16/11/09

El pabellón de la calavera y las tibias (16-11-2009)

En el siglo XVIII, los bucaneros del pabellón negro eran colgados en lo más alto del palo de mesana allá donde se les encontraran; hoy pareciera que estamos negociando de Estado a Estado con unos desharrapados del Cuerno de África, en una situación que relataría mejor Emilio Salgari que Mari Tere de la Vega y que nos retrotrae a Sandokán, al portugués Yáñez y a los tigres de la Malasia, y eso que eran piratas buenos. Contra lo que nos dicen los telefilmes estadounidenses y lo políticamente correcto lo primero que hay que hacer cuando te secuestran es pagar y sólo luego llamar a la policía.
El rocambolesco caso del Alakrana nos ilustra de cómo las autoridades son expertas en convertir lo fácil en difícil. Primero se convence al armador para que pague ofreciéndole compensaciones fiscales bajo cuerda y, si no, el Estado de sus fondos reservados, que para eso se conocen como fondos de reptiles. Eso es ilegal pero consuetudinario, y no es la primera vez que un político de alcurnia, secuestrado por ETA, es liberado con dinero de los Servicios. En estos asuntos más vale abrazarse al cinismo so pena de acostarse con la melancolía.

La captura de dos piratas en patera por una de nuestras fragatas es hazaña de un mal cómic y traerlos a Madrid es una garzonada digna del que asó la manteca, como si se tratara de acopiar rehenes para un intercambio. Las peripecias del piratito pasando de juez a juez según su presunta edad mueven al llanto; sólo nos ha faltado analizarle los cojoncillos para ver si es menor. Los solapamientos entre Zipi-Moratinos y Zape-Chacón han hecho pensar a las familias que nunca verían más a sus parientes, y el gabinete de crisis devino en crisis de gabinete. En este desaguisado el Gobierno ha llegado a alardear de sus gestiones ante el «primer Ministro» somalí como si en Mogadiscio hubiera un Estado y Somalia fuera otra cosa que un desierto parcelado entre señores de la guerra. La última ha sido la exigente admonición de Zapatero sobre la metáfora de los tres monitos que ni hablan, ni oyen ni ven. Cerrojazo a los medios de comunicación y hasta a las mujeres de los atuneros. ¡Qué cómodo gobernar así!

Al final de esta pesadilla chusca será una agencia inglesa especializada en secuestros extorsivos quien lleve discretamente el dinero a las riberas somalíes, y tendremos que pagar sus carísimos servicios. La Infantería de Marina no puede embarcarse en nuestros pesqueros por no convertirlos en buques de guerra, pero los vamos a poblar de mercenarios sin experiencia en estas lides. ¿Y si se marean?

12/10/09

La paz siempre tiene mala suerte (12-10-2009)

Ni Leire Pajín en su ensueño del encuentro planetario de los dos grandes machos pudo intuir que le dieran el Nobel de la Paz a Barack Obama. Y es que los criterios de la Academia noruega son misteriosos e inextricables. Diecinueve veces quedó desierto este premio y esos fueron sus mejores aciertos porque la paz es precaria, escurridiza, y supone algo más que ausencia de conflicto. Este Nobel empezó en 1901 con buen pie premiando al helvético Jean Henri Dunant quien fundó la Cruz Roja Internacional tras vagabundear por el campo de batalla de Solferino (1859. Lombardía) donde Francisco José I, Napoleón III y Víctor Manuel II de Cerdeña se midieron las costillas. Pero la paz tuvo la mala suerte de no reconocer nunca a Florence Nightingale, madre de la enfermería.

Las cosas se torcieron ya en 1906, cuando reconocieron al presidente Theodore Roosevelt, patrocinador de la política internacional del garrote y el hablar quedo. Podían premiar al doctor Albert Schweitzer tocando su piano en la leprosería africana de Lambarene, pero jamás se les ocurrió a los jurados noruegos galardonar al Mahatma Gandhi indiscutible apóstol moderno de la no violencia. Dándoselo a Henry Kissinger justificaban la escalada del bombardeo estratégico sobre el norte de Vietnam para ablandar las conversaciones de paz en París. Menagen Begin, primer ministro israelí, mandó el Irgún, la mayor organización terrorista de Palestina, y Yasser Arafat dedicó más esfuerzos a la barbarie indiscriminada que a la política, y fue honrado casi al tiempo que Nelson Mandela, cordero de Dios.

