8/7/06

La visita del Papa y sus anécdotas (8-7-2006)

En La Moncloa se les hacen los dedos huéspedes y hace pocos días intentaron otra visita de la vicepresidenta Fernández de la Vega (la novia del capitán Khan) al Vaticano para terminar de anudar no sé qué hilos, y la Santa Sede no estimó el viaje estando tan cerca la cita de Valencia. En la ocasión anterior De la Vega se presentó de rojo rabioso, lo que hizo exclamar al cardenal Sodano: «Usted tiene aspiraciones a la púrpura cardenalicia». No sabía el ya ex secretario de Estado vaticano con quién se jugaba los cuartos. O sí. La preocupación de Zapatero ha sido la foto con el Papa, y llegaron a pensar en que Ratzinger pasara por Madrid en una minivisita oficial cuando Benedicto XVI acude a Valencia invitado por esta diócesis a una reunión ecuménica de las familias católicas urbi et orbi.

A Zapatero le hubiera gustado formular aquella sentencia de don Manuel Azaña: «España ha dejado de ser católica», y ha legislado laicistamente contra la enseñanza de la religión y el matrimonio tal como lo entiende la Iglesia y la antropología. Pero le manda al Papa de embajador al ex alcalde de La Coruña, Vázquez, un socialista católico, y quiere la foto como sea. Finalmente tendrá que ir ZP a Valencia, con Sonsoles y las niñas y quizá hasta con la suegra para hacerse la dichosa fotografía con el sucesor de San Pedro, no sea que tenga demasiados seguidores en España. Zapatero quiere estar en la procesión y repicando, pero no puede conciliar el matrimonio gay con relaciones amistosas con la Iglesia. Algunos aguafiestas cuelgan en sus balcones valencianos la leyenda «Nosotros no te esperamos» cuando no hay habitaciones libres para el encuentro papal, y otros han organizado una semana sobre la familia alternativa de homosexuales, lesbianas, transexuales y no sé si zoófilos. La típica soberbia de los ignorantes.

La familia es antes antropológica que católica. Alejandro el Magno no se casó con sus amantes masculinos, ni Julio César, ni las habitantes de Lesbos. El matrimonio ha sido entre hombre y mujer por el instinto genésico de perpetuar la especie, y otra cosa es y será la unión sentimental entre las distintas variables de la sexualidad. Pero la progresía entiende que el matrimonio heterosexual, católico o no, es represor y una ofensa a los que tocan otra sinfonía. Todavía está el vocero presidencial, Moraleda, intentando que la señal televisiva institucional sea para TVE y no para Canal 9. Querrán evitar que se vea a algún familiar de ZP reverenciando a Ratzinger. Lógicamente le tienen más miedo a Benedicto que a una manifestación de las víctimas del terrorismo. No saben que París bien vale una misa.

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