29/5/83

Los militares uruguayos suspenden el diálogo con los partidos políticos (29-5-1983)

Los militares de Uruguay han suspendido la segunda reunión con representantes de los tres partidos autorizados (Blanco, Colorado y Unión Cívica) para discutir la normalización democrática del país.La primera de estas reuniones, que se celebraba en un hotel de Montevideo, se llevó a cabo el pasado día 13.

La causa de este parón en las conversaciones entre políticos y militares tiene su origen en el secuestro del semanario Democracia (órgano del Partido Blanco), el mismo día de la llegada de los Reyes de España a Montevideo, y su posterior suspensión por seis meses.

El número secuestrado publicaba en su primera página una fotografía del Rey de España extendiendo su mano para estrechar la de Wilson Ferreira, líder blanco en el exilio y bestia negra de los militares uruguayos.

Ante el desagrado del ministro español de Asuntos Exteriores por el secuestro, el canciller uruguayo adujo que Ferreira era un delincuente, a lo que Fernando Morán tuvo que replicar que el Rey de España no tenía por mejor costumbre recibir y saludar a los delincuentes.

La ulterior suspensión de la revista por seis meses provocó serias disensiones en el seno del Partido Blanco.

Un sector radical ha propuesto la ruptura del recién iniciado diálogo con los militares (diálogo que de alguna forma los legitima) y otro sector está por hacer de tripas corazón y continuar las reuniones, pese a lo que se estima que son provocaciones del Gobierno.

Se alcanzó una fórmula intermedia, consistente en no acudir solamente a la reunión de mañana, pero sin romper el diálogo.

Los militares, celosos de su estima, se han adelantado suspendiendo ellos la reunión. Se ignora cuándo se reanudarán las conversaciones.

22/5/83

El Gobierno de Uruguay teme que la visita de los Reyes llegue a tener efectos políticos de 'espoleta retardada' (22-5-1983)

Algunos miembros de la comitiva real comentan entre sí cómo este es uno de los más emotivos viajes del Rey a Iberoamérica. En su segunda jornada en Montevideo la alegría y la gratitud de los uruguayos ha continuado manifestándose abiertamente para mayor contrariedad gubernamental. El Rey ha roto un par de veces el protocolo y sus propios cordones de seguridad, prescindiendo del automóvil y atravesando plazas a pie en auténticos baños de multitud. Esta ciudad, apacible, llena de coches de modelos antiquísimos, algunos de los cuales exhiben banderas españolas, ha hecho una fiesta esperanzada de la presencia de los Reyes. En las noches, las radios emiten constantemente música española.

En la recepción de anteanoche, ofrecida en el palacio legislativo por el presidente Alvarez, pudo masticarse el silencio cuando el Rey aludió elogiosamente a Juan Carlos Onetti o a las virtudes civiles y morales de los sistemas democráticos. El presidente Álvarez volvió a insistir en la comparación de los procesos democráticos español y uruguayo, haciendo énfasis en que los problemas de su país tendrían siempre solución si eran resueltos por uruguayos.Previamente se había celebrado en el palacio del Gobierno la entrevista entre los dos jefes de Estado. No se vieron a solas y todo el encuentro -no podía ser de otra forma- se circunscribió a una sucesión de lindezas protocolarias. Luego el Rey y el presidente Goyo Álvarez salieron al balcón del palacio. La multitud en la plaza llevaba tiempo coreando el "que salga el Rey". Don Juan Carlos saludó al gentío durante unos momentos, mientras el presidente se mantenía en un segundo plano y sin saludar.

En la mañana de ayer, conversaron los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, llevando Fernando Morán el peso de la entrevista. El ministro español planteó la petición de liberación de presos y se extendió sobre las consecuencias que para Iberoamérica puede suponer la futura integración de España en la Comunidad Económica Europea.

La agencia Efe, citando una fuente no oficial pero segura, informó esta madrugada que tres de los españoles encarcelados en Uruguay por motivos políticos, han sido puestos en libertad. Por el momento no ha sido facilitada su identidad.

El ministro uruguayo pudo haber solicitado mayor "comprensión" por parte de la prensa española a lo que Morán habría aducido que la prensa es libre y que además viene demostrando una gran preocupación por la defensa de los derechos humanos, lo cual también conforma una de las líneas maestras de nuestra diplomacia. Morán se interesó igualmente por la liberación de las tres madres de desaparecidos uruguayos en Argentina, detenidas el mismo día de la llegada de los Reyes, expresando también su desagrado por el secuestro de la revista Democracia precisamente en estos momentos.

En cualquier caso, el ministro Morán, quien hizo una brillante exposición ante su colega del proceso democrático español, aclaró que España no pretendía dar lecciones o ejemplos de democracia a nadie. La jornada de ayer se completó con la recepción ofrecida por los Reyes a sus anfitriones en la embajada de España, la visita a la comunidad española, una sesión solemne del comité de representantes ante la Asociación Latinoamericana de Integración, visitas a entidades benéficas e investidura del Rey como doctor honoris causa por la universidad de la República.

El acto políticamente más importante, y sin duda más difícil fue el recibimiento que hizo el Rey de doce líderes opositores, cuatro en representación de partidos prohibidos, muchos de los cuales carecen de derechos cívicos y políticos en su propio país.

Fueron recibidos en la embajada de España Julio María Sanguinetti, Enrique Torigo y Jorge Batlle (por el Partido Colorado), Juan Pidel, Julio Pereira y Dardo Urtiz (por el Partido Nacional), Umberto Ciganda, José Vicente Chiarino (por la Unión Cívica), el doctor Cardoso y Germán D'Elía (por los socialistas) y Juan Pablo Terra y Daniel Sosa (por los democristianos). Esta audiencia, obviamente, ha sentado como un tiro a las autoridades uruguayas, que temen -acaso con razón- que la visita real tenga efectos políticos de espoleta retardada.

Un incidente 'sin importancia' (22-5-1983)

Fernando Morán -desolado e irritado- habló ayer con el Rey y con el presidente del Gobierno, sobre el discurso del primero en el Congreso brasileño, redactado sobre un artículo de Felipe González.Ni el Rey ni el presidente dan importancia al incidente (aunque también ha causado irritación en Felipe González) que parece haber obedecido a una "espantosa metedura de pata" de un funcionario.

En cualquier caso, altas fuentes del Palacio de Santa Cruz desmienten tajantemente que se haya intentado en ningún momento una manipulación política de la figura del Rey.

Un portavoz de la presidencia del Gobierno señaló ayer a la agencia Efe que cuando Felipe González conoció las coincidencias textuales entre un artículo suyo publicado en Le Monde Diplomatique y el discurso del Rey ante el Parlamento brasileño "se lamentó de que hubiera ocurrido".

21/5/83

El Rey se entrevista hoy en Uruguay con representantes de todos los partidos (21-5-1983)

Los Reyes de España llegaron ayer a Montevideo, procedentes de Brasil, para realizar una visita a Uruguay de 53 horas de duración. Esta nueva etapa del periplo suramericano iniciado en Brasil es contemplada con un interés especial, ya que el rey Juan Carlos tiene previsto entrevistarse hoy en Montevideo con los representantes de los partidos políticos uruguayos -tanto los autorizados como los proscritos- en una recepción conjunta. Los Reyes fueron recibidos ayer por una multitud que se calcula en medio millón de personas.

Cálculos oficiales estiman en al menos medio millón el número de uruguayos que ayer se lanzaron a las calles de Montevideo para recibir los Reyes de España. Teniendo en cuenta que la población total de este país, el más pequeño de América Latina, es de tres millones de habitantes, de los que al menos un tercio se encuentran en el exilio, el recibimiento es indicativo de lo que esta visita significa para los uruguayos.

A lo largo de los treinta kilómetros que separan el aeropuerto de Carrasco de Montevideo una fiesta popular y emocionada vitoreó incansable al Rey, a España, a la libertad, a la democracia. Ni un grito de honor para el presidente, general Goyo Álvarez. Por supuesto que tampoco se escuchó un grito en contra. No estan las cosas para tales lujos expresivos. Los accesos al aeropuerto -que fue cerrado por dos horas-quedaron prohibidos al público. El Rey, en su primer discurso, en el mismo aeropuerto, pronunció palabras amables de gratitud y de honra para la nación uruguaya. El presidente Álvarez, sin embargo, hizo un canto a la libertad y, ni mas ni menos, que comparó los procesos democráticos de España y Uruguay. El primer equipo de periodistas españoles que desde Sao Paulo había llegado previamente a Montevideo no daba crédito a sus oídos. Poco después no daban crédito a sus ojos cuando comprobaron que estaban encerrados bajo llave y por razones de seguridad en la azotea del aeropuerto, en donde se les había situado.

