2/9/87

Un abogado previene a Isabelita que podría recibir las manos robadas del cadáver de Perón (2-9-1987)

Juan Labaké, ex diputado peronista y abogado de Isabelita Martínez de Perón, ha prevenido a la ex presidenta (residente en España) sobre la posibilidad de que pudiera recibir por correo los efectos robados de la tumba de su marido (gorra, sable de ceremonia, un rosario) e incluso las propias manos del cadáver, cercenadas por desconocidos a finales del pasado mes de junio en la cripta familiar porteña de La Chacarita.

El apoderado de Isabelita alimentaría así indirectamente las presunciones de que las manos de Perón podrían encontrarse fuera de Argentina, acaso en España o en la República Oriental del Uruguay. Un periódico montevideano de reciente aparición, Con Todo, afirma, citando fuentes no identificadas de la policía argentina, que ésta se encontraría siguiendo pistas sobre el paradero de los restos en Uruguay.La realidad es que ni el ministro del Interior, Antonio Troccoli, ni el comisario jefe de la Policía Federal, Juan Pirker, ni el juez que entiende de la profanación, Jaime Far Suau, han facilitado la menor información sobre sus investigaciones. Sí es obvio el interés de Troccoli por dar una solución al macabro caso antes de las elecciones parciales del próximo domingo.

Hasta ahora, el juez Far Suau ha ordenado la detención de cinco personas, entre ellas un médico cirujano, de las que sólo se ha facilitado la identidad de una: Alberto Imbeci, ex agente de inteligencia militar durante la dictadura y presunto integrante de la banda de Aníbal Gordon (ahora en prisión preventiva), jefe operativo de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).

Imbeci habría sido el informante del juez Suau y le habría conducido a allanamientos y a las otras cuatro detenciones en las provincias de Buenos Aires, Tucumán y San Juan. Pero. curiosamente Imbeci se ha negado a declarar formalmente ante el juez.

Rocambolesco

Los mejores caracteres de Rocambole rodean toda la historia. La semana pasada, en una noche de este invierno polar, la guardia de infantería se enzarzó en un tiroteo con desconocidos en los aledaños de la cripta de Juan Perón en La Chacarita, sin que se produjeran heridos o detenciones.

La Chacarita, en el oeste de la capital federal, es un sacramental de 100 hectáreas, 10 puertas y más de 10.000 panteones. La guardia de infantería -tropa de choque de la Policía Federal- guarda la bóveda de Perón, asícomo la de Evita en el otro cementerio porteño de La Recoleta y la tumba en la ciudad de La Plata, capital de la provincia bonaerense, de Ricardo BaIbín, último dirigente histórico del radicalismo.

A comienzos de agosto, la policía descubrió en el acceso al cementerio de La Recoleta una caja de cartón con un letrero: Aquí están las manos de Perón. Ante el temor de que se tratara -de una trampa con "caza-bobos", los artificieros reventaron el paquete para encontrar en él dos pezuñas de cerdo.

El misterioso grupo de los 13 que firmó el reclamo de ocho millones de dólares por las manos y los efectos del tres veces presidente argentino no ha vuelto a comunicarse con la dirección del Partido Justicialista ni ha dado la más pequeña indicación de cómo debería entregarse el rescate, que, en cualquier caso, no será pagado jamás.

Al margen de la ausencia de información oficial o confidencial solvente y hasta de las propias y extrañas denuncias del ex agente Alberto Imbeci, nadie duda que la profanación es obra de algún grupo de tareasparapolicial o paramilitar de los que sirvieron a la dictadura, y que con este despropósito pretenden engordar la desestabilización emocional de una sociedad ya tan baqueteada como la argentina.

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