El ministro de Defensa argentino Roque Carranza fue enterrado ayer
en el exclusivo cementerio porteño de La Recoleta tras una parada militar y las
honras fúnebres de ordenanza. Carranza, ingeniero industrial de 65 años,
soltero, uno de los militantes históricos de la Unión Cívica Radical, murió en
la tarde del sábado de un ataque al corazón mientras nadaba en una piscina de
Campo de Mayo -acantonamiento del comando en jefe del Ejército- en el Gran
Buenos Aires. El ministro pasaba los fines de semana en una residencia militar
para escapar de los calores que asolan la ciudad.Amigos y ordenanzas no
pudieron hacer otra cosa que rescatar el cadáver del ministro y trasladarlo al
hospital militar de Campo de ,Mayo, donde certificaron su defunción. El
presidente Alfonsín fue informado de inmediato y recibió la noticia "con
consternación": Carranza era uno de sus íntimos amigos, ministro de
confianza y su segundo titular de Defensa fallecido en dos años en el desempeño
de tan complicado cargo.
Un mes después de la asunción del Gobierno por los radicales
-diciembre de 1983- uno de los subsecretarios del Ministerio de Defensa murió
infartado sobre los papeles de su mesa de despacho. El 25 de mayo del pasado
año falleció, tras un fulminante cáncer de pulmón, el joven ministro de Defensa
Raúl Borrás, considerado como la mano derecha de Alfonsín y uno de sus mejores
camaradas.
El presidente argentino, fiel a su idea de otorgar la cartera de
Defensa a hombres de su máxima confianza política y personal, nombró ministro a
Roque Carranza, entonces titular de Obras y Servicios Públicos. Carranza,
además, aportaba la capacidad de gestión económica necesaria para redimensionar
las Fuerzas Armadas argentinas y afrontar su bancarrota a cuenta de la deuda
externa.
Seco y de trato difícil
Hombre seco, de trato muy difícil, supo mandar en el tono en que a
muchos militares les gusta ser mandados, resistiendo con energía las presiones
de cada fuerza. En sus 10 meses de gestión tuvo que atravesar el pantano de las
sentencias contra las tres primeras juntas militares de la dictadura, y
continuó sin desmayo los planes de restricción presupuestaria diseñados por su
antecesor.Roque Carranza fue velado en el edificio Libertad, sede administrativa
del comando en jefe del Ejército, y hasta las 23.30 del sábado no se informó a
la población de su muerte. Es un retraso atribuible al desconcierto y pesar
ante esta aparente y macabra mufa -gafe- que planea sobre
el Ministerio de Defensa de la democracia argentina.
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