Una hora después de la llegada fue abierta la puerta y, como es obvio, no pudieron constatar directamente la recepción popular a los Reyes. Tras los insistentes rumores sobre una hipotética liberación del Liber Seregni, estos fueron tajantemente desmentidos por el ministro del Interior, reputándolo además de "delicuente común cualquiera", afirmando que su caso "no esta dentro de las normas que puedan resolverse por pedido de gracia".

La  realidad es que tampoco se, tienen demasiadas esperanzas de que la dictadura militar uruguaya libere, en estos dos días, a los nueve presos españoles detenidos por razones políticas y aún menos a los presos por conciencia hijos o nietos de españoles. Además, al menos una treintena de familiares de presos políticos ha caído sobre nuestra embajada con la genealogía española de sus deudos para pedir mediación.

El Gobierno uruguayo ha recibido con profundo desagrado la negativa real a asistir a un asado en la estancia del diputado ultraderechista Gallinal y la noticia de que el Rey recibirá hoy a los líderes de los partidos de la oposición. Lo que se espera es que el gesto de buena voluntad de las liberaciones -solo algunas- se produzca, pero mas adelante.

Uno de los presos por los que se interesa nuestro Gobierno es presunto autor de la muerte material de Don Mitrione. Pero se tiene la convicción moral de que al menos alguno de estos tupamaros españoles se atribuyo delitos de sangre para amparar a los camaradas realmente responsables. Y este hombre en cuestión, de apellido Mas, además, parece que se encuentra desquiciado por el sistema carcelario que los militares destinan aquí a sus opositores.

El Rey con la oposición

El Rey, en efecto, recibirá hoy en la embajada de España a la oposición. Pero no solo a los tres partidos tolerados (Nacional, Colorado y Unión Cívica) sino también a los poscritos demócrata cristianos y socialistas. Tres representantes por cada partido. El espaldarazo moral que esto supone para este castigado país no lo olvidarán los uruguayos. Y este es el clima.

El mismo día de la llegada de los Reyes, el Gobierno se ha despazachado secuestrando la revista Democracia que publicaba en su portada una fotografía tomada del Abc de Madrid, en la que aparecía el Rey saludando a Wilson Ferreira, líder aún en el exilio del Partido Colorado. Y tres madres cuyos hijos desaparecieron en la Argentina han sido detenidas en la calle cuando portaban una pancarta alusiva a las libertades en el Uruguay.

El secuestro de esta revista ha originado una protesta por parte de los periodistas españoles que cubren la información del viaje de los Reyes a Suramérica. La condena se ha materializado en una comunicado en el que los periodistas indican que expresan su solidaridad con los redactores deDemocracia y lamentan "esta violación de la libertad de expresión, sin la que no es posible el funcionamiento de una democracia ni una auténtica apertura política".

Respeto a la dignidad de la persona

Entre otros actos oficiales los Reyes habrán asistido a la cena de gala ofrecida por el presidente Álvarez en la que don Juan Carlos brindó con las siguientes palabras: "...Señor presidente, estamos informados de los proyectos políticos de vuestro Gobierno, y confiamos en que puedan desembocar en una democracia plena en la que los partidos políticos, cumpliendo su tradición de apego por la libertad sean el cauce efectivo de la participación del pueblo uruguayo en un estilo de vida basado en esa libertad y en la dignidad de la persona. Estamos convencidos -y la experiencia histórica que ha vivido mi país lo atestigua- de que la reforma y el cambio son siempre posibles por medios pacíficos cuando los hombres políticos utilizan, con generosidad de miras, el diálogo como instrumento. Los problemas de una sociedad moderna pueden en efecto ser resueltos políticamente. De la misma forma creemos que el orden político y la paz social tienen como fundamento la dignidad del hombre, los derechos inviolables que le son propios y el respeto a la legalidad democrática". 

Los uruguayos aguardan horas en las plazas para poder vitorear a los reyes de España. Las radios transmiten en directo los pasos de los monarcas con el entusiasmo informativo que provocaría un partido de fútbol. Al menos ayer, Montevideo era una fiesta.

20/5/83

La visita de los Reyes a Uruguay es esperada con especial interés político (20-5-1983)

A las cinco de la tarde de hoy (hora española) habrán llegado los Reyes a Uruguay, tras finalizar en Sao Paulo su visita a Brasil. Con ser importante la gira brasileña se espera con mayor expectación este viaje a la dictadura militar uruguaya, cogida por la tenaza política y geográfica de la promesa de los procesos militares brasileño y argentino de devolver a plazo fijo el poder a los civiles.

Cuando en 1976 las Fuerzas Armadas de la República Oriental destituyeron al presidente Bordaberry, proscribieron la actividad de los partidos políticos hasta 1991; sin embargo el año pasado tuvieron, que autorizar tres partidos (el Nacional y el Colorado -cuyos líderes continúan en el exilio- y la pequeña Unión Cívica, de orientación democristiana) y fijar elecciones para 1984. No obstante el camino hacia la normalidad democrática está menos andado que en los vecinos Brasil y Argentina e incluso el régimen mantiene en la cárcel en calidad de rehenes a presos políticos que ya han cumplido sus condenas.El Gobierno español se ha interesado por la suerte de nueve presos de nacionalidad española y se espera que al menos el teniente general Gregorio Goyo Alvarez, presidente de la nación, uno de cuyos hermanos fue asesinado por los tupamaros, tenga el gesto de buena voluntad ante el viaje real de dar la libertad a alguno de ellos. Aunque ayer mismo Carlos Reynante, director del Diario Español de Montevideo informó a la agencia alemana DPA que el gobierno uruguayo mantiene las presiones sobre su periódico dejando en suspenso la inserción de anuncios oficiales, principal fuente de ingresos de la publicación. El diario es acusado por el régimen de publicar noticias de cuño socialista provenientes de España.

Durante su estancia uruguaya el Rey podrá tener algún contacto con representantes de los tres partidos "tolerados" y no se descarta que los mantenga con alguna personalidad política de aquellos -como el socialista- "no habilitados" por la dictadura. Tampoco se descarta que el Rey pudiera encontrarse incluso con miembros del Plenario Intersindical de Trabajadores, creado para hacer frente al sindicalismo oficial. Se trataría, por supuesto, de encuentros meramente físicos y amables, pero de inmensa importancia para los demócratas uruguayos. El gobierno de Montevideo intentó manipular políticamente el viaje convidando a los Reyes a un típico asado en una estancia ganadera. La casa real declinó amablemente, la invitación tras comprobar que se trataba del mayor rancho del país propiedad de un valedor (que hubiera sido el anfitrión) de la dictadura militar.

Los uruguayos que el pasado primero de mayo levantaron por primera vez cabeza en la primera manifestación autorizada en siete años, no esperan sólo la primera visita de un Rey a su país, sino su ración de esperanza que la democracia española reparte en el Cono Sur iberoamericano.

A André Franco Montoro, gobernador de Sao Paulo, de origen español, le correspondió despedir de Brasil con una cena en su palacio de Los Bandeirantes, a don Juan Carlos y doña Sofía. La estadística del, Estado y de la ciudad atenta contra el sentido de la medida de la mayoría de los europeos: 25 millones de habitantes, más de 12 millones en la capital y sus cinturones, 34 grandes ciudades, 65% de la producción industrial brasileña y 40% de su Producto Interior Bruto, mayor centro industrial, financiero y comercial de toda Iberoamerica, 281 emisoras de radio, una televisión estatal y 11 canales privados, y 109 periódicos, cinco de ellos con tiradas superiores a los 350.000 ejemplares. Para una sola jornada aquí más vale encerrarse tímida y humildemente en el hotel.

