El reconocimiento de un Estado palestino es una sugerencia de la
debilitada y biempensante socialdemocracia sueca, introducida en la agenda de
la Unión Europea. Es una idea contingente, que puede ser o no ser, y un placebo
para el envejecido conflicto de nuestro Cercano Oriente. “Sensu” contrario el
camino de la paz se transitaría cuando, por primera vez, los países árabes e
islámicos reconocieran al Estado de Israel, comenzando por la simbólica Arabia
Saudí (La Meca, Medina), teocracia tribal salvaguardada militarmente por
Estados Unidos. El inexistente Estado palestino que Europa se apresta a
reconocer es bicéfalo entre una Al Fatah en Cisjordania de moderación
cuestionable y una Hamas en la franja de Gaza clasificada por la misma UE como
organización terrorista internacional. Podemos hacer un pan como unas tortas.
Un panarabista musulmán como el Presidente egipcio Anwar el-Sadat reconoció
Israel, se dirigió en Jerusalen a su
Parlamento ofreciendo la reconciliación y, como no podía ser de otra manera,
acabó asesinado por los Hermanos Musulmanes. Pero señaló el camino. Isaac Rabin
repudió su historial guerrero y encabezó un movimiento de paz entre Israel y
Palestina siendo ultimado por la espalda por un sicario de extrema derecha. En
2.000 la última de las numerosas reuniones de Camp David entre Ehud Barak y
Yasir Arafat bajo la tutela del Presidente Clinton llegó a un acuerdo final de
reconocimiento mutuo. El líder palestino abandonó la sala y susurró a Clinton:
“Si firmo esto me matan en cuanto llegue a Ramala”. Cuatro años después la
sanidad militar francesa no pudo hacer un diagnóstico de su extraña muerte, y
su viuda peregrinó por laboratorios europeos con los últimos calzoncillos de su
marido por encontrar el tósigo invisible a los fisiólogos. El caso es que la
muerte de Arafat fue un golpe para Israel y Occidente y otra posibilidad para
el extremismo palestino e islamista. Cada vez que se aproxima la paz prodigan
los cadáveres exquisitos. El conflicto acabará como empezó Sadat. Europa está
poniendo el carro delante del caballo.
31/12/14
29/12/14
MERCADOTECNIA “PODEMOS” (29-12-2014)
La democracia sin adjetivos (orgánica, popular, bolivariana…) es un
sistema imperfecto pero que permite a cualquiera conformar un partido y
presentarse al escrutinio de la sociedad. La plataforma de Podemos está en
derecho de trepar sobre circunstancias adversas y aspirar a darle la vuelta al
país como si fuera un calcetín. Pero no
sobrevaloremos a esta alegre muchachada de PNN de la Complutense cuyas
propuestas tienen más agujeros que la bandera de Nápoles. Las europeas son
elecciones ancilares, y el benefactor Ruíz-Mateos llegó a obtener la mitad de
votos que Pablo Iglesias. Hay televisoras que consideran que estos chicos son
negocio y parece que los tienen en plantilla, pero Belén Esteban, designada
“Princesa del pueblo” por Paolo Vasile, tiene más “share” que estos caballeros
que han descubierto tardíamente la lucha de clases, y si la hicieran un
programa reivindicativo para analfabetos funcionales nos daría un susto
electoral. El Politburó de Podemos no es tan inteligente como predican sus
abducidos o hipnotizados adversarios, sino una conjunción de listos oportunistas, hábiles publicistas,
agresivos comerciales que venden crecepelo garantizando a los calvos la coleta
del líder carismático que se ajusta el
pantalón sobre el pubis para parecer más alto y estilizado y se uniforma con la
camisa blanca de los peronistas. Estos
jóvenes han hecho un estudio de mercado sobre una nación agobiada por una
crisis financiera internacional y ofrecen un viaje al castillo del mago de Oz.
La ecuación básica de la demagogia consiste en ofrecer pan a una masa famélica
aunque no dispongas de un obraje de
panadería. Da igual: te seguirán fervorosamente y sin preguntar nada.
