29/6/85

El presidente estudia una amnistía para los militares implicados en la represión (29-6-1985)

Juristas de la máxima confianza del presidente argentino, Raúl Alfosín, estudian una futura ley de punto final, que pueda ser promulgada inmediatamente después de las sentencias contra las tres primeras juntas militares, previstas para los meses de agosto o septiembre próximos. Esta ley evitaría el juzgamiento en cascada de cientos de militares relacionados con la represión ilegal; juzgamiento, por otra parte, inviable, dado que las fuerzas armadas no tienen la menor intención de dejarse procesar en masa. Dónde colocar el punto final a los juicios de Buenos Aires es, precisamente, la mayor preocupación institucional y jurídica del Gobierno radical.

En anteriores estudios jurídicos -desechados- se establecía una amnistía para quienes participaron en la guerra sucia contra la subversión, amnistía de la que quedarían excluidos los nueve triunviros de las tres primeras juntas y una lista pequeña de jefes y oficiales distinguidos por su personal y pública ferocidad. La nueva variante en estudio descartaría la amnistía -en el entendimiento de que determinados crímenes no pueden ser amnistiados ni olvidados- y se orientaría hacia una interpretación casuística del principio militar de obediencia debida.Se insistiría en la tesis de cargar la mayor parte de las responsabilidades en las cúpulas castrenses que diseñaron la represión como un trabajo de estado mayor, y, de ahí para abajo, sólo se sometería a proceso a los jefes, oficiales y suboficiales directamente comprometidos con la comisión de atrocidades tales como torturas, violaciones u homicidios cualificados. El resto de la tropa, aun cuando se encontrara inmersa en la comisión de actos ilícitos, sería exonerada por obediencia debida.

El presidente Alfonsín intentaría así hallar una salida digna, un punto final consecuente, posibilista y no demasiado alejado de la justicia, a las presiones que está recibiendo de parte de las organizaciones defensoras de los derechos humanos -particularmente las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para enjuiciar pormenorizadamente a los culpables, y de la nueva cúpula militar que acepta el procesamiento de las juntas, pero se resiste a que los procesos se extiendan a los mandos intermedios o inferiores.

Galtieri y Menéndez

La sesión del juicio contra las juntas celebrada el pasado jueves colocó en la picota a los generales Leopoldo Galtieri y Benjamín Menéndez. Galtieri, ex presidente de la República, responsable de la ocupación de las islas Malvinas, profesionalmente torpe -el único oficial latinoamericano que suspendió el curso estadounidense de la Escuela de las Américas-, enfermo, alcohólico, populista, de trato simpático, apoyado en su prestancia física -se creía el Patton del Cono Sur por su parecido con el actor George Scott, que encarnó al general norteamericano en la pantalla-, quedó malparado. Su mejor defensa residía en que cuando asumió la presidencia de la penúltima junta, la represión ilegal prácticamente había cesado por consunción. Ya no había más que matar, y los asesinos serían en todo caso sus antecesores en el cargo.

La última esperanza (29-6-1985)

M. P.Raúl Ricardo Alfonsín parece la última esperanza salvadora pero siempre accesible y familiar. Con 59 años, casado, con cuatro hijos y con nietos, este abogado pueblerino de Chascomús (en las cercanías de Buenos Aires) no ha hecho otra cosa en su vida que política, Y, habiéndola hecho en la Argentina, no se le conoce ni la propiedad familiar de un automóvil.

Es ciclotímico y -afirman- proclive a la depresión, y su mayor debilidad estriba en ser amigo de sus amigos, hasta tolerarles -supuestamente- lo que no se permitiría a sí mismo. Alcanzó el Gobierno de una República hundida en todos sus frentes: siete años de dictadura militar, 30.000 desaparecidos en la guerra sucia contra la subversión, vaciamiento económico, 48.000 millones de dólares estadounidenses de deuda externa, derrota militar en las Malvinas...

En 18 meses de gobierno, con un partido dividido por los personalismos, con la oposición destruida en reinos de taifas, con una inflación del 1 % diario y la moral del país cuestionándose la viabilidad de Argentina como nación, recuperó el crédito internacional perdido; se enfrentó a su propia izquierda negándose a romper con el Fondo Monetario Internacional; selló la paz con Chile por el diferendo del canal del Beagle; procesó por decreto personal a tres ex presidentes de la República y a sus seis triunviros de junta militar; superó mediante la justicia civil una rebelión soterrada del más alto tribunal castrense, que se negaba a enjuiciar a sus pares; cercenó el presupuesto militar, y, tras dilatadas navegaciones por las esferas de la inflación, sus orígenes y sus remedios, salió al balcón de Perón en la Casa Rosada para prometer a sus conciudadanos una economía de guerra, llevada drásticamente a la práctica con congelación de precios, salarios y tarifas, reforma monetaria, cambio fijo del dólar estadounidense, paralización de la máquina de hacer dinero, ahorro obligatorio y penalizaciones financieras para quienes abandonen el país.

Pese a las torpezas de su partido, de sus amigos, de la oposición, de los sindicatos; pese a la pobreza generalizada y la economía de guerra; pese a que nadie repite ya esa trivialidad de que "¡Dios es argentino!"; pese a la profunda desesperación nacional -acaso por todo ello-, mejorará sus resultados electorales en las legislativas parciales de noviembre.

28/6/85

El jefe del Estado Mayor del Ejercito argentino defiende la democracia y condena el golpismo (28-6-1985)

El jefe del Estado Mayor del Ejército argentino, general Héctor Ríos Ereñú, hizo ayer las primeras declaraciones abiertamente constitucionalistas que formula un militar de su cargo desde la restauración de la democracia en este país. Ríos Ereñú dijo que "la primera y fundamental experiencia recogida por los militares es que a través del Gobierno militar el país no encuentra su solución política. Hay que admitir que es al ejercicio político al que le corresponde consolidar este sistema democrático". "Las fuerzas armadas", sentenció, "no pueden intervenir nunca más en un proceso político".

El jefe del Ejército de Tierra afirmó que "nunca en Argentina hubo un golpe militar sin consenso", que "...el juicio a los ex comandantes tendrá una solución final política avalada por un acto jurídico", y que "...las Madres de Plaza de Mayo no ayudan a la democracia".El acatamiento constitucional de Ríos Ereñú viene a aliviar la preocupación castrense por las gestiones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo contra los recientes ascensos militares aprobados por el Senado de la nación. Madres y Abuelas permanecieron 17 horas apostadas en el vestíbulo de la Casa Rosada como protesta por la negativa del presidente Alfonsín a recibirlas. Finalmente fueron acogidas en su despacho por el ministro del Interior, Antonio Troccoli.

Madres y Abuelas preguntaron al ministro sobre los recientes ascensos del ex jefe de la policía de Jujuy, Luis Arena; del coronel de la misma provincia, Mario Ledesma; del general Pedro Malagamba; del también general Naldo Dasso, y del coronel Juan Valentino, todos ellos relacionados en forma directa y activa -según la documentación en poder de las organizaciones de defensa de los derechos humanos- en la comisión de secuestros, torturas y asesinatos durante la dictadura militar.
Es la barrera que el presidente Raúl Alfonsín tiene en su decisión de enjuiciar los crímenes contra la humanidad cometidos por los militares y la solución política a la que alude el general Río Ereñú: no es posible enjuiciar pormenorizadamente a los responsables de aquella barbarie ni se podrían efectuar ascensos militares contando exclusivamente con quienes tuvieran limpio el uniforme.

Mientras tanto, la conducción del Movimiento Justicialista ha quedado en manos de la mesa del congreso hasta que el plenario a celebrar en Santa Rosa (la Pampa) el próximo 6 de julio designe las nuevas autoridades nacionales. Las dos fracciones peronistas en pugna han renunciado a las acciones judiciales anteriormente emprendidas.

El senador Oraldo Britos, primer vicepresidente del peronismorenovador (respaldado por la justicia electoral argentina) renunció públicamente a la conducción del partido en aras de la reunificación. Igualmente ha sido retirada la intervención judicial del partido en la provincia de Buenos Aires ante las supuestas irregularidades de su caudillo Herminio Iglesias. Éste ha convocado elecciones directas partidarias en su circunscripción, la primera en importancia del país.

No obstante, es unánime la opinión de que la división peronista se mantendrá y que esas elecciones terminarán siendo manipuladas por Herminio Iglesias. Dentro del peronismo ninguna figura respetada aparece por sobre los demás dirigentes como para concitar una voluntad mayoritaria, y la apelación a Isabelita Perón como jefa espiritual de los peronistas ya está agotada por consunción.

Vuelve a emerger, en estas vísperas de reunificación peronista, la figura incombustible de Lorenzo Miguel, líder metalúrgico de las 62 organizaciones peronistas -los sindicatos del movimiento- como artífice de -un trenzado de compromisos que permitan remendar el descosido Movimiento Justicialista. Lorenzo Miguel se reunió con el presidente Alfonsín el pasado miércoles tras cerca de dos años sin hablarse; ambos intercambiaron durísimas acusaciones mutuas durante la campaña de 1983.

25/6/85

Argentina recibe de sus acreedores un crédito de 4.200 millones de dólares (25-6-1985)

Tras 449 días de espinosas negociaciones, el comité de acreedores de Argentina aprobó el crédito de 4.200 millones de dólares estadounidenses esperado por este país. El primer tramo del crédito se desembolsará a mediados de agosto, y el segundo, el 11 de septiembre. Las nuevas medidas económicas del Gobierno de Raúl Alfonsín han sido decisivas para la concesión crediticia. Parece inminente la llegada a Buenos Aires de una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) -encabezada por el catalán Joaquín Ferrán, habitual veedor del FMI para Argentina- para verificar sobre el terreno el ajuste económico gubernamental.

A poco más de una semana de la aplicación de las primeras medidas deeconomía de guerra ha variado por completo la fisonomía financiera y comercial de Argentina. Dos hechos aparecen como insólitos: la cotización de la nueva moneda del país -el austral- en la Bolsa de Londres y la caída del dólar estadounidense negro o paralelo por debajo de su cotización oficial; en efecto, el dólar negro cerró la pasada semana a dos centavos negros de su valor oficial, fijado en 80 centavos por austral.Se estima que los precios al consumo subieron entre el 14 y el 21 de este mes un 2,7%, porcentaje altamente aceptable y previsto ante las filtraciones informativas sobre una posible congelación de precios. El control gubernamental, según anunció el propio Gobierno, descansa esencialmente sobre las denuncias de particulares y está surtiendo efecto.

Control de precios

Listas sectorizadas con los precios máximos de los artículos son difundidas gratuitamente por la Secretaría de Comercio, y por los canales de televisión se divulgan continuamente los números telefónicos que atienden las denuncias por infracciones. Entre 150 y 200 comercios en el gran Buenos Aires ya han sido clausurados por la Policía Federal al no respetar la congelación. Los precios mayoristas serán controlados por el Gobierno tras negociaciones empresa por empresa. Por el momento, los reajustes de precios concedidos a las empresas el pasado 12 de junio -antes del anuncio oficial del ajuste económico- han sido derogados con carácter retroactivo.Por todos los medios de información al alcance del Estado se insta a la población a defender la fortaleza del recién nacido austral y a evitar el redondeo de las operaciones comerciales. Dado que hasta el cambio del signo monetario podían llegar a desdeñarse márgenes de hasta 500 pesos y que pocos recogían del suelo un billete de 100 pesos, la ausencia de moneda fraccionaria está originando problemas insolubles. Se espera que en un mes estén ya en circulación los australes y sus monedas de diez, uno y medio centavo.

Empresas industriales y comerciales necesitadas de dar salida a sus stocks acumulados por la retracción del consumo saludan en los medios de comunicación la congelación de los precios y anuncian, como colaboración a la recuperación del país, rebajas de hasta un 20% en sus productos.

La oposición al Gobierno no ha formulado ninguna crítica global y frontal al plan antiinflacionario, limitándose los partidos políticos a expresar suaves dudas sobre su viabilidad y los sindicatos peronistas a denunciar que el reordenamiento de la economía pretende hacerse sobre mayores sacrificios de la clase trabajadora.

Argentina, Brasil y Uruguay intentan crear un frente internacional común sobre la deuda (25-6-1985)

Los ministros de Asuntos Exteriores de Argentina, Brasil y Uruguay se reunieron el pasado fin de semana en Punta del Este (Uruguay) con una agenda abierta en la que predominó el tratamiento de la deuda externa latinoamericana y las posibilidades de que se produzca una escalada en el conflicto de Centroamérica.

Dante Caputo, Olavo Setúbal y Enrique Iglesias (español de origen) acordaron impulsar gestiones conjuntas para la renegociación de la deuda externa de sus respectivos países y solicitar de los países ricos del hemisferio norte una mayor equidad en el tratamiento de los problemas económicos y financieros de América Latina.

Los tres cancilleres coincidieron en mostrar su preocupación por una posible escalada en el conflicto centroamericano, que afectaría a las frágiles democracias recién instaladas en el Cono Sur. Es moneda corriente entre los políticos suramericanos la tesis de que una solución de fuerza en Centroamérica trasladaría el foco de tensión hacia las naciones endeudadas y con fuertes conflictos sociales del Cono Sur.

La reunión de Punta del Este es uno de los primeros pasos hacia un eje Buenos Aires-MontevideoBrasilia, que estaría siendo promovido por el canciller Iglesias, ex secretario de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina).

Brasil sería el país inicialmente más inclinado a resolver sus problemas en solitario, pero la muerte de Tancredo Neves y la consecuente debilidad de su predemocracia y las recientes dificultades del presidente brasileño José Sarney para renegociar su deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), inclinarían a las autoridades brasileñas hacia algún tipo de frente latinoamericano.

Crear un club de deudores

El presidente Alfonsín, reacio al comienzo de su mandato hace 18 meses a la creación de un club de deudores, se ha deslizado hacia elfrentismo ante la dureza negociadora del Fondo Monetario Internacional. Uruguay -obviamente el país más débil- procura negociaciones conjuntas.Por otra parte, Argentina, Brasil y Uruguay cuentan en estos momentos con situaciones internas parejas -democracias o predemocracias recién instauradas y débiles- y mayorías gubernamentales afines, que en una traslación política forzada podrían ser calificadas de socialdemócratas. Los presidentes de los tres países inauguraron simbólicamente hace pocas semanas una línea de comunicación directa entre las tres casas de Gobierno para concertar sus posiciones.

Finalmente, el nuevo presidente del Parlamento latinoamericano, el senador argentino (radical) Luis León, acaba de declarar que "está avanzando el criterio de formación de un club de deudores, así como la posibilidad de pagar la deuda externa sólo a partir de un 15% o un 20% total exportador por cada nación".

23/6/85

Argentina solicitará mañana la extradición de tres presuntos terroristas detenidos en la Costa del Sol (23-6-1985)

Las autoridades argentinas solicitarán formalmente a España mañana la extradición de Raúl Guglielminetti, Juan Carlos Fotea y Alberto González, presuntos miembros de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina),  dirigida por Ambal Gordon, ya en prisión en Buenos Aires. A bordo de la fragata Libertad -buque escuela argentino que zarpaba para una nueva singladura de instrucción-, el presidente Raúl Alfonsín agradeció personalmente al embajador José Luis Mesía la cooperación de la policía española en la captura del hombre -Guglielminetti- más buscado por la policía federal en los últimos meses.

Presumiblemente las extradiciones serán solicitadas en Madrid por la Embajada Argentina. El vicepresidente de la república, Víctor Martínez, y el ministro del Interior, Antonio Troccoli, destacaron asimismo la excelente disposición de la policía española para capturar a esta célula del terrorismo ultraderechista presuntamente relacionada con extorsiones, secuestros y asesinatos comúnes. Guglielminetti, cabeza del grupo detenido en la Costa del Sol de Málaga, es un ultraderechista ligado a empresas de seguridad y profesional del amedrentamiento de trabajadores conflictivos. Relacionado con la banda de Aníbal Gordon y la Triple A, pasó durante la dictadura militar a trabajar para los servicios de información del Estado y directamente como custodio de personalidades de la Presidencia de la República.

En las fotografías que publica la prensa argentina se le advierte inmediatamente detrás del último presidente militar, general Renaldo Bignone, junto a Alfonsín el día de su toma de posesión, y protegiendo a Felipe González en su primera visita a Buenos Aires.

El pasado mes de mayo policías destinados al rastreamiento de las bandas parapoliciales y paramilitares heredadas de la dictadura allanaron una casa de Guglielminetti en la ciudad de Mercedes (en las proximidades de Buenos Aires). Los policías capturaron uniformes militares, explosivos y armas de guerra tales como ametralladoras británicas Sterling.

22/6/85

Las dos facciones del peronismo anuncian su reunificación (22-6-1985)

Las dos facciones en que se encuentra dividido el movimiento justicialista celebrarán los próximos días 6 y 7 de julio un congreso unificador en la localidad pampeana de Santa Rosa. Los principales responsables del peronismo nacido en el congreso de Río Hondo y los dirigentes designados en el congreso llevado a cabo en el teatro porteño Odeón llegaron a este acuerdo unificador tras una reunión celebrada en Buenos Aires.El peronismo odeonista eligió como presidenta del partido a Isabelita Perón y como primer vicepresidente a José María Vernet, un joven gobernador y recién llegado al movimiento. Lorenzo Miguel, histórico líder sindical metalúrgico, y Herminio Iglesias, caudillo del peronismo bonaerense, se reservaron cargos decisorios en la conducción del partido.

Los peronistas disconformes con la metodología mafiosa del congreso del Odeón celebraron el suyo a 1.000 kilómetros de Buenos Aires, eligiendo en Río Hondo. también a Isabelita como presidenta y al senador Oraldo Britos como vicepresidente primero. La justicia electoral falló la legalidad de los rihondistas o renovadores, negando representatividad partidaria a los odeonistas o históricos.

La confusión creada por la división del movimiento generó la descomposición del bloque parlamentario justicialista en cuatro agrupaciones de diputados y senadores. Representantes de todas las, facciones peronistas acordaron renunciar a la justicia electoral para solventar sus diferencias.

La posibilidad de presidir el peronismo reunificado -si el congreso de julio se realizara con éxito- fue ofrecida a Ítalo Argentino Lúder, candidato presidencial derrotado en las elecciones de 1983, que dieron el triunfo a Raúl Alfonsín y al radicalismo. Lúder, una figura respetable que ha permanecido ajeno a las luchas intestinas de su partido, declinó la oferta. El senador Vicente Leónidas Saadi, hombre que ha trabajado por la conciliación en los últimos meses, aparece como el más firme candidato a la conducción de un peronismo unificado.

Sin embargo, las bases para el congreso de Santa Rosa son muy débiles y aún es probable que en La Pampa vuelva a designarse, pese a su pétreo silencio, a la viuda de Perón como presidenta del movimiento con la finalidad de no porfiar por la cabeza del partido.