Reunión con emigrantes

Los Reyes honraron el monumento de Iparanga (donde Pedro I al grito de "independencia o muerte" desgajó Brasil de la corona lusitana) y en la universidad fue investido doctor honoris causa, antes de la cena de gala en el palacio del gobernador. En la mañana, también, se reunieron con cientos de integrantes de la colonia española (70.000 emigrantes) en el colegio español Miguel de Cervantes. Los encuentros de los Reyes con la emigración en estos países están resultando obligadamente emotivos. Hasta no hace muchos años existían en Buenos Aires dos confiterías -cafés- esquineras de una misma calle. Una era frecuentada por republicanos exiliados, la otra por emigrados acomodados de simpatías franquistas. Cada tarde volaban las sillas y las botellas de una a otra acera por encima de la calzada. Ya no es así entre otras cosas porque una de las confiterías -la otra, Iberia, continúa abierta- fue derribada. En Río de Janeiro las cosas han marchado mejor. Los mil y un centros españoles de la ciudad carioca, regionales, de nacionalidades, republicanos, franquistas, ácratas, siempre enfrentados entre sí, se han unificado en una Casa de España y han puesto sus dineros para levantar su edificio común en el Botafogo. Allí, con la casa aún en estructura, entre el hormigón y los ladrillos, todos recibieron con emoción a los Reyes en un acto tardío pero necesario de reconciliación transoceánica.Y de la importancia que aquí se da a la transición política española no quisiera insistir por no fatigar. Pero vaya un último detalle. Con aquella fotografía de Adolfo Suárez tomada durante su visita a Río como presidente, lanzándose al agua en una impecable clavada desde la cubierta de un yate a las aguas de la bahía de Guanabara, musculado, sin una gota de grasa, impecable la figura del salto, idílica la perspectiva, los brasileños hicieron un poster y, lo repartieron: "Así es la joven democracia española".

Coincidencias

Aunque es sabido que no es costumbre entre jefes de Estado y presidentes del Gobierno redactar personalmente sus discursos, ha llamado la atención en los medios políticos brasileños el contenido de varios párrafos del mensaje pronunciado por el Rey Juan Carlos ante el Congreso brasileño. Sorprendentemente ocho partes del discurso del Rey, acaso las más sugerentes, se correspondían literalmente, -las coincidencias llegaban incluso hasta los puntos suspensivos-, con ocho párrafos de un artículo del presidente Felipe González, publicado el pasado 2 de mayo en la edición en lengua española para Iberoamerica del diario francés Le Monde. Tratándose precisamente de una edición periodística aquí leída por la clase política la coiricidencia ha sido inmediatamente percibida.


19/5/83

Felipe González, invitado oficialmente a visitar Brasil (19-5-1983)

"Que pena, qué pena, qué pena / tener a Figueiredo / y no tener al rey; / que nos quiten la pena". Hace algunos años, las escuelas cariocas de samba atronaban los carnavales de Río con este estribillo destinado a recordarle al general cómo se desmontaba una dictadura con rapidez y sin violencia. Acaso el zaherimiento fuera excesivamente injusto, por cuanto Figueiredo -aun cuando con muchas reservas, cautelas y hasta trampas- ha encauzado este país hacia la democracia parlamentaria; pero la libertad y las ganas de vivir de la eterna victoria de Don Carnal sobre Doña Cuaresma serán siempre en Brasil inalcanzables para la censura. Al menos durante cada mes de febrero.

El DC-8 de la Fuerza Aérea española que transporta a los Reyes aterrizó en la mañana de ayer en la base aérea de Galeáo, donde les esperaban el gobernador socialista Brizola; el cardenal de Río, monseñor Eugenio Sallés, y el comandante del primer cuerpo de ejército, general Gomes de Almena. La mañana fue invertida en homenajes, ante la Tumba al Soldado Desconocido, por los caídos brasileños en la segunda guerra mundial (unidades regulares brasileñas combatieron en la campaña de Italia) y en una deslucida subida turística al Cristo de Corcovado para contemplar la bahía de Guanabara, entristecida por su cielo de nubes bajas.Los Reyes se hospedaron en uno de los hoteles linderos con la playa de Ipanema. Por la tarde se encontraron en la Casa de España con la colonia residente e inauguraron en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición de pintura religiosa sevillana del siglo XVII. Un gigantesco estandarte con la bandera española permanecerá izado frente al museo mientras dure esta exposición.

Lionel Brizola, siempre descamisado y populista, ex gobernador de Río Grande do Sur durante el mandato presidencial de su cuñado el presidente Joáo Goulart, que escapó a Montevideo en el golpe de 1964 recorriendo los caminos disfrazado de mujer mientras todo el Ejército procuraba su captura, que coqueteó con posibilidades guerrilleras en Brasil, fue ayer el alegre anfitrión de los Reyes como gobernador de este Estado y esperanza del socialismo brasileño. Desde Río de Janeiro está aplicando a su país una derivación de la teoría zoquista, elaborada en su día por Regis Debray (un foco guerrillero que se expande por contagio), trocando los votos por los tiros. La gobernación de Río es ahora el foco democrático -y socialista- que se quiere irradiar.

En la noche, Brizola homenajeó a los Reyes con una cena en un restaurante inaugurado para esta ocasión en los jardines de Arcos da Lapa.

Tras las conversaciones de Brasilia, don Juan Carlos I ha invitado al presidente Figueiredo a visitar España, y éste al presidente del Gobierno, Felipe González, a visitar Brasil (ambas visitas aún sin fechas). El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, se demoró brevemente con la Prensa brasileña para explicar el alcance de estas visitas de Estado ("yo, cuando viajo con el Rey, me dejo en casa mis preferencias políticas"), asegurando que los Reyes visitarían todas las repúblicas latinoamericanas sin hacer excepción de sus regímenes políticos.

La Prensa escrita y audiovisual sigue ocupándose generosamente de la visita real, dedicando páginas especiales a nuestro país; casi todos los diarios publican chistes de intencionalidad política con las caricaturas de don Juan Carlos y Figueiredo. Jornal do Brasil publicaba ayer un editorial, bajo el título Destinos convergentes, en el que se leía que "el verdadero sentido de la visita. del Rey de España a Brasil tal vez esté en la verificación de que en el final del siglo el mundo tendrá como gran espectáculo político la inequívoca desilusión de Las naciones hacia las formas autoritarias de gobierno". Así son las. cosas. La crisis económica de la década de los treinta propició la creación de regímenes militaresde autoridad en el Cono Sur, y ahora otra crisis económica más grave que aquélla en esta zona del mundo está expulsando el gorilismo a las tinieblas exteriores, incluso con el aplauso de las clases económicas privilegiadas.


18/5/83

Don Juan Carlos insiste en la defensa de los derechos humanos y del pluralismo político ante el Congreso brasileño (18-5-1983)

Hace 51 años, el tío abuelo de Luis Rubio Chávarrez, director del Instituto de Cultura Hispánica Brasileño, daba a Alfonso XIII de plazo hasta ponerse el sol para abandonar España. Ayer, Luis Rubio Chávarrez Alcalá Zamora, sobrino nieto americano del primer presidente de la Segunda República Española, recibía en Brasilia al nieto de aquel rey destronado y le presentaba a los embajadores iberoamericanos con cartas ante el Gobierno brasileño. Todo acaba por encontrarse y tornar. Porque además, y aun cuando sea indecoroso abusar de la memoria de los muertos, no sería aventurado estimar que aquel hombre ilustrado y bondadoso habría también aplaudido los discursos que el Rey está pronunciando en Brasil.

Ayer don Juan Carlos se dirigió al Congreso nacional brasileño (senadores y diputados) con las siguientes palabras: "La solidaridad con los pueblos que luchan por la libertad y la democracia, la defensa de los derechos humanos, la promoción de la justicia, el progreso y la paz, son valores universales que defenderemos activamente y que España planteará en cuantos foros internacionales pueda hacer oír su voz. Libertad, derechos humanos, justicia, paz..., todo ello está en juego en muchos lugares de América Latina ( ... ) El pluralismo político como base de la consolidación de la democracia; el equilibrio entre un sistema de libertades y el mantenimiento del orden público; el respeto fiel y constante a los derechos humanos y la presencia en el esquema democrático de todas las minorías, son condiciones que convergen en el supremo ideal democrático. La democratización además supone hoy -en éste como en otros continentes la palanca básica para la consolidación del desarrollo social y económico".En el futurista Congreso brasileño, liberalismo en sus maneras, donde los periodistas se mueven con soltura y hasta toman asiento en los escaños libres, amplio espacio diseñado para que el pueblo entre y lo habite, los diputados puntearon con sus aplausos el discurso del Rey, a quien precedió en la tribuna un diputado gubernamental y otro de la oposición (democristiano). Este último, Fernando Lyra, arrancó fuertes aplausos de un sector minoritario de la Cámara, cuando en su panegírico del Rey hizo énfasis en recordar que bajo su reinado se habían legalizado "todos los partidos" (el PCE brasileño continúa proscrito). Finalmente, el senador Nilo Cohelo, presidente del Congreso, impuso al monarca la máxima condecoración del Parlamento.