Cuando hace dos años se lo dieron a Al Gore y su peripatesis climática alrededor del mundo reclutando pulgarcitos para su alarmista causa, debimos suponer que el más deshuesado márketing se había instalado en el ya haraposo Premio Nobel de la Paz, fondo de reptiles y cinismos. La obamanía tenía que imponerse hasta el ridículo. Se vende el método Obama para triunfar en los negocios o ganar amigos. Se prima lo que parece sobre lo que es. No hace falta hacer nada sino pulsar una esperanza. Hacen falta nueve meses para hacer un hombre y a Obama le han sobrado para levantar un Nobel. Dice que no se lo merece, y en eso no miente, pero le servirá para doblar las tropas en Afganistán. Ese gatuperio de la Alianza de Civilizaciones le acabará dando el Nobel a Rodríguez Zapatero y la Pajín habrá cerrado su círculo mágico. Quizá aún se puedan salvar del descrédito los Príncipes de Asturias, hoy errabundos y superficiales buscando más el éxito que el mérito y obviando mezquinamente personalidades irrepetibles.

24/8/09

ETA como incordio anal (24-8-2009)

Estos espasmos en los que una vez más se le niega a ETA, con gran aparatosidad verbal, el pan y la sal suenan a potaje revenido.

Con la banda terrorista siempre se ha negociado desde hace 50 años. Hasta los Servicios del almirante Carrero Blanco establecieron contactos con estos criminales antes de que fuera asesinado él mismo.En política todo es permisible para la Historia, hasta el contradiós de los GAL. Probablemente siempre hemos alimentado la ilusión del primer acuerdo sobre la desmovilización de una parte de los hijos extraviados de Sabino Arana, uno de los muchos méritos y habilidades de nuestro pobre y querido Adolfo Suárez. Gracias a su grandeza de ánimo y a personajes irrepetibles como Juan José Rosón y Juan María Bandrés, la ETA político-militar, entró en carriles democráticos y dejo de asesinar a seres humanos.

Tras el presidente Suárez, Felipe González entró en la esquizofrenia de pretender matar a los matones y negociar al tiempo con ellos en las estúpidas negociaciones de Argel que finalizaron en diálogos de besugos. Ni José María Aznar resistió la tentación de mandar a Javier Zarzalejos a Suiza para intentar entablar otro diálogo imposible.

Y José Luis Rodríguez Zapatero se metió ilusoriamente en unas tratativas que todavía provocan vergüenza ajena. En su fantasía voluntarista llegó a calificar de «accidente» el derrumbe con dos víctimas mortales del aparcamiento de la T4 de Barajas.

Ahora el Gobierno socialista, empezando por Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, verborrea con grandes alharacas su intención de no pactar con viles agresores de la sociedad española. Estos mismos socialistas, o llegado su caso, el propio Mariano Rajoy volverán a abrir diálogos oscuros con los tenebrosos, si es que no lo están haciendo ya. Lo único que han conseguido estos facinerosos es romper con las ideologías. Ante ellos vale cualquier cosa.

Pero la tremenda debilidad de ETA reside en su contumacia. Precisamente su 50 aniversario nos demuestra que son un incordio anal: una dolencia crónica, molesta y asquerosa con la que se puede vivir, que tal vez nos matará de otra cosa.

Si en algún siglo de éstos las provincias vascongadas se independizan será pese a ETA por mucho que ésta intente sobrevivir. Eso es bastante más importante que la conversión milagrosa de ZP al antipactismo.

27/7/09

Presidente de todos los españoles (27-7-2009)

Dios primero confunde a los que quiere perder y el presidente del Gobierno está braceando en los idus de la crisis. En la cena-rifirrafe con los agentes sociales Zapatero le advirtió a Díaz Ferrán, presidente de la patronal: «Soy el presidente del Gobierno, que no se te olvide. Soy el presidente de todos los españoles, no sólo de los tuyos». El «Bambi», acuñado por Alfonso Guerra, ha trasmutado en felino y se le ha bajado el célebre talante a las garras. Ya se lee en el Talmud que el mundo se halla desgraciadamente a merced de los necios. La legalidad no es corresponsable de la realidad y Angela Merkel no caería en a soberbia de querer representar cívicamente a todos los alemanes, aun presidiendo un Gobierno de coalición. Obama cuenta con el colchón del respeto reverencial de los americanos por la Casa Blanca y, aun así, ha hecho el esfuerzo de incrustar a destacados republicanos en su Administración. ZP preside el Gobierno de todos los españoles, sí, pero tal como Gordon Brown, al que se le desborda el Támesis, es el primer ministro de todos los británicos: un retorcimiento jurídico-semántico.

