5/3/07

El escándalo (5-3-2007)

A comienzos del siglo XIX se ahorcaba en Madrid extramuros de la Puerta de Toledo entre multitudes curiosas. Pese a lo celebrado de sus representaciones el verdugo no era bienquisto: había de tocarse con una caperuza amarilla bordado con una escaletita con los siete peldaños del patíbulo, no podía tocar los alimentos del mercado, señalándolos con una vara, y los reales de la soldada se colocaban sobre el parche de un tambor al que se pegaba una patada para que el sayón tuviera que recoger su ganapán del empedrado. El reo era indultado si una prostituta le reclamaba para marido; viajeros ingleses testimonian que uno al ser requerido por una colipoterra, malencarada, medio barbada y rodeada por una caterva de hijos, le dio un codazo a su ejecutor diciéndole: «Vamos, vamos, acaba ya». El justiciable era celosamente acompañado en su vía crucis por la Cofradía de la Paz y la Caridad. Con privilegios reales y eclesiásticos tenían derecho a liberar al supliciado cubriéndole con sus holapandas por si aquél cayera del patíbulo.De allí viene el dicho de: «No te salva la Paz ni la Caridad». Comenzó a darse el milagro periódico que la cuerda se rompería al abrirse el trampón, cayendo el cuerpo vivo sobre los cofrades que esperaban en los bajos del siniestro tablado. Sobornaban a los verdugos que trataban con vitriolo, agua regia, ácido sulfúrico, el cáñamo, que terminaba rompiéndose a la menor presión. Debía haber alguna organización que se ocupara de estos tejemanejes a precio de oro si el por colgar tenía posibles o réditos de su fechoría. Se apostaba entre la plebe por ver si la soga se rompía o no. Dieron las autoridades en forrar el cáñamo de piel bien curada de buey, pero se corría muy mal la soga. Terminaron esperando al inventor del garrote vil no menos cruel que el doctor Guillotin.

El diputado popular, uno de los padres de la Constitución, Gabriel Cisneros, víctima del terrorismo y especialmente de Otegi, resumió en particular con toda claridad el escándalo de De Juana Chaos: «Es el primer reo que se libera legalmente a sí mismo». Las razones humanitarias aducidas para liberar a este gañán recuerdan mucho las tesis (India) de que el hambre es el mejor afrodisiaco, porque no se entiende que tras cien días de huelga alimenticia el garañón atropelle a su novia en la ducha y en la cama hospitalaria.

Las bobadas de la mujer del año y del ministro Rubalcaba, que ya son por derecho propio, suponen solamente el humo que vela a Rodríguez Zapatero, que es quien pone agua regia a estas cuerdas. Todo legal y todo repugnantemente maloliente, ZP no es el más listo de esta clase; ETA y su gulag lo tienen cercado, preso si quiere llegar con bien a las futuras elecciones generales e hipnotizado ante una desaparición de ETA a base de ceder concesiones inconcebibles que atropellan la razón. Firmemente nos conduce del Estado de Derecho al de desecho. De Juana tiene razón y hace muy bien: La Moncloa es la Paz y la Caridad.

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