Un total de 62 organizaciones gremiales
peronistas postulan la candidatura de su líder indiscutible, Lorenzo Miguel,
como presidente del movimiento que ayer vio retrasada la apertura de su
congreso nacional, prevista para las ocho de la mañana. El retraso sólo es
achacable al sobreentendido nacional de que la prisa, y hasta la puntualidad,
son malas consejeras, y así es habitual llegar tarde a las citas, a las
manifestaciones, a los congresos y hasta a los golpes de Estado.
Las
inmediaciones del teatro porteño Lola Membribes estaban fuertemente custodiadas
por la policía federal, con caballos y su guardia de infantería (unidades
de choque con armamento de guerra), y un tramo de la calle Corrientes
permanecía cortado al tráfico. En calma, ante algunos centenares de partidarios
con pancartas exigiendo la presencia de Isabelita (la ex
presidenta y viuda de Perón), fueron llegando los delegados, incluidos algunos
bonaerenses, desconocedores de la inhabilitación temporal recaída sobre ellos
la noche anterior.Ante la impugnación de Antonio Cafiero, un juez electoral
dejó en suspenso las actuaciones del congreso peronista, que eligió a Herminio
Iglesias candidato a gobernador de la provincia. Posteriormente levantó la
suspensión, y en la noche del viernes la Cámara Nacional Electoral volvió a
congelar "toda actividad congresual y los efectos de toda resolución
adoptada por dicho cónclave". Esta medida no implica la nulidad de la
elección de Iglesias, sino la hibernación legal del peronismo bonaerense hasta
que se resuelvan las denuncias de Cafiero sobre la presunta coacción que los
partidarios de Iglesias ejercieron sobre los delegados.
Aquel
congreso acabó con la retirada de los delegados cafieristas ante la presencia
de las barras bravas (cuadrillas violentas) de Iglesias
-"hay que dejarlas entrar, son el pueblo", decía éste-, que acusaron
a los seguidores de Cafiero de haber repartido cargos a los Montoneros en el
último Gobierno de Perón y amenazaron con sacar las cadenas si se imponía la
izquierda del partido. En los tumultos subsiguientes un escolta disparó su arma
al suelo y el rebote, de las balas hirió a dos personas en las piernas. No
obstante, decida lo que decida la justicia electoral, los delegados cafieristas
eran minoría ante los, de Iglesias.
La ausencia
de los congresistas de Buenos Aires podría dar lugar a una petición de
moratoria en el congreso nacional hasta que se dirima la querella
Cafiero-Iglesias, dada la importancia de la provincia de Buenos Aires (la mitad
de la población del país); pero a mediodía de ayer, en el teatro Lola Membribes
ya se había alcanzado quórum para iniciar las sesiones.
Moratoria
En las
conversaciones de las aceras de Corrientes, con los bombos redoblando a toda
potencia en una transposición porteña de las fiestas de Calanda, algunos
líderes ponían mayor énfasis en la necesidad de moratoria por la ausencia de Isabelita que
por el conflicto bonaerense. Pero la impresión es que se impondrá el criterio
de la actual dirección del partido, que quiere respetar los plazos legales para
su definición electoral y no desea prolongar esta sensación de interinidad, y
que el congreso seguirá adelante sin Isabelita y, sin los
bonaerenses.Desde primera hora de la mañana, ante de dirigirse al Lola
Membribes, se concentraron en el sindicato del seguro los delegados de las 62
asociaciones gremiales peronistas para postular a su jefe, Lorenzo Miguel, Capo indiscutible
del sindicalismo argentino, como vicepresidente del partido. Lorenzo Miguel ,
feroz antiizquierdista, es periódicamente acusado desde las filas radicales de
ser la cabeza civil de un pacto sindical-militar que daría a estas dos fuerzas
hegemónicas el control del país por en cima de los debilitados partidos e
instituciones políticas. Miguel su frió una prisión amable (en un chalé)
durante elproceso militar y sus numerosos bienes incautados le fueron
restituidos. Actualmente, por denuncias de Guillermo Patricio Kelly, se
encuentra sometido a una investigación judicial por la desaparición de uno de
sus guardaespaldas, que habría sido tiroteado en los locales de la Unión Obrera
Metalúrgica, troceado por un médico e incinerado en un horno de pan. A pesar de
esto, cabe pronosticar que tras el congreso iniciado ayer la cúpula
justicialista quedará estructurada en torno a la ausenteIsabelita (presidenta),
Lorenzo Miguel (vicepresidente), Italo Lúder (candidato a la presidencia de la
nación), Deolindo Bittel (candi dato a la vicepresidencia) e Iglesias
(candidato a la gobernación de Buenos Aires). El terrible y ex traño equilibrio
de siempre de la gran paradoja peronista entre la derecha de los obreros con
pistola y la izquierda de los abogados burgueses con corbata.
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