Colombia vive en tensa calma sus vísperas de las elecciones
legislativas de mañana, una ilustrativa prueba política de lo que serán las
presidenciales del mes de mayo. Un total de 200.000 hombres, de las tres armas,
fuerzas de seguridad y Cruz Roja, están movilizados para evitar un golpe de
mano de la guerrilla. Bogotá permanece en calma, con la única excepción de las
aparatosas medidas de seguridad castrenses frente a los edificios oficiales
(policía militar parapetada, con ametralladoras, tras sacos terreros). Nada
excepcional si se recuerda el calamitoso asalto del Movimiento Diecinueve de
Abril (M-19) al Palacio de Justicia hace tan sólo cuatro meses.
El presidente, Belisario Betancur, ha querido ser el primer
responsable del Plan
Democracia, que deberá garantizar la
seguridad de los comicios, y hasta imparte órdenes directas a los escalones
inferiores, como el trasvase a las Fuerzas Armadas de todos los vehículos
oficiales durante las 24 horas del domingo.Dentro del Gobierno, un consejo de seguridad vela
por la normalidad durante la jornada electoral de mañana, con la participación
de varios ministros del Gobierno -Interior, Defensa, Relaciones Exteriores y
Comunicación- más la primera línea de mando de cada Arma y de la policía. El
pasado jueves, los ministros de Gobierno y Defensa dieron a la Prensa su cuadro
de la situación. Jaime Castro volvió a incitar a los colombianos a ejercer su
derecho al voto -la abstención se estima en más de un 50%-, y su colega el
general Vega Uribe aseguró que el Ejército está controlando el 94% del país.
Prometió que, entre la noche de ayer y las primeras horas de hoy, los hombres y
mujeres de las Fuerzas Armadas y cuerpos policiales se harán presentes en todos
los centros neurálgicos de la nación.
A las 24 horas de hoy, sábado, regirá la ley seca en toda Colombia
por 24 horas, siendo encomiable el ánimo de templanza del alcalde de
Barranquilla -en la costa caribeña-, que ha prohibido la distribución y
circulación de bebidas alcohólicas desde ayer hasta el próximo miércoles.
Durante la jornada de mañana, domingo, los colombianos y extranjeros deberán
permanecer en sus lugares de residencia o estadía, quedando prohibido viajar de
una localidad a otra. Las escasas excepciones a esta medida son anunciadas
periódicamente por radio y televisión, especificándose los trayectos e
itinerarios autorizados. Fuera de los médicos en necesidad de desplazarse por
una urgencia profesional, se pretende que mañana la única circulación en
Colombia sea la militar.
Combates guerilleros
A 48 horas de las elecciones legislativas, los combates en los
múltiples frentes guerrilleros parecen reducidos a los departamentos de
Santander, en la frontera venezolana más próxima a la bahía de Maracaibo (donde
opera el Ejército Nacional de Liberación), y en el valle del Cauca, en el
litoral del Pacífico (territorio del M-19).La Tercera División del Ejército,
con sede en Cali, mantiene desde el domingo combates esporádicos con columnas
guerrilleras a sólo 20 kilómetros de esta capital, habiendo informado de la
muerte de 40 guerrilleros y cuatro soldados desde esa fecha (no se tomaron
prisioneros).
Las noticias del departamento de Santander son más confusas y
podrían ser más graves: una treintena de hombres fuertemente armados y con
uniformes del Ejército cayeron sobre pedanías del corregimiento de Nariño,
dando muerte al menos a seis campesinos, ametrallando los caseríos, incendiando
vehículos y secuestrando entre 15 y 20 pobladores. Dada la importancia y
calidad del bandida e en Colombia, sería muy aventurado suponer que este
Ejército -al margen de su dureza, exterminadora en combate- haya caído ya en
las simas morales de sus colegas peruanos en Ayacucho.
La cotidianeidad colombiana, las anfractuosidades de sus
cordilleras, sus selvas, la dificultad de las comunicaciones, las esmeraldas y
la cocaína complican hasta grados extremos las explicaciones someras de los
hechos.
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