Antes de las elecciones de
1.982 que le llevaron al poder Felipe González en un aparte me confesó su
desazón ante la inevitabilidad de la entrada en prisión de Jordi Pujol por su
presunta actividad directiva en Banca Catalana. Luego en el Gobierno torció el
brazo a su Fiscal General, Jiménez Villarejo, para que sus hombres de negro
desplazados a Cataluña, dejaran hacer, dejaran pasar, recurriendo al
confortable manto del olvido. El
catalanismo in extremis data de décadas y tiene su origen en la
sustitución del histórico Tarradellas por Convergencia i Unió, el moderado
pujolísmo que trepó taimadamente hasta su actual abismo sedicioso, blindándose
de toda fechoría con su indispensabilidad como bisagra nacional con unos y con
otros. La generación constitucionalista del 78, hoy tan jubilada como vejada,
pecó de dejación con Cataluña cubriendo fechorías, desdeñando el creciente
despeñadero secesionista y permitiendo prosperar la reconstrucción de la
Historia y un diseño de contrainformación
que el doctor Goebbels hubiera reclamado para sí. La patética
comparecencia de Pujol, entre el sainete y el esperpento, evidencia lo que
podría llegar a ser la Cámara de una Cataluña independiente. Con la excepción
del PP Y Ciudadans los parlamentarios catalanes se han dejado abroncar como escolares
recibiendo tundas de zurriagazos en sus espaldas de parte de un prepotente
deponente que daba temblorosos puñetazos de ira. Si Europa es la solución a los
problemas españoles el abigarrado espectáculo de la Asamblea catalana demuestra
que el independentismo no ha entendido absolutamente nada desde Costa al debate
entre Laín Entralgo y Calvo Serer, pasando por las querellas entre Américo
Castro y Sánchez Albornoz. Ni Vicen i Vives hubiera soportado tal bochorno. Con
ser mucho el hedor no es lo más grave la fortuna del dinero receptado sino el
quilombo de negros cimarrones representado por la derecha y la izquierda
catalanas en vísperas de un intento separatista de juguete. Hay que recurrir a
Sakespeare: “Algo huele a podrido en Dinamarca”.
29/9/14
26/9/14
VIGILANTE DE LA CONDICIONAL (26-9-2014)
Desde la eximia Concepción Arenal pesa sobre nuestras buenas
conciencias la muy discutible máxima de “odia al delito y compadece al
delincuente”. El delito execrable por asocial y hasta sociópata, pero la
criminología ha dado suficientes ejemplos de
delincuentes sobre los que no es posible depositar compasión alguna.
Luego llego la bienaventurada Victoria Kent, popularísima hasta en los cuplés,
Directora de Prisiones en la II República, tan atenta con los reclusos que
dejaba abiertos los portones para que no sufrieran claustrofobia, siendo
fulminantemente destituida por don Manuel Azaña. Esta empatía criminal, de
bondadoso corazón, nos acompaña hasta hoy desde el equívoco constitucional de
que la privación de libertad está condicionada a la reinserción social. Con
nuestro Código Penal Jack el Destripador estaría entrando y saliendo de la
cárcel con matemática periodicidad. La pena
no se impone para reinsertar a nadie sino para resarcir los daños
inferidos a la sociedad. La cárcel debe proveer que el reo se redima, pero esa
siempre será una acción subsidiaria. Así la reinserción, que se debe procurar
siempre que se pueda, es el palo en las ruedas de la prisión permanente
renovable que ha dejado en el tintero Ruíz-Gallardón, que impera entre nuestros
socios de la Unión Europea y es reclamada en España por la mayoría social. No
es difícil identificar a los reincidentes en conductas abominables, incluso a
los potenciales, y nuestro sistema legal contempla la libertad vigilada tras cumplir
la penas. El cine americano nos tiene acostumbrados a la figura del vigilante
de la condicional que tiene trato continuo con el liberto, y sabe dónde vive,
si trabaja, que pareja tiene, a que bares acude y todas sus andanzas. La mera
desconexión con su vigilante supone la vuelta a prisión. La Psiquiatría y la
estadística enseñan que la pederastia o ciertos violadores compulsivos carecen
de reinserción posible y que hasta la voluntaria castración química es un
placebo. El sexo está en el cerebro y hasta en los salones de eunucos que ha
dado la Historia los capados disfrutaban de sus erecciones con las damas que
debían vigilar. El ruido mediático por el presunto pedófilo recién detenido
quedará en poca cosa porque de ser declarado culpable no estará ni diez años en
la cárcel de la que saldrá aún joven y con ansias atrasadas. Y seguiremos
dándole a la rueca de la reinserción social de los que ni siquiera pueden
reinsertarse.
