22/2/87

Entra en vigor la ley de 'punto y final' en Argentina (22-2-1987)

Hoy vence en Argentina el plazo que se ha establecido en la llama da ley de punto final para formular denuncias contra militares y policías involucrados en excesos represores. Quien no haya sido denunciado hasta esa fecha podrá respirar tranquilo amparado por esta suerte de amnistía técnica.

Unas 12.000 personas, entre las que se encontraban representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, de partidos políticos y de entidades sindicales, se manifestaron en la noche del viernes en el centro de Buenos Aires contra esta ley.

Entre los manifestantes, que marcharon con antorchas alrededor del Congreso, no se estaban las Madres de la Plaza de Mayo ni la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, de la que es fundador el presidente Raúl Alfonsín. Hebe de Bonafini, presidenta de las madres de Mayo, declaró que su organización no participó en la manifestación de protesta porque "allí se encuentran los traidores que votaron esa ley y son capaces de salir a marchar con la gente".

Mañana marca otra frontera: el comienzo de la recta final de los procesos contra militares y policías, la vista de las causas abiertas contra jefes y oficiales del I Cuerpo de Ejército, comandado por el ex teniente general Guillermo Suárez Mason (detenido en Estados Unidos a la espera de su extradición a la Argentina) y contra los mandos de la Escuela de Mecánica de la Armada.

Hasta el momento todos los detenidos, enjuiciados y condenados por la Cámara Federal de Apelaciones de la República han sido jefes y oficiales en situación de retiro y, aún con grandes reticencias y dilaciones, los militares han entregado a desgana estas cabezas de turco.

A partir de ahora se inician las citaciones y detenciones de altos jefes también en retiro pero de segundo plano, como el ex presidente Reynaldo Bignone (última junta militar), el teniente general Cristino Nicolaldes (hombre fuerte de la última junta y organizador de las elecciones democráticas) o del general José Malagamba.

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