El controvertido político y periodista argentino
Guillermo Patricio Kelly, secuestrado en la mañana del miércoles, se escapó de
sus captores en la madrugada del jueves, sin más daños que heridas
superficiales en la cara, escoriaciones en las muñecas y el consiguiente shock
nervioso.
Aún se
ignoran las declaraciones de Kelly ante la Policía Federal y los detalles de su
rocambolesco secuestro y fuga, pero es obvio que se ha intentado amedrentar
seriamente al tábano de la política argentina, que con sus
denuncias suicidas ante la judicatura ya había logrado la prisión incondicional
del almirante Emilio Massera, miembro de la Junta Militar que derrocó a Isabel
Perón en 1976.Todo Buenos Aires se sumió en el estupor al conocer el secuestro.
Frente a un patrullero de la policía, que no intervino, el auto de Kelly fue
interceptado por otros tres coches. Un hombre con uniforme de coronel del
Ejército de Tierra y con una metralleta en la mano dirigió la operación; a
culatazos en la cara, Kelly fue tumbado en el asiento trasero de su propio
automóvil, y los cuatro vehículos partieron con rumbo desconocido.
La Junta
Militar (los comandantes de las tres armas) se reunió en sesión extraordinaria;
el presidente, teniente general Reynaldo Bignone, expresó su indignación; Kelly
fue dado por muerto y la Policía Federal peinó Buenos Aires con cientos de
patrulleros y varios helicópteros hasta la aparición del desaparecido.
Patricio
Kelly fascinó a García Márquez cuando el entonces desconocido periodista
colombiano le entrevistó en Caracas en 1958. Hombre de acción, furibundo
peronista, antisemita, anticomunista, nacionalista a ultranza, permaneció más
de siete años en prisiones argentinas y chilenas por razones políticas Fuguista
espectacular, escapó de una cárcel de Santiago disfrazado de mujer, gracias al
apoyo exterior de Jorge Cesarsky. Aficionado a eso que. en este país se
entiende por remover el avispero, abominó de su fascismo
primigenio y fue reputado como sospechoso de pertenecer ora a los servicios
secretos israelíes, ora a la CIA.
Director,
editor y propietario de la revista Quorum, dirigente de una
minúscula agrupación nacionalista, acometió un trabajo hercúleo ykamikaze de
denuncias de las barbaridades, abusos y corrupciones del proceso militar
argentino, responsabilizando acertadamente de los males del país a la
oligarquía sindical encabezada por el gremialista Lorenzo Miguel y a la
oligarquía militar dirigida por el almirante Massera, relacionando a ambos con
las ramificaciones argentinas de la logia italiana Propaganda Dos (P-2).
El caso Massera
Receptor
de.informaciones espectaculares que denunciaba en su revista y ponía en manos
de los jueces, condujo a Massera a prisión por el secuestro y desapanción del
empresario Fernando Branca, esposo de la amante del marino. Kelly puso pruebas
sobre la mesa que apuntaban a la responsabilidad de Massera en las muertes de
la diplomática Helena Hollemberg y del publicista Marcelo Dupont. Ambos habrían
tenido noticia de viajes de Massera a Europa para entrevistarse con Firmenich,
líder de los montoneros, para pactar una liberación de presos
de la Escuela de Mecánica de la Armada a cambio de una tregua política para que
el almirante pudiera erigirse en un nuevo Perón.Massera habría encontrado los
favores de Isabelita Perón solventando con los fondos reservados de la Armada
(las tres armas argentinas disponen de fondos secretos en bancos extranjeros)
los problemas financieros de la ex presidenta, que se habría pillado los dedos
en tres millones de dólares depositados en el Banco Ambrosiano. La Hollemberg y
Dupont habrían sido eliminados por poseer esta información sobre el peligroso
almirante.
Kelly
también ha llevado a los tribunales al todopoderoso Lorenzo Miguel, dueño y
señor del sindicalismo peronista -el único sindicalismo argentino-, a quien
acusa de la muerte de su guardaespaldas, Jorge Dubchack, conocedor de la
corrupción mafiosa del sindicalista.
Patricio
Kelly, que ya estaba gestionando su exilio en España, habría garantizado su
vida colocando en cajas fuertes, fuera de Argentina, las bases documentales de
sus comprometidas denuncias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario