21/2/86

Isabel Perón, condenada a pagar dos millones de dólares a las hermanas de Evita, por derechos de herencia (21-2-1986)

Isabel Martínez de Perón, viuda y tercera esposa del general, deberá abonar alrededor de dos millones de dólares (algo menos de 300 millones de pesetas) a las hermanas de Eva Duarte de Perón, la mítica Evita, en concepto de derechos de herencia, litigados ahora en los tribunales porteños.

La herencia del matrimonio Perón-Evita se está viendo judicialmente desde la restauración de la democracia. El Gobierno radical restituyó los bienes incautados por la dictadura a la viuda y ex presidenta Isabel, incluyendo la quinta madrileña que Perón poseía en Puerta de Hierro, en las afueras de Madrid, y sufragó además los gastos de reparación por el deterioro que sufrieron durante la incautación.

Isabelita recobra además las pensiones atrasadas de viudedad, sus propias pensiones como ex presidenta de la República y los intereses propios al lucro cesante por la herencia no disfrutados durante siete años.

Juana Ibarguren de Duarte, madre de Evita, tenía derechos de herencia sobre su hija que, a la muerte de ésta, pasaron a sus otras hijas vivas, Blanca Duarte y Erminda Luján Duarte, quienes el pasado año pleitearon contra Isabelita por la herencia recobrada y no repartida.

Valoración del lucro

La Sala F de la Cámara Federal de Apelaciones en lo civil de Buenos Aires acaba de fallar en favor de las hermanas de la segunda esposa de Perón por un monto estimativo de dos millones de dólares, que aún deberá ser ajustado: valoración del lucro cesante, intereses no devengados y tasación de propiedades ya irrecuperables por anterior venta legal a terceras personas.La cuantía de este recorte hereditario correspondiente al segundo matrimonio de Perón revela la relativa importancia total de las sumas y bienes recibidos por Isabelita, todavía jefa nominal del errático Movimiento Justicialista. Aunque bien es verdad que, según los baremos de los dictadores latinoamericanos, el general Perón nunca evidenció en su prolongado exilio escandalosos alardes económicos.

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