El gran ganador del domingo
lo será moralmente la Unión de Centro Democrático (UCD), partido que dará un
salto cualitativo, aunque para nada decisorio, entre radicales y peronistas;
pero meterá la cuña de la idea de que es posible acabar con el bipartidismo en
el país.La Unión de Centro Democrático está liderada por el capitán-ingeniero
Álvaro Alsogaray, amigo personal y político de Manuel Fraga Iribame.
Alsogaray, un ingeniero
militar, define a su Unión de Centro Democrático como liberal y propone una salida economicista a los
problemas de la sociedad argentina, que pasaría primordialmente por la
privatización de las empresas estatales, el achicamiento del Estado, la libre
competencia y la filosofía de exitismo individual como posibilidad de
regeneración racional.
La Unión de Centro
Democrático agrupa a la burguesía más conservadora, ha captado recientemente a
clases medias proletarizadas por la crisis económica, y, sorprendentemente, ve
sus mítines arrasados Por jóvenes quinceañeros, no todos de buena posición
social, convencidos de que el futuro reside en este liberalismo de
centro-derecha.
Como contrapartida al
irresistible ascenso de la Unión de Centro Democrático, cabe destacar la
entrada en picada del Partido Intransigente (PI), capitaneado por el viejo
médico Oscar Alende, alias El
Bisonte.
El Pl es una organización
escindida del radicalismo por su izquierda y que aglutinaba principalmente a
jóvenes bonaerenses o porteños de vocación revolucionaria.
Argentina, así, aunque su
futuro continúe siendo decidido entre radicales y peronistas, no parece
insensible, al menos entre sus juventudes, a los vientos conservadores que
soplan bien fuerte por ahí fuera.
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