia sureña y remota.

Saadi y el peronismo anclado en el pasado y en las tumbas de sus fundadores continuará gobernando Catamarca, pero continuará gobernando una provincia mayoritariamente radical.

En las provincias de Neuquen y San Juan, el caciquismo político provinciano, aparentemente imposible de remover, ha sido puesto en fuga por el avance de los radicales.

Ya, sin lugar a dudas, cuando a finales de 1986 nueve provincias elijan un nuevo senador, el partido del Gobierno tendrá la mayoría absoluta -y amplia- en las dos Cámaras legislativas.

El derrumbe del peronismo tampoco queda reflejado por los cinco escaños que ha perdido en la Cámara de los Diputados.

Con una honradez y buena voluntad que les distinguen, los medios de información argentinos han sumado todas las peras, manzanas, albaricoques, papayas, naranjas del peronismo en una suma imposible. La explicación del cataclismo justicialista obliga a otras divagaciones no menos complejas que la anterior.

En primer lugar, hay que volver a recorrer el calvario peronista en sus provincias de obediencia debida en las que se les ha derrotado toda la estructura orgánica de cargos provinciales en manos del radicalismo.

La doble política

En segundo lugar, es obligado considerar el fracaso de la extraña y doble política peronista en la capital federal.En Buenos Aires, capital federal, Carlos Grosso, joven, moderado, preparado intelectualmente, dialogante, con fortuna personal, esposa y niños atractivos, levementekennedyano, peleó denoda,damente porque el justicialismo levantara la cabeza, y rechazó explícitamente el apoyo de las 62 organizaciones,brazo político del peronismo en la Confederación General del Trabajo.

Probablemente gracias a sus esfuerzos logré a la postre mantener los cuatro diputados de Perón que ya tenía en la capital. Pero nada más.

En tercer y último lugar hay que comprender cabalmente los datos de la provincia de Buenos Aires, la clave política del país, eterno reducto peronista, por su gran concentración obrera.

Alfonsín se felicita (5-11-1985)

A las ocho de la mañana de hoy, domingo, se abrirán las escuelas nacionales -amenazadas y desalojadas desde hace casi dos meses- para llevar a cabo las primeras elecciones legislativas parciales en los últimos 20 años. El voto, en compactas urnas de madera, es obligatorio entre los 18 y los 70 años; quienes se encuentren en el extranjero -sin derecho a voto- habrán de justificar en sus consulados respectivos su alejamiento del país el día de la votación, y sólo un distanciamiento justificado de. no menos de 500 kilómetros de su mesa electoral exime a los votantes de emitir su sufragio.

Hombres y mujeres votan por separado -el voto femenino, otorgado por el primer peronismo, es aún relativamente reciente- y en padrones diferenciados. Desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche impera la ley seca y están prohibidos los espectáculos públicos y, por supuesto, cualquier acto proselitista. No es legal en este día portar armas a menos de 80 metros de una mesa electoral.Según reza la Constitución argentina, el mandato presidencial dura seis años, pero los legisladores permanecen en sus escaños sólo por cuatro, renovándose por mitades cada dos años. Dado el receso democrático originado por la última dictadura militar, los diputados electos en octubre de 1983 fueron sorteados para que 128 de ellos finalizaran su mandato a los dos años: 64 radicales, 57 justicialistas, dos del Partido Intransigente, uno de la Unión de Centro Democrático y otros por el Bloquismo, el Partido Liberal Autonomista, el Federalismo Pampeano y el Movimiento Neuquino. A partir de esta elección, nuevamente los diputados disfrutarán por cuatro años sus escaños.

Las elecciones se llevarán a cabo bajo el actual estado de sitio, al estimar el ministro del Interior que su aplicación bajo mínimos no intefiere para nada la libertad de elegir o ser elegido. Y realmente es así.

La votación tiene un doble significado: por una parte, es una etapa cumplida para esta frágil democracia; por otra, es un indicativo de la aceptación popular del rumbo del Gobierno.

Las elecciones de hoy, en un momento particularmente crítico de la vida republicana, no son como antaño, ni como en 1983, una gran opción entre el radicalismo y el peronismo.

Lo más beneficioso e importante de las elecciones de hoy en este país será el Crecimiento cualitativo del Partido Intransigente, liderado por Óscar Alende, alias el Bisonte, un venerable médico rural que aglutina buena parte de la juventud generosa, que no acaba de encontrarse cómoda en el peronismo de la burocracia, las reyertas internas por la posesión de los despachos, Isabelita, el recuerdo del gran macho muerto, la evocación de la santa difunta -Evita-, la marcha de los muchachos peronistas Perón, Perón, qué grande sos / mi general, cuánto valés..."- y otros rancios efluvios de ultratumba.

El Pl es un partido de izquierda racional que se abre paso sobre la tierra quemada que han dejado los socialistas argentinos, expertos, por encima de los trotskistas, en materia de divisiones internas, y la desolación de la izquierda peronista exiliada, torturada, asesinada, desencantada, engañada, profundamente equivocada, destruida para siempre jamás.

La UCD del ex militar Álvaro Alsogaray, ex ministro de Economía de la nación bajo el Gobierno de Frondizi, es la gran esperanza blanca de la derecha más moderna, harta del conservadurismo esclerotizado de la oligarquía agrícola-ganadera, anclada espiritualmente en los comienzos del siglo XIX. Socio político de Manuel Fraga Iribarne, la política de Alsogaray es mecanicista y estima que con un adecuado recetario económico los problemas estructurales de la República Argentina serán resueltos milagrosamente.

En cualquier caso, por encima de ambos se dirime la sempiterna batalla entre peronistas y radicales, las dos grandes fuerzas políticas semihegemónicas y profundamente antagónicas de la gran nación austral. Los radicales aparecen como levemente ganadores de estos comicios, por razones obvias: sus aciertos, y especialmente su gran valor moral sometiendo a juicio a la dictadura anterior, superan sus errores. Y el cumplimiento del Plan Austral, que ha reducido una inflación del 30% mensual al 2%, es un logro indiscutible, por más que resulte dudosa su eficacia a corto plazo. Los radicales se han ganado el ganar. Y su éxito puede rozar la mayoría absoluta en estos comicios parciales.

El peronismo lo que se ha ganado es su derrota. Derrota segura, pase lo que pase y se vote como se vote, por cuanto acuden a las elecciones en tres frentes sólo en la provincia de Buenos Aires: el Frejudepa de Cafiero, el Frejuli de Herminio Iglesias y el Frepu de Villaflor. No sólo divididos entre, sí sino entrecamados con comunistas, democristianos, conservadores desmayados en la extrema derecha, personajes sin partido ni crédito popular, personajillos célebres por una sola entrevista en una sola revista y otros desastres preelectorales.

Herminio Iglesias, vicepresidente del justicialismo, resultará elegido diputado por su lista, no sólo por haberse colocado desde hace dos meses unas gafas sin dioptrías, que le aportan un lejano aire intelectual, sino porque es el primer candidato de su frente. No obstante, Cafiero, ex ministro de Economía de Isabelita Perón, puede barrerle de la provincia de Buenos Aires, recabando el voto justicialista más sensato, pese a acabar de ser expulsado del movimiento. La batalla bonaerense por el voto peronista es la guerra entre la bella -Cafiero- y la bestia -Herminio

La pelea por Buenos Aires

Por si el voto no quedara aún suficientemente dividido, Villaflor y su Frepu entran en liza para captar el sufragio peronista por la izquierda. Sin lugar a ninguna duda, el Partido Intransigente de Óscar Alende quedará en segundo lugar en la primera provincia del país -tras el radicalismo-, paseándose sobre los escombros de una izquierda imposible, que pretende representar la ultraderecha burocrática del peronismo sindical.La pelea por la capital federal es más incierta. Dos candidatos jóvenes, moderados, elegantes, razonables, Stubrin por la UCR y Grosso por el justicialismo, disputan la mayoría. Grosso, que además posee fortuna personal, ha optado inteligentemente por la nueva cara del peronismo conciliador, nuevamente interclasista, rellenando de vaselina su discurso político. Sólo su hipotético triunfo sobre Stubrin puede consolar al peronismo de su multiplicado derrumbe nacional.

