1/3/84

Galtieri y Anaya pueden ser condenados a muerte (1-3-1984)

La máxima corte marcial argentina elevó el martes a prisión preventiva rigurosa la situación de Leopoldo Fortunato Galtieri, pe núltimo presidente militar y ex comandante en jefe del Ejército; hasta ahora, en calidad de detenido. Se espera que en breve el almirante Jorge Anaya, triunviro en aquella Junta Militar, se vea afectado por la misma medida.Las más solventes fuentes militares y civiles coinciden en estimar que al menos Galtieri y Anaya serán condenados a muerte, en el entendimiento de que el presidente Alfonsín, comandante en jefe de las fuerzas armadas, no tiene la menor intención de fusilar a nadie y firmará la pena sustitutoria de reclusión perpetua.

Según el Código Militar argentino, la prisión preventiva rigurosa se aplica a los jefes y oficiales encausados que puedan sufrir pena de muerte, reclusión mayor o degradación. Sus haberes y sus bienes quedan congelados, excepto los necesarios para proveer al sustento de la esposa e hijos menores de edad.

El hermetismo del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas es total, e incluso ministros radicales confiesan en privado y convincentemente que ignoran las intenciones del alto tribunal militar.

No obstante, ha trascendido que la situación judicial de Galtieri es muy comprometida al haber alterado personalmente los planes primigenios de ocupación de las Malvinas.

Lo previsto era la ocupación de las islas y una retirada posterior, dejando en el archipiélago una fuerza simbólica de Policía Militar no superior a los 300 hombres. El general Galtieri, admirador del talante y estilo del general Patton, transformó la ocupación en permanente y aparatosa, atrayendo a la flota británica.

El brigadier Basilio Lami Dozo parece que está encontrando en la corte marcial serias objeciones al empleo que hizo de su aviación, y es difícil que se libre de una pena de reclusión mayor.

Con posterioridad al juicio por las Malvinas, que será el primero en solventarse, estos hombres, junto a sus camaradas de las tres primeras juntas militares, habrán de afrontar el proceso por la violación de los derechos humanos en Argentina.

La crisis castrense originada por el enfrentamiento del brigadier Simari, comandante de instrucción de la Aeronáutica, con el jefe del Estado Mayor conjunto, por la reducción de los presupuestos militares, ha sido cerrada con energía: en la tarde del martes se ofreció al brigadier optar por abandonar el Ejército o pedir el retiro anticipado. Eligió la última instancia, y el ministro de Defensa, Raúl Borrás, se la concedió de inmediato.

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