21/6/85

Previsible acortamiento del juicio contra las juntas militares argentinas (21-6-1985)

El proceso contra las juntas militares argentinas que gobernaron el país entre 1976 y 1982 podría acortarse en varios meses si el fiscal Julio César Strassera renuncia a la presentación de numerosos testigos. Esta posibilidad comienza a considerarse en medios de la fiscalía de la Cámara Federal de Apelaciones. Por una parte, los militares hasta ahora interrogados en calidad de testigos han desconocido unánimemente la desaparición, tortura y muerte de personas y carece de sentido proseguir con esta línea de interrogatorios que desembocan en una pared de negativas, ignorancia y masivas lagunas mentales.De otra parte, la testificación exhaustiva de los supervivientes de los campos de exterminio ha alcanzado ya a ciudadanos de varias provincias, a niños, adultos y ancianos, a impedidos físicos de ambos sexos, a miembros de diversos partidos políticos legales argentinos y a políticos y a profesionales de los más diversos gremios; la fiscalía estimaría innecesariamente acumulativa la continuación exhaustiva de estos interrogatorios.

La reducción del fiscal de su lista de testigos podría situar el final de la vista oral del proceso y las vísperas de las sentencias en el mes de agosto y no en octubre o noviembre, como se calculaba en un principio. Aunque los ayudantes del fiscal niegan la menor influencia del Gobierno sobre su estrategia, es patente la preocupación de la Unión Cívica Radical por el calendario del proceso.

En el mes de noviembre se celebrarán elecciones legislativas parciales (un tercio de las dos Cámaras) que serán indicativas de la nueva toma de posición del electorado, tras 23 meses de Gobierno democrático; para esa fecha ya se conocerá el éxito o el fracaso de la economía de guerra implantada por el Gobierno y se especula con la conveniencia de aproximar a noviembre las sentencias.

Finalmente, el juicio es un gigantesco aventador de basura que algunos estiman necesario recortar; desde el comienzo de la vista oral del proceso, han quedado severamente mal paradas la Iglesia católica, los dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo, el periodismo, la judicatura, la banca, el empresariado y, por supuesto, las Fuerzas Armadas.

16/6/85

La nueva moneda argentina, clave simbólica y psicológica del plan de estabilización anunciado por Raúl Alfonsín (16-6-1985)

Un austral por valor de 80 centavos de dólar estadounidense es desde ayer la nueva moneda argentina. El cambio del signo monetario es la clave simbólica y psicológica de un plan de reforma económica breve, sencillo y ortodoxo, que se completa con la congelación de precios, tarifas y salarios y el solemne compromiso de no volver a recurrir a la emisión de moneda para financiar el déficit público. En este fin de semana neblinoso del comienzo del invierno, los argentinos, siempre -y justificadamente- escépticos, no terminan de creerse que vivirán desde mañana bajo inflación cero.

Un presidente Alfonsín severo y admonitorio se dirigió en la noche del viernes a sus conciudadanos por la radiotelevisión, en cadena nacional, para anunciar estas decisiones, que calificó de "definitivas" no tanto porque sean las únicas posibles o las más indiscutidas, sino por cuanto implican, muy probablemente, la última oportunidad del país para no precipitarse en un caos financiero y social parejo al de la vecina Bolivia.Raúl Alfonsín apeló a la necesidad de clausurar el capítulo de la decadencia nacional, de escapar del atraso, la marginalidad y la dependencia. El presidente argentino, ojeroso, macilento, abotagado, con expresión de profundo cansancio físico, aludió por dos veces a la necesidad de reordenar la economía para salva guardar la democracia. "No es un proyecto", afirmó, "para salvar a un Gobierno, sino para preservar un sistema político". "Si el problema económico no es resuelto", dijo también, "acecharán graves riesgos políticos a la nación".

Alfonsín puso el acento radical -por la caracterología de su partido, la Unión Cívica Radical- aludiendo al trasfondo moral de la reforma decretada y al regeneracionismo y moralización implícitos en el objetivo prioritario de luchar contra la inflación. Señaló como principal peligro para los planes del Gobierno el escepticismo crónico y maligno de la sociedad argentina. "(...) parecería", terminó sus palabras, "que es tanta la frustración que se ha perdido la fuerza para luchar".

Veinticuatro horas antes, ahorristas y especuladores se precipitaron a lacity, y a media mañana eran los propios bancos quienes exigían al Gobierno el feriado financiero decretado para el día siguiente y mantenido hasta mañana o el martes. Millones de pesos argentinos se volcaron sobre las mesas de dinero para pujar por el dólar negro o paralelo, que ganó 30 puntos en media jornada, hasta estabilizarse en 1.055 pesos por dólar. Numerosos negocios cerraron sus puertas y era visible en los comercios la actividad febril de los empleados remarcando todos los precios. La ciudad salió a la calle de compras para invertir sus pesos a extinguir, acumulándose ante los comercios abiertos. Los titulares de tarjetas de crédito -una inflación del 1% diario ya había destruido mayoritariamente el dinero de plástico- reventaron sus topes crediticios hasta que desde la city se ordenó la inoperatividad de los pagos aplazados y el cierre de operaciones.

Picardía y escepticismo

La viveza, la picardía, la frustración y el escepticismo de una parte decisiva del pueblo argenti no -tal como advertiría el presi dente Alfonsín- se habían pues to a trabajar. Un emprendedor caballero se acercó a la oficina de patentes en un intento tardío de registrar a su nombre la utilización de la palabra austral -la denominación de una compañía privada de aviación- y obtener del Gobierno una compensación por la emisión de cada nuevo billete.

Tras el alegato moralizante y regañón del presidente Alfonsín compareció ante la, cadena nacional de radiotelevisión el ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille, un tecnócrata sin afiliación partidaria. Suavemente, con claridad exoositiva y abundamiento de ejemplos domésticos, explicó que no se trataba, como en ocasiones anteriores, de restar ceros a la moneda para comodidad de las contabilidades -la última Junta Militar transformó en 1982 el peso ley en peso argentino, restándole cuatro ceros porque los ordenadores del Banco Central tenían problemas para expresar visualmente los cálculos de la deuda externa-, sino 'de una reforma en profundidad de la estructura y la mentalidad económica del país, viciada la inflación.

