4/3/06

El color del dinero (4-3-2006)

El nacionalismo del Gobierno acerca de la OPA de E.ON sobre Endesa es cuco. Zapatero tendrá otras virtudes, pero no es precisamente un patriota español. Dicen que le sentó como un rejón enterarse por Angela Merkel del movimiento del alfil alemán, pero antes existía la convicción moral y las infidencias en los pasillos del Congreso de que Endesa era la doncella que se iba a entregar al insaciable ogro catalanista. Endesa es medio Estatuto, se llegó a oír. El patriotismo empresarial es un discurso para lerdos.Sector estratégico, dicen los Pelayos; por su volumen de ventas y sus patentes, también lo serían Chupa-Chups y la fregona con palo, que tienen invadida a China. Acusan al PP de preferir una empresa alemana a otra española. ¡Qué más dará! No fabricamos un solo coche nacional y no peligra nuestra economía por ello; ni nuestro ego, pese a que antaño fuimos productores de grandes modelos.

El Santander ha comprado el Banco de Escocia y Blair no ha movido una ceja. Lo nuestro se parece más a la enredosa pataleta italiana, digna de un marido engañado, porque el BBVA quiere la Banca dil Lavoro. El poderoso caballero Don Dinero no tiene color y nunca está sucio ni tiene nacionalidad: muta, corre y se despliega sin pasaporte y en todas partes es bienvenido. Si los accionistas de Endesa quieren vender por alto a E.ON, ¿quién les va a desairar dentro de la UE de la libre circulación de bienes y capitales? Francia blinda empresas por chovinismo, pero ésa no es nuestra tónica. Volkswagen ha salvado a Seat, que ya sólo es un logotipo comercial. No hablemos de nuestra penetración financiera y empresarial en Iberoamérica aprovechando la desafección de capitales estadounidenses. Por escribir sólo de las menudencias hemos comprado hasta periódicos en Bolivia y radios en Colombia. Lo que se le pide a E.ON es buen precio, excelente servicio y mejores tarifas. Lo que haya pactado Zapatero con sus socios o con sus amistades catalanas sólo interesa a su maltrecha credibilidad.

En este piélago de patrióticos jipíos mentirosos sólo faltaba el bachiller Montilla, que no se sabe si trabaja para el PSOE o el PSC, haciendo juegos de manos con el BOE, que tiene erratas, y algunas divertidísimas, pero que no suele equivocar párrafos enteros. Un aficionado a la industria, la energía y el turismo ha enmendado al Consejo de Ministros en lo que podría ser una falsedad en documento público. Ya estamos otra vez en la casa socialista de los líos: abrirle zanjas antitanque a E.ON aunque sea violentando la ley y los modelos. Para más de lo mismo prefiero a Felipe.

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