17/5/07

Ni con ayuda de Dios (17-5-2007)

Dios ayuda a los buenos, especialmente si son más que los malos. Hace un par de meses don Pepiño Blanco se ufanaba ante una encuesta socialista: «¿Habéis visto cómo sube en intención de voto Nafarroa Bai?».

Los abertzales navarros crecen como setas en un pinar llovido y el peor supuesto es contemplable: un gobierno de izquierdas que fuera cociendo la anexión de Navarra al País Vasco, con capital en Pamplona como premio de consolación.

Ésa es la hoja de ruta de ETA, y a Zapatero no le sale de la garganta un mentís y sí una frase para Casandra: «Los navarros serán lo que decidan los navarros». Así, el presidente no dice nada porque de lo que se trata es de los pactos poselectorales, si hay o no Anschluss, y si Hitler entra en Viena.

Lo de Navarra es gravísimo si queda a merced de un tripartito de la izquierda radical, y eso sí que sería un intolerable precio político, y no los paseos del psicópata De Juana Chaos. Si a ello une el PP la pérdida de Baleares (con la corrupción socialista royendo los hormigones de Ibiza), la oposición habrá estado estos tres años tocando el violón. Además, es máxima estadística que si se pierden las municipales y las parciales autonómicas, indefectiblemente se pierden las elecciones generales a menos que se dé un hecho tan excepcional como la matanza del 11-M.

En los mítines nunca he visto a un señor con un lápiz y un bloc tomando notas para hacerse una composición de lugar para su coleto y sí multitudes entusiastas y entregadas tal como en un concierto de la Pantoja. Masas acríticas. Zapatero, que tiene doble faz como Jano, le ha dado un mitin a militantes de su partido, a lo soviético. Los festejos electorales son estupefacientes y onanistas, pero siempre cuelga y oscila un bolsón de unos dos millones de votos capaces de pasar del socialismo al PP, y viceversa.

¿Seguirán anclados en Irak y el 11-M? ¿Estarán de acuerdo con el proceso de paz y no volverás? ¿Tendrán más paciencia con la corrupción institucional que la que tuvieron con Felipe González? Si las encuestas dan como mejor valorada a la vice Fernández de la Vega no me extraña que Mariano Rajoy esté contra las cuerdas; y no será consuelo el doblete de Madrid, que es una ciudad y una Comunidad de derechas.

Pero si los secesionistas se aupan al Gobierno navarro, en Pamplona van a tener sanfermines todos los días, y más arriesgados. No salen los números ni un progreso de la oposición tras el desgaste de un Gobierno que ha pisado muchos pies y tiene un pobre balance. Hacen falta más votos para que los buenos sean más que los malos y puedan gozar de la ayuda divina.

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