El segundo proceso judicial
sobre los delitos contra los derechos humanos cometidos bajo la dictadura
militar, y, en este caso, en la provincia de Buenos Aires, comienza hoy
formalmente. El principal acusado es el genejal Ramón Camps, conocido como el
carnicero de Buenos Aires.
La vista será oral y
pública, ante la Cámara Federal de Apelaciones -justicia civil-, que ya encausó
a los nueve integrantes de las tres primeras juntas militares que gobernaron el
país entre 1976 y 1982.El fiscal de esta causa es el de la nación, Julio César
Strassera, asistido de su adjunto Moreno Ocampo.
Éste es el segundo gran
proceso argentino sobre aquellas atrocidades y en él se enjuicia al general
Ramón Camps, ex jefe de la policía de Buenos Aires; al general Pablo Richeri,
quien ocupó el mismo cargo; a los comisarios Miguel Oswaldo Etchecolatz, Luis
Héctor Vides y Alberto Roussé; al cabo de la policía Norberto Cozzani y al
médico policial Jorge Bergos. En la provincia de Buenos Aires, por su gran
densidad urbana y de población, se desarrollaron buena parte de la subversión
de izquierdas y la mayor opresión policiaco-militar de la dictadura.
El general Camps, del arma de
Caballería, ya retirado, se encuentra en un hospital militar aquejado de un
cáncer de próstata, con metástasis generalizadas, y no asistirá a su propio
juicio. Camps, tenido por el
carnicero de Buenos Aires, se
jactó públicamente de haber hecho desaparecer a miles de personas y sólo ha
lamentado que la dictadura no hubiera proclamado en su día el estado de guerra
interna para haber procedido a las ejecuciones tras la celebración de cortes
marciales.
El general Camps se ocupó
personalmente del secuestro, interrogatorio y tortura del periodista Jacobo
Timerman, quien, ya en el exilio, relató su experiencia en el libro Presos sin nombre, celdas sin
número, que fue objeto de
una serie televisiva de éxito en Estados Unidos. Camps, a su vez, no contento
con saber torturar mejor que el periodista, pretendió demostrar que sabía
también escribir mejor que él y publicó dos libros imputando a Timerman
conexiones con las finanzas de la organización de extrema izquierda Montoneros.
Otras víctimas destacadas
del general Camps son el actual subsecretario de Acción Docente, Alfredo Bravo,
y el ex secretario de Prensa del Gobierno de la provincia de Buenos Aires
Oswaldo Papaleo.
Sobre Camps y sus cinco
compañeros de banquillo pesan, entre otros supuestos delitos, el asesinato,
tras tortura, de varios estudiantes secundarios de La Plata, capital de la
provincia bonaerense, que habían protestado por la subida de los autobuses
escolares.
Entre el martes y el
miércoles últimos, 182 testigos reconocieron por la mirilla de un biombo a los
seis procesados, a Camps en su hospital y a los restantes en la Corte. Ayer los
policías federales encausados tuvieron que someterse al reconocimiento de viva
fuerza y obligados con la misma contundencia a vestir ropas civiles, las que se
supone utilizaban durante sus operaciones de secuestros y torturas.