El déficit público argentino -según el ministro- arrastra la doble carga del pago de los intereses de la deuda externa (48.000 millones de dólares es el monto inicial de la deuda) y la inmoralidad fiscal del país, en el que lo extraño es cobrar y pagar los impuestos directos. Los aumentos de tarifas en las naftas y los servicios públicos -dos tarifazos consecutivos en menos de 15 días- tenderían así a aumentar la recaudación fiscal indirecta y a evitar despidos en el sector público. Un proyecto de ley de ahorro obligatorio, actualmente en el Congreso, y un plan de ahorro público que preserve igualmente los empleos, el salario mínimo (70 dólares estadounidenses) y el Plan Alimentario Nacional (una iniciativa gubernamental de socorro y asesoramiento alimenticio y asistencial para los segmentos más deprimidos de la población) apoyarían el compromiso público y solemne del Gobierno de no volver a solicitar créditos al Banco Central, dejando inactiva la máquina de hacer dinero.

Para romper la inercia inflacionaria y el automatismo de la indexación de la economía, los precios y las tarifas quedan congelados por tiempo no determinado (se estima que entre 60 y 90 días) a partir de las cero horas de mañana y con arreglo a los valores de las cero horas del pasado jueves. Se harán públicas y se difundirán masivamente las oportunas listas de precios máximos, y se apela a la población para denunciar las infracciones. Los salarios quedarán congelados el 1 de julio, tras recibir el aumento acordado de un 22,6%, y las pensiones, en la misma fecha, tras su aumento del 25,1%.

Finalmente, el secular peso, tras sus etapas de peso fuerte, peso ley, peso argentino, sucumbe ante la inflación y es sustituido por el austral, al cambio fijo y obligado de 80 centavos de dólar estadounidense por austral. Los pesos en circulación serán utilizados restándoles tres ceros y los almacenados en el Banco Central saldrán a la calle sellados con su nuevo valor hasta la aparición de los flamantes australes. Una tabla de conversión decreciente resolverá los problemas de los deudores y acreedores en pesos o en moneda extranjera.

Los sindicatos decretan el estado dee movilización y alerta (16-6-1985)

Un vasto plan de explicación y convencimiento fue puesto en marcha por el Gobierno radical de Raúl Alfonsín para recabar el apoyo de las fuerzas políticas y sociales a su proyecto de lucha contra la inflación. El rninistro de Trabajo, Barrionuevo, convocó a la Confederación General del Trabajo (CGT), que no acudió a la cita tildándola de inoportuna e inoperante.

Movilización sindical

La CGT, al conocer los alineamientos generales del plan gubernamental, decretó el estado de movilización y alerta de todas las organizaciones obreras del país y convocó "a los partidos políticos, entidades representativas de la producción y expertos económicos y sociales para armonizar una acción común tendente a la efectiva articulación de un plan defensivo de la producción y el trabajo nacional".El violento enfrentamiento de la CGT reside, tanto en que estima que el proyecto antiinflacionario está inspirado por el Fondo Monetario Internacional, como en que el Gobierno lo ha sacado en solitario sin concertación previa con los sindicatos.

El ministro del Interior, Troccoli, sí logró explicar las intenciones del Gobierno a los dirigentes políticos de la oposición, que expresaron con cautela críticas generalizadas al proyecto, haciendo hincapié en la duda de que la Casa Rosada pueda funcionar sin emitir moneda espúrea y en la eficacia del control de los precios.

Los empresarios apoyan

De los cuatro bloques de diputados peronistas sólo dos concurrieron a la cita del ministro, y aún así las dos fracciones presentes no pudieron unificar un criterio ante lo expuesto.No concurrió a la cita la representación del peronismo legal, liderada por el senador Oraldo Britos.

Altos funcionarios de Economía y Comercio citaron en sus despachos a 300 empresarios industriales, y el propio ministro, Juan Sourroulle, se entrevistó con los gerentes de las empresas libres.

Las reuniones se celebraron en privado, pero trascendió que los empresarios otorgaron un apoyo escéptico a los planes del Gobierno, coincidiendo, no obstante, con él en que la declinación generalizada del país resulta inevitable con los actuales índices de inflación.

El canciller Dante Caputo informó a los obispos católicos del alcance de las medidas adoptadas. Por el momento, no ha trascendido la menor opinión de la jerarquía católica argentina.

15/6/85

El Gobierno argentino congela precios y salarios durante dos meses y sustituye el peso por una nueva moneda (15-6-1985)

A las nueve de la noche de ayer (dos de la madrugada de hoy, hora peninsular), el presidente Raúl Alfonsín se dirigió al país por radio y televisión para anunciar los detalles de la economía de guerra que intentará extraer a la nación del pozo de un índice oficial inflacionario del 1% al día. Tras el presidente tenía previsto tomar la palabra el ministro de Economía, Juan Vital Sourroulle, un técnico extrapartidario, para enumerar los aspectos terroríficos de esta cirugía de caballo: sustitución del peso argentino por el austral; supresión de tres ceros a la moneda; congelación de precios, salarios y tarifas por un mínimo de 60 días, y firme y público compromiso del poder ejecutivo de no volver a emitir moneda para sufragar el déficit público.

Buenos Aires ha quedado conmocionada, especialmente por cuanto en un país en el que parecía impoble guardar el menor secreto, se desconoció hasta el jueves el proyecto gubernamental elaborado en el más absoluto de los sigilos. Desde ayer hasta el martes o miércoles próximos -aún no está decidida la apertura de las oficinas- han sido declarados festivos en la banca para evitar una masiva retirada de fondos y la conversión de los pesos antiguos en dólares estadounidenses. Aun así, el jueves, el dólar negro trepó violentamente un 30% en 24 horas alcanzando la cotización récord de 1.055 pesos por dólar.El plan económico del Gobierno radical, que se ajusta peligrosamente al apellido del partido regido por Raúl Alfonsín, trata de reducir a cero y por decreto una inflación diaria del 1% y, acumulada, de más del 1.000% anual. El tratamiento de choque será tal que exigirá la muerte del peso argentino vigente desde la colonia. Durante algunas semanas permanecerán vigentes los actuales pesos almacenados en el banco central, que serán puestos en circulación sellados con su nuevo valor; paulatinamente entraran en circulación los nuevos australes, ya impresos desde hace un mes. El Gobierno tiene tal interés en el cambio de la moneda que los pesos se cambiarán cada día, desde el martes, perdiendo un punto por jornada. Se espera que en 90 días haya desaparecido de la circulación el histórico peso.

