Con elogios a la transición
política española, agradecimientos a la solidaridad que llega desde nuestro
país y adhesiones a la causa sandinista, el general Líber Seregni dio ayer su
primera conferencia de prensa tras su liberación por la dictadura uruguaya.
También dio su primer paseo en ocho años por la ciudad, marchando a pie hasta
un consultorio médico donde se sometió a un chequeo.El bulevar frente al balcón
de su casa parece una romería, siempre con un par de cientos de personas
expectantes, que se convierten en miles al caer el sol.
Ante más de 200 periodistas
uruguayos y extranjeros Seregni, en mangas de camisa, ante una bandera, en un
piso lindero con su domicilio, recordó que sus primeras manifestaciones cuando
estudiaba secundaria fueron en apoyo de la causa nicaragüense. Aludió al
imperialismo estadounidense como grave amenaza para la libertad de Nicaragua y
negó su participación en cualquier organización política que no fuera el Frente
Amplio. "Cuando me encontraba en actividad militar me abstuve, acatando la
ley", dijo, "de participar en política, excepto para emitir mi voto.
Desde mi paso a retiro estoy absolutamente entregado al, frenteamplismo".
El general, todavía muy militar, extraordinariamente pulcro en su
expresión verbal, siempre sonriente pero enérgico, sólo pareció perder por unos
segundos su autocontrol cuando este enviado especial le preguntó si durante su
cautiverio había sido sometido a torturas, malos tratos o vejaciones.
Tras un largo silencio y con
un punto de crispación, como si fuera un tema que quisiera olvidar, contestó
que había recibido "un trato de preso". "Toda prisión",
afirmó, "vulnera los derechos humanos, y máxime si la prisión, como la
mía, es injusta. Pero aquí me tienen y aquí me ven; no habrán sido muy
difíciles las torturas padecidas".
Tuvo palabras elogiosas para
la transición democrática española, que calificó de "muy sabia", y
quiso transmitir un mensaje de especial agradecimiento a un grupo de mujeres
madrileñas que le amadrinaron durante sus años de cautiverio. Eludió las
preguntas sobre la táctica política inmediata de la coalición izquierdista
Frente Amplio. No obstante calificó como de "hipótesis muy dudosa" la
posibilidad de que el Frente entable conversaciones con las fuerzas armadas y
declaró que la amnistía política y la completa autorización de partidos y
personas eran condiciones indispensables para la pacificación.
Entrevista con Wilson
Ferreira
Afirmó estar dispuesto a
entrevistarse con Wilson Ferreira, líder exiliado del Partido Blanco, pero que
esperaba poder hacerlo en breve en Montevideo y no en Buenos Aires. Respecto al
futuro judicial de jefes y oficiales uruguayos, estimó que la situación era muy
distinta de la de Argentina, pero que era necesaria una estricta justicía sin
revanchismo ni odios.La conferencia se celebró sin que pudiera verse en la
calle un solo policía, pese a que el Frente Amplio que lidera el general es una
agrupación política prohibida; y varias emisoras transmitieron en directo las
palabras de Seregni.
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