La primera reunión internacional de militares demócratas se ha
celebrado, insólitamente, en Buenos Aires. Bajo el auspicio de Unidad Argentina
Latinoamericana (Uala), organización próxima a la izquierda peronista, terminó
el martes en esta capital el primer Foro Latinoamericano sobre Defensa, con la
emisión de un documento -el documento de Buenos Aires- fuertemente crítico para
la política estadounidense en el subcontinente americano, y propiciador de una
tercera posición entre el capitalismo y, el comunismo. Hubiera sido una reunión
más, de las muchas, ingenuas y voluntaristas que se celebran todas las semanas
en la Argentina democrática, de no ser por el relieve de las delegaciones
asistentes: el mariscal Costa Gomes, ex presidente de la República portuguesa;
el coronel Cárdenas Mallo, ministro boliviano de Defensa; Enma Oblea, viuda del
ex presidente boliviano general Juan José Torres, asesinado en Buenos Aires con
la complicidad de las dictaduras boliviana y argentina; el general Flor Valle,
ex canciller peruano; el general Maldonado, ex primer ministro peruano; el
ministro de Defensa de Malí, general. Sangare; el coronel uruguayo Sufriategui,
detenido ,junto al general Líber Seregrá y liberado tras 12 años de prisión; el
general Vargas, embajador de Panamá en Bolivia; un coronel, un teniente coronel
y un teniente de las fuerzas aéreas chilenas, condenados a muerte en 1973 y
expulsados del país tras cinco años de prisión, el comandante español Julio
Busquetá, diputado del PSOE, por Barcelona, entre otros muchos.
También acudieron
al encuentro delegaciones militares de El Salvador y Colombia y delegaciones
civiles de Brasil, Ecuador, Paraguay. Argentina estuvo representada por jefes y
oficiales separados del Ejército por su oposición al rosario de golpes de
Estado padecidos en las últimas décadas por este país.
La clausura de
las jornadas sobre defensa latinoamericana coincidió con la entrega a Panamá
por Estados Unidos de la Escuela de las Américas, en la que, según afirmaron
muchos militares asistentes, "fuimos excelentemente entrenados para atacar
a nuestros propios pueblos". Julio Busquets habló en nombre de las tres
delegaciones no americanas -Portugal, Malí y España- destacando la importancia
de buscar otro camino entre ambos bloques hegemónicos, pero matizando lo
borroso del documento de Buenos Aires.
La propuesta
militar elaborada en este inusual foro hace hincapié en la necesidad de lograr
el ideal bolivariano de una América Latina unida (se llegó a definir a
Argentina como "la provincia del Sur") y el liberar a estas naciones
del colonialismo económico impuesto por las naciones ricas lideradas por
Estados Únidos.
El caso es que
bajo el lema "el año 2000 nos encontrará unidos" un puñado de jefes y
oficiales de los ejércitos americanos se han puesto de acuerdo en Buenos Aires
en la aspiración sanmartiniana de que los ejércitos deben servir para liberar a
sus pueblos y protegerlos de toda dominación extranjera. Puede ser el débil
comienzo de algo importante.
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