El colegio electoral elegirá
mañana en el Congreso de Brasilia, diseñado por Óscar Niemeyer, al opositor
Tancredo Neves, candidato de Afianza Democrática, como primer presidente civl
de la República, tras más de 20 años de régimen militar. Paulo Maluf, candidato
oficialista del Partido Democrático Social (PDS), ya ha admitido su derrota,
acuñando el verbo pirañar, y ha acusado a los barones del PDS, pasados al
aspirante de la oposición, de haberle pirañado, es decir, de haberle
traicionado, posibilitando así un claro triunfo de Neves.
Las últimas estimaciones
señalan que, en la votación de mañana, Tancredo Neves obtendrá 481 votos (la
mayoría simple son 344), y Paulo Maluf, 173; 32 votos en blanco, también del
sector oficialista, implicarían un apoyo indirecto a Tancredo Neves. Al ser la
votación nominal y en alta voz, es muy posible que nuevos votos oficialistas
acudan en socorro del seguro triunfador. El candidato Maluf sólo cuenta con 40
votos seguros.Los disidentes del oficialista PDS, agrupados en el Frente
Liberal, liderado por el actual vicepresidente de la nación, Aureliano Chaves,
aportan 112 votos decisivos para la elección de Neves. Los tres pequeños
partidos laboristas del país votan también por el candidato opositor, pero sin
que su apoyo decida la votación.
Los 686 miembros del colegio
electoral -compuesto por diputados, senadores y representantes de losCongresos
de los Estados-, que usufructúan el voto de 60 millones de electores,
comenzarán a votar a primera hora de la mañana, siguiendo el orden geográfico,
de Norte a Sur, de sus Estados de origen. Se prevé que a la altura de Río de
Janeiro y hacia la una de la tarde, hora local (cinco de la tarde, hora española),
se conocerá el triunfo de Tancredo Neves y la población comenzará los festejos
en la calle.
Graves problemas
Los problemas para el nuevo
presidente han comenzado ya antes de su elección. Las presiones para la
formación de su Gabinete son tremendas y la totalidad de los gobernadores de
los Estados ha formado un frente de apoyo a Neves para permitirle la elección
libre de sus ministros. Neves conformará su Gobierno hacia mediados de febrero,
tras un viaje al exterior que seguramente le conducirá a Roma para
entrevistarse con el Papa y, muy probablemente, a Washington, para reunirse con
el presidente de Estados Unidos.Las primeras divergencias en el seno de Alianza
Democrática entre el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el
Partido del Frente Liberal (PFL), la disidencia del oficial PDS, ya han
comenzado. Lospeemedebistas representan
el 56,1% de la fuerza de Alianza Democrática, en tanto los liberales aportan un
23,2% del nuclearniento. Pero el PFL estima que sin sus votos, rompiendo la unidad
del PDS, jamás se hubiera podido ganar la elección a un candidato del régimen.
El PFL aspira, cuando menos, a la presidencia del Congreso y a algún ministerio
clave en el área económica.
Pero la discordancia más
fuerte ha sido originada por el plan
para un nuevo Estado presentado
a Tancredo Neves por la dirección del PMDB. El plan, de 600 páginas,
recomienda, entre otras cosas, la moratoria brasileña unilateral en el pago de
la deuda externa de 100.000 millones de dólares en caso de que su renegociación
no sea satisfactoria para los intereses nacionales. Se rechaza igualmente la
auditoría del Fondo Monetario Internacional para dicha negociación. Este punto
se acordó con la disidencia de Ulysses Guimaraes, presidente del partido.
Otros aspectos del plan consisten
en la inmediata reforma de la ley Electoral y de la ley de Partidos, así como
la convocatoria de una Asamblea constituyente en 1986. También establece la
congelación de precios de la cesta de la compra, y los transportes públicos por
180 días, reforma tributaria, creación de un seguro de desempleo y reducción de
la jornada de trabajo, contención del déficit público, entrega al Ministerio de
Asuntos Exteriores de la responsabilidad del comercio exterior y la
renegociacion de la deuda externa, ingreso en el funcionariado sólo por
concurso público y concesión inmediata de una decimotercera paga a todos los
trabajadores.
Altos responsables del PFL
han achacado la redacción del plan al ala izquierda del PMDB y,
particularmente, han puesto el grito en el cielo ante la hipótesis de que
Brasil se considere unilateralmente en suspensión internacional de pagos, tal
como reclaman los sindicalistas del Partido Laborista. Tancredo Neves ha tomado
distancias negándose a pronunciarse sobre la sugerencia de gobierno de su
propio partido.
Pero más importante que las
disidencias en el seno de Alianza Democrática son las divergencias dentro del
PMDB. El PMDB, antes que un partido, es una multipartidaria en la que se cobija desde el
marxismo-leninismo a la derecha democrática y conserívadora. Ulysses Guimaraes
y Tancredo Neves intentan fijar su centro de gravedad, pero, indefectiblemente,
este partido-movimiento se quebrará por una de sus alas.
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