Estados Unidos, informado

El Gobierno asumirá el compromiso de no emitir más papel moneda, reduciendo la inflación a, cero y eliminando la indexación de la economía (incremento mensual de los pagos aplazados). Se había previsto un tipo de cambio liberado, pero con precio fijado. Para afrontar el retiro masivo de divisas el Tesoro estadounidense -previamente informado y conforme con este plan de economía de guerra- aportaría los fondos en dólares precisos para evitar un colapso financiero. Las tasas de interés quedarán fijadas entre un 2% y un 4%, y precios, salarios y tarifas serán congelados entre 60 y 90 días. Sólo se respetará el aumento mensual de salarios de junio que asciende a un 22,59%.

En un principio la nueva moneda argentina fue bautizada como patacán austral (patacán fue una moneda colonial de plata) pero el propio Alfonsín redujo su nominación al apellido para significar el carácter periférico del país y su interés en los archípiélagos australes, la Patagonia y la Antártida. Desde la próxima semana un dólar estadounidense valdrá 0,80 australes. Un plan complementarlo acordará antes de 90 días la inevitable reducción del gasto público exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante se sabe que el Gobierno se resistirá a despidos en la Administración.

El país, agolpado a las puertas de los bancos cerrados, permanece estupefacto a la espera del mensaje presidencial: sencillamente nadie creía en el valor moral de la acosada presidencia para llevar la anunciada economía de guerra hasta estas últimas consecuencias. La reacción de las diferentes fuerzas políticas y sociales, de los sindicatos, es variada. Nadie discute el propósito de no seguir emitiendo papel moneda, aunque se duda de que pueda ser cumplido.

Los sindicatos y las fuerzas de izquierda extraparlamentaria reprochan al Gobierno haberse plegado a los dictados del Fondo Monetario Internacional a costa del hambre del pueblo. Empero, la sensación generalizada de la calle es de alivio, pese a la seguridad de que los tiempos que vienen serán de estrechez y penurias obligadas.

El ciudadano medio argentino terminó de entender la pesadilla económica desatada por la hiperinflación cuando en los periódicos comenzaron a aparecer anuncios ofreciendo la devolución íntegra del precio de un automóvil en 90 días si se compraba en efectivo y al contado.


Una ex funcionaria de la Administración de Carter testifica en el juicio de Buenos Aires (15-6-1985)

Patricia Derian, escritora estadounidense de 56 años, ex subsecretaria de Derechos Humanos en la Administración de Jimmy Carter, compareció el jueves ante la 351 sesión del juicio de Buenos Aires, seguido contra tres juntas militares argentinas. La sucesión, día tras día, de horripilantes testimonios, relatados de primera mano por los propios desaparecidos y torturados, restó dramatismo al testimonio de la ex funcionaría estadounidense, pero procesalmente sus declaraciones fueron demoledoras para los encausados.Diecisiete de los 22 abogados defensores abandonaron la sala de justicia cuando Derian subió al estrado para prestar juramento de veracidad. Entre comentarios jocosos, irónicos y hasta obscenos, los abogados permanecieron en una cafetería próxima al palacio de los tribunales durante las tres horas que duró su testimonio.

Derian relató sus tres viajes oficiales a Argentina, en marzo, agosto y noviembre de 1977, en lo que mantuvo, entre otras, entre vistas con el presidente Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Massera y el ministro del Interior general Albano Harguindeguy. Videla le admitió que era muy difícil controlar al personal de menor rango, especialmente a aquellos que habían visto morir a sus cama radas a manos de los terroristas con lo que reconoció que tenía conocimiento de la violación de los derechos humanos en el país.

Massera la recibió en la propia Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) y le aseguró que las torturas y los asesinatos estaban siendo cometidos por el Ejército y la aviación. Derian le colocó sobre la mesa un plano del primer piso de la Esma y le señaló las cámaras de tortura. "Massera sonrió, hizo el gesto de lavarse las manos y me preguntó: '¿Usted recuerda lo que pasó con Poncio Pilatos?', declaró Derian.

Delegaciones de la cancillería argentina respondieron a sus requerimientos en las tres ocasiones contestando mediante un esquema prefijado y constante.

Todos los altos mandos militares con quienes se reunió la funcionaria intentaron convencerla ole que la desaparición de personas resultaba inevitable y que formaba parte necesaria de la naturalezade una guerra sucia contra un poderoso enemigo interior.

13/6/85

El Gobierno argentino adopta severas medidas de austeridad tras el acuerdo con el FMI (13-6-1985)

El cambio oficial del peso argentino respecto al dólar ha sido aumentado en un 18% (lo que implica una devaluación real del 15%); las retenciones a las exportaciones aumentaron entre un 7% y un 12%; los gravámenes para la importación se elevaron en un 10%; los reembolsos a la exportación quedaron reducido! a cero; el redescuento por liquidez se redujo en un punto, y los combustibles aumentaron ayer entre un 12% y un 20% (a primeros del mes en curso ya habían aumentado en un 30%). Al tiempo se espera inminentes subidas en los precios en el sector de los transportes.Se trata de un ajuste clásico tendente a mejorar la balanza de pagos del país incrementando las exportaciones y disminuyendo las importaciones, y a reducir el déficit fiscal, pero las medidas ponen el acento mucho más en este último aspecto. En los medios financieros argentinos se especulaba fuertemente anoche con la posibilidad de un próximo congelamiento general de precios y salarios para evitar caer en el modelo israelí.

Preocupa a los empresarios el gravamen a las importaciones, por cuanto retraerá aún más la debilitada industria argentina; en cuanto al aumento de las retenciones sobre las exportaciones, ello permitirá al fisco hacerse a corto plazo con unos 250 millones de dólares adicionales; los embarques de grano aportan anualmente unos 4.000 millones de dólares, pero ya se ha exportado por valor de 2.500 millones en los cinco primeros meses del año.

El aumento de aranceles no supondrá al Estado más de 200 millones de dólares, suponiendo que en la segunda parte del año se importe por 2.000 millones de dólares. Poco dinero, en suma, para afrontar las deudas argentinas. Todo el énfasis se ha puesto en la recaudación fiscal indirecta como compensación a la escasa proclividad ciudadana a pagar sus impuestos.