El profesor Justino Sinova ha explicado en este periódico, con toda claridad, cómo Zapatero se arroga una representación moral de la que carece. Si al menos en nuestras elecciones generales se diera una segunda vuelta podría aumentar la libido política de un hombre que dio un golpe de mano por un voto para encaramarse a la jefatura socialista y ahora nos gobierna desde una mayoría minoritaria de la que no habla y que para hacerla invisible ha entregado a un astroso Gobierno tripartito catalán la llave de los caudales. Al asumir el poder Felipe González dijo que gobernaría para todos los españoles y en alguna medida lo hizo: pese a todos sus pecados y hasta delitos políticos no llegó al sectarismo rampante del zapaterismo y la nueva generación de la dirección socialista.

Zapatero, ayuno de conciencia democrática, ha despreciado a la oposición hasta el punto de propiciar su aislamiento profiláctico como si fuera portadora de la gripe A, ha echado al PP a las tinieblas exteriores donde todo es polvo y crujir de dientes, no ha pactado nada, y para oscurecer sus escandalosas corrupciones que afectan incluso a un vicepresidente, ha movilizado sus poderosos medios de información para presentar a sus adversarios como los 40 de Alí Babá, por más que entre los socialistas también haya ladrones. Hace más de 1.000 años lo escribió Lao Tsé: «Ve claro el que ve desde lejos; ve entre la niebla el que toma partido».

20/7/09

La suerte sí que es terrorífica (20-7-2009)

En una de las mil y una noches en que Sherezade alivia el insomnio de su cruel amo le relata la historia de un esclavo que en el zoco tropieza con la muerte. Espantado, regresa a palacio y ruega a su señor: «He encontrado a la muerte que viene a buscarme; prestadme un caballo para huir a Damasco donde no me encontrará». Su dueño accede compasivo y sale a curiosear sus calles, incrédulo, y tropieza con la muerte a la que increpa: «¿Por qué perseguís a mi esclavo?; dejadle en paz». «Nada tengo contra tu hombre -contestó la haraposa huesuda-; precisamente ahora mismo marcho para Damasco».

El cuento es una aporía sobre el azar y la necesidad y el destino (la buena o la mala suerte) como ineluctabilidad. Napoleón era un racionalista y ganaba las batallas porque fue un magnífico artillero y con su cociente intelectual revolucionó el arte de la guerra desconcertando a sus obsoletos adversarios. Hasta propició el invento de las conservas para municionar de boca a la tropa en largas distancias. Pero cuando le proponían un candidato a general, por muchos que fueran sus méritos, siempre preguntaba: «¿Pero, tiene suerte?».

Admito que no es muy racional pero hoy mi compasión está con esa joven enfermera que alimentó al neonato Rayan por vía intravenosa y de la que me cuentan sus compañeros que está muerta en vida, queriendo suicidarse y psiquiatrizada. La voluntariosa enfermera ya sabe que el peor dolor es el de los demás y que el destino tiene cara de homicida. Rayan y su madre estaban muertos desde la concepción y luego vinieron los hombres a concitar las cartas del juego camino de Damasco. Todo hace suponer que la madre fue mal diagnosticada de una gripe A que no nos tiene suficientemente alertados. El error de Rayan no hubiera sido posible en el Reino Unido o Francia y sí en Alemania o Estados Unidos por citar otros países de referencia. Si Rayan hubiera ingresado sólo cinco días después en los cuidados intensivos de neonatología del Gregorio Marañón no se habría topado con el factor humano. El Marañón es uno de nuestros mejores hospitales, esta enfermería tiene crédito internacional y en la Unión Europea se rifan a las enfermeras españolas.

Una familia marroquí ha venido a España a deshacerse y los medios califican justamente la situación de terrorífica. El terror lo inspira la incertidumbre y el no saber si es cierto eso de que todo está escrito. El padre sobreviviente a este holocausto familiar ¿creerá que todo es voluntad de Alá o que la medicina española es peor que la de Marruecos? También nuestra desconocida enfermera ha tenido mala suerte ya para toda su vida.

