19/9/83

Posible trasfondo político en la oleada de huelgas que vive Argentina (19-9-1983)

Cuarenta días antes de las elecciones generales los desórdenes de la economía argentina han hecho pensar en el despropósito de una crisis en el Gobierno del teniente general Reynaldo Bignone. Un sector del Gabinete estima necesarias la renuncia del ministro de Economía y la creación de un colchón contra la miseria que aliviara momentáneamente a los más desfavorecidos y les permitiera acudir a las urnas sin excesiva tensión. El presidente estima que lo mejor que puede hacer su Gobierno es no hacer nada y que carece de sentido cambiar el Gobierno en medio de la campaña electoral.

La pasada semana Bignone expresó su estupefacción por las oleadas de huelgas que exigen cambios políticos y económicos, cuando no existe la menor posibilidad de que los actuales conductores del país, desde el presidente hasta el más humilde alcalde, continúen en sus puestos hasta más allá del 1 de enero próximo. Se sospecha así con fundamento de un transfondo desestabilizador en la kermesse laboral de la última semana. Funcionarios judiciales, bancarios, aduaneros, transportes, comunicaciones.... han protagonizado paros intermitentes o huelgas de celo al margen de las decisiones de las dos CGC. Las dos grandes centrales se han visto desbordadas hasta tal punto que consideran la convocatoria de una huelga general de 24 horas para volver a tensar las riendas.

Protesta policial

La protesta políticamente más grave ha sido la policial. Los autoacuartelamietos de la policía de la Pampa y de Córdoba, por reivindicaciones salariales, han tenido en vilo al Gobierno, cuya principal preocupación reside en mantener el orden público hasta la entrega del poder. La promulgación de la ley de pacificación nacional (autoamnistía) ha sido retrasada hasta que se pueda contar con aceptables seguridades de que la policía controlará las protestas.Es unánime la estimación de que la ultraderecha militar y civil procure que las elecciones se celebren dentro del mayor caos social posible para viciar los comicios en origen. Pero, no obstante, aunque los agitadores alberguen intereses egoístas, las motivaciones de los huelguistas argentinos no son imaginarias. El dólar ascendió en el mercado negro un 12,7% en cinco días de la semana pasada, cotizándose ayer a 22,10 pesos. El incremento, del costo de la vida se estima para septiembre en un 20%, y la hiperinflación demole cada semana las estructuras de vida de una sociedad en la que un profesor cualificado con años de experiencia y formación internacional gana 300 dólares mensuales trabajando por cuenta ajena.

Con el comienzo de la campaña peronista por Italo Lúder en los desiertos de Santiago del Estero, el país entra en la recta electoral en la que los radicales de Raúl Alfonsín llevan ya semanas presentes. Lúder ha comenzado denunciando la existencia de una conspiración antiterrorista que cargará las tintas en la preeminencia del sindicalismo sobre el partido.

Las Madres de la Plaza de Mayo, quemando sus últimos cartuchos, han convocado para el día 25 una marcha de resistencia de 24 horas frente a la Casa Rosada.

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