El Gobierno argentino
decidió sostener -reforzándolo- el Plan Austral, antiinflacionario, congelando
nuevamente los precios y los salarios hasta el 30 de junio. El austral ha sido
ligeramente devaluado, se han suprimido los aranceles a los bienes de capital y
se han rebajado las tasas de interés. Previamente a la congelación, se
incrementaron las tarifas de servicios, naftas y cigarrillos.
Desde el derrumbamiento del
plan Cruzado brasileño se esperaba una fuerte corrección económica en
Argentina, cuya inflación en enero había trepado hasta más del 7%. Además de su
éxito, relativo pero cierto, razones políticas avalan el mantenimiento del plan
Austral: las elecciones legislativas y de gobernadores provinciales de
septiembre a las que el Gobierno quiere llegar con su imagen de seriedad
económica.El ministro de Economía y Hacienda, Juan Vital Sourrouille (un
técnico experto en contabilidades nacionales), anunció la cuarta y mas
importante corrección del Plan
Austral en la noche del
miércoles por la radiotelevisión en cadena nacional.
En síntesis, las medidas
adoptadas suponen un aumento de las tarifas públicas en un 2% y su congelación
hasta el primero de julio, el aumento en un 15% en las naftas y los cigarrillos
y congelamiento hasta la misma fecha y el aumento del salario mínimo de 150 a
170 australes, lo que supone un 20% de incremento promedio en las asignaciones
familiares. Los salarios se ajustarán el primero de marzo y el primero de
julio, quedando congelados en los períodos intermedios.
Los precios, con los
aumentos antes citados, quedan congelados hasta el primero de julio. Las tasas
de interés se reducen al 3% para depósitos y al 4% para préstamos para las
tasas reguladas y se instruye a la banca oficial para que reduzca las tasas
libres. El Gobierno se compromete -ya había comenzado hace semanas a ser
riguroso- a perseguir la especulación en la banca privada.
Hoy el mercado cambiario
abrirá con una cotización oficial de un dólar estadounidense por 1,535
australes, tras dos días de fiesta, lo que supone una devaluación del 6,7%. En
mayo y en junio el austral será nuevamente devaluado, cada vez, en otro 2%.
Finalmente se ha decidido el
arancel cero a la importación de bienes de capital no producidos en el país, la
exención impositiva a la importación de bienes de capital no disponibles en la
República y el potenciamiento de líneas de crédito para la adquisición de
tecnología de punta.
Deuda externa
La peronista Confederación
General del Trabajo aún no ha evaluado las nuevas medidas, pero cabe recordar
que jamás atacó de frente el plan Austral poniendo en cambio todo su énfasis en
la deuda externa y en la moratoria unilateral de pagos. La sociedad argentina
entiende, mal que le pese, que era imposible continuar con una inflación del
1.000% anual como la que existía antes del plan antiinflacionario.El ministro
Sourrouille, amplia y públicamente respaldado por el presidente Alfonsín,
continúa su política de saneamiento económico a la que sólo se reprocha su
carencia de imaginación y su apego a los manuales de economía. Prometió que el
Gobierno continuaría en su decisión de no emitir más dinero y que proseguirá la
suave reconversión del sector público: congelamiento de plantilla de
funcionarios, jubilaciones anticipadas y privatización de empresas estatales.
El Gobierno argentino
continúa firmemente decidido a mantener sus compromisos sobre el pago de los
servicios de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional, el Club de
París y el resto de la banca extranjera acreedora.
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