6/7/09

El matrimonio 'Krash' (6-7-2009)

Argentina se ha convertido en el campeón de la gripe A con más de 100.000 afectados y 64 decesos, por encima del México originario y a la espera del invierno austral, que será ominoso. Incluso Buenos Aires es una ciudad con viandantes con mascarilla y los servicios sanitarios están colapsados. Otras son las endemias argentinas: la desnutrición, las anemias, la tuberculosis, el chagas (un insecto -la vinchuca- que hace la puesta en la sangre), la meningitis y el dengue. Sobre esta población con las defensas bajas impera esta clemente influenza que no lo es con los enfermos mal alimentados y niños.

Antes de las recientes legislativas parciales, el matrimonio Kirchner (los Reyes Católicos del Río de La Plata) secuestraron los datos de la pandemia, no adelantaron las vacaciones de invierno ni cerraron teatros, cines y discotecas, ni declararon la emergencia en las provincias alegando que sólo había 5.000 casos. La ministra de Salud, Graciela Ocaña, dimitió avergonzada por el retorcimiento estadístico al que se la obligaba. Las parciales legislativas a mitad de un mandato presidencial son un hallazgo de la politología. Argentina renueva la mitad del Congreso y un tercio del Senado; la más exacta encuesta sobre la aceptabilidad de un Gobierno. Con una abstención de más del 40%, en un país donde el sufragio es obligatorio y te pueden sancionar con una jornada laboral, el desencanto argentino ha vuelto a florecer («¡Que se vayan todos!») y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su marido, el ex presidente Ernesto Kirchner, se encerraron toda la tarde electoral sin recibir a nadie rumiando el desastre que les ha quitado la gobernabilidad hasta del gran Buenos Aires, su feudo. Cristina K., una abogada gritona y amenazante que se pinta como una puerta, ha dado dos ruedas de prensa en dos años y es altiva, rencorosa y conjuga el populismo chavista con la mala leche. Pero su marido es el que manda, el que ha urdido las alianzas entre las taifas peronistas, el que empuja a la mujer y tiene despacho en la Casa Rosada.

Los K. están apagados y ahora son nulas las posibilidades del marido de presentarse a presidente en 2011 tal como tenía agendado. Se abre la carrera hacia la Casa Rosada y habrá muchos competidores, algunos insólitos. Macri, gobernador-intendente de la Capital Federal, dueño de Boca Juniors, señorito, amigo del PP, no tiene cuajo para estas luchas intestinas. Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, ex playboy, manco tras un accidente, casado con una top-model, parece bien situado, pero se le acerca a toda velocidad el ex corredor de Fórmula 1 Carlos Reutemann, ex gobernador de Santa Fe… No llores por mí Argentina.

15/6/09

El mujerío de Zapatero (15-6-2009)

El comunicado socialista, inhabitual, halagando hasta el rubor a Leire Pajín por su desempeño organizando las elecciones europeas parece un dedo pidiendo silencio a todos los críticos del partido que consideran que la chica está muy verde y que estas cosas no pasaban con Pepe Blanco al que han hecho bueno. Leire es una irredenta que empezó a militar a la tierna edad de 15 años, y a los 24 era la diputada más joven del Congreso, aupada por su padre, cacique socialista de Alicante. Como Bibiana Aído trepó por la corbata de su padrino Manuel Chaves. No se la conoce a Leire sociología de campo o publicaciones y su currículo no da para llevar el primer partido del país. Pupila de Zapatero su paso como entrenamiento administrativo por la Cooperación de Asuntos Exteriores no dejó buen recuerdo de ella y erró, dogmática, muchas inversiones benéficas. No haber hecho otra cosa que dedicarte a una militancia lleva al sectarismo profesional y a enfatizar la voz cuando anuncia al planeta la conjunción de los astros o a afirmar que quiere mucho al PSOE. Al partido no se le quiere, ni se le ama. Esa traslación de emociones humanas destruye las interconexiones neuronales políticas. A un presidente de la República Federal Alemana le preguntaron que si amaba a su patria. Contestó: «No, yo amo a mi mujer». Esa es la buena senda.

