26/7/07

La postura del perro (26-7-2007)

El vídeo publicitario del Getafe y la viñeta escatológica sobre los Príncipes son dos espejos enfrentados y denotan cómo nos gustan las figuras deformadas del callejón del Gato. No leemos a Valle-Inclán, por supuesto, pero nos fascina el esperpento. Por eso, la pobre pornografía de El jueves traspasa las fronteras y se subasta en internet con pujas mileuristas. La basura no se remueve y, si se hubieran dejado las cosas como estaban, habríamos evitado el daño y la polémica, pero el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, se ha vuelto más monárquico que el Rey, y ya se sabe que para la Monarquía son vitales la procreación y las formas.

De las posturas del dibujo de la discordia hay decenas de variantes en el Kamasutra y es una cópula que debe datar de cuando los seres humanos aún no se habían puesto de pie. Los antropólogos feministas suponen que la mujer, con sus zalemas, le fue dando la vuelta al hombre hasta conseguir que la especie sea la única que se hace el amor cara a cara. Me temo que, si los Príncipes hubieran sido caricaturizados sedentes y no en la postura del perro, pocos se habrían llamado a escándalo. Pero el mono desnudo de Desmond Morris, en sus cabriolas amorosas, siempre resulta un poco grotesco. ¿Quién no se ha reído alguna vez en medio de un ayuntamiento carnal? Queda ser arenque, prolífico pero sin cópula.

El juez Del Olmo, encargado de este caso, puede hacer una instrucción tan carcomida como la del 11-M, y es que la Justicia lenta no lo es. Si los Príncipes están heridos en su honor (lo que no sabemos), ¿qué más les da que dentro de unos años un juez someta a El jueves a las penas del infierno? Será doble el ludibrio, la befa y el escarnio. Los juzgados están saturados de querellas entre rufianes y pelanduscas que buscan el honor y la propia imagen que no tienen. Buscavidas televisivos que son famosos por salir en televisión y acuden a vomitar a la televisión por ser famosos, en una pescadilla perfecta, han degradado la libertad de expresión mucho más que El jueves, y nadie quiere embarcarse con esa patulea. Así los obispos pían contra el Getafe, pero no se personan en ninguna causa, y Don Felipe y Doña Letizia no se querellan contra quienes les han puesto en porretas haciendo el perro.

E hinchar el perro, sobrevalorar la noticia, es lo que están haciendo la Fiscalía y el juez al tipificar el desaguisado como injurias a la Corona. Doña Letizia es periodista y, por ofendida que se sienta, debía explicar a su familia que reprimir el antimonarquismo es fabricar republicanos a alta velocidad. Además, a la Corona no se le injuria y sólo puede haber lesión en los derechos citados de protección del honor y a la propia imagen. Conociendo el republicanismo de este Gobierno, no me extrañaría que quisieran defender la Monarquía hasta el último Borbón.

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