16/10/84

Milstein, una víctima clásica de la política cultural de las dictaduras argentinas (16-10-1984)

La concesión del Premio Nobel de Medicina -compartido- al bioquímico británico César Milstein era comentada ayer doloridamente en Argentina. Milstein, casado y sin hijos, nació en 1927 en Bahía Blanca, al sur de Buenos Aires, y en la universidad porteña realizó sus estudios de bioquímica. Su historia es la de las demenciales relaciones entre las sucesivas dictaduras militares argentinas y la Universidad y la ciencia.El 28 de junio de 1966, el general Juan Carlos Onganía derroca al presidente constitucional, el radical doctor Arturo Illía, aquel amable y valeroso anciano que abandonaba dos veces por día su despacho en la Casa Rosada, solo y sin escolta: en la mañana, para desmigar un panecillo a las Palomas de plaza de Mayo, y en la tarde, para tomar un té.

El 29 de julio del mismo año, el general Onganía, en lo que denominó "la revolución argentina", intervino militarmente las universidades nacionales y disolvió las facultades de Sociología y Psicología, prohibiendo la enseñanza y aprendizaje de tales materias. En el mismo día se llevó a cabo la noche de los bastones largos. La Guardia de Infantería -tropas de choque de la Policía Federal- tomó por asalto la facultad de Ciencias Exactas y Naturales, apaleando y deteniendo a su claustro y arrasando laboratorios y seminarios. Fue la primera demostración de las derivaciones culturales y científicas de la "doctrina de seguridad nacional", importada desde Estados Unidos por las dictaduras militares del Cono Sur latinoamericano. Y aún se ignora -desaparecidos por decreto sociólogos y psicólogos- la razón de aquel furor contra matemáticos, biólogos y bioquímicos.

El director y sus principales colaboradores -entre ellos Milstein- del prestigioso Hospital de Virología Malbran, de Buenos Aires, fueron despedidos bajo la acusación de comunistas. César Milstein abandonó el país inmediatamente y, con la misma rapidez, a sus 39 años, fue contratado por el Medical Research Council Laboratory for Molecular Biology, de Londres, donde ha desarrollado su trabajo. Poco después de su llegada a Londres, solicitó y obtuvo la nacionalidad británica.

En 1973, tras las penúltimas elecciones democráticas que dieron el triunfo a Perón a través de Héctor Cámpora, regresó por dos semanas al país, sin encontrar el adecuado clima para el retorno. En 1978 organizó, sin éxito, desde Londres un boicoteo contra el Congreso Internacional del Cáncer, que llegó a celebrarse en Buenos Aires sin que los científicos de todo el mundo cayeran en la cuenta de que en Argentina estaban desapareciendo las personas por millares.

El pasado invierno austral volvió brevemente a Buenos Aires para dictar una conferencia, y el presidente Alfonsín, quien le recibió en audiencia privada, le rogó su regreso definitivo al país. En Argentina, como en la mayoría de los países latinoamericanos, impera el derecho de suelosobre el derecho de sangre o la propia opción, y la nacionalidad no es renunciable. Milstein declinó la oferta.

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