El presidente argentino,
Raúl Alfonsín, mantuvo el lunes, durante 45 minutos, más de la mitad de ellos
dedicados a las cámaras de televisión y a fotógrafos de Prensa, su primer
diálogo político con el peronismo representado por su presidenta, María Estela
Martínez de Perón, 36 acompañantes del Consejo Nacional Justicialista y la
personal comisión de enlace de la señora. Alfonsín se hizo acompañar del
ministro del Interior, Antonio Troccoli, y de su portavoz.
Mientras el Gobierno se ha
visto obligado a suspender nuevamente la transferencia de divisas al exterior y
el Ejército argentino se ha quedado sin provisión de víveres frescos por atraso
en sus pagos, este intento de alcanzar pactos políticos y sociales entre el
radicalismo y la oposición ha terminado en un mero acto protocolario, dada la
multitud peronista que invadió el salón sur de la Casa Rosada. Isabelita y
Alfonsín se aplaudieron al encontrarse; luego, la señora le dio un beso y le regaló una
estilográfica.El presidente saludó personalmente a toda la delegación peronista
-en la que Isabelita no incluyó a la decisiva Confederación General de
Trabajadores- y el ministro Troccoli formuló una exposición previa de los
objetivos que querían alcanzarse.
Finalmente, Isabel enmendó
el apotegma de su marido ("primero está la patria; luego, el partido, y
después, las personas") asegurando que "primero está la patria;
después, la patria, y por último, la patria". Le dijo a Alfonsín que a
aquélla sólo la había inspirado en la vida una bandera, señalando la enseña
nacional instalada en el salón.
La jefa de la oposición
sugirió la necesidad de salvaguardar las instituciones, destacando muy
especialmente la de la familia, y terminó sugiriendo que, al estar en el mes de
María, el diálogo político se colocara bajo el amparo y patrocinio de la
Virgen.
El malestar de la dirección
interior peronista se manifestó en la conferencia de prensa posterior al encuentro.
A ella no asistió Lorenzo Miguel (primer vicepresidente del partido), y fue
Pedro Arrighi, coordinador de la comisión de enlace de la señora (una mera secretaría personal), quien
leyó un comunicado con las consideraciones anteriores.
La señora permanece recluida en su hotel, en cuya suite se oficia la santa misa por las
mañanas, y se esperaba ayer que recibiera a los líderes de la CGT y a los 12
gobernadores provinciales peronistas.
A última hora de la tarde
del lunes pudo verse, camino de las habitaciones de Isabelita, a la secretaria
privada del presidente.
Fuentes próximas a la Casa
Rosada estiman que Alfonsín intentará lograr una entrevista a solas con la
viuda de Perón o, al menos, con una representación más reducida y resolutiva de
la dirección del justicialismo antes de que la
señora regrese nuevamente a
Madrid.
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