Al menos esta campaña ha servido para mejorar los asesoramientos de imagen de los justicialistas de centro, derecha, izquierda, moderados, maximalistas, esquinados por aquí o por allá. A diferencia de las elecciones de 1983, el peronismo se ha publicitado mejor: la marcha de los muchachos peronistas se toca en tono menor como si fuera el adagio de Albinoni, toda referencia a Isabelita -todavía presidenta del movimiento- ha sido radicalmente suprimida, y las imágenes de Eva y de Perón son las más sonrientes, relajadas y plácidas, como correspondientes a un tiempo añorado.

Pero cualquier esfuerzo propagandístico es vano en esta elección en el que todas las cartas ya están echadas de antemano: mantenimiento o subida moderada del radicalismo, caída del peronismo total por su subdivisión interna, derrota estrepitosa de Iglesias -aunque salga diputado-, y crecimiento de la UCD y del PI, como esperanzas alternativas de normalización política de la nación. Porque ni el radicalismo es exactamente la derecha -son krausistas, moralistas, utópicos, moderadísimos- ni el peronismo es la izquierda, y menos ahora. El peronismo oficial, en estos momentos, arrojaría a las tinieblas exteriores a quienes se sentirían comodos junto a Miguel Roca y Antonio Garrigues. No tolerarían su sedicente y ominoso izquierdismo.

4/11/85

Dos cabalgan juntos (4-11-1985)

El último mitin electoral de Herminio Iglesias -vicepresidente del justicialismo- en la periferia industrial del Gran Buenos Aires fue memorable. Desde hace tres meses, el compañero Herminio ha llenado su guardarropa de trajes bien cortados, y resultaba de todo punto imposible contemplarle sin una corbata bien anudada. Un nuevo corte y peinado de cabellos, muy elegantes, y unas gafas de delgada montura metálica completaron su nueva imagen preelectoral de aspirante a diputado.Pero no podía cerrar así su campaña. Guardó su BMW en el garaje de su chalé, prescindió de los lentes -que, según las malas lenguas, carecen de graduación alguna-, arrojó la corbata y vistió la campera de cuero de los trabajadores argentinos. Sobre una tarima de ocasión tomó el micrófono y empezaron a desmayarse los circuitos de los altavoces. Por las bravas siguió hablando a voz en cuello, por más que resultara imposible entenderle a 20 metros, hasta que las que fallaron fueron sus cuerdas vocales.

Con no menos gritos y excesiva histeria, la guardia de Herminio ordenó el cese de los cánticos, las consignas y el toque de bombos. "Uno, dos, tres, probando ... ; uno, dos, tres, probando...". Así hasta el aburrimiento. En un guirigay caribeño propio de abordaje a sable de navío bajo pabellón negro, el compañero Herminio finalizó, sin que nadie supiera alcanzarle siquiera un altavoz de mano, rugiendo su incomprensible discurso.

Herminio Iglesias se postula como primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires resucitando el histórico frentismo justicialista: el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli).

En el último momento, y para intentar salvarse de la quema, requirió en su socorro a un sindicalista, Jorge Tríaca, jefe de los plásticos, uno de los tres altos dirigentes de la Confederación General del Trabajo, con gran fortuna personal, recientemente acusado de homicidio en la persona de un guardaespaldas sindical por la viuda del finado, que declaró ante el juicio de Buenos Aires que durante su detención por la dictadura recibió de los militares un trato excelente... Otro caballero. Pero Tríaca, que,ni pese a su propia bíografía ha querido hacer campaña junto a Herminio, accedió, sin embar.90, a presentarse segundo en las listas de éste, aportando al Frejuli el apoyo disciplinado de las 62 organizaciones, brazo político peronista de la CGT.

3/11/85

Los argentinos votan bajo el estado de sitio la renovación parcial del Parlamento (3-11-1985)

A las ocho de la mañana de hoy, domingo, se abrirán las escuelas nacionales -amenazadas y desalojadas desde hace casi dos meses- para llevar a cabo las primeras elecciones legislativas parciales en los últimos 20 años. El voto, en compactas urnas de madera, es obligatorio entre los 18 y los 70 años; quienes se encuentren en el extranjero -sin derecho a voto- habrán de justificar en sus consulados respectivos su alejamiento del país el día de la votación, y sólo un distanciamiento justificado de. no menos de 500 kilómetros de su mesa electoral exime a los votantes de emitir su sufragio.

Hombres y mujeres votan por separado -el voto femenino, otorgado por el primer peronismo, es aún relativamente reciente- y en padrones diferenciados. Desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche impera la ley seca y están prohibidos los espectáculos públicos y, por supuesto, cualquier acto proselitista. No es legal en este día portar armas a menos de 80 metros de una mesa electoral.Según reza la Constitución argentina, el mandato presidencial dura seis años, pero los legisladores permanecen en sus escaños sólo por cuatro, renovándose por mitades cada dos años. Dado el receso democrático originado por la última dictadura militar, los diputados electos en octubre de 1983 fueron sorteados para que 128 de ellos finalizaran su mandato a los dos años: 64 radicales, 57 justicialistas, dos del Partido Intransigente, uno de la Unión de Centro Democrático y otros por el Bloquismo, el Partido Liberal Autonomista, el Federalismo Pampeano y el Movimiento Neuquino. A partir de esta elección, nuevamente los diputados disfrutarán por cuatro años sus escaños.

Las elecciones se llevarán a cabo bajo el actual estado de sitio, al estimar el ministro del Interior que su aplicación bajo mínimos no intefiere para nada la libertad de elegir o ser elegido. Y realmente es así.

La votación tiene un doble significado: por una parte, es una etapa cumplida para esta frágil democracia; por otra, es un indicativo de la aceptación popular del rumbo del Gobierno.

Las elecciones de hoy, en un momento particularmente crítico de la vida republicana, no son como antaño, ni como en 1983, una gran opción entre el radicalismo y el peronismo.

Lo más beneficioso e importante de las elecciones de hoy en este país será el Crecimiento cualitativo del Partido Intransigente, liderado por Óscar Alende, alias el Bisonte, un venerable médico rural que aglutina buena parte de la juventud generosa, que no acaba de encontrarse cómoda en el peronismo de la burocracia, las reyertas internas por la posesión de los despachos, Isabelita, el recuerdo del gran macho muerto, la evocación de la santa difunta -Evita-, la marcha de los muchachos peronistas Perón, Perón, qué grande sos / mi general, cuánto valés..."- y otros rancios efluvios de ultratumba.

El Pl es un partido de izquierda racional que se abre paso sobre la tierra quemada que han dejado los socialistas argentinos, expertos, por encima de los trotskistas, en materia de divisiones internas, y la desolación de la izquierda peronista exiliada, torturada, asesinada, desencantada, engañada, profundamente equivocada, destruida para siempre jamás.

La UCD del ex militar Álvaro Alsogaray, ex ministro de Economía de la nación bajo el Gobierno de Frondizi, es la gran esperanza blanca de la derecha más moderna, harta del conservadurismo esclerotizado de la oligarquía agrícola-ganadera, anclada espiritualmente en los comienzos del siglo XIX. Socio político de Manuel Fraga Iribarne, la política de Alsogaray es mecanicista y estima que con un adecuado recetario económico los problemas estructurales de la República Argentina serán resueltos milagrosamente.

En cualquier caso, por encima de ambos se dirime la sempiterna batalla entre peronistas y radicales, las dos grandes fuerzas políticas semihegemónicas y profundamente antagónicas de la gran nación austral. Los radicales aparecen como levemente ganadores de estos comicios, por razones obvias: sus aciertos, y especialmente su gran valor moral sometiendo a juicio a la dictadura anterior, superan sus errores. Y el cumplimiento del Plan Austral, que ha reducido una inflación del 30% mensual al 2%, es un logro indiscutible, por más que resulte dudosa su eficacia a corto plazo. Los radicales se han ganado el ganar. Y su éxito puede rozar la mayoría absoluta en estos comicios parciales.

El peronismo lo que se ha ganado es su derrota. Derrota segura, pase lo que pase y se vote como se vote, por cuanto acuden a las elecciones en tres frentes sólo en la provincia de Buenos Aires: el Frejudepa de Cafiero, el Frejuli de Herminio Iglesias y el Frepu de Villaflor. No sólo divididos entre, sí sino entrecamados con comunistas, democristianos, conservadores desmayados en la extrema derecha, personajes sin partido ni crédito popular, personajillos célebres por una sola entrevista en una sola revista y otros desastres preelectorales.

Herminio Iglesias, vicepresidente del justicialismo, resultará elegido diputado por su lista, no sólo por haberse colocado desde hace dos meses unas gafas sin dioptrías, que le aportan un lejano aire intelectual, sino porque es el primer candidato de su frente. No obstante, Cafiero, ex ministro de Economía de Isabelita Perón, puede barrerle de la provincia de Buenos Aires, recabando el voto justicialista más sensato, pese a acabar de ser expulsado del movimiento. La batalla bonaerense por el voto peronista es la guerra entre la bella -Cafiero- y la bestia -Herminio

La pelea por Buenos Aires

Por si el voto no quedara aún suficientemente dividido, Villaflor y su Frepu entran en liza para captar el sufragio peronista por la izquierda. Sin lugar a ninguna duda, el Partido Intransigente de Óscar Alende quedará en segundo lugar en la primera provincia del país -tras el radicalismo-, paseándose sobre los escombros de una izquierda imposible, que pretende representar la ultraderecha burocrática del peronismo sindical.La pelea por la capital federal es más incierta. Dos candidatos jóvenes, moderados, elegantes, razonables, Stubrin por la UCR y Grosso por el justicialismo, disputan la mayoría. Grosso, que además posee fortuna personal, ha optado inteligentemente por la nueva cara del peronismo conciliador, nuevamente interclasista, rellenando de vaselina su discurso político. Sólo su hipotético triunfo sobre Stubrin puede consolar al peronismo de su multiplicado derrumbe nacional.

Al menos esta campaña ha servido para mejorar los asesoramientos de imagen de los justicialistas de centro, derecha, izquierda, moderados, maximalistas, esquinados por aquí o por allá. A diferencia de las elecciones de 1983, el peronismo se ha publicitado mejor: la marcha de los muchachos peronistas se toca en tono menor como si fuera el adagio de Albinoni, toda referencia a Isabelita -todavía presidenta del movimiento- ha sido radicalmente suprimida, y las imágenes de Eva y de Perón son las más sonrientes, relajadas y plácidas, como correspondientes a un tiempo añorado.

Pero cualquier esfuerzo propagandístico es vano en esta elección en el que todas las cartas ya están echadas de antemano: mantenimiento o subida moderada del radicalismo, caída del peronismo total por su subdivisión interna, derrota estrepitosa de Iglesias -aunque salga diputado-, y crecimiento de la UCD y del PI, como esperanzas alternativas de normalización política de la nación. Porque ni el radicalismo es exactamente la derecha -son krausistas, moralistas, utópicos, moderadísimos- ni el peronismo es la izquierda, y menos ahora. El peronismo oficial, en estos momentos, arrojaría a las tinieblas exteriores a quienes se sentirían comodos junto a Miguel Roca y Antonio Garrigues. No tolerarían su sedicente y ominoso izquierdismo.

2/11/85

Argentina elige hoy un tercio del Congreso en un clima de incertidumbre y violencia (2-11-1985)

A las ocho de la mañana de ayer quedó cerrada la campaña electoral para la renovación de un tercio del Congreso, a los dos años de su constitución. En todos los colegios de la nación, amenazados diariamente por la colocación de bombas, se sufragará el domingo, bajo la perspectiva de que el radicalismo -Unión Cívica Radical-, en el Gobierno, mantendrá sus escaños o los elevará débilmente.

Otra posibilidad es que el peronismo continúe retrocediendo -no sólo por su propia oferta electoral y su historia reciente, sino por su multidivisión-, y que crezcan sensiblemente partidos pequeños, como el Intransigente (PI) -liderado por el bisonte, Óscar Alende, un venerable médico rural que aglutina a la izquierda juvenil- y la Unión de Centro Democrático (UCD) -capitaneada por el ingeniero y ex militar Álvaro Ansogaray-, partido correspondiente con la Alianza Popular española y que ofrece fundamentalmente un recetarlo económico para superar la crisis política e institucional que padece Argentina.En la provincia de Buenos Aires -dónde residen más de 13 millones de habitantes, la mitad de la población del país, descontando a la capital federal-, Antonio Cafiero, ex ministro de Economía de Isabelita Perón, recién expulsado del peronismo, superará en votos a Herminio Iglesias, líder del oficialismo justicialista. Pero ni el bueno ni el malo aspiran ya al primer puesto, y muy probablemente se conformarán con el tercero, detrás de los candidatos de la Unión Cívica Radical y del Partido Intransigente.

La tónica general apunta al mantenimiento del radicalismo -con posibilidades de repunte-, pérdida general del peronismo, aun con posibilidades de recuperar posiciones en la capital federal (por la personalidad de su candidato Grosso), y crecimiento cuantitativo de partidos hasta ahora irrelevantes, como el izquierdista PI y la derechista UCD.

Peronismo civilizado

Dada la desproporcionada concentración poblacional en esta primera provincia, sus resultados serán decisivos. A Dios gracias, el Frente Popular amañado por Herminio Iglesias tiene todas las posibilidades de fracasar estrepitosamente, aunque el gánster de origen orensano pueda terminar resultando electo diputado al presentarse como primero de su lista.

Cafiero, su principal contrincante -la cara civilizada del peronismo-, puede duplicarle los votos. Sea como fuere, la división peronista en tres frentes -el Frejudepa, de Cafiero, el Frejuli, de Iglesias y el Frepu, de Villaflor, la izquierda justicialista- les otorga escasas posibilidades.

Cafiero reunió más de 80.000 personas en su mitin final, e Iglesias no superó las 15.000. El mayor crecimiento partidario cabe atribuírselo a la UCD, que, pese a la lluvia, semillenó la cancha del River Plate, reuniendo a 60.000 personas. Con algo menos del doble, la Unión Cívica Radical rebosó la cancha del Boca Junior -la bombonera-, en pleno territorio porteño de la pobreza y el justicialismo.

Descenso peronista

Lo seguro, dentro de la impredictibilidad de las encuestas electorales en este país, es que el Gobierno no saldrá derrotado, y hasta puede que obtenga algunas ventajas en la nueva composición del Congreso. Lo segurísimo es que el peronismo, la primera posición, seguirá descendiendo los escalones de su enérgica y decidida autodestrucción, y que el voto sobrante se repartirá a partes iguales entre la derecha (UCD) y la izquierda (PI).

La conclusión previa de estos comicios parece residir en que el radicalismo ha cometido algunos errores desde el Gobierno y en que el peronismo, desde la oposición, los ha cometido todos.