Carecen de pensamiento coherente y repiten consignas como mantras de fácil
asimilación aunque no signifiquen nada: la casta, la puerta giratoria, el
salario básico universal, la deuda bajo sospecha y los impuestos progresivos
como bálsamo de fierabrás sin contemplar los daños colaterales. Aprovechando
que Marcos de Quinto ha ido a Atlanta
como jefe de marketing internacional, “Coca
Cola” haría bien en fichar a Pablo Iglesias porque vendería el brebaje
hasta en Corea del Norte. Podemos no puede romper el bipartidismo porque aunque
rebosen vaselina verbal no disimulan su marxismo leninismo, y los españoles no
parecen proclives a ser administrados por el socialismo real, de reciente e
infausto recuerdo en toda Europa. Repudian la Transición, una de las escasas ocasiones
históricas en que los españoles derrocharon grandeza, generosidad, repudiando
la confrontación civil. Aquella reforman quieren convertirla en ruptura sin
reparar en descalabros revanchistas. Las Constituciones más útiles duran
generaciones y hasta siglos con las enmiendas necesarias, como la de Estados
Unidos, decana de las escritas. Podemos quiere Cortes Constituyentes para
derribar todo lo costosamente edificado y hacer cambalache de la forma del
Estado o de su unidad. Los efectos negativos de la crisis duraran hasta 2.018
(la media histórica de diez años) y entretanto se pueden colar viejas profecías
esgrimidas por jóvenes astutos que no saben leer un Presupuesto. Hasta Obama
llegó a la Casa Blanca con el “Yes, be caim” de un joven publicista que acabó
demostrando que no, que no puede. Podemos sale de la misma madeja gregaria y descontenta que
Madame Le Pen o el Tea Party. Es el comunismo vergonzante de los agobiados y
cabreados.
26/12/14
ESPAÑA EN ALMONEDA (26-12-2014)
Abraham Lincoln, del Partido Republicano, intentó evitar la
Guerra de Secesión hasta el extremo de
guardar en una gaveta su promesa electoral de liberar a los esclavos. Por la paz hubiera sacrificado
a la negrada pero los Estados Sureños no se avinieron a diálogos y
negociaciones cañoneando Fort Sumter el l2 de abril de 1.861 iniciando el
conflicto. La Confederación no se hubiera contentado con mantener en sus feudos
la esclavitud; querían la secesión. Solo tras la batalla de Gettysburg, ya
avanzada la guerra sin posibilidad de armisticio, Lincoln proclamó el acta de
manumisión. Los sentimentales y románticos decididos a crear un Estado de nueva
planta son especímenes encerrados con un solo juguete, como esos adultos
obsesivos dados a la construcción de un gigantesco diorama o de una tremenda
maqueta ferroviaria en el salón grande de la casa. El independentismo es una
pasión y no tiene razonamiento ni cura. Algunos medios y analistas han
alcanzado el punto de ebullición por mor del esperpento catalán del domingo,
con la morisma y los menores de edad incluidos, para que dos tercios de los
convocados se quedaran en casa. Artur Mas aseguró que no haría dos cosas: una
ilegalidad y el ridículo. En una sola jornada ha hecho las dos. El Gobierno no
ha actuado con pasividad ni lentitud en un asunto que viene de siglos y durará
años. Lo que pasa es que a bastantes conciudadanos les encantan los puñetazos
en la mesa, que por lo común acaban con el cúbito y radio fracturados y el
mueble incólume. La independencia catalana no será, entre muchas cosas, porque
supondría la desaparición de España, de las más viejas naciones del Continente.
La independencia vasca resultaría inevitable, Navarra sufriría desgarros
sociales guerracivilístas, y con el macizo de Castilla habría que recomponer
algo que llamaríamos Iberia (por lo tribal) o Hispania en recuerdo de la
romanización perdida. No sería útil
reformar la Constitución del 78: habría que convocar Cortes constituyentes y
plantear la forma del Estado que quedara. Una República catalana destruye
España.
