Isabel Martínez de Perón,
viuda y tercera esposa del general, deberá abonar alrededor de dos millones de
dólares (algo menos de 300 millones de pesetas) a las hermanas de Eva Duarte de
Perón, la mítica Evita, en concepto de derechos de herencia, litigados ahora en
los tribunales porteños.
La herencia del matrimonio
Perón-Evita se está viendo judicialmente desde la restauración de la
democracia. El Gobierno radical restituyó los bienes incautados por la
dictadura a la viuda y ex presidenta Isabel, incluyendo la quinta madrileña que
Perón poseía en Puerta de Hierro, en las afueras de Madrid, y sufragó además
los gastos de reparación por el deterioro que sufrieron durante la incautación.
Isabelita recobra además las
pensiones atrasadas de viudedad, sus propias pensiones como ex presidenta de la
República y los intereses propios al lucro cesante por la herencia no
disfrutados durante siete años.
Juana Ibarguren de Duarte,
madre de Evita, tenía derechos de herencia sobre su hija que, a la muerte de
ésta, pasaron a sus otras hijas vivas, Blanca Duarte y Erminda Luján Duarte,
quienes el pasado año pleitearon contra Isabelita por la herencia recobrada y
no repartida.
Valoración del lucro
La Sala F de la Cámara
Federal de Apelaciones en lo civil de Buenos Aires acaba de fallar en favor de
las hermanas de la segunda esposa de Perón por un monto estimativo de dos
millones de dólares, que aún deberá ser ajustado: valoración del lucro cesante,
intereses no devengados y tasación de propiedades ya irrecuperables por
anterior venta legal a terceras personas.La cuantía de este recorte hereditario
correspondiente al segundo matrimonio de Perón revela la relativa importancia
total de las sumas y bienes recibidos por Isabelita, todavía jefa nominal del
errático Movimiento Justicialista. Aunque bien es verdad que, según los baremos
de los dictadores latinoamericanos, el general Perón nunca evidenció en su
prolongado exilio escandalosos alardes económicos.
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