Al fin -y al menos-, algunos de los 12 acusados por el poder ejecutivo argentino de conspirar contra las instituciones democráticas se encuentran encarcelados en mayor o menor medida.El coronel Pascual Guerrieri, el mayor Jorge Granada y los capitanes Leopoldo Cao y Osvaldo Antinori se encuentran en el Comando de Logística del Ejército, sin que pueda saberse a ciencia cierta su situación legal, pero al menos están a recaudo.

El abogado Camps, hijo del carnicero de Buenos Aires, continúa perseguido por la policía, ya con orden legal de detención, y el periodista Daniel Rodríguez, columnista del diario La Prensa, se encuentra preso en dependencias de la Policía Federal.

Permanecen prófugos el ex general Suárez Mason y otros dos implicados, mientras el periodista Jorge Vago, editor-propietario de un boletín confidencial destinado a las fuerzas armadas, ha pedido asilo en la Embajada paraguaya en Buenos Aires, favor que le fue concedido de inmediato por el presidente Stroessner.

El abogado Rosendo Fraga, otro capo de la: extrema derecha argentina, se encuentra en Uruguay tras haber optado por el extrañamiento al que le da derecho la Constitúción durante la vigencia del estado de sitio.

La provocación no ha descendido un ápice: otra potente bomba estalló en la noche del jueves frente a la escuela de educación técnica Norberto Piñero cuando se encontraban 200 alumnos en su interior.

Fueron notables los destrozos materiales, pero tampoco en esta ocasión se originaron víctimas humanas. Sin embargo, dos bebés recién nacidos, atendidos en la sección de Neonatología del hospital Paroissien, de Isidro Casanova, en el Gran Buenos Aires, fallecieron al tener que ser desalojados de sus incubadoras tras una amenaza de bomba.

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata tuvo también anteayer que ser desalojado por amenaza de bomba.

1/11/85

Alfonsín pide a los argentinos que defiendan su país votando en las elecciones del domingo (1-11-1985)

El presidente argentino, Raúl Alfonsín, ha suspendido indefinidamente el viaje de Estado que debía emprender la Próxima semana a Japón y Arabia Saudí, y que se tenía en la cancillería como prioritario por las beneficiosas consecuencias económicas que se esperaba lograr de él. Las cancillerías saudí y japonesa han entendido perfectamente las causas de la cancelación de la visita y la necesidad de que el presidente argentino no abandone en estos momentos Buenos Aires. En un discurso radiotelevisado al país, Alfonsín pidió el miércoles a los argentinos que defiendan con sus votos la República Argentina.

Aunque la decisión estaba tomada antes de la emisión por todas las radios y televisiones en cadena nacional de su discurso del miércoles, los acontecimientos del día realzaron la sabiduría del aplazamiento.El mensaje del presidente Alfonsín fue emitido a las nueve de la noche (dos de la madrugada del jueves, hora peninsular española) y, a las once, una bomba de regular potencia explosionaba en los sótanos de la Escuela de Intrligencia del Ejército, lindera con el Comando del Primer Cuerpo de Ejército, como primera respuesta a sus palabras.

En la mañana de ayer logró ser detenido uno de los seis civiles -un periodista- supuestamente involucrados en la conspiración, y tres amenazas de bomba a otras tantas escuelas y otra al Congreso de la nación amenizaron el nuevo día. Rumores disparatados se enseñorearon de la ciudad difundiendo una hipotética detención por el FBI en Miami del ex general Suárez Mason; y siete menores de edad, entre 12 y 17 años, fueron descubiertos por las escuchas telefónicas de la Policía Federal como supuestos amenazantes de sus propios colegios. Arabesco lateral de este mes porteño de las bombas que ha logrado crear la psicosis alarmista que deseaban sus patrocinadores.

Bajo la lluvia, que al fin aportó algún alivio al tormentón que asfixiaba a Buenos Aires, con sólo un mitin importante en la cancha del River Plate (el de la Unión de Centro Democrático, del ingeniero Álvaro Ansogaray, socio político de Manuel Fraga y representante de la derecha económica y economicista), el gran Buenos Aires, encerrado en sus casas, se pegó a sus televisores y a sus radios para escuchar el único programa de las nueve de la noche.