Cierta frialdad oficial

Por parte del Gobierno brasileño solo asistió al acto el ministro de Asuntos Exteriores, y aun cuando no era protocolaria la asistencia del Gabinete, varios diputados comentaban la ausencia. Por más que la cordialidad es total -el Rey y Figueiredo se han intercambiado condecoraciones y valiosos obsequios-, se detecta en la capital federal cierto ataque de celos por parte del presidente brasileño hacia su huésped. Ahora mismo la batalla política brasileña pasa por ver si Figueiredo pacta con la oposición su reelección por un mandato restringido de dos años, a cambio de que en 1988 la elección presidencial sea por voto directo. Hasta el gobernador de Río, Lionel Brizola, aceptaría el trueque, no para regalarle dos años a Figueiredo, sino para disponer de cuatro años más para reorganizar el socialismo brasileño. Y en esta delicada tesitura, parece como si se estableciera una comparación -desfavorable para el segundo- entre un Rey decididamente democratizador y un general-presidente que en seis años aún no ha sabido restituir la plena soberanía a su pueblo. Esto, unido a los componentes chovinistas de las sociedades criollas, pudieran explicar los imperceptibles alfilerazos de frialdad oficial en Brasilia. El Rey y Figueiredo conversaron el lunes durante una hora. Habló más Figueiredo, quien se extendió con optimismo sobre la recuperación económica brasileña y con pesimismo sobre la crisis económica internacional. Brasil tiene acumulada una deuda externa de 98.000 millones de dólares, de los que al menos 30.000 son exigibles a corto plazo, y el pago anual del plazo de la deuda más los intereses trepa hasta el 80% de las exportaciones anuales del país. Aunque bien es cierto que esta nación, dada la potencia de sus recursos, nunca podrá ser pobre aunque se lo propusiera. A preguntas del Rey, Figueiredo habló de la nueva situación interamericana tras la guerra de las Malvinas y explicó cómo había prevenido infructuosamente al presidente argentino Galtieri de la decisión militar británica y de la defección americana de los Estados Unidos.En la tarde de ayer, los cancilleres de ambos países se reunieron en privado, aunque al ser éste un viaje de Estado, no cabe esperar acuerdos inmediatos. En el terreno práctico se seguía hablando aquí de la dificultosa alianza comercial hispano-brasileña (con la Bazán por parte española) para construir en los astilleros bahianos de Aratú buques mercantes y destructores para todo el mercado iberoamericano.

Las dificultades se enredan en lo mucho que nos debe Brasil, en lo mucho que ya le compramos en relación con lo poco que le vendemos y en que las exportaciones brasileñas y españolas en el resto del continente son muchas veces competitivas -en Centroamérica, nos arrebatan contratos de Pegaso y nosotros les "pisamos" la construcción de alguna hidroeléctrica.

Por lo demás el Rey habló también ante el Supremo Tribunal Federal, fue investido doctor honoris causa por la universidad de Brasilia y se despidió con una cena a los señores de Figueiredo en la embajada de España, del malogrado Rafael Leoz, que dejó su firma en esta mareante exposición de arquitectura que es Brasilia.

A las cuatro de la tarde de hoy (hora de Madrid) los reyes habrán llegado a Río de Janeiro, donde el ministerio de Cultura español ha traído una excelente exposición de 47 obras de la pintura religiosa española, como deseo de paz y de esperanza para el pueblo del Brasil.

17/5/83

"Vivir en democracia es un privilegio", dijo el Rey en un brindis ante el presidente del Brasil (17-5-1983)

Anoche, en el palacio de Itamaraty, de Brasilia, sede de la cancillería, el general João Baptista Figueiredo, presidente del Brasil, y su esposa, ofrecieron una cena de gala a los Reyes de España, al término de su primera jornada oficial en este país. Don Juan Carlos, en su brindis, pronunció un discurso que ha colmado las expectativas y el interés aquí, creados por su presencia y por el proceso democratizador español, que, a veces forzada e ilusionadamente, quiere tomarse como falsilla para la normalización política en América del Sur.

"Vivir en democracia es un privilegio", dijo el Rey. "Gobernar con las limitaciones exigidas por el respeto estricto a las libertades y derechos de los individuos -tanto desde el punto de vista jurídico, como desde el político- es un difícil quehacer que exige inteligencia, habilidad, sabiduría y continuado tacto político. Si en el mundo de la organización social se puede hablar de algo más difícil que de gobernar en democracia, es de llevar a feliz término un paulatino proceso de apertura política".Los Reyes han venido a esta gira por Brasil y Uruguay acompañados de un séquito importante de su Casa y, entre otros, del ministro de Asuntos Exteriores, presidente del Instituto Cooperación Iberoamericana (ICI), y del director general de Relaciones con Iberoamérica.

Pero a diferencia de antaño, no acompañan a los Reyes equipos de negociadores, y hasta de empresarios, para ir resolviendo problemas al pie de la visita. Así las cosas, no se esperan resultados inmediatos de las conversaciones de hoy entre el ministro Morán y su colega brasileño, pese a la agenda pendiente entre los dos países, en la que destacan la cooperación científico-tecnológica, el desequilibrio de la balanza comercial (desfavorable Para España) y la deuda brasileña con la banca española, estimada en mil millones de dólares, y en la que algunos bancos -al igual que ocurrió con México- se han pillado los dedos considerablemente.

Los Reyes han venido para estrechar relaciones entre los pueblos y descargar su simpatía y su apoyo tácito por los esfuerzos de democratización en esta parte del mundo. La transición política española es aquí un paradigma. El domingo, el prestigioso Jornal do Brasil publicaba una de sus sábanas, completa, con un artículo del sociólogo español Juan Linz, sobre los paralelismos entre la democratización española y la brasileña.

Pasión por la política española

La prensa escrita, la radio y la televisión, son unánimes al resaltar al Rey como impulsor de la devolución de las libertades a su pueblo. En Brasil, en Uruguay, en Chile y en Argentina, se estudia con pasión la política española de 1975 a 1977, pese a la pereza, la incuria, o la inercia de nuestra sosa presencia en Iberoamérica. En Montevideo cabe augurarle a los Reyes de España un recibimiento multitudinario. Nuestra diplomacia trabaja con las autoridades uruguayas por la liberación de algunos -pocos- presos políticos, inmediatamente antes o después de la visita, y como gesto de buena voluntad.En el impersonal aeropuerto de Brasilia, los Reyes fueron recibidos con honores militares por las vistosas tropas brasileiras. El presidente Figueiredo, y su esposa doña Alma, saludaron a la pareja real al frente del Gobierno en pleno, mientras se disparaban las veintiuna salvas de ordenza. El recibimiento, ya en la ciudad, era obligadamente impersonal en una metrópoli como esta, tan hermosa como fría, imposible de pasear, hecha para una sociedad ya extinguida, en la que el barril de petróleo aún estaba barato y no importaba hacer kilómetros en coche para comprar una aspirina.

El sueño de Oscar Nyemeyer ha producido una ciudad helada de inmensas perspectivas, en la que los sugerentes edificios parecen dibujarse siempre en la distancia, sobre un cielo que no acaba nunca y que se apoya en los lejanísimos horizontes del altiplano central brasileño. En esta ciudad, la mayor manifestación europea en las fotografías sería una mancha oscura en una esquina de alguna gran avenida.

Los Reyes recibieron a los embajadores acreditados en Brasilia después que don Juan Carlos y el general Figueiredo se entrevistaran durante una hora. Los diarios de Brasilia destacan en sus primeras páginas la entrevista concedida por el presidente a EL PAÍS, en la que se, quiere entrever una sutil descalificación de Figueiredo hacia los candidatos militarse a sucederle y su predilección por un futuro presidente civil. Hoy la comitiva real continuará su programa de actos en, Brasilia antes de emprender vuelo a Río de Janeiro, feudo del popular gobernador socialista Lionel Brizola, y "zona brasileña liberada," como escriben irónicamente por aquí.

16/5/83

El Rey inicia su visita oficial a Brasil con una entrevista con el presidente Figueiredo (16-4-1983)

El Rey se entrevistará hoy en Brasilia con el presidente Figueiredo, dando así comienzo a su visita oficial a Brasil. En la mañana de ayer (noche del sábado en España), los Reyes, cuya visita es la primera de un jefe de Estado español a este país, fueron recibidos en el aeropuerto de Brasilia por el presidente de la República Federativa, Joáo Baptista Figueiredo, tras lo que comenzaron una jornada de estancia privada en el Estado brasileño de Bahía.

