19/2/84

Llamado a declarar el ex director de la Escuela de la Armada de Buenos Aires (19-2-1984)

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas argentinas ha intimado al almirante Rubén Chamorro a presentarse ante el alto tribunal castrense en el plazo de 10 días. Es el paso previo para la petición a Suráfrica de la extradición de quien fuera director de la Escuela de Mecánica de la Armada y presunto responsable, o partícipe, de la tortura y desaparición de, al menos, 4.000 personas que padecieron suplicio en aquella dependencia naval, en el centro de Buenos Aires.

Chamorro, oscuro oficial retirado, pero íntimo amigo del almirante Massera, fue destinado como agregado naval en Suráfrica al cesar en la Escuela de Mecánica de la Armada, y allí ha quedado ya como ciudadano, negándose reiteradamente al regreso.Chamorro protagonizó durante los años del terror uno de los más aparatosos casos de síndrome de Estocolmo, al mantener un apasionado romance con la guerrillera montonera Marta Bazán, quien, tras ser detenida y torturada en la Escuela de Mecánica, se convirtió en amante del almirante y contribuyó eficazmente hasta en el secuestro y desaparición de sus propios familiares.

Rubén Chamorro había argumentado ante las autoridades militares que no disponía del dinero suficiente para viajar a Argentina, según informó en Buenos Aires la agencia de noticias Dyn. Por esta razón le fueron enviados billetes para que pudiese tomar un avión desde Suráfrica hasta la capital argentina. El almirante argentino no ha utilizado, hasta el momento, los citados pasajes.

Por otra parte, continúa ilocalizable para la policía brasileña el dirigente montonero Vaca Navaja, reclamado por las autoridades argentinas. La suerte de su compañero Mario Firmenich tardará meses en dilucidarse, y su extradición terminará siendo resuelta políticamente y al máximo nivel.

El hecho. de que Firmenich tenga un hijo brasileño ya no es suficiente para impedir su entrega a la justicia argentina: necesitaría cinco años de residencia mínima y una esposa también brasileña.
Lionel Brízola, gobernador socialista de Río de Janeiro, ya expresó sus simpatías por el líder terrorista y afirmó no comprender cómo las autoridades democráticas argentinas persiguen a quienes sobrevivieron a la matanza militar.

En contrapartida, comentaristas políticos brasileños señalan la satisfacción del presidente. Joáo Baptista Figueiredo, anteriormente molesto con Raúl Alfonsín, por lo que estimaba una persecución unilateral de los militares argentinos. La solicitud de extradición de Firmenich y Vaca Narvaja facilitaría, paradójicamente, una próxima entrevista entre Figueiredo y Alfonsín.

El procesamiento de la guerrilla montonera es imprescindible para el Gobierno. Por una parte, satisface el deseo moralizador del radicalismo, que no ignora que la acción terrorista fue previa a la represión, y, por otra parte, equilibra el malestar militar por el enjuiciamiento de sus camaradas.

Finalmente Firmenich y Vaca Narvaja, bien conectados con la guerrilla centroamericana, el sandinismo y los movimientos de izquierda suramericanos, podrían, desde Brasil, inspirar a los restos de los jóvenes y radicales de la previsible descomposición peronista.

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