Satisfacción del FMI

Jacques de Larosiére, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), comunicó el martes al Gobierno argentino su disposición a apoyar el programa de ajuste económico previamente acordado en Washington entre delegados argentinos y el FMI. Ello supone que Buenos Aires queda en libertad de retirar los fondos del crédito stand-by (de disposición inmediata) otorgado en diciembre y congelado por los incumplimientos argentinos de sus anteriores acuerdos económicos con el Fondo Monetario Internacional.En la ciudad de Nueva York, William Rhodes, presidente del comité bancario acreedor de Argentina, se congratuló de las medidas económicas adoptadas por el Gobierno de Raúl Alfonsín y declaró que ellas permitirán completar el crédito de 4.200 millones de dólares al país; al tiempo se espera que la actitud colaboradora argentina permita disipar las dudas de algunos países europeos convocados para un crédito de salvamento por 450 millones de dólares.

La clase política y sindical, con excepción del radicalismo ha puesto el grito en el cielo en el entendimiento unánime de que el ajuste económico de Alfonsín reduce a mínimos las posibilidades de una concertación social con los sindicatos, reduce las expectativas de aumento de los puestos de trabajo y castiga a los asalariados con una mayor presión fiscal indirecta.

El Gobierno ha debido albergar sentimientos de mala conciencia, por cuanto el anuncio de las nuevas medidas económicas se efectuó solapadamente, mediante comunicados oficiales, sin una conferencia de prensa explicatoria.

A título individual, portavoces del partido en el Gobierno aducen que la contrapartida a estas medidas hay que buscarla en la negativa de Raul Alfonsín a reducir drásticamente el gasto público, privatizar las grandes empresas estatales deficitarias y amputar la gigantesca burocracia del Estado que sirve de amortiguador contra el paro.

9/6/85

Argentina consigue un préstamo-puente de 900 millones de dólares (9-6-1985)

La República Argentina alcanzó el viernes un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que abre las puertas a un préstamo-puente de 900 millones de dólares, unos 155.000 millones de pesetas, y evita que mañana el país sea incluido en la categoría de subestándar -insolvente- por la banca acreedora internacional. "Este acuerdo permitirá al Gobierno comenzar en el sector externo una etapa de reconstrucción de la economía", afirmó el presidente Raúl Alfonsín.

El acuerdo se basa en una estimación inflacionaria del 615% anual entre los meses de abril del presente año y el mismo de 1986, una devaluación más o menos inmediata del peso argentino del 12% y un fuerte incremento en términos reales de las tarifas de los servicios públicos.De acuerdo con la información oficiosa trascendida tras el acuerdo, el o bjetivo de un 152% de inflación anual se intentará alcanzar partiendo de una inflación en mayo del 30%, reduciendo dos puntos mensuales hasta abril de 1986, con lo que se llegará a un 8% mensual.

Como parte de los acuerdos, el Tesoro de Estados Unidos resolvió un crédito-puente por 900 millones de dólares que podría ser co-suscrito por España, con Venezuela, Colombia y una nación asiáticaaún no especificada. Con esta suma, Argentina hará frente a los intereses atrasados de su deuda externa, que rondan entre los 900 millones y 1.200 millones de dólares.

El acuerdo global con el FMI habría fijado un ajuste económico clásico con restricciones monetarias, altas tasas de intereses, fuertes reducción, del déficit del sector público -mayor presión tributaria, aumentos tarifarios y recortes en el gasto- y contracción del salario real. La economía de guerra, en suma, prometida por el presidente Alfonsín a su pueblo el pasado 26 de abril.

El acuerdo con el FMI preserva aumentos salariales de hasta un 90%. de la inflación, pero contempla aumentos de tarifas -transportes, naftas, teléfono, electricidad, gas- por encima de la inflación mensual. Ya, para el próximo martes, está comprometido un aumento del 15% en los combustibles, tras el aumento del 30% efectuado hace sólo tres días.

El crédito obtenido por Argentina para evitar su inminente insolvencia deberá ser devuelto en un plazo aproximado de cuatro meses, plazo en el que el FMI establecerá si el país cumple con sus acuerdos en materia de economía, en cuyo caso Buenos Aires recibiría, los dos tramos pendientes del crédito stand-by otorgado el año pasado.

Finalmente, el acuerdo Argentina-FMI allanó el camino para obtener los 4.200 millones de dólares en nuevos préstamos de la banca privada para atender el resto de las obligaciones de la deuda externa, evaluada, sin intereses acumulados, en 50.000 millones de dólares.

6/6/85

Alfonsín reúne a la cúpula castrense, que teme nuevos juicios contra militares (6-6-1985)

El presidente Raúl Alfonsín reunió a la cúpula militar argentina en una cena celebrada el martes en su residencia de Olivos. El objetivo del encuentro fue limar asperezas entre el Ejecutivo y las fuerzas armadas, especialmente ante la creciente preocupación castrense por el enjuiciamiento de mandos intermedios implicados en la guerra sucia contra la oposición durante el pasado régimen Alfonsín reiteró la imposibilidad de interferirse en la actuación de la justicia civil.Junto al nuevo ministro de Defensa, Roque Carranza, asistieron el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Teodoro Waldner, y los titulares de Tierra, Héctor Ríos Ereñú Aire, Horacio Crespo, y Armada, Máximo Rivero. Reuniones de este tipo son frecuentes en la metodología de trabajo del presidente Alfonsín, que también asiste a almuerzos en comandancias o en el acantonamiento del I Cuerpo de Ejército.

El principal temor de los militares argentinos consiste en que, al margen de los procesos incoados contra las tres primeras juntas que gobernaron el país entre 1976 y 1982, el forcejeo entre la justicia militar y la civil termine en juicios ante la Cámara Federal de Apelaciones y en condenas individualizadas.

5/6/85

Rechazada una impugnación del juicio a las Juntas argentinas (5-6-1985)

La Cámara Federal de Apelaciones de Buenos Aires rechazó el lunes la impugnación del juicio a las primeras tres Juntas militares formulada por el defensor del ex presidente Roberto Viola. El letrado José María Orgueira, el más conflictivo del proceso, solicitó la suspensión del juicio por presuntas irregularidades cometidas por el fiscal Julio César Strassera, que había entrevistado previamente a sus testigos. A tenor de Orgueira, éstos testificaron inducidos por la fiscalía.

La Cámara Federal de Apelaciones de Buenos Aires -que fue ovacionada por el público y éste a su vez recriminado por los camaristas- calificó de "insólita" la argumentación y la rechazó de plano."No se explica", aducen los jueces, "cómo habría el fiscal de cumplir con la carga legal de probar, si ella la llevara a cabo a ciegas, sin conocer siquiera el grado de pertinencia de tal o cual testimonio y más aún cuál es la realidad de los hechos sobre los que apoyará su pretensión en el juicio. (...) En naciones donde el sistema acusatorio en causas criminales tiene arraigada tradición y uniforme vigencia como Estados Unidos, la entrevista previa a los testigos es considerada un obvio deber de las partes".

