Durante la sesión de ayer
las lecturas sumariales adelantaron lo clara que el teniente general Milans del
Bosch tiene su estima por la dignidad del rango. En varios folios del sumario
insiste en que él no acepta consejos ni órdenes de inferiores, ni siquiera de
sus iguales si estos son menos antiguos en el empleo. Es su línea argumental
para explicar que jamás habría aceptado directrices de Armada de no haber
supuesto que, por medio de él, recibía instrucciones superiores.-La anterior es
una hipótesis de trabajo sobre la psicología de mando de Milans interesante,
pero con fisuras. En los pasillos de la sala no dejaba de comentarse lo
extraño de que Milans, cuando cree estar recibiendo órdenes del Rey por medio
de Armada no intente ponerse en contacto con su número uno. Monárquico visceral según propia
definición, descendiente de generales desde hace seis generaciones, nieto de un
jefe del cuarto militar de Alfonso XIII y con acceso como Capitán General a su
jefe máximo, no se procura una comunicación más directa que la de Armada ante
un hecho tan importante como el forzar un golpe de Estado.
-Aduce
Armada en su descargo que tras el 23 de febrero hizo llegar a La Zarzuela y al
Ministerio de Defensa sendos escritos justificativos de los pasos dados por él.
Relata no haber tenido contestación en ningún caso, aunque sabe de su llegada a
los recipiendarios por medio del teniente coronel Monzón (ex-jefe de prensa de
Defensa) y del marqués de Mondéjar.
-Respecto a su almuerzo
leridano con los dirigentes socialistas Raventós y Múgica, Armada se explaya
rememorando citas similares con Martín Villa, Calvo Sotelo, Cabanillas, Sanchez
Terán, Tarradellas, Pujol, etc., afirmando que en ninguno de estos almuerzos o
cenas propuso nada. Sobre la afirmación de Tejero de que algún diputado
socialista se dirigiría a sus compañeros alentándoles a escuchar a la
"autoridad militar, por supuesto", una vez está identificada con la
contraseña "Ha venido el elefante", Armada muestra hilaridad. Por
supuesto que esto puede ser o no verdad; pero en la deposición de Tejero se
aprecian fuertes líneas de perjudicación que apuntan a la Corona y al primer
partido de la oposición.
-El jefe del Estado Mayor
del Ejército, teniente general Gabeiras, durante los sucesos del 23 de febrero,
llevó un dietario de sus actos. Solo así se explica la exactitud cronológica de
sus declaraciones.
-El general Toquero juró
ayer por la mañana su nuevo cargo de jefe de prensa de Defensa, inaugurándose con el proceso 23-F. Es de justicia
resaltar el empeño y eficacia que los hombres y mujeres de la Oficina de
Información, Difusión y Relaciones Públicas del Ministerio de Defensa están
poniendo para facilitar la labor de los periodistas.
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