22/12/14
NOSTALGIA DEL MURO (22-12-2014)
Los calendarios nunca coinciden con los ciclos históricos y el
siglo pasado se inicia con la Gran Guerra de 1.914 finalizando en 1.989 con la
caída del muro de Berlín que conduciría a
la desintegración de la URSS dos años después. La implosión de la
economía de Alemania Oriental era conocida, pero la explosión del proletariado
comunista alemán tomó por sorpresa, como en tantas ocasiones, a los servicios
de información occidentales. El muro no fue derribado en una contingencia feliz
de la guerra fría sino que cayó solo como si el hormigón hubiera transmutado en
papel ensopado. El periodista germano oriental Markus Wolf, organizador de la
Stasi, la mejor agencia secreta comunista, reconoce en sus memorias que hace 25
años se podía masticar el ambiente pero
que nadie supuso una estampida humana de los beneficiarios del socialismo real.
Fue la constatación empírica del fracaso del marxismo-leninismo y la evaporación de la utopía del
advenimiento del hombre comunista, espécimen nuevo surgido de la guerra de
clases. Como el pensamiento no delinque y hay teóricos que siguen sosteniendo
que el marxismo es una metodología científica de transformación social, el
comunismo se ha reproducido después de un cuarto de siglo bajo denominaciones vergonzantes.
Cuando Pol Pot solo disponía de una minúscula guerrilla de Jemeres Rojos en
Camboya visitó al Primer Ministro chino Chou en-lai en busca de apoyo. El
finísimo Chou le aconsejó: “No utilicéis nunca la palabra comunista”. El cambio
de sistema camboyano dio en uno de los atroces genocidios del pasado siglo. En
el Cono Sur americano con ese indefinido proyecto del socialismo del siglo XXI
o en España, el nuevo comunismo opta por la variante trotskista del “entrísmo”
penetrando democráticamente en las instituciones para destruirlas desde dentro:
caballo de Troya que sociedades fatigadas pueden acabar comprando ilusionadas y
engañadas. El muro de Berlín no fue una empalizada para protegerse de enemigos
exteriores sino para evitar que los parias de la tierra huyeran hacia el infierno capitalista. La
nostalgia del muro augura pesadillas.
18/12/14
ALFONSO GUERRA, EL BUENO (18-12-2014)
Cuando yo estudiaba
ingeniería industrial, interno en la Universidad Laboral de Sevilla
“José Antonio Primo de Rivera, en El Cerro del Aguila, se hacían mientes de su
rigor como profesor de dibujo técnico Ya había cursado Filosofía y trajinaba en
una librería que había montado en la ciudad hispalense para dirigir y
representar teatro y urdir un PSOE sevillano que no tenía más entidad que la
suya y las de Felipe González, Carmen Romero en calidad de novia, el ginecólogo
Luis Yánez (“!Callate Luis, que no sabes ni de coños”¡, le apostrofaba Carmen),
el fotógrafo Pablo, y dos más en la fotografía del clan de la tortilla
comiéndosela bajo un pino ignorantes de que iban a resucitar el socialismo
español. Fue el Robespierre del congreso de Suresnes que decapitó al histórico
Llópis de la cabecera de un socialismo exiliado inane dentro de España excepto
el ejemplo sacrificado de Ramón Rubial y Nicolás Redondo (padre). EL “Pacto del
Betis” entre aquellos, el excomunista Enrique Múgica Herzog, y los sevillanos,
fabricaron el felipísmo. Es humanamente lamentable que una de las parejas más
complementadas de la política española haya terminado en la incomunicación sin
que medie un telefonazo para preguntarte como estás. Tambien se dio ese
desencuentro personal entre Adolfo Suárez y Fernando Abril Martorell. Tras
aquel “dos por el precio de uno” augurando su dimisión si caía Guerra por las
corruptelas y “cafelitos” de su hermano, preludio de los lodos de hoy, Felipe
le defenestró como Vicepresidente en una tensa reunión en Moncloa que rompió el
encanto público de la dupla. Quizá nunca fueron realmente amigos porque tenían
intereses personales muy distintos, y mientras Felipe se quitaba el olor de
encima tras repartir la leche de la vaquería de su padre para hacer de guaperas
en los guateques, Alfonso escondía entre los libros su rencor social de
desplazado tras ver morir a su hermana
por desnutrición. Pudo estudiar trapicheando clases y mediante becas
franquistas. Su afición al teatro le llevó a crearse una máscara feroz para
