José Alfredo Antonio
Martínez de Hoz, superministro de Economía de la primera Junta Militar
argentina, fue considerado el pasado miércoles responsable prima facie de
delito de subversión económica por el juez federal Néstor Luis Biondi, quien
decretó su prisión preventiva y el embargo de sus bienes por 850 millones de
australes (unos 160.000 millones de pesetas). El juez Biondi es el mismo que el
pasado lunes ordenó la prisión de Miguel Marcópulos, abogado defensor del
brigadier general del Aire Basilio Lami Dozo, por supuesta vinculación con una
red de falsificadores de Bonex (deuda pública argentina) descubierta en
Paraguay, Uruguay y Suiza.
El proceso seguido contra
Martínez de Hoz se centra en el vaciamiento financiero de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF), la extractora y distribuidora estatal de petróleos
argentinos cuyo endeudamiento total, interno y externo, pasó de 324 millones de
dólares (unos 50.000 millones de pesetas) en diciembre de 1975 a 4.700 millones
de dólares en el mismo mes de 1981.Dentro del período de la dictadura militar,
el último tramo de la gestión de YPF estuvo a cargo del ex general de división
Guillermo Suárez Mason, actualmente prófugo de la justicia, que lo reclama por
la Interpol por supuestos delitos contra la humanidad.
La prisión preventiva contra
Martínez de Hoz fue dictada a efectos puramente formales, ya que el inculpado
se encuentra bajo caución juratoria por otras causas que se siguen contra él.
En definitiva: según la práctica procesal argentina, sólo aplicable en determinados
casos, un reo puede librarse de la prisión preventiva si en una o en anteriores
causas ha jurado por Dios no sustraerse a la acción de la justicia. En
cualquier caso, las autoridades judiciales le han prohibido a Martínez de Hoz
la salida del país.
El impuesto más alto
El embargo preventivo de
bienes contra su persona es el más alto impuesto en la historia judicial
argentina. El inculpado aduce no poseer tal patrimonio, por más que este íntimo
amigo de Nelson Rockefeller sea propietario de una de las más importantes
fortunas del país, tanto por sí mismo como por su matrimonio.Martínez de Hoz,
alías Joe, por mal nombre popular Hood Robin (el pueblo llano siempre entendió que
robaba a los pobres para alimentar a los ricos), es un fanático de las teorías
monetaristas de Milton Friedrnan y la Escuela de Chicago.
Ideólogo económico de la
dictadura militar, Martínez de Hoz devaluó artificialmente el dólar respecto al
peso argentino favoreciendo las importaciones y los gastos exteriores,
propiciando una euforia económica -los años de la plata dulce- que sirvió de colchón amortiguador
para la cruenta represión política.
El Mago de Oz se encuentra procesado en otras dos causas: una
por el presunto traspaso irregular del paquete accionario de la empresa de
navegación aérea Austral -la Aviaco argentina- y otra por la supuestamente
fraudulenta compra por parte del Estado de la compañía suiza Italo Argentina de
Electricidad, adquirida a un precio desmesurado en beneficio de la Banca
Helvética.
José Alfredo Martínez de Hoz
estima en su descargo que todos sus males procesales vienen de la crisis
económica y estructural del país, de la continua e imparable devaluación del
peso y del deseo del Gobierno de abrir juicios políticos contra los presuntos
responsables de una supuesta guerra
sucia económica.
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