La Confederación General del
Trabajo -CGT, peronista, sindicato único del país, encabezada por Saúl
Ubaldini- llevará hoy a cabo su enésima huelga general contra la política
económica del Gobierno de Raúl Alfonsín. Esta nueva huelga general obedece a
razones globales que abarcan esencialmente al plan austral de congelación
económica, que cumplirá su primer año el próximo sábado. El presidente Raúl
Alfonsín acusó en la noche del miércoles a la CGT de utilizar argumentos de la
derecha argentina.
El centro y los 100 barrios
porteños están empapelados profusamente con grandes carteles en los que, se
estima que la felicidad y las ganancias del Fondo Monetario Internacional
implican el drama y la miseria del pueblo trabajador argentino. "Pienso
que el sentido común hará que entremos a razonar en serio y que dejemos de
repetir como loros lo que dicen algunos exponentes muy conocidos de la derecha
argentina", afirmó Alfonsín en una conferencia de prensa.El presidente
confirmó que el Grobierno estudia prioritariairiente la reglamentación
parlamentaria del derecho de huelga para impedir los paros salvajes o de mero
oportunismo político. La oposición peronista, en minoría en ambas Cámaras y
dividida en fracciones, está utilizando a sus sindicatos como ariete para
debilitar periódicamente al Gobierno con vistas a las elecciones legislativas
parciales de 1987.
El éxito del plan austral instrumentado por el ministro de
Economía, Juan Sourrouille -un mero tecnócrata sin afiliación partidaria,
experto en contabilidades nacionales y al que se tiene por mal nombre como Sí,Raúl-, es indiscutible-, se ha cercenado de
raíz una inflación que hace 12 meses ascendía a más del 3.000% anual, y aunque
el Gobierno de Alfonsín ha aliviado deliberadamente las riendas sobre los
precios al consumo, las alzas permanecen todavía bajo control.
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