Entre otras actividades, el Rey ofreció una recepción en el Palacio de Itamaraty (cancillería) a los embajadores acreditados en Brasilia, y por la noche los monarcas fueron agasajados con una cena de gala en el palacio presidencial de Planalto.Ayer, los Reyes dieron por terminada su permanencia particular en Salvador, atendiendo a la colonia española y haciendo turismo meteórico por esta antigua capital brasileña, mágica ciudad colonial portuguesa, con 165 iglesias, con todo el misterio de los ritos afrobahianos en sus calles, y la alegría de vivir de sus gentes, que pueden convertir un autobús urbano en una fiesta abigarrada y multicolor de ritmo y de cánticos.

Los Reyes pudieron saludar al llegar a la ciudad a su primo Pedro Carlos de Borbón Orleans y Braganza, tataranieto de Pedro I de Brasil, alojado en su mismo hotel. A primera hora de la mañana del domingo, aún con la ciudad dormida, la comitiva real asistió a misa y visitó el Museo de Arte Sacro, el más importante del país, que recoge piezas portuguesas e indoportuguesas del siglo XVII y algunas del siglo VII traídas de Portugal.

Entre la expectación de los bahianos y los vítores de los españoles y sus descendientes, acudieron a la catedral, al Beleorinho, cuyos adoquines están pulidos por las plantas de los esclavos en su arribo centenario, Unhao, con su salón de castigos y lonja de carne humana. Periodistas y séquito deambulando entre las infinitas funerarias de la ciudad alta, escudriñando ataúdes de todos los modelos ante la risa deslumbrante de los negros bahianos, sudorosos, embutidos en sus trajes, braceando en el aire espeso de la ciudad, debíamos de parecer extraterretres entre cientos de cuerpos magros y sueltos en bañador o camiseta.

Intensificar intercambios

Joáo Turval, gobernador del Estado, ofreció a los Reyes un almuerzo en su palacio, seguido de un espectáculo folklórico. El Rey aludió en su brindis a la pujanza del Estado de Bahía, el de mayor desarrollo industrial brasileño en los últimos 10 años, y a la cooperación entre los dos países. "España", dijo el Rey, "tiene una importante colonia en Salvador. En base a su dinámica presencia, albergamos la esperanza fundada de que los intercambios entre España y Bahía se intensifiquen y adquieran mayor diversidad para mutuo beneficio...".El gobernador ha tenido que desmentir a la Prensa bahiana -por otra parte emperrada en hacerle entrevistas al Rey aunque sea en el aeropuerto y a grito pelado- el que haya tratado con el monarca español un hipotético contrato entre la Armada brasileña y la Empresa Nacional Bazán ("eso es cosa de los respectivos Gobiernos"). La Marina brasileña dispone de una base con astilleros en Aratú (Bahía), que podría ser utilizada por la Bazán para la construcción de buques mediante la formalización de una empresa mixta hispano-brasileña. Es un negocio aún en el alero que interesa a ambas partes, pero que está encontrando algunos recelos infundados por parte brasileña.

Ya en la tarde, antes de que la noche del trópico cayera como un telón que pone fin a la función del día, de golpe, sin crepúsculo, los Reyes visitaron el casi centenario Hospital de los Españoles y recibieron en el Club Español a esta colonia industriosa y sufrida, en la que ya nacen muchachitos y muchachitas de cabellos crespos y piel negra que agitan entusiasmados la bandera de España en el noroeste brasileño.

Entrevista con el presidente brasileño, Joáo Baptista Figueiredo, en página 2


15/5/83

Los Reyes llegaron a Bahía, primera etapa de su viaje a Brasil (15-5-1983)

A las diez de la noche de ayer (hora española; cinco de la tarde hora local) aterrizó en el aeropuerto Dois de Julho, de Salvador, capital del estado brasileño de Bahía, el DC-10 de la Fuerza Aérea Española que transportaba a los Reyes para una visita privada de dos días y oficial de otros cuatro a Brasil. Los reyes fueron recibidos en el pequeño aeropuerto salvadoreño adornado con flores rojas y gualdas por el gobernador del Estado, Joao Durval, el arzobispio de Bahía, Avelar Brandao, y autoridades militares. Cientos de españoles esperaban a los Reyes en el aeródromo. La comitiva real se trasladó inmediatamente para descansar al hotel Othon Palace, sobre la Bahía de Todos los Santos, donde las. autoridades brasileñas han hecho reservar cuatro pisos, lacrados, para los Reyes y su séquito.

La estancia en Bahía se considera privada y hoy los Reyes celebrarán con los allegados de su casa sus 21 años de matrimonio. A las nueve y media asistirán a una misa en la capilla de Santa Teresa, oficiada por el arzoboispo de Bahía. Visitarán después el Museo de Arte Sacro y descubrirán posteriormente una placa conmemorativa en el Hospital Español, fundado hace 98 años. Mañana, en Brasilia, comenzará propiamente la visita oficial.La llegada de los Reyes es un acontecimiento para la colonia española bahiense (unas 6.000 personas y otras 45.000 descendientes de españoles), la más numerosa del Brasil. Hasta cinco entidades oficiales agrupan a los españoles que han hecho su vida aquí, en el noreste brasileño, principalmente en negocios de hostelería y alimentación. Antes de la colonización portuguesa ya habían recalado en estas costas Vicente Pinión, Diego Lepe y Alonso de Ojeda, y desde 1870, en diferentes etapas, fue notable la emigración española. Despreciados y explotados, particularmente en el período 19301959, acabaron conformando una comunidad próspera e influyente y ahora da trabajo en este estado a 100.000 brasileños. La visita de los Reyes ha sido su. fiesta y la coronación social de sus históricas amarguras.

Mensaje en portugués

Desde anteayer los canales de la televisión brasileña difunden encuestas callejeras sobre las relaciones hispario-brasileñas y los noticiarios emitieron un mensaje de saludo en portugués del Rey al pueblo.del Brasil. Los principales diarios de Río de Janeiro y de Bahía dedican espacio de importancia a este viaje haciendo énfasis en cómo el Rey de España presidió la transición desde un régimen autoritario de cuarenta años a una monarquía parlamentaria, devolviendo a los españoles sus libertades.

Los diarios especulan con la posibilidad de que el presidente Figueiredo se presente a la reelección (lo que éste niega) y anuncian que la inflación de este año alcanzará el 170% y que la deuda externa será de 2.000 billones de dólares en el año 2000. Otros apuestan por la segura victoria electoral en 1985 de Brizola, el gobernador de Río de Janeiro, cuya gestión se observa con lupa en todo el subcontinente. Los castigados idealistas iberoamericanos comentan nuevamente estimulados cómo en la toma de posesión de Brizola "estaban otra vez todos allí" que veías "las mismas caras que en la toma de posesión de Allende en La Moneda, de Cámpora en Casa Rosada, todos, todos, menos los muertos, los desaparecidos y los encarcelados, estaban otra vez en el palacio del gobernador de Río".

Es esta una esperanza itinerante pareja a la que te ofrecen las santonas negras y fandonas del aeropuerto bahiense cuando te dan un lazo para que lo anudes tres veces a tu muñeca tras formular tres deseos.

12/5/83

El Papa urge a la Junta argentina una respuesta sobre el Beagle (12-5-1983)

El Gobierno argentino ha desmentido tajantemente la presencia en Buenos Aires de un enviado secreto del Vaticano para urgir del régimen militar una respuesta sobre la mediación papal en el contencioso con Chile por las islas del canal de Beagle. Al tiempo, altas fuentes militares han negado asimismo el traslado de tropas hacia los acantonamientos del sur patagónico. Pero, de alguna manera, son mentís con la boca pequeña ante unas noticias publicadas por la Prensa porteña, equivocadas en los detalles, pero exactas en el fondo de la cuestión: la preocupación papal por los preparativos de guerra en la Tierra del Fuego.

La realidad es que el Vaticano, a través de la propia Iglesia argentina, ha hecho llegar al Gobierno la preocupación de Juan Pablo II por la demora de la respuesta argentina a su propuesta de mediación de 12 de diciembre de 1980. No existe, en efecto, tal enviado del Papa, sino que es monseñor Laguna, obispo de Morón, presidente del equipo de pastoral social del episcopado argentino, quien ha recibido el encargo de pedir una respuesta, tras más de dos años de espera, y de transmitir la preocupación del Papa.¿Por qué precisamente ahora? Porque el ruido de sables vuelve a escucharse aquí con nitidez y porque la mayoría de los agregados militares acreditados en Buenos Aires coinciden en que están sentadas las bases políticas para que la guerra sea deseada por los dos, regímenes históricamente enfrentados.

Ojos mirando al sur

Hace una decena de días, el presidente argentino Bignone viajó a la Tierra del Fuego y sobrevoló en helicóptero las tres islas en litigio en la bocana del canal de Beagle, que darán a su poseedor derechos territoriales sobre la Antártida y marítimo sobre zonas ricas en yacimientos petrolíferos. El canciller chileno, Schweitzer, llegó el martes a la ciudad austral chilena de Punta Arenas tras haber visitado las islas desérticas y navegar en barcaza por el controvertido canal.

La recluta argentina -pese a los mentís- es dirigida al sur, mientras las tres armas están comprando material bélico en todo el mundo a manos llenas; la flota de mar argentina se encuentra en el sur y se teme una reedición del incidente de las Georgias que civiles argentinos desembarquen en las islas de la querella, izen la bandera de su país y propicien una posterior intervención militar por parte de Chile.

Analistas militares y diplomáticos estiman que el general Pinochet necesita una guerra en el Beagle para distraer sus dificultades internas.

10/5/83

Las catastróficas inundaciones en el norte argentino amenazan la capital (10-5-1983)

Más de 200.000 personas han sido ya evacuadas de las provincias del norte argentino, asoladas desde hace dos meses por un anormal régimen de lluvias, presumiblemente originado por la gigantesca presa brasileña de Itaipú. Cientos de miles de hectáreas de las provincias argentinas de Formosa, El Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe han quedado anegadas para siempre, según los hidrólogos. Los repuntes de los ríos Paraná y Paraguay, y sus afluentes, que penetran en Argentina desde el Paraguay, para desembocar en el río de la Plata, alcanzan ya hasta diez metros sobre su nivel. habitual.El excedente de agua que baja del Norte, de la Mesopotamia argentina, arrastra ingentes masas de camalotes (vegetación flotante) de hasta cuatro metros de espesor. La acumulación de camalotes contra las bases de torres de tendido eléctrico, carreteras o pilares de puentes, hasta derrumbarlos por presión, está dejando sin infraestructura de comunicaciones al noroeste del país. Los camalotes, desde el confin de las selvas norteñas, están llegando al estuario del Plata, al puerto y paseos marítimos de Buenos Aires. La Prensa de la capital inserta advertencias sobre la llegada a la ciudad de víboras, yararás (un ofidio de mordedura mortal), arácnidos, y hasta monos y carpinchos (un pequeño cerdo cimarrón), enloquecidos tras días de angustiosa navegación sobre las matas vegetales.

Los damnificados arremeten contra la imprevisión de este Gobierno y de los anteriores ante la ausencia de una adecuada infraestructura de canalización de aguas. Pero científicos y ecólogos aseguran que las talas forestales brasileñas y la inmensa presa de Itaipú son los causantes de un desplazamiento hacia la Argentina de la frecuencia e intensidad de las vias en la zona y del desbocamieto crónico de los ya incontrolables Paraguay y Paraná

7/5/83

Los obispos argentinos juzgan 'insuficiente' el informe militar sobre los desaparecidos (7-5-1983)

La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina reaccionó publicando una moderada crítica al informe militar 48 horas después de que Juan Pablo II expresara su solidaridad con el dolor de los familiares de los desaparecidos. Afirman los obispos en su nota que el informe de la Junta "contiene aspectos positivos que pueden constituir un paso para la reconciliación, pero es insuficiente".

"Es lamentable", continúan los obispos, "la falta en el documento de una referencia a la búsqueda de soluciones que respeten los derechos de los niños desaparecidos, los cuales queremos creer que viven y han sido entregados en adopción". "Se requiere el reconocimiento de los yerros, su detestación y la búsqueda de caminos posibles de reparación. Ello es exigido no solamente por los excesos cometidos, atropellos a la dignidad humana -inclusive con la muerte de inocentes- y métodos injustos, sino también, y con mayor razón, si se induce a la adopción práctica de un sistema éticamente condenado. Todo ello demuestra la insuficiencia del documento, que requiere una mayor explicitación", agregan.A título índividual, algunos obispos están subiendo a los púlpitos para rechazar el informe militar. El obispo de Río Negro lo acaba de repudiar por "falso, inmoral e hipócrita", y dirigiéndose al general Jorge Videla le pregunta públicamente: "¿No sabe como nosotros que las fuerzas armadas han violado sistemáticamente los elementales derechos del hombre y profanado su dignidad?". Un párroco de Neuquen ha prohibido la entrada en su iglesia de cualquier funcionario civil o militar que no haya abominado previamente el informe de la Junta.

Solidaridad con las 'madres'

La marcha de las madres y abuelas de la plaza de Mayo rompió este jueves su recorrido circular obsesivo y avanzó, voz en cuello, por la avenida Veinticinco de Mayo hasta el deshabitado Congreso, que ahora están limpiando los albañiles. Unas 5.000 personas, pese a la hora laborable, se sumaron en esta ocasión a las habitualmente solitariasmadres y, por primera vez, los partidos políticos unieron sus pancartas a esta protesta semanal.El informe ha tenido la virtud de romper el aislamiento de las madres de la plaza de Mayo. Durante media hora atronaron los balcones de la Casa Rosada con sus rítmicos eslóganes e insultos de grueso calibre ante la impasibilidad de los granaderos de la guardia. Después finalizaron la manifestación ocupando simbólicamente las escalinatas del Congreso.

Después de años de soledad, estas madres coraje, viejas, pobres, perseguidas (una de ellas también desapareció), empiezan a recoger su cosecha. Una ancianita diminuta, con las piernas hinchadas y varicosas, con su pañal blanco en la cabeza con el nombre de su hijo, grita desaforada en primera fila ante la casa del Gobierno y los gigantescos granaderos. Es española, Franco fusiló a su marido y aquí los militares han hecho desaparecer a su único hijo.

6/5/83

Los militares argentinos exigen mayor dureza con Italia (6-5-1983)

El embajador argentino en Roma ha sido llamado a Buenos Aires para evacuar consultas y permanecerá un tiempo alejado de su representación diplomática. Pese a que algunos militares estaban pidiendo poco menos que la ruptura de relaciones con Italia tras las denuncias de presidente Sandro Pertini, se ha impuesto la prudencia del canciller Aguirre Lanari y no pasará de ahí el enfurruñamiento oficial argentino.

En el interior continúan las manifestaciones de repulsa contra la Junta por su documento sobre los desaparecidos y se preparan movilizaciones parciales, de protesta en Buenos Aires que culminarían a mediados de mes con una concentración ante el vacío Congreso de los Diputados.Pueden detectarse diferencias en la cúpula militar, que no ha obtenido ningún beneficio con la publicación del documento; altos mandos castrenses reconocen, además, que la declaración de la Junta no supone un valladar jurídico contra futuros procesamientos de militares a instancias de familiares de las víctimas, y que la ley de amnistía en preparación, de no pactarse con las fuerzas políticas, podría quedar en papel mojado ante el futuro Congreso democrático.

Los pactos y contrapactos, la conspiración política, es la tónica de este período preelectoral. El diario Clarín acaba de dar datos fehacientes sobre la estancia del almirante Massera (miembro del triunviro militar del golpe de 1976) en Madrid el pasado fin de semana para una hipotética entrevista de diez horas con la viuda de Perón. Las denuncias del líder radical Raúl Alfonsín sobre el pacto militar-sindical han paralizado las transferencias de los sindicatos que aún quedan bajo intervención castrense.

Motín a bordo

Tras peripecias dignas de la filmografía de los hermanos Marx e indignas de la tristeza de los familiares de los caídos en Malvinas, elLago Lácar llegará mañana de arribada al puerto de Buenos Aires después de una semana de errática singladura. Un frente de tormentas obligó al navío a buscar el amparo de la costa, mientras el ingeniero Destéfanis, organizador del viaje y supuesto hombre de los servicios de información militar, intentaba comunicarse por radio con la primera ministra británica y hasta con el Papa. Después ideó un desembarco triunfal en alguna población costera argentina pero fue disuadido desde Buenos Aires. Finalmente, uno de sus ayudantes, ebrio no sólo de patriotismo, dirigió un intento de amotinamiento para destituir al capitán del buque y forzar el paso hasta las Malvinas. El rebelde fue reducido y desembarcado, y el Lácar recibió la orden de regresar inmediatamente a puerto.

5/5/83

Posible crisis diplomática italo-argentina por las insistentes protestas de Pertini (5-5-1983)

La Junta Militar argentina se reunió ayer para analizar la crisis diplomática abierta con Italia tras las dos durísimas admoniciones dirigidas por el presidente italiano, el venerable Sandro Pertini, a su colega argentino Reynaldo Bignone. La respuesta española, en cambio, ha sido providencial para los militares argentinos, mientras los familiares de desaparecidos muestran su amarga decepción.La Embajada argentina en Roma ha hecho entrega de un memorándum al Gobierno italiano en el que expresa su más enérgica protesta por el primer telegrama de Pertini. El presidente italiano ha remitido ahora al teniente general Bignone una súplica en la que se muestra sorprendido por la defensa que él, "un hombre honesto y oficial insobornable", hace de "oficiales que con graves fechorías han deshonrado el uniforme que usted lleva con honor. No me interesa si otros jefes de Estado no sintieron el deber de protestar como protesté yo. Peor para ellos. Cada cual actúa según sus modos de sentir".

La Prensa no oficialista, amordazada por la censura, que dedica sus páginas editoriales a los problemas ganaderos, al Pioneer-10 y al sistema solar, procura reproducir íntegros los telegramas de Sandro Pertini, a los que ahora hay que sumar la repulsa francesa y una severa crítica de la Santa Sede a través de un ceñudo editorial de L'Osservatore Romano.

No tiene mucho a donde agarrarse la Junta Militar y, de milagro, no se ha agarrado al clavo ardiendo de la protesta española. Llama la atención en Buenos Aires que la diplomacia española haya tenido que justificar su protesta en la cifra de 2.050 desaparecidos dados oficialmente por muertos, cuando hasta la propia Junta reconoce la desaparición de más de 6.000 ciudadanos.

La guerra de las cifras es banal por cuanto, tal como ocurrieron las cosas, tanto dan 10.000 desaparecidos más o menos para reputar de genocida el proceso militar argentino. Pero en Buenos Aires se juega al desprestigio de las organizaciones humanitarias que barajan cifras elevadas, y a este respecto que España sólo se refiera a 2.050 desaparecidos supone una ayuda inesperada y milagrosa.

Por otra parte, el Gobierno español parece resignado a limitar sus gestiones a los 35 desaparecidos de nacionalidad española sobre los que está dispuesto a hablar el Gobierno argentino. Aquí prima el concepto jurídico del suelo sobre el de la sangre para sentar la nacionalidad, y la Casa Rosada no admite la competencia de nuestra Embajada sobre los 174 desaparecidos hijos y nietos de españoles, pese a los convenios de doble nacionalidad firmados entre los dos países. El caso es que los familiares de los desaparecidos tienen muy pocas palabras gratas para la gestión de la diplomacia española.

3/5/83

Las denuncias de Raúl Alfonsín pueden provocar una ruptura en la Multipartidaria argentina (3-5-1983)

La luna de miel entre los integrantes de la Multipartidaria argentina, amenaza con acabar antes de tiempo, para mayor satisfacción de la Junta Militar. Raúl Alfonsín, precandidato radical, y Lorenzo de Miguel, líder de los sindicatos peronistas, se han tirado los trastos a la cabeza en el mismo aeropuerto de Ezeiza, nada más regresar al país, el uno de Madrid y el otro de Pekín.

La disputa tiene su origen en las denuncias de Alfonsín sobre la existencia de un pacto entre militares y sindicalistas. De Miguel, a su llegada, desmintió categóricamente tales imputaciones: "Alfonsín es un mentiroso o debe de estar viviendo en otro mundo. Yo no creía que hubiera políticos mentirosos en el país, pero si hoy miente, antes de la campaña electoral, no sé lo que va a hacer en el futuro. Han visto los radicales que la afiliación al Justicialismo es intensa, que tenemos tres millones de afiliados, y se ven perdedores".Alfonsín declaró a su regreso su satisfacción por el viaje a España. "Para Argentina fue emocionante", dijo, "cómo se aplaudió en el congreso de defensa de la democracia la resolución sobre las Malvinas, favorable a Argentina, y tiene gran importancia que la haya firmado Gabriel Valdés, presidente de la Democracia Cristiana chilena".

Sobre su gresca con los sindicatos peronistas declaró que "no puede haber una democracia si no hay un sindicalismo fuerte, pero tampoco puede haber democracia sin un sindicalismo absolutamente democrático. A mí no me interesa demasiado quién gane las elecciones, me interesa la democracia. El día de la elección tiene que ser un día de alegría para todos los argentinos, porque significará la recuperación de nuestros derechos y libertades, y yo voy a defender la democracia aunque se me insulte y aunque sea mal interpretado".

La realidad es que muchos sectores peronistas estiman que su presencia en la Multipartidaria ha desdibujado el potencial real del Justicialismo y lo ha convertido en un furgón de cola del radicalismo. Estos sectores verían con buenos ojos la retirada peronista del pentágono político que hasta ahora forman con los radicales, los desarrollistas, los intransigentes y los democristianos.

No obstante, es improbable la ruptura de una Multipartidaria que tendrá que rendir sus mejores frutos, precisamente, tras las elecciones, dando estabilidad a los primeros pasos de la futura y frágil democracia argentina, y que está siendo bandera en todo el cono sur para la creación de plataformas similares en la lucha contra las dictaduras castrenses.

1/5/83

Los obispos argentinos rechazan los intentos de exculpación de la Junta Militar en el poder (1-5-1983)

Continúan desgranándose críticas y condenas al documento de la Junta Militar sobre guerra antisubversiva y desaparecidos. Ni una sola voz se ha alzado para justificarlo, excepción hecha del teniente general Videla (instaurador del proceso en 1976), quien ha roto un prolongado silencio para decir que el documento "está hecho con amor" y que "es justo".

A título personal, la condena de los obispos ha sido unánime:"No es parejo -el documento- al referirse al accionar subversivo y cuando examina la represión ejercida" (obispo de Morón).

"Es falso e inmoral. Decirse cristiano y no admitir la doctrina cristiana es una falsedad que está catalogada en el mismo Evangelio como hipocresía. La gran verdad es que los argentinos hemos padecido tanto más por la represión que por el terrorismo. En definitiva, la represión se ha convertido en un terrorismo de Estado" (obispo de Río Negro).

"Existe una diferencia notable entre la reconciliación que propugna la Junta Militar y la que recomienda la Iglesia" (obispo de Kilmes).

"No dice la verdad, oculta la realidad y llama al error sobre lo que fue un plan previamente elaborado y metódicamente ejecutado mediante secuestros, torturas, frecuentemente realizados en lugares castrenses previamente designados y que concluyeron con gran número de muertes" (obispo de Neuquén).

"Respira una soberbia totalmente reñida con el Evangelio" (obispo metodista Bonino).

La mayoría de la jerarquía católica, en suma, ha reprobado el documento militar y ha ido algo más allá en su compromiso cristiano que en la declaración episcopal recientemente publicada y en la que también se aludía a los desaparecidos.

Políticos, sindicalistas, intelectuales, se han puesto al fin de acuerdo en el guirigay preelectoral argentino: hay que remitir a los jueces los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión por la dictadura militar.

El resbalón de la Junta sólo es explicable desde la perspectiva de su desorientación y desmoralización tras el fracaso en las Malvinas.

Y después de la corrupción moral que implica los desaparecidos, queda aún por estallar la económica que ha embarrado a una oficialidad dedicada desde hace siete años a gerenciar industrias de bienes y servicios. Ahora mismo están en prisión preventiva varios jefes del Ejército presuntamente implicados en una estafa de adulteración de gasolina desde empresas estatales. No obstante, fuentes castrenses admiten que el Ejército sigue estudiando una ley de amnistía para antes de octubre.

Estado de sitio (1-5-1983)

Hace un mes, el acreditado columnista estadounidense Jack Anderson publicó en el sindicato de diarios que edita sus artículos una noticia no desmentida por la Junta Militar argentina: las negociaciones entre los militares y una firma norteamericana para la compra e instalación en el gigantesco cementerio bonaerense de la Chacarita de un perfeccionado y discreto crematorio industrial de cadáveres. La guerra de las Malvinas y el subsiguiente antiyanquismo argentino, o acaso un último hálito de cordura, habrían frustrado el macabro negocio. Sea como fuere, el caso es que, como sedicentemente sus últimos responsables acaban de reconocer, a la dictadura militar argentina, si no le sobran miles de cadáveres, al menos le faltan miles de ciudadanos.

La segunda mitad de la década de los setenta pasará aquí a la historia como el quinquenio del horror, y a los anales militares y políticos como el momento en que un ejército rigorista, pero a la postre de tradición europea, enloquece, verdaderamente asume la teoría de las fronteras interiores, se revuelve sobre sí mismo y ataca a su propio pueblo.En los años más duros de la guerra del Ejército argentino contra el pueblo argentino flotaban los cadáveres en las aguas fangosas y achocolatadas del río de la Plata, derivando hacia las playas de Uruguay, entre Colonia y Montevideo; y quienes podían permitírselo volaban los 18 minutos que separan Buenos Aires de la capital oriental para buscar a sus deudos en las morgues uruguayas. Aviones mortuorios arrojaron cuerpos al Atlántico sur.

En Córdoba, en Tucumán, en Buenos Aires se excavaron solapadamente fosas comunes para los muertos NN (ningún nombre); ahora, cada vez que se descubre el emplazamiento de alguno de aquellos cementerios secretos, familiares envejecidos, ajados por esa insufrible mixtura de dolor y esperanza, contemplan la exhumación de carroña ya irremisiblemente irreconocible y NN para siempre. Los grandes cementerios bajo la luna; también aquí han fusilado como quien tala.

La versión de la Junta Militar de posibles excesos por su parte en una guerra contrasubversiva de la que desconocía las reglas es una de las falacias que hoy repugnan a los argentinos. Los planes para la guerra interior y la defensa de las fronteras ideológicas no llovieron del cielo el 24 de marzo de 1976, cuando el teniente general Videla, el almirante Massera (hoy dedicado a político demócrata) y el brigadier del Aire Agosti ocuparon el poder.

El reinado del terror

El terrorismo crecía en el país al menos desde la presidencia de Illía, y la guerrilla rural había proclamado territorio libre de América algunas zonas del Tucumán tropical. Primero, el Ejército presionó sobre el Gobierno constitucional peronista para que se le encargara de una represión legal de la insurrección (en lo que ahora quieren ampararse) y continuó su tarea derrocando a ese mismo Gobierno y al régimen democrático, dando suelta a los perros de una represión perfectamente diseñada de antemano.La guerrilla rural y urbana (que, por supuesto, asesinó todo lo que pudo) fue masacrada y el estado de sitio inauguró la época de las desapariciones y el terror. Se prohibió la teoría de conjuntos en la enseñanza matemática por subversiva y la utilización escolar del vocablo vector por pertenecer a la terminología marxista. Una censura hermética impidió la propagación de los abusos, y el pasaporte falso se cotizó a 5.000 dólares ante la imperiosa necesidad de tantos por escapar del país.

Se persiguió a los psicoanalistas por disipar los valores convencionales de la sociedad argentina, y a la juventud idealista solamente por serlo. Y los Ford Falcon de color verde, sin matrículas, se desparramaron por las calles del Gran Buenos Aires y de Córdoba, dando a esta guerra por el frente interior su auténtico sentido: una batalla de años en la que sólo hubo víctimas -desaparecidos- por uno de los bandos: los civiles argentinos sospechosos de liberalismo, progresismo o idealismo.

Un símbolo: el Ford Falcon

El Ford Falcon argentino es un auto robusto, duro, que ha dado una triste celebridad a su casa matriz norteamericana. Una importante partida de color verde fue adquirida por la Seguridad del Estado, y aunque se desapareció en coches de todos los colores y modelos, esta marca y este metalizado han quedado aquí como símbolo del terror estatal. En Ford Falcon trasladaban presos al centro de Buenos Aires, que en la madrugada eran fusilados contra el obelisco de la avenida Nueve de Julio (como fusilar contra la Cibeles). Ford Falcon cerraban las salidas de manzanas enteras, tras advertir a la policía federal que la zona de su operativo era territorio libre; y parapoliciales y paramilitares, con el convincente latiguillo de "estáte quieto o te reviento", trasladaban detenido al propietario de un libro de Gramsci (conozco intelectuales que aún tienen enterrada su biblioteca).Al día siguiente, a la semana, llegaban camiones y se llevaban televisores, frigoríficos, muebles, ropas, utensilios, joyas, dinero de quienes ya poblaban los locales del Ejército, la Marina, en menor medida la Aviación. Pisos de fortuna, chalés, estancias ganaderas abandonadas, donde empezó a echar chispas la picana hasta tales niveles que médicos argentinos, como los doctores Abel Pedate y Federico Bonet, han podido publicar monografías científicas de primer orden sobre las consecuencias psicológicas y somáticas de la aplicación de corrientes alternas a pezones, encías, glandes, escroto, recto y vagina.

Desaparición ante testigos

La norma fue el secreto sobre el lugar de detención, la tortura generalizada para la obtención de informaciones y el secuestro indefinido durante años hasta la liberación o la muerte. Así, nacieron niños en prisión, y sus madres -avisadas con meses de antelación de cuál iba a ser su suerte-, fusiladas tras el parto ("los fetos no son subversivos", les decían). Hijos pequeños de matrimonios desaparecidos fueron vendidos a familias estériles estadounidenses, entregados a personas "de orden" bajo una nueva identidad... Parece un ensueño de la razón, pero no pasa un mes sin que los diarios den cuenta de que las madres o las abuelas de la plaza de Mayo, en sus pesquisas, han dado con el paradero de un niño secuestrado, restituyéndolo a sus familiares más cercanos.Miente la Junta Militar cuando afirma que los desaparecidos fueron muertos en acciones de guerra y no pudieron ser identificados por actuar clandestinamente bajo identidad falsa. Al margen de los niños, el 82% de los que desaparecieron eran ciudadanos perfectamente identificables, que fueron secuestrados ante testigos en sus domicilios, en su lugar de trabajo o en locales públicos frecuentados por ellos.

Es un solo caso, pero puede resultar cercano: una de las madres de la plaza de Mayo es una anciana que lleva escrito en el pañuelo blanco de su cabeza el nombre de Luis Rodolfo Guagnini, periodista, identificado políticamente con la izquierda, peronista, que jamás usó un arma o vivió en la clandestinidad, con trabajo estable y conocido como redactor deInterpress Service y corresponsal del Latin America Political Report y de EL PAIS. En diciembre de 1977 él y su mujer fueron secuestrados en un Ford Falcon. La mujer -hoy exiliada en Italia- es liberada a los dos días. Un año después, todavía la llamaban de tarde en tarde y la ponían al teléfono con su esposo. Liberados de aquel centro de detención comunicaron a madre y nuera que Guagnini, a los dos años del secuestro, fue conducido a otro lugar en el convencimiento de que sería fusilado. No ha vuelto a saberse de él.
Los responsables del genocidio preparan una ley de amnistía y recuerdan la cívica máxima del general De Gaulle: "La sangre seca rápido". Videla ha roto su prolongado silencio para declarar que el documento del jueves de la Junta Militar le parece "redactado con amor". El capitán de corbeta Astiz pasea su BMW por las afueras de la base naval de Trelew.

Una pesada herencia

Algunos secuestrados que, bajo la tortura, denunciaron a sus novias, a sus camaradas políticos (no terroristas) se han suicidado, ya en libertad. Otros, tras la delación, aún trabajan, amedrentados, para la información militar o policial. Un vago sentimiento de culpa capilariza a la sociedad argentina por su comprensible silencio atemorizado, por no haber querido enterarse de lo que estaba ocurriendo, cuando ahora leen en los diarios las direcciones de los centros de tortura y detención secretos. Y, como un viejo director de telediario, se dan una palmada en la frente cayendo en la cuenta de que en el sótano de aquel almacén en el que se ensayaban las telenovelas de un canal, la Marina manejaba la manivela del generador de la picana.Es la historia de los Ford Falcon de color verde que jamás fueron a ninguna guerra abierta contra ningún terrorista, y de la locura de unos militares perdidos que repetían mucho eso de que "Dios es argentino", y que ante las protestas de las organizaciones humanitarias internacionales replicaban con el estúpido eslogan de "nosotros somos derechos y humanos". Es la historia aún inconclusa del estado de sitio.