2/9/83

Tintes de sainete en los preparativos del congreso peronista que comienza mañana (2-9-1983)

El escritor Manuel Mújica Laínez se hacía recientemente una pregunta que muchos justicialistas se formulan en secreto y con rubor. "¿Qué habría sido de este país si Juan Domingo Perón llega a tener un hijo?". Los escritores argentinos parecen dotados de una rara capacidad para decidir en una frase acertada y cruel la realidad de su país. Así, cuando antaño preguntaron a Jorge Luis Borges su opinión sobre el combate de la Junta Militar argentina contra la subversión, el literato contestó: "Se están comiendo a los caníbales". Y ahora, el célebre autor de Bomarzo ha resumido magistralmente en su pregunta estas vísperas del congreso peronista y del inminente retorno de la señora.

Es un monarquismo del que abominan en privado las cabezas más lúcidas del justicialismo, pero que aún mantiene su vigencia. Tan es asi, que a Isabelita se la reconoce en la jerga política partidaria por el rayo de la muerte, dada la destructora capacidad que todavía ostenta para vetar a las personas en nombre del difunto.Los rumores y contrarrumores sobre la llegada de la viuda ex presidenta con un hipotético tes tamento político de Perón en las maletas aporta tintes de sainete a las últimas maniobras previas al congreso partidario del sába do. Aunque nadie olvida que el propio Juan Domingo Perón insistió públicamente en que carecía de sucesor.

La rama femenina del justicialismo ha pedido que se postergue el congreso hasta que se produzca la rehabilitación judicial de la señora,que el presidente Reynaldo Bignone anunció el miércoles como inminente.

Asistir legalmente

La izquierda peronista de Buenos Aires, agrupada en tomo al derrotado Antonio Cafiero, se pregunta si el coligreso provincial -impugnado- puede asistir legalmente a la convención nacional.

El propio Cafiero, además, ha tenido que vetar las intenciones de sus partidarios de escindirse formando un frente electoral contra el candidato a gobemador Herminio Iglesias junto con democristianos y conservadores populares.

La gobernación de Buenos Aires es políticamente -no en la jerarquía del Estado- el tercer escalón del poder, dada la masa de votos y recursos que concentra la provincia.

Herminio Iglesias, si se cumplen los pronósticos de un ajustado triunfo peronista, será gobernador, y preocupa dentro del partido la escasa dignidad que ofrece.

Con 53 años, ex metalúrgico, inteligente pero sin formación, hizo fortuna como sindicalista y transportista de petróleo. Un ojo de vidrio y dos balazos en el resto del cuerpo son las secuelas de su historial como bregador de las calles dirigiendo patotas (cuadrillas) de pistoleros.

El esquema de Italo Lúder con Teolindo Bittel de vicepresidente y Caciero en la gobernación de Buenos Aires (una trinca prestigiosa, respetable, dialogante, moderada, que hiciera olvidar la vieja reputación del peronismo como aluvión zoológico y atrajera votos nuevos o indecisos) se ha quebrado. Y se teme que en el congreso que se inicia mañana en un teatro de la calle de Corrientes se dé la batalla para sustituir a Bittel (Lúder será designado como candidato a la presidencia argentina en el congreso, según informó ayer Bittel) por el ex senador Humberto Romero, firme aliado de Hernánio Iglesias. Los radicales se frotan las manos.

Por lo demás, el regreso de la señora sigue siendo un misterio inexplicable. Anteayer, los peniodistas preguntábamos al presidente Bignone en su improvisada conferencia de prensa por los pasillos de la Casa Rosada.

"La fecha de su regreso me la tendrán que decir ustedes, porque yo no sé nada", señaló Bignone. En el partido se sabe menos. No es que en Buenos Aires se guarde el secreto del retorno de Isabelita. Es que el hermético secreto sólo se guarda en Madrid.

Concesión de un indulto

Respecto a las responsabilidades judiciales de la señorajuentes solventes del Ministerio del Interioi argentino apuntan hacia la concesión de un indulto dentro de las próximas dos semanas, pero sin rescindir las actuaciones judiciales que la condenaron por inalversación, de fondos públicos.

Finalmente, la Junta Militar argentina ha anunciado su intención de espaciar las ireuniones periódicas que mantiene normalmente y disolverse inmediatamente después de la celebración de las elecciones, dejando en manos del presidente Bigrione y sus ministros la entrega de poderes al Gobierno legalmente constituido. Se tiene por segura la ocupación de la Casa Rosada por el presidente electo antes del 1 de enero, fecha tope en el calendario electoral militar.

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