ocultar su timidez y sus desmayos de bonhomía. Fue el mejor insultador de la
democracia y gozaba de su reputación de jabalí parlamentario, pero luego era un
negociador versallesco. En el entorno del cardenal Tarancón cundió el pánico al
saberse que el sería el interlocutor del PSOE con la Iglesia, y hallaron un
amabilísimo Guerra, nada radical, que intentaba colarles sentencias en un latín
macarrónico. En puridad tanto él como Abril Martorell deberían ser tenidos
también por padres de la Constitución ya que ellos resolvían a solas y con
nocturnidad los interminables atascos y
nudos gordianos que se dieron durante su discusión y redacción. Su
formación entre la Filosofía y el peritaje industrial le convirtieron en un
formidable organizador y cuando en España solo hacía encuestas creíbles Amando
de Miguel, Guerra fundó un Instituto de Técnicas Electorales y en las
elecciones de 1.982 que dieron el poder a los socialistas llevó la demoscopia a
la exactitud. Le recuerdo en el madrileño hotel “Palace” adelantando los
resultados de cada circunscripción quince minutos por delante de la Oficina
Central Electoral. Cuando desde un balcón
Felipe izó su mano con la suya reconocía la complicidad y la eficacia:
Guerra era su monje negro. Guerra se resistió a ser Gobierno y pretendía
quedarse como Vicesecretario General del PSOE, moviendo los hilos en la sombra,
pero Felipe temió en aquello una celada y le forzó a la Vicepresidencia junto a
él. Alardeaba de no alimentarse salvo con bombonería y así lo creí la primera
vez que almorzamos juntos, pero tenía lógicos ataques bulímicos. Era, o le
placía, ser dual, doctor Jeckyll y mister Hyde, Ormuz y Ariman, teatral, autor
de su propio personaje, bondadoso y terrible. En su casa madrileña tenía uno de
aquellos teléfonos de baquelita negra con el número incorporado. Un amigo lo
anotó quejándose luego que estaba equivocado. “¿Te crees que iba a poner el verdadero?”.
En Moncloa tenía un arco magnético que borraba las cintas de las grabadoras,
creyendo los periodistas que tenían roto el magnetófono. Bueno y malo, es
imprescindible en la Historia de nuestra socialdemocracia. Me quedo con el
bueno.
14/12/14
LA REMAMAHUEVOS (14-12-2014)
Vieja conocida nuestra esta jueza de la Sala Federal del Crimen (Buenos Aires) empeñada en emular al
Gran Campeador Baltasar Garzón en su titánico empeño por la Justicia Universal.
Mal sitio la capital argentina como sede de esta judicatura ecuménica, por
encima de las fronteras y las leyes de los demás, teniendo tan cerca en el
tiempo las atrocidades de sus Juntas Militares. Esta dama está casada con un jefe de la Fuerza Aérea de
su país y que fuera agregado castrense en Brasil, y llegó a su magistratura por
designación directa del Presidente peronista Carlos Saúl Menem. Se la podría
reputar de jueza de guardia del Justicialismo ya que salvó de la cárcel a la
cuñada presidencial reclamada (precisamente) por Garzón por presunto narcolavado
y al que dio con su auto en las
narices, y alivió de persecuciones
togadas a la expresidenta Isabelita Perón que nunca tuvo transparentes sus
cuentas bancarias. Empujada por la Casa Rosada y un rosario de defensores de
los Derechos Humanos reclama para sí 20
españoles, entre ellos varios ministros de nuestro Régimen anterior, ignorando
deliberadamente que las amnistías lo fueron para todos en pos de una
reconciliación que hoy se disipa en neblina. No es la primera vez que lo hace
sabiendo que su manejo es infructuoso y fraudulento pero consciente del daño
que causa porque encierra en España a los que quiere enjuiciar exponiéndoles a
Interpol en el extranjero. Esta pamema es política de cabotaje de la CAMPORA,
discípulos de los Montoneros que llevaron la República a su enésima guerra civil, hoy enroscados en el Gobierno de Cristina
Fernández. En la zona bolivariana del Cono Sur cuando se cansan de fustigar a
los gringos la emprenden con la Madrastra Patria, riéndose la Presidenta de
nuestros apuros económicos y olvidando que su inflación la ignora el FMI porque
se sortea cada mañana en el Banco de la Nación. Cuenta con remamahuevos
que molestan sin provecho, instigan a complicar lo simple y causan
quebrantos innecesarios: nuestra mosca cojonera.
12/12/14
JUSTICIA CON MINÚSCULA (12-12-2014)
En 1.969, pinchada la burbuja financiera el FBI detuvo a Bernard
Madoff como presunto autor de la mayor estafa urdida por un solo hombre. Seis
meses después (6), tras un sumario sencillo como el sentido común aunque el
fraude, internacional, era enrevesado como el rabo del demonio, el truhan fue
condenado por un juez federal a 150 años de cárcel sin acceso a la condicional.
Será libre en 2.159, a los 224 años de edad, si también logra
engañar a la biología. Asuntos como este
ayudan a los hombres a permanecer en el camino de la virtud. La
corrupción es inherente a la Humanidad, y esta erupción de jarrapellejos que nos acongoja tiene asiento en una
administración de Justicia que no funciona ni ha superado procedimientos
decimonónicos. Alfonso Capone nunca fue
juzgado por rufian, contrabandista o asesino, sino por mero fraude fiscal que
le mudo a Alcatraz. ¿Alguien cree que nuestros buenos jueces estudian con
comprensión de textos, aunque lean en diagonal y salten resmas de capítulos,
sumarios de cincuenta mil folios? Hace milenios es axioma que la Justicia lenta
no es tal, y en España el dar a cada uno lo suyo es un proceso tendente al
infinito y la eternidad. Bárcenas no
pasa de contable infiel y arrebatacapas ante las cantidades que afloran. La
única revolución es la de la Justicia, los procedimientos procesales y el
Código Penal. Lesmes, Presidente del Supremo y gobernador de los jueces, lo
acaba de decir en esta Casa sin que a nadie
se la haya fruncido una pestaña: tenemos leyes para robagallinas y no para los
grandes defraudadores. Si a un trujimán se le ocurriera blanquear el Banco de
España no pasaría más de seis o siete años en prisión, sumando lo cual a que
nadie restituye, el delito renta. Para que esta justicia vuelva a escribirse
con mayúscula será precisa una generación, 10.000 jueces más opositando, menos
puñetas y muchísimo dinero. Y si no, no.
9/12/14
EL PETRÓLEO CANARIO (9-12-2014)
Cuando gobernaba, Felipe González me decía que si negociaba con
Marruecos el estatus de Ceuta y Melilla al día siguiente se encontraría
negociando el archipiélago canario. El expansionismo marroquí hacia el sur le
hizo anexionarse con hostil oportunismo no solo Seguia el Hamra y Río de Oro
sino extender sus pretensiones hasta Mauritania y sostener quedamente que las
Canarias son africanas y marroquíes. La desenvoltura de la política exterior
alauita obedece a su secular alianza preferencial con Estados Unidos. En 1.777
el Sultán fue el primer mandatario en reconocer la independencia de las
colonias inglesas y en 1.783 firmó con EE.UU. un tratado de amistad que debe
ser el decano de los vigentes. Mientras miramos para otro lado Rabat explota
con nuestras instalaciones los yacimientos de fosfatos de Bu Cráa, y su
subsiguiente recuperación de uranio, con Estados Unidos como único cliente, más
pesca, hierro, circonio y hasta arena para construcción. Los fosfatos tienen
una fecha de caducidad de 30 años, y el futuro es el aceite de piedra que yace
bajo el mar. Los propios canarios hacen broma de su calificación de “Islas
afortunadas” porque no tienen agua potable o de regadío ni para energía
hidroeléctrica, sus comunicaciones son caras y subvencionadas y sus hitos
económicos fueron el monocultivo del plátano o el tabaco negro, el del tomate o
la cochinilla (un tinte biológico), el monocultivo de los puertos francos y,
hoy, el del apartamento hotelero. En 1.796 Edward Jenner encontró en las vacas
la vacuna contra la mortífera viruela y se le tuvo por propagador de la
infección. En 1.886 Benz construyó el primer automóvil y se consideró su artefacto como bárbaro y
antinatural. Hoy en Canarias los ecologistas no se preocupan por los petroleros
que nutren de combustible a las islas y
están indignados por la proximidad de yacimientos submarinos ya detectados por
Marruecos. Si fuera una sola bolsa, los moros succionaran la parte que nos
corresponda y Canarias seguirá importando petróleo. El ecologismo guanche.
7/12/14
CARLITOS Y MAFALDA (7-12-2014)
Quino regresaba a Buenos Aires de su exilio italiano y le convidé a
cenar en mi casa porteña para mezclar el
placer con el trabajo. La tragedia
intelectual de la dictadura argentina le traía muy dolido y, lógicamente,
susceptible. Me pidió la lista de invitados en la que desastrosamente figuraba
una joven, bella y popular aspirante a actriz, cuyo nombre es insustancial,
aunque no su condición de amante (una de tantas) de Emilio Eduardo Massera,
triunviro naval de la Primera Junta, que había convertido la Escuela de
Mecánica de la Armada en la peor cámara de los horrores del Cono Sur americano,
y Quino dijo que no se sentaba. Avergonzado y confundido, suspendí el ágape,
reflexionando que los periodistas somos dados a reunirnos con cualquiera. La
última vez que le vi quería rescatar
para la Prensa española las tiras amarillas de los diarios estadounidenses,
pero Mafalda y su representante italiano tenían precios inasequibles. Mi
generación era más de los “ peatnus” de Charles M. Schulz y su pandilla de
Charly Brown, Linus y su mantita, la mala leche de Lucy y la ternura del
perrito Snoopy soñando con ser el Barón Rojo. Más que Mafalda y su mundo fueron
potenciados por el cine y la mercadotecnia, y adoptados por una progresía pija
que enfatizaba aquello de “te lo juro por Snoopy”. El amargo existencialismo de
Mafalda es más propio de nuestros tiempos actuales aunque su autor lleva muchos
años sin darla vida, quizá porque representa una sociedad argentina abocada
inconscientemente al abismo y a Quino le resulta dolorosa. “Cuando se jodió el Perú”, se preguntaba
Vargas Llosa. Argentina empezó a joderse cuando el general José Félix Uriburu
volteó al Presidente constitucional Hipólito
Solari Yrigoyen, “el peludo” Radical, en 1.930. Mafalda ha pervivido por el genio autoral y
su latinidad. Las preguntas impertinentes que hace la cría que no soporta la
sopa son contemporáneas y superan la permanente estupefacción del gran
Carlitos. A Quino le debo repasar los comensales.
1/12/14
CORRUPCION CORROMPIDA (1-12-2014)
Se acaba de celebrar un pleno monográfico del Congreso sobre la
corrupción. ¿Para qué? Pese a lo que puedan afirmar las enésimas encuestas que
parecen más propias de las manualidades de IKEA que de la demoscopia los
ciudadanos han quedado mayormente fríos ante un debate en el que se han eludido
las apabullantes presunciones del apellido Pujol y de la derecha catalanista. Y lo de
Despeñaperros para abajo (el puerto seco de Arrebatacapas) quedó en finta
dialéctica ante el inevitable reproche de suciedad entre la sartén y el cazo. El Presidente ha tenido que volver
por sus fueros y si antaño recordó que económicamente no éramos Uganda, hogaño
advierte que España no es un país corrompido.
Hay que ser muy poco viajado para no conocer la espesa corrupción
instalada social e institucionalmente en tantos países en los que solo hemos
hecho turismo. Aquí no se ha dado un Bernard Madoff ni un Lheman Brothers y es
impensable una detención como la del líder socialdemócrata José Sócrates por
haberse enriquecido gracias a los sufrimientos infligidos a los portugueses,
inmoralidad a la que damos escasa importancia. El problema de la Ucrania de
Chernóbil no es el intervencionismo de Putin sino la corrupción de su esqueleto
nacional, tal como la Autoridad Nacional
Palestina tiene algo que ver con la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones. La
corrupción en la democracia se inicia en 1.982 en una elipse que va de la
financiación ilegal del referéndum sobre la OTAN al asesinato por encargo y la
introducción de la gente en cal viva. Por ese rastro han seguido todos los que
han podido y no hay partido o sindicato que pueda tirar la primera piedra. Lo
deprimente es que excepto en Cataluña y Andalucía (dos regímenes) no hay
corrupciones esplendorosas e imaginativas sino corruptelas de muleros donde son
legión quienes se enfangan por mil euros.
No somos un país corrupto porque
hemos corrompido hasta la corrupción.
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