25/9/14
GALLARDÓN EN BANDEJA (25-9-2014)
Según la literatura bíblica Salome estaba enamorada de Juan el
Bautista y al no ser correspondida pidió su cabeza a Herodes Antipa tras un
baile sicalíptico. El socialismo español no podía soportar que se tocara
sustancialmente la bárbara e indocta ley Aído, que rompía las costuras del
Aborto de Felipe González, y ha logrado la cabeza del Ministro de Justicia,
Alberto Ruiz- Gallardón. Que quede
blanco sobre negro: sobre el aborto solo legisla el PSOE. El anteproyecto de
Gallardón, en trámite de Informes, debía ser retocado, especialmente en lo que
confería a graves deformaciones fetales, pero eso podía corregirlo un leguleyo.
La enmienda que Gallardón se han hecho a sí mismo, abandonando el Ministerio,
supone un triunfo de bajo coste para sus debilitados y enconados adversarios.
Casi todo se ha hecho mal en un asunto tan delicado que afecta a las
conciencias, a la moral y a las distintas religiones. El primer fallo reside en
el Tribunal Constitucional que lleva cuatro años estudiando la ley de Zapatero,
y que dictaminado en su tiempo habría evitado esta infeliz conclusión que solo
satisfará a las izquierdas. Gallardón no debió hacer un texto de supuestos
contra otro de plazos, sino rehacer la vigente puliendo sus aristas más
ríspidas (aborto de ocho meses o de menores sin consulta) tal como los polacos
fueron degradando la ley soviética acomodándola a sus sentimientos católicos.
Otros proyectos de ley han acabado en la gaveta y más vale no hablar de las
promesas electorales incumplidas, por unos y otros. La dimisión de Gallardón es
inoportuna aunque el último derecho del hombre es el de marcharse. Se le veía
cansado y macilento a este político de moto y paracaidismo, bien bregado en
Madrid y su Comunidad. Desde fuera siempre hemos maliciado que su legítima
ambición temprana fue la de ser Presidente, y en Justicia solo ha encontrado
protestas. Deja en el aire hasta la prisión perpetua renovable. El mismo ha
dicho que su tiempo político está acabado, y ese convencimiento le habrá
mellado.
18/9/14
EL SOUFFLE CATALÁN (18-9-2014)
La metodología del separatismo catalán es subirse al balcón de la
Generalitat y proclamar la República catalana. El último en hacerlo fue Lluis
Companys a quien sometió el buen
catalán, general Batet, siendo condenado por la II República a 30 años por
sedición, de lo que le libró la amnistía del Frente Popular. En otra mueca de
la Historia, Franco los fusiló a los dos. Parece que algo hemos ganado porque
frente a las anteriores insurgencias catalanistas unilaterales el actual
contencioso se desarrolla entre asambleas, manifestaciones, parlamentos y
gobiernos. Un pelafustán se malicia que el Estado mande los tanques a las
Ramblas. Son los agoreros que desconocen el artículo 155 de la Constitución que
no cita a las Fuerzas Armadas como coerción autonómica, ni falta que hace. Si
se llegara a la intervención bastaría con poner a los Mossos de Esquadra a las
órdenes del delegado del Gobierno, ya que las policías autonómicas (todas las
policías) lo son subsidiariamente del Estado y están obligadas a sujetarse a su
ley. Pero tampoco será preciso llegar a tanta escrupulosidad constitucional
porque el secesionismo está alcanzando su máxima tensión y todos los soufflés
acaban desinflándose. Artur Mas, heredero de la gran hipocresía pujolísta, no
va a ganar un concurso de popularidad ni en Vic, pero de él cabe esperar sea un
hombre de palabra y no proceda a ninguna acción ilegal. Y ello conlleva mucha
fe porque en la autonomía catalana no se cumplen las sentencias del Tribunal
Superior de Cataluña, del Tribunal Supremo o del Constitucional. Si así son las cosas no habrá consulta como ya se
teme Oriol Junqueras el incendiario de esta situación. Los amores entre la
derecha (CiU) y la extrema izquierda (ERC) acaban siendo efímeros. Las
elecciones anticipadas son legales, aunque sean plebiscitarias, y ello creará
otro paisaje político aunque lo dominen los separatistas. Pero finiquitará esta
charca de ranas en la que estamos empantanados, y entonces, sí, que habrá que
hacer política. Hasta ahora el Gobierno ha cocinado muy bien este soufflé
permitiendo que los enésimos secesionistas se cuezan solos. Es Rajoy quien está
marcando el tiempo, no Mas.
15/9/14
LA ALCALDESA DE MADRID (15-9-2014)
Cuando dentro de nueve meses Madrid tenga otro regidor no se
escribirá de Ana Botella a la que la izquierda ha despedido en su paso al
costado con alguna vileza. Ya la recibieron con el insólito reproche de haber
accedido a la alcaldía corriendo el escalafón como si fuera una truculencia
electoral y no el mismo camino de Griñán o Susana Díaz para la mayor enjundia
de la Junta de Andalucía. Se nos ha olvidado la máxima evangélica de la paja en
ojo ajeno cuando tenemos el nuestro atravesado por una viga y hemos optado por
el más hipócrita y falsario sectarismo como libro de estilo de cualquier
oposición. “Ad nausean” han recordado a la alcaldesa su ausencia de horas la
noche del “Madrid Arena” volando al Algarve para una reunión familiar, como si
careciera de sentimientos. La Alcaldía había tomado las riendas de aquel suceso
trágico y la presencia física de Ana Botella resultaba innecesaria. No se
ausentó para darse una fiesta sino para ver unos momentos a unos hijos
instalados en el extranjero de los que llevaba tiempo alejada, regresando de
inmediato con el móvil echando humo. De haber sido su asesor la hubiera atado a
la Cibeles, pero, seria y rigurosa, entiende mal el chisporroteo de las
relaciones públicas y participa del lema del viejo Estado Mayor alemán: “Ser
antes que parecer”. Se ha usado contra
ella el azar de la foresta madrileña como si a dos millones de árboles se les
pudiera hacer una ecografía por ver si están podridos, desdeñando la mala
suerte de que caiga una rama justo cuando pasa un cristiano. Hasta su
matrimonio con Aznar se ha utilizado como ariete sin escándalo de las
feministas de guardia. Abogada e inspectora de Hacienda ha cumplido la hazaña
de poner en orden la deuda de Madrid rebajándola en miles de millones sin
recortes sociales que hayan sentido los madrileños. Es una excelente alcaldesa,
sin asesores de comunicación.
13/9/14
EUROPA Y EURASIA (13-9-2014)
El Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, no es un
personaje grato por mucho que gaste en mercadotecnia, como no puede serlo quien
fuera oficial del KGB en Alemania oriental bajo el sovietismo. Pero es
razonable suponer que en lo último que está pensando es en una guerra abierta
en Ucrania o en la simple ocupación militar del Este del país. El precedente
del golpe de mano en Crimea es engañoso; la península es rusa desde Catalina la
Grande y en una noche de mucho vodka Jruschov se la regaló a los ucranios en calidad
de autonomía. Dentro de las fronteras de la URSS tanto daba ocho que ochenta.
El derribo del avión malasio, en el que murió la primera línea en la
investigación del SIDA, parece obra de un Ejército de Pancho Villa y no la
decisión política y militar de una de las partes en conflicto. Ucrania es la
matriz de Rusia, y el Rus de Kiev data de 1.200. La primera división fue entre
bielorusos y ucranios. Rusia abarca el 40% de Europa, y la Eurasia que concibe
Putin no contempla la anexión de Ucrania sino su integración en una unidad
aduanera con Bielorusia y Kazajastán, temiendo que Kiev sea abducida por la
Unión Europea y la OTAN. Este conflicto
no puede resultar más absurdo porque ni Bruselas ni Moscú quieren cargar
con un país dividido y una economía destruida y corrompida hasta el tuétano.
Desapareció la Unión Soviética, el socialismo real, el Pacto de Varsovia y el
COMECON, pero la Alianza Atlántica y la Unión Europea han avanzado sobre el
Este con gran desparpajo, y el nacionalista Putin y sus ideológos de Eurasia
están lógicamente inquietos. Las sanciones son un tiro en el pie que nos damos
y la solución a la crisis de juguete está sobre la mesa en forma de una
autonomía al Este de una Ucrania fuera de la UE y la OTAN. No hay bloques, y
Rusia es Europa.
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