Testimonio de periodistas

En la vista del pasado lunes destacaron los testimonios de dos conocidos periodistas porteños: Máximo Gaínza, director de La Prensa,y Mariano Grondona.La Prensa, el gran diario liberal argentino enfrentado al primer peronismo, se encuentra actualmente al borde del cierre ante la caída vertical de su número de lectores y anunciantes. Opuesto igualmente al Gobierno radical, el periódico permanece refugiado en un ultraconservadurismo nihilista.

Máxlimo Gaínza testificó que el comienzo de la dictadura militar contó con el beneplácito de un enorme sector de la población argentina y expresó su sorpresa ante la cantidad de gente que hoy dice no saber nada de lo que estaba pasando (por los desaparecidos); "será porque no quisieron verlo".

El director de La Prensa reveló que el diario recibió fuertes presiones para dejar de publicar información sobre personas desaparecidas, boicoteos publicitarios y órdenes directas de autoridades militares.

3/6/85

Anulado el sobreseimiento militar del juicio contra el teniente Astiz (3-6-1985)

La Cámara Federal de Apelaciones de Buenos Aires anuló en la mañana del pasado viernes, antes de la sesión vespertina de la vista oral contra las tres primeras Juntas Militares, el sobreseimiento militar del juicio seguido contra el teniente de navío Alfredo Ignacio Astiz por el secuestro y desaparición de la ciudadana argentina-sueca Dagmar Hagelin.

El teniente Astiz ha adquirido triste renombre mundial. Integrante de uno de los grupos de tarea de la Escuela de Mecánica de la Armada, se infiltró bajo los seudónimos de El ángel rubio o Gustavo Niño entre las Madres de Plaza de Mayo, y participó supuestamente en la desaparición de una de ellas y de dos monjas francesas, todas tenidas por asesinadas. Igualmente, fue identificado como el oficial naval que detuvo, hiriéndola por la espalda de un disparo en la cabeza, a la muchacha de origen sueco Dagmar Hagelin, de 17 años, malamente apresada en un operativo equivocado montado en los alrededores de su domicilio y destinado a la captura de otra persona.Astiz y sus hombres metieron a Dagmar, malherida, en el portamaletas de un taxi detenido a punta de pistola y la trasladaron a la Escuela de Mecánica de la Armada. Posteriormente, ingresados en centros clandestinos de detención admitieron haber visto a la muchacha en un reducto de la Armada en Mar del Plata, víctima de serios problemas neurológicos. Nada se ha vuelto a saber de ella pese a las presiones del Gobierno sueco.

Astiz, alcanzó también notoriedad al haber comandando, en calidad de capitán de navío, un grupo de infantería de Marina -Los Lagartos- que ocupó las Georgias del Sur durante la guerra de las Malvinas. Se rindió a las tropas británicas sin disparar un tiro ni sufrir bajas, y por ello se encuentra encausado ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Preso en Gran Bretaña, fue devuelto a Argentina pese a haber sido reclamado por la justicia francesa. La justicia militar reclamó para sí el caso y en marzo del presente año, tras tres meses de prisión militar preventiva, decretó el sobreseimiento de la causa. Ahora una instancia superior civil -la Cámara de Apelaciones- ha decidido anular el sobreseimiento.

Astiz compareció de uniforme de gala y con un pie enyesado a la Cámara, en la primera comparecencia pública de un oficial de las Fuerzas Armadas argentinas a una vista oral (los nueve triunviros aún no han compar ecido ante sus propios juicios). La importancia de su procesamiento reside en que su figura ha sido convertida en símbolo por parte de la Armada.

2/6/85

Buenos Aires, anegado por el agua bajo la peor tormenta del siglo (2-6-1985)

Catorce muertos, cerca de 30 desaparecidos y unos 90.000 evacuados es el resultado provisional de una tormenta de agua que el viernes anegó Buenos Aires. Más de 150 kilómetros cuadrados permanecen inundados, y el presidente Raúl Alfonsín, que había viajado a provincias, no pudo regresar a la capital ante el corte de las carreteras y el cierre de los dos aeropuertos porteños. Son las peores inundaciones en Argentina en lo que va de siglo. El meteoro comenzó a inquietar en la noche del jueves.

Dada la violencia de las precipitaciones del jueves y del mediodía d el viernes, el caos se había apoderado de la capital federal tras 24 horas de lluvias ininterrumpidas.Cuando las columnas de los pluviómetros alcanzaron los 306 milímetros (récord en los últimos 100 años) se desbordó el arroyo Maldonado, que corre entubado bajo la ciudad; la avenida Juan B. Justo, gran diagonal que divide en dos la capital federal, quedó convertida en un canal con trechos de hasta dos metros de agua. A su vez se reproducían las multidivisiones entre los distritos que conforman el Gran Buenos Aires y entre éstos y la capital.

A media mañana de ayerel Ministerio de Educación bonaerense suspendió las clases en los colegios y ordenó la retención de los alumnos en las escuelas hasta que pudiera garantizarse su traslado a sus respectivos domicilios. La banca y las oficinas del Gobierno comenzaron a cerrar sus puertas ante la ausencia forzada de la mayoría de sus empleados, y por el centro de Buenos Aires se empezó a navegar con botes.

Los 14 muertos contabilizados hasta la mañana del sábado lo fueron principalmente por electrocutamiento, al caer sobre las calles líneas de alta tensión y rayos, y en menor medida por ahogamientos. Dos hermanas de 11 y 10 años perecieron al ser succionadas por una boca de alcantarilla destapada; tal fue la fuerza de la inundación urbana. El número de desaparecidos -esa maldición de la vida argentina- es aún incierto dada la interrupción de las comunicaciones y el aislamiento telefónico, pero se estima que se aproxima a una treintena de casos fatales. El 75% de la red telefónica y de los suministros de gas y electricidad quedó desactivado.

Los regimientos de Infantería del Primer Cuerpo de Ejército permanecen movilizados para tareas de evacuación y asentamiento que ya alcanzan a unas 90.000 personas. En un quiebro de la reciente historia argentina, se han habilitado las instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, símbolo del horror de la dictadura militar. Ciento cuarenta kilómetros cuadrados en los aledaños de la capital federal permanecían el sábado bajo las aguas.