Raúl Alfonsín compareció como acostumbra: sentado ante una mesa que no es la de su despacho presidencial, flanqueado por la bandera blanquiazul y teniendo a sus espaldas un melancólico lienzo que retrata al general Belgrano, solitario caudillo de las batallas independentistas en el norte argentino que, gracias a sus múltiples derrotas, dio tiempo al general San Martín para organizar la gran derrota: la de los ejércitos españoles en todo el virreinato del Río de la Plata, Argentina, Chile y Perú.

Compareció físicamente agotado, dueño de las más pronunciadas ojeras -sobresaltadas por encima del maquillaje- que se le conocen en su breve mandato y con un, en él inusual, tono de cólera cansada.

Increíble y absurdo

"Aunque es increíble", dijo Alfonsín, "por absurdo que parezca, los perturbadores quieren tomar el poder". Afirmó que se pretende involucrar a las fuerzas armadas en la conspiración, aprovechando que tras las experiencias vividas es difícil un rápido reencuentro entre civiles y militares, y volvió a recordar que los juicios contra tres de las cuatro cúpulas castrenses de la dictadura se siguen contra las personas y no contra las instituciones armadas."Ya hemos pasado lo peor", aseguró, "1986 será el año de la esperanza, pues, tras el reacomodamiento, Argentina se apresta a crecer. Ahora, los argentinos tenemos que conquistar Argentina".

Raúl Alfonsín insistió en que éste no es un estado de sitio contra el pueblo, sino una medida que el pueblo declara contra los profesionales del autoritarismo, para neutralizarlos y aislarlos. "No voy a condenar", afirmó el presidente, "a esos espectros demenciales; quien llega a poner bombas en las escuelas ya se condenó solo. La violencia que intentan ejercer no tiene sentido político ni social. No representa siquiera una vía equivocada o absurda para reivindicaciones comprensibles: es una simple y llana locura".

El presiden ' te argentino reveló que, en el último mes, se habían producido 1.806 amenazas de bomba y que no se pudo impedir la explosión de 42 artefactos. "Por todo esto", agregó, "para resolver el origen de todas estas amenazas a la paz social, han sido aplicadas las disposiciones excepcionales establecidas en nuestra Constitución. ( ... ) La desprolijidad que algunos han querido ver en las medidas no fue sino la expresión de nuestra renuncia a perturbar a la sociedad en la lucha contra unos pocos".

El presidente argentino aludió también a "algunos militares que, con la inercia propia de haber ejercido por muchos años funciones de gobierno, han perdido la costumbre de ser una parte del Estado y no todo el Estado".

La intervención presidencial ha tranquilizado al país en la medida en que, tras semanas de desalojos escolares, bombazos, extrañas batallas judiciales y especulaciones sin cuento, era beneficiosa la comparecencia de Alfonsín, con su aspecto de abogado de pueblo, de maestro rural, regañón, machacando la mesa con los nudillos y exigiendo una vez más la defensa de la República.

El presidente hizo un llamamiento a sus compatriotas a defender conjuntamente la convivencia y el orden constitucional. "No es hora de dormir sobre los laureles. Los hechos de los últimos días indican que el enemigo existe, que está buscando algún resquicio de flaqueza en el pueblo argentino para abrirse camino. No le ofrezcamos ese resquicio", dijo.

Acusaciones de electoralismo

Los restantes partidos continúan acusándole de descarado electoralismo destinado a engordar su débil mayoría parlamentaria en estas legislativas parciales. En la noche del domingo -si Dios y los golpistas quieren- sabremos lo que opina el censo de todas estas cuestiones.El mitin de la UCD demostró que, tal como se había prometido al decretarse el estado de sitio, las medidas de excepción no han afectado al desarrollo de la campaña electoral. Para la tarde de ayer, la corriente renovadora del peronismo tenía previsto realizar un acto en la plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno.