3/5/83

Las denuncias de Raúl Alfonsín pueden provocar una ruptura en la Multipartidaria argentina (3-5-1983)

La luna de miel entre los integrantes de la Multipartidaria argentina, amenaza con acabar antes de tiempo, para mayor satisfacción de la Junta Militar. Raúl Alfonsín, precandidato radical, y Lorenzo de Miguel, líder de los sindicatos peronistas, se han tirado los trastos a la cabeza en el mismo aeropuerto de Ezeiza, nada más regresar al país, el uno de Madrid y el otro de Pekín.

La disputa tiene su origen en las denuncias de Alfonsín sobre la existencia de un pacto entre militares y sindicalistas. De Miguel, a su llegada, desmintió categóricamente tales imputaciones: "Alfonsín es un mentiroso o debe de estar viviendo en otro mundo. Yo no creía que hubiera políticos mentirosos en el país, pero si hoy miente, antes de la campaña electoral, no sé lo que va a hacer en el futuro. Han visto los radicales que la afiliación al Justicialismo es intensa, que tenemos tres millones de afiliados, y se ven perdedores".Alfonsín declaró a su regreso su satisfacción por el viaje a España. "Para Argentina fue emocionante", dijo, "cómo se aplaudió en el congreso de defensa de la democracia la resolución sobre las Malvinas, favorable a Argentina, y tiene gran importancia que la haya firmado Gabriel Valdés, presidente de la Democracia Cristiana chilena".

Sobre su gresca con los sindicatos peronistas declaró que "no puede haber una democracia si no hay un sindicalismo fuerte, pero tampoco puede haber democracia sin un sindicalismo absolutamente democrático. A mí no me interesa demasiado quién gane las elecciones, me interesa la democracia. El día de la elección tiene que ser un día de alegría para todos los argentinos, porque significará la recuperación de nuestros derechos y libertades, y yo voy a defender la democracia aunque se me insulte y aunque sea mal interpretado".

La realidad es que muchos sectores peronistas estiman que su presencia en la Multipartidaria ha desdibujado el potencial real del Justicialismo y lo ha convertido en un furgón de cola del radicalismo. Estos sectores verían con buenos ojos la retirada peronista del pentágono político que hasta ahora forman con los radicales, los desarrollistas, los intransigentes y los democristianos.

No obstante, es improbable la ruptura de una Multipartidaria que tendrá que rendir sus mejores frutos, precisamente, tras las elecciones, dando estabilidad a los primeros pasos de la futura y frágil democracia argentina, y que está siendo bandera en todo el cono sur para la creación de plataformas similares en la lucha contra las dictaduras castrenses.

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