Los errores de Leire son los de Zapatero, pero aquélla no tiene cuajo para pasarle al adorado jefe los mensajes correctos. Y el primer error de ZP fue nombrar a esta mujer que aunque tenga 32 años está a media cocción y contra la opinión de Blanco. A Zapatero le encanta lo políticamente correcto porque ignorará que es una importación del puritanismo estadounidense, tomado como bandera de la progresía local y más paleta. El mediatismo de género es su especialidad. ¿Quién se va a oponer a la mejora de la condición femenina? Publicidad y paridad con mujeres bien parecidas, mejor vestidas y hasta bebés políticos. La experiencia de Bibiana es la que aporta el baile flamenco y de ahí ha pasado a filosofar sobre los fetos muy suelta de cuerpo. Su Ministerio no existe, ni es necesario, salvo cuando Zapatero encarga a esta zote ni más ni menos que una ley de aborto. Bibiana es un baldón para el Gobierno como Leire una rémora para el partido. Al común de las mujeres que acuden a la oficina o la fábrica con el extractor de leche en el bolso porque no tienen tiempo de amamantar a sus hijos se les da una higa, ese placebo de la paridad gubernamental. Ni siquiera estas damas de tanto poder resuelven la atávica ecuación de a igual trabajo igual salario. Feministas de coche oficial y boutique. Zapatero no es el defensor de las mujeres; sólo es un mujeriego.

25/5/09

Felipe González (25-5-2009)

Entre trajes, Jaguar, bodas y bautizos, y toda la chalanería de los tratantes de ambos partidos, aparece de vez en cuando un hombre que aparenta haber alcanzado la tranquilidad después de haber sido símbolo de la corrupción del Partido Socialista. Aun en plena campaña electoral le hace dulces objeciones a José Luis Rodríguez Zapatero, reprochándole su pasividad ante la que nos está cayendo, y a Caldera (ese tanque de pensamiento) le recuerda que no hay energías alternativas baratas y de larga duración para la sustitución de las centrales nucleares. Pero el viejo patrón de la moratoria nuclear advierte al fin que es de zonzos depender de la energía atómica francesa instalada detrás de los Pirineos.

Tuve amores pro-natura con este hombre y me temo que nos desengañamos mutuamente. Fue más sujeto de poder que socialista utópico y quizá eso nos viniera bien cuando el Estado estaba en el chamarilero. No me extraña que conectara tan bien con el desaparecido Enrique Sarasola. En el fondo siempre he tenido a Felipe González como a un político iberoamericano. Admiraba al general panameño Omar Torrijos y al caudillo venezolano Carlos Andrés Pérez de quienes siempre escuchó sus lecciones. La admiración que despertaba en esos pueblos donde la prensa le llamaba Felipillo con admiración contribuyó sin duda a que Felipe González se sintiera tan cómodo en esas tierras. Si llega a decir en España que él no está en condiciones de recomendar el voto para el PSOE es que se coloca fuera de la vida política. Resultaba inevitable que dadas sus dotes personales, se fuera a trabajar con Cisneros en Venezuela o con Slim en México.

Nunca se ha llevado bien con Zapatero, del que esperaba mayor atención y consulta y sólo ha recibido desdenes y vacío político. Una vez FG le pidió una charla al presidente sobre asuntos de Estado que le tenían preocupado. Lo recibió en Doñana y la mesa para comer parecía la de una boda. Felipe comentó: «Sólo faltaban los guardabosques del parque». Es la forma que tiene Zapatero de ofender sin que se le note demasiado.

Jesús de Polanco me dijo en una ocasión puntual: «He cambiado de mujer, de casa y de trabajo». Estas cosas tan injustas rejuvenecen mucho a los hombres y a Felipe se le nota que ha cambiado las tres cosas. José María Aznar le gana en que escribe libros y habla inglés. Pena que FG deje sus memorias ad calendas graecas. Entonces quizás podríamos reconciliarnos…

4/5/09

De la huelga general (4-5-2009)

Recien llegado a Argentina, la cadena ATC (del Estado) me invitó a un coloquio sobre la anunciada huelga general con la que los sindicatos peronistas saludaban el nacimiento de la nueva democracia. Aduje modestamente, como extranjero, que era la bomba atómica de los trabajadores y que debía ser utilizada en ocasiones excepcionales. Uno de los líderes de la central justicialista me tachó, xenófobamente, de «gallego de mierda desconocedor de Argentina». Aquello era en directo y me salvó de la quema una mujer esplendorosa que permaneció a mi lado, medio actriz medio buscona de altos vuelos, Graciela Alfano, en cuyo cruce de piernas me encontraba yo embebido. Al Gobierno de Alfonsín no le hicieron una, sino 13 huelgas generales, hasta consumar un golpe de Estado sindical.

