4/8/07

La guadaña del sociólogo (4-8-2007)

El Centro de Investigaciones Sociológicas es un nido gubernamental, un vivero de altos cargos y, desde hace tres años, guadaña de la mies del PP. El CIS ha cometido errores de bulto y de él se ha sospechado que maquillaba algunas encuestas hasta la caricatura, pero no es el caso, porque lleva demasiados sondeos coincidiendo con las demoscópicas privadas en la bajada de la escalera del PP y Mariano Rajoy. Se aduce de la última que fue hecha tras el Debate sobre el estado de la Nación, presuntamente ganado por el presidente. Las victorias de la oratoria son hipersubjetivas y yo no vi entonces que a Rajoy le tiraran de las barbas sino muy al contrario, lo que no obsta para su baja valoración.

Algún error de transmisión de imagen estarán cometiendo los populares si el republicano Carod, el comunista Llamazares y el democratacristiano Duran Lleida son más valorados que Rajoy, con solo un 3,81 de valoración. Toda la clase política está en rebajas pero Zapatero, al menos, se mantiene por encima del aprobado con un raspado 5,01.

El presidente ganó sus elecciones en pura ley, pero sobre la legitimidad de su origen pesa la nube del 11-M, las irregularidades de la jornada de reflexión y el anómalo pendulazo electoral. Su legitimidad de ejercicio hay que buscarla en la jibarización de nuestra política exterior, la pasividad económica, el retraso de las infraestructuras programadas o su simple cancelación, el dogmatismo en la enseñanza, el controvertido Estatuto de Cataluña que nadie consideraba necesario y en una vergonzante negociación con ETA que ha terminado como la carabina de Ambrosio. Añádansele insoportables dosis de cursilería y tendremos retratado al personaje más popular para los españoles.

Rajoy es joven, serio, culto, excelente creador y argumentador, nada demagogo, cumple lo que dice, no arrastra escándalos de importancia, pero parece que no le van a votar ni los militantes del PP. Al filo del olvido absoluto, Adolfo Suárez me decía: «Los españoles me queréis mucho, pero hubiera preferido que me odiarais y me votarais más».

A don Mariano ni le quieren ni le votan, salvo un escuálido 36,6% que no da ni para una mayoría minoritaria ni para intentar formar Gobierno como partido más votado. Sólo quedan siete meses para las generales y no sé cómo se va a parar esta guadaña y revertirla. Deberíamos ir acostumbrándonos a otros cuatro años con Zapatero porque a los españoles, excepto en casos excepcionales, no les gusta cambiar de caballos aunque sean cojitrancos. Hasta Fernando VII tenía acendrados partidarios. Y murió en la cama. Habrá cambio cuando las nenas de Sonsoles regresen de la Universidad.

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