14/1/06

Cuando Zapatero se vuelve kafkiano (14-1-2006)

Zapatero estuvo poco tiempo en la oposición, y se le nota. Fue poco intelectual agarrando la pancarta día y noche contra una marea negra o una guerra en la que, como afirma el virrey americano Paul Bremer, nos sentamos sobre nuestros traseros. Es como manifestarse contra la tuberculosis o el cáncer: todo el mundo se apunta. El mejor Zapatero en la oposición fue el que propuso la ley de Partidos y el Pacto Antiterrorista; ahí no había oportunismo sino estadismo, una política sobrepartidaria ante la pesadilla nacional. Aznar fue renuente porque es receloso y ve trampas debajo de las piedras, pero acabó aceptando la iniciativa socialista. Fue la peor época para la banda terrorista y Batasuna quedó aplastada contra la pared; no sólo quedó ilegalizada sino inscrita en las listas europeas y de Estados Unidos como cooperadora necesaria del terror. El 21 estos prófugos celebrarán en Barakaldo un congreso nacional en estado de permisividad.

Zapatero reniega de sus mejores actos aduciendo que el derecho de reunión es natural y que los ilegalizados miembros de una organización ilegal tienen derecho a conjuntarse públicamente. Algo así: como sé que te gusta el arroz con leche por debajo de la puerta te echo un ladrillo. Un sinsentido a caballo de los hermanos Marx y de Kafka. ¿Se podría celebrar en Alemania un congreso nazi? ¿Qué han de hacer las policías internacionales que en sus ordenadores tienen un asterisco sobre HB cuando vean que los batasunos congresúan libremente en España? ¿Qué le da Otegi a ZP que no le den los etarras del Partido Comunista de las Tierras Vascas?

El presidente tiene en esto del terrorismo arrancada de caballo y parada de burro, hasta desdecirse a sí mismo. El único fantasma que habita en La Moncloa es el sueño eterno de comparecer en televisión para anunciar el fin de ETA. Cuán largo me lo fiáis y verdes las han segado. Mientras siga con los muelles blandos le tirarán una tregua como el que tira un hueso a un perro. La tesis de que como HB no existe sus integrantes se pueden reunir y manifestar es propia de los habitantes de la casa deshabitada y de ese evangelio apócrifo sólo levemente irreverente en el que Jesús dice a sus discípulos: «Hoy me veis, mañana no me veréis, pero luego me veréis». Contestándole San Mateo: «Maestro, te amo por lo bien que te explicas».A ZP, a Rubalcaba, a Conde-Pumpido y no digamos a Pepe Blanco, les está ocurriendo lo peor: que no se les entiende. No hay dirección de orquesta y todo el Gobierno suena cacofónico. Aquel Zapatero antiterrorista ha mudado en un medroso mendicante ante Otegi.

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