9/7/87

Alfonsín denuncia la existencia de una conjura golpista (9-7-1987)

El presidente Alfonsín denunció el martes la existencia de una conjura desesperada para subvertir la democracia, que planeará los próximos meses sobre las fuerzas armadas argentinas. El admonitorio discurso presidencial fue pronunciado en la cena anual de camaradería de las fuerzas armadas. "Se advierten claras manifestaciones", dijo Alfonsín, "de una estrategia desesperada de los que saben que se les escapa el tiempo para reimplantar el esquema de la decadencia".Raúl Alfonsín, además de anunciar reformas organizativas y educativas en el terreno militar, afirmó que como comandante en jefe ha ordenado sanciones disciplinarias contra los jefes y oficiales que formulen públicamente declaraciones políticas.

Veinticuatro horas antes, el brigadier Federico Alsogaray, presidente del Centro de Oficiales Retirados de las tres armas y hermano del líder de la Unión de Centro Democrático Álvaro Alsogaray (centro derecha), denunció una supuesta infiltración marxista en el Gobierno y en los medios de difusión.

También el martes, el ministro del Interior, Antonio Tróccoli, informó a la Cámara de los Diputados sobre la escalada terrorista. Estimó el ministro que en Argentina está operando una central desestabilizadora perteneciente a la ultraderecha, responsable de los últimos atentados con bombas, amenazas, propagación de rumores alarmistas y del profanamiento de los restos del general Perón.
A instancias de la bancada justicialista, la sesión informativa del ministro pasó a ser secreta hasta altas horas de la madrugada. Trascendió, no obstante, que Tróccoli apreció que la mutilación de las manos del cadáver de Perán fue reciente, descartando las versiones de que pudo haber sido profanado en 1976, bajo la Administración de Isabelita Perán y cuando los restos del general reposaban aún en la quinta presidencial de Olivos.

Tróccoli pidió un acuerdo entre el Gobierno y la oposición para neutralizar a los partidarios de la involución. Hasta el momento, las investigaciones policiales sólo han dado el fruto de la detención de Patricio Camps, hijo del ex general Ramón Camps, ex jefe de la policía bonaerense y condenado por violación de los derechos humanos bajo su mando.

En la madrugada de ayer, la custodia de la tumba del líder radical Ricardo Balbín, en el cementerio de La Plata, se tiroteó con un grupo de hombres no identificados que comenzó a disparar sobre el sepulcro.

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