Llamé a Graciela, pasados los años, para cenar en casa con muy pocos amigos para discutir la utilidad de las huelgas generales en sociedades democráticas. Quino (Mafalda), largos años exiliado en Italia, me dijo que no asistía por razones de principio. Le pregunté cuál era éste, siempre respetando su voluntad, y me contestó que Graciela era amante del almirante Massera, máximo representante de los torturadores de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). Yo entonces era tan pardillo que hasta tenía de mucama a la que lo fue del almirante hasta su detención por un crimen sexual. Aquella cena hubiera acabado a bofetadas, así que decidí suspenderla.

Hoy, el único motivo en España de declarar una huelga general es la necesidad que tienen los ciudadanos que se sienten excluidos del sistema. El despido en España siempre ha sido barato y se entiende a los magistrados de Trabajo que siempre dan razón al despedido. ZP se equivoca haciendo de Buster Keaton ante la crisis, pero no yerra negándose a patrocinar el despido libre, gratis y obligatorio como el aborto que viene. Desde el franquismo, la Patronal viene sosteniendo que poner en la calle a un ciudadano genera riqueza y empleo, argumento cuya eficacia nadie ha podido demostrar. De todas formas ése no es el problema porque este Gobierno antes cometerá un sepuko -la desventración ritual con un asistente que te corta la cabeza-, antes que poner en saldo los despidos.

La huelga general debería pagarla el aparato sindical subvencionado por el Estado: liberados y esa mandanga de exaciones sobre inacabables deudas históricas, de las que, sobre todo vive el sindicato socialista, y su chamán, el dulce osito Cándido Méndez. La huelga general es un placebo para las enfermedades de los españoles, que desconocen el cruce de piernas con atisbo de bragas de Graciela Alfano.

23/2/09

Nostradamus en La Moncloa (23-2-2009)

Un ‘monje negro’ de la política socialista me aventuraba el pasado año que Rodríguez Zapatero no se presentaría como candidato en 2012, aunque retendría la Secretaría general del partido, rompiendo costumbre e inaugurando una bicefalia. Pese a su carácter y sus recelos, en las dos legislaturas de Aznar descollaron figuras como Rodrigo Rato, de perfil más acusado que el propio Mariano Rajoy. El actual presidente del Gobierno nunca ha nombrado un ministro o ministra que se distinga por su talento. Incluso las dos vicepresidencias están entregadas a la señora Fernández de la Vega, que es una secretaria trabajadora y eficacísima que alivia de trabajo al jefe, y a un Pedro Solbes, prejubilado y distinguido por su autismo. Ni en el partido ni en el Gobierno aparece alguien que saque la cabeza para unas legislativas que son unas presidenciales.

El monje sostenía, empero, que la tapada era Carme Chacón. Es madre joven, sería la primera mujer candidata de nuestra historia (tras la conjura del PP contra Isabel Tocino) y se correspondería con el imaginario feminista y de cartón piedra de ZP. Es una moderada independentista catalana, experta en los avatares de Quebec, pero es más líder que Montilla en el PSC, que chantajea al Estado entre las aguas de su independencia de acción y el secesionismo por fascículos. Va acumulando experiencia administrativa en el Congreso, en Vivienda (de cuyo celebrado plan no se ha vuelto a tener noticia aunque se lo copresentó en Moncloa el propio Zapatero) y ahora en Defensa, donde grita «¡Viva España!» como en una arcada. ZP la adora.

Como primera mujer en tal lance la votaría mucho mujerío y su ambigüedad autonomista arrastraría votos en Galicia, País Vasco y, sobre todo, en la decisiva Cataluña. «Si no comete errores en cuatro años, será la candidata empujada por ZP y su portentoso marido».

Si así fuera, la crisis la ha dejado en el zócalo. Pepiño Blanco ha advertido que el próximo escenario contempla la reaparición de Zapatero. No puedes designar sucesor con el desempleo en la UVI. Zapatero tiene cuatro años para entender que el populismo es a la economía lo que la prostitución al amor. Y tendrá que presidir la convalecencia porque le volverán a votar, ya que es una marca, producto de mercadotecnia, transparente a los problemas y, a veces, invisible. Ni aun con kilométricas colas ante el Inem el pobre Rajoy tendría algo que rascar.