10/11/08

Necesidad de la utopía (10-11-2008)

Tras la muerte de Roosevelt el cinismo anidó entre los americanos, que decían que en EEUU cualquiera podía ser presidente por Harry S. Truman, un camisero de Misuri que destruía el canto y aporreaba un piano en las veladas de la Casa Blanca, o que el país podía vivir sin presidente, a cuenta del general Eisenhower, más diplomático y relaciones públicas que militar, que pasó sus mandatos jugando compulsivamente al golf.

Cuando emergió el atractivo John Fitzgerald Kennedy y su familia arrolladora, Occidente también como ahora, creyó despertar de un letargo con la nueva frontera, el viaje a la Luna y la mítica solidaridad. Es difícil vivir sin creer en algo. Luego, la utopía se desbarrancó en el asesinato de los hermanos Diem en Saigón, la intervención en Vietnam, Bahía Cochinos y otros desastres. En Camelot, el Rey Arturo era un cornudo, la Reina Ginebra una ninfómana y Lanzarote un arribista de camas.

Con Obama se repite el mismo ciclo utópico. Durante décadas en Europa y América la política es asunto de burócratas mediocres y corruptos, cuando no analfabetos, que no tensan el arco para lanzar la flecha más allá de sus narices y sus dogmas de manual. Así, hay que disculpar la obamanía que nos aturde porque el negro cosmopolita lee un discurso ilusionante aunque se lo escriba un propagandista de 27 años que ya trabajó para el senador Kerry. Patria y Religión. Su multiculturalismo le aleja del patrioterismo, y como su interesante madre, es un antropólogo de las religiones a las que hay que conocer sin fe. Lo demás, como con los Kennedy, es mercadotecnia para un megapijo empeñado en lustrarse con unos orígenes humildes que no tiene. Como abogado, lo mejor que hizo fue casarse con la brillante Michelle a la que servía de becario, y ha pasado por la senaduría de Illinois sin romperla ni marcharla, obsesionado desde estudiante con presidir su nación.

A Thomas Hobbes no le gustaban los seres humanos y creía que sólo el Estado podía controlar la convivencia. Juan Jacobo Rousseau estimaba la bondad intrínseca del hombre y, acaso para demostrarlo, abandonó a sus cinco hijos en un orfelinato. Seguimos yendo entre el hombre es un lobo para el hombre y el buen salvaje. Stephen Hawking afirma que si Dios existe no está jugando a los dados con los hombres y que el Universo obedece a una planificación. Pero si Dios está muerto o duerme profundamente necesitamos la utopía para seguir arrastrándonos en esta tierra hacia un final desconocido. Nos guste o no ahora esa esperanza desilusionada se llama Obama.

25/8/08

Miedo a volar (25-8-2008)

Un comandante español de submarinos alistaba en la base naval de San Diego una unidad cedida por la US Navy y se sorprendía de que su preparadísimo y eficiente colega que hacía la entrega sólo fuera segundo comandante. Lo comentó al almirante de los sumergibles: «Usted sabe -le contestó- que en un submarino el primer error es el último. Este buen oficial está divorciado, con lo que ya ha cometido un importante error en su vida». Todas las Armadas del mundo son exasperantemente conservadoras hasta en su vida social, pero es cierto que, como en el Kursk, el primer error es letal. La aviación es el submarino del aire y una puerta mal cerrada supone la catástrofe.

A los fóbicos se les enseña que el avión no está suspendido milagrosamente en el vacío sino que navega en el fluido del aire igual que entre las aguas, y que, alcanzada su velocidad de crucero, no pesa. El teorema de Bernoulli, la teoría de Kutta-Joukowski y el principio de acción-reacción sustentan el mito de Icaro y el sueño de Leonardo Da Vinci. Obvio es repetir que el transporte aéreo es el más seguro del mundo, por eso sus desastres despiertan la imaginación y estupidizan a los responsables en tierra. Se ha repetido que los pilotos de Spanair tenían los brazos rotos de tirar de los mandos para elevarse, como si alguien pudiera hacerlo aun tirando de las Pirámides. Ni se sabe lo que es un avión ni se conoce la anatomía. Otrosí que el piloto fue obligado a despegar. Es el capitán del barco, es Dios a bordo, y se impone al armador, no al revés. Ningún comandante despega si no quiere o tiene dudas. Si en la pista de rodadura un pasajero organiza un escándalo se le desembarca; por una simple borrachera muchos aviones han variado su destino. Barajas acaba de dar una buena colección de leyendas urbanas.

Intolerable el secretismo cruel de Spanair que secuestró durante horas la simple lista del pasaje como si fuera un factor clave de la investigación. Los directivos de la compañía que han dado la cara para no decir nada son meros empleados distinguidos de la Scandinavian Airlines System (SAS), que han logrado que sus prestigiosas siglas apenas aparezcan en las informaciones sobre la tragedia como si no fueran los dueños del aparato siniestrado. La rueda de prensa de la ministra de Fomento fue digna de una «miembra» del Gobierno, balbuciendo ignorancias cuando bastaba restar los heridos del total de pasajeros para cuantificar los muertos. Volar es seguro; lo peligroso acaece siempre en tierra.

18/8/08

'Chau', Radio Colifata (18-8-2008)

De músico, poeta y loco / todos tenemos un poco. Dice el refranero. El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes, de fronteras tan imprecisas que nunca puedes saber con seguridad si te encuentras en el territorio de la una o en el de la otra. Hace años di un mitin en un teatro abarrotado de miembros y simpatizantes de la Asociación Theo van Gogh, por el hermano de Vincent que soportó financiera y psicológicamente las genialidades del gran pintor. Les dije: «Viajando por medio mundo he encontrado locos de atar, furiosos homicidas, peligrosísimos…, y todos iban en coche oficial». Me ovacionaron en pie. Y es que la definición más simple del alienado es la del que no se ahorma a los comportamientos generalizados y tenidos por normales. Así, el comunismo y los naci-fascismos obraban en lógica psiquiatrizando a los disidentes, y las Madres de la Plaza de Mayo porteña que reclamaban por sus desaparecidos fueron tildadas de locas, como las Damas Blancas de La Habana.

Yo también llegué a creer que todos los argentinos estaban psicoanalizados, o de psicólogo o en el psiquiatra. Todo un barrio de Buenos Aires se conoce por Villa Freud, por la cantidad de profesionales de la mente por metro cuadrado que allí tienen consulta. En el bochornoso verano austral aumentan los suicidios porque los terapeutas están de vacaciones en Mar del Plata o la uruguaya Punta del Este. Todo comenzó con el éxodo republicano de 1939, cuando llegaron al país los mejores psiquiatras y psicoanalistas españoles que aún son venerados por la comunidad científica argentina. Otra herencia española.

El intendente de Buenos Aires CF, el empresario Mauricio Macri, dueño del River Plate, va a derruir el Hospital de Borda para especular sobre los escombros y desde donde emitía Radio Colifata (colifato es loco en lunfardo), emisora de los piantaos de dentro para los piantaos de fuera, conocida internacionalmente por internet, y en España por el reciente anuncio de un refresco. Al menos quedan hospitales psiquiátricos en Argentina, y no como en España donde la triunfante antisiquiatría los redujo a su mínima expresión mandando a los pacientes a sus casas con tratamiento ambulatorio para desesperación de familiares que no saben manejar a un psicótico y pagan con la vida por ello. No se cura un cáncer en el domicilio pero sí una tristeza maligna. Los internos del Borda salen a la calle para hacer sus reportajes y Radio Colifata es la más cuerda del espectro. Chau.

24/7/08

Gómez de Liaño (24-7-2008)

Sé lo que hará el juez Javier Gómez de Liaño si el Estado paga la multa, que no la pagará o lo hará con un descuento fiscal: enmarcar en plata los 5.000 euros y colocarlos en su despacho para recordar lo flacos que se valoran los derechos morales de un cristiano. Bien que el Tribunal de Estrasburgo multa simbólicamente, pero también podían haberle entregado una placa firmada por magistrados como Garzón, García Ancos y Bacigalupo que tanto contribuyeron a la delirante condena del buen juez al que siempre he llamado como tal.

Ya es grave que la UE sancione que en España ni el Supremo ni el Constitucional proceden a juicios imparciales cuando tanto presumimos de garantismo judicial, pero ninguno de los sentenciadores cuyo yerro fue a sabiendas, clave que separa al indocto del prevaricador, sufrirá ni un expediente administrativo. La pieza está cobrada y a Bacigalupo ya le han recompensado haciéndole magistrado emérito, saltándose la jubilación obligatoria. Desde Celia Gámez, ningún argentino había triunfado tanto en España.

Hace 10 años, el juez Liaño indagó a Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián ante el hecho de que las fianzas de los clientes de una televisión de pago no estaban inmovilizadas, sino que iban de una empresa a otra para tapar agujeros. Ante él compareció Polanco con tal corte de letrados que no cabían en el despacho y hubo que traer sillas de fortuna, haciendo empírica su afirmación de que tenía en nómina más abogados que periodistas, y aquello tan civilizado de que «el que se me enfrente que se vaya de España». Con el juez Liaño hicieron un auto de fe, y el suyo es uno de los intentos de asesinato civil que se han perpetrado en esta democracia de baja intensidad. A su pareja, la fiscal María Dolores Márquez de Prado -a la que descalabró el propio Aznar, despectivamente («La chica: fuera»)-, el diario El País, siempre tan fino y pisaverde, la llamaba la barragana del juez, como si Liaño fuera un obispo. Tales fueron las injurias que nuestro juez le dijo: «Después de todo lo que te están llamando no voy a tener más remedio que casarme contigo». Palabra de juez.

A través de la prevaricación siempre se ve el dinero o los favores de parientes o socios. Liaño cuenta con una legión de amigos o conocidos que nunca pudimos dudar de su honestidad intelectual y jurídica. Cuando le indultaron me negué a felicitarle porque no se le dan los parabienes a un inocente aunque le hayan descolgado de la horca. Creo que su primera actuación judicial fue el levantamiento de un cadáver. La última consistió en levantar la manta que cubría al grupo Prisa y advertir cierto hedor. Juan Luis Cebrián será elegido consejero delegado del año por haber conseguido deber más de 5.000 millones de euros, tras sus pérdidas en Radio El País y el semanario El Globo. El melifluo Janli es ignaro en gestión empresarial y supongo que Ignacio Polanco y demás consejeros le estarán mirando fijamente a los ojos.

La Inquisición no perdonó al juez Liaño que pretendiera levantar el muerto.

21/7/08

Zapatero y el Dr. Pangloss (21-7-2008)

Cándido es la fábula más popular de Voltaire, y sus páginas las recorre el Dr. Pangloss, vivo o muerto, de Pan = todo, y gloso = lengua, que habla de todo sin conocimiento y ha quedado como sinónimo de filósofo analfabeto y lenguaraz. Para él, en el mundo físico y en el moral todo ocurre de la mejor forma posible y sin que pueda ocurrir de otro modo para mayor felicidad de los hombres. Voltaire le usa de títere para zaherir al alemán Leibniz, filósofo, matemático, diplomático y correveidile europeo, descubridor del cálculo infinitesimal, que sostenía que todo es para mejor en el mejor de los mundos, con lo que quería decir esotéricamente que todo está sujeto a leyes inmutables.

No sé si Zapatero habrá leído a Leibniz, pero a Voltaire no, excepto sus páginas anticlericales, porque sentiría rubor ante sus propias parlanchinerías panglossianas. José María Ruiz-Gallardón me advertía que los discursos de Felipe González deslumbraban pero que leída la transcripción caías en que no había dicho absolutamente nada. El Pangloss de La Moncloa no deslumbra como el otro y todo son fuegos de artificio, fraseología sentimental, complementos mitineros. No ha entrado en la moratoria nuclear, pero ha dicho que en España no hay agua para refrigerar más centrales, y se ha quedado tan pancho sin que un estudiante de física le corrija. Burrada más de bulto que la de Adolfo Suárez cuando dijo que el catalán era un dialecto. Aquí es muy peligroso dejar hablar a los presidentes sin textos muy elaborados de antemano porque confunden a Maritornes con Dulcinea.

Durante el debate del matrimonio homosexual, ZP obvió que era una cuestión antropológica e hizo de ella un asunto amoroso queriendo legislar sobre el amor, con uno de los discursos más cursis que ha padecido la Cámara. Peor cursilada se han llevado los sindicalistas oyendo al presidente analizar la crisis con la parábola del capitán prudente, el barco sólido y la singladura correcta, haciendo regurgitar a la memoria al violinista tocando hasta el fin del Titanic y a los oficiales pegándose un tiro o lanzándose sobre las barcazas de las mujeres y los niños. Pangloss: todo ocurre para bien y los pesimistas no son optimistas bien informados. No llamamos a los bomberos, pero que no cunda el pánico. Feliciano Fidalgo, que es médico, ¿por qué no le diagnostica? A Churchill le siguieron cuando ofreció sangre, sudor y lágrimas en peor hora de Inglaterra, no una victoria fácil e incruenta.