18/4/10

DIAS DE TRIBUNALES (18-3-2010)

Esperábamos ansiosos la sentencia sobre el Estatut cuando el Tribunal Constitucional parió un ratón. Dicen los jurisconsultos  que la justicia lenta no es justicia y los cerca de cuatro años que lleva la alta institución  cavilando sobre un estatuto más largo y prolijo que la Constitución Española  dan que pensar  que hasta los padres de la patria del 78 se excedieron como garantistas, porque el Constitucional no debiera existir, bastando con el Tribunal Supremo, que está trufado por el poder político, que verdaderamente Montesquie , Barón de Secondat, se nos ha muerto como aseguró en su día Alfonso Guerra y hasta que es indecoroso que el marido de la presidenta Casas se haga remunerar informes para la Generalitat Catalana por más que no resulte ilegal. En ésta historia de alta jurisprudencia abracadabrante no se ha respetado ni las formas y como escribía Plutarco las arañas atrapan a las moscas y dejan huir a las avispas. Un cachondeo  como afirmara Pedro Pacheco ex Alcalde de Jerez.  Hasta la vicepresidenta Fernández de la Vega no se cortó un pelo abroncando en público hace días a la magistrada Casas como si fuera una subordinada, que acaso lo es, o por lo menos fue hace ya más de una legislatura la esperanza blanca del presidente ZP  para no hacer imposible el Estatut. Ésta semana  a mi respetada Casas se le han vuelto los dedos huéspedes y las togas le han mudado entre conservadores  y progresistas, definición mostrenca de lo que debe ser un magistrado. Según Schiller la apariencia gobierna el mundo y la justicia aparece solamente en la escena. Cinco ponencias para hacerle la autopsia a la “constitución catalana”, que  ya está en vigor, y  tiene dificilísima marcha atrás aún en su preámbulo nacionalista, y como decía aquél  bruto ni se muere padre ni cenamos.  Aseguran los expertos que la calificación de nación en el preámbulo no condiciona el texto cuando a los legos nos han enseñado que ése preámbulo inspira el articulado, y estamos a las doce menos cinco que una autonomía como la andaluza defina la eutanasia y otra como la catalana lo mismo  con otra variante del aborto, mientras estos son asuntos  que o se resuelven estatalmente o serán reinos de Taifas morales que disgregaran la sociedad. Yo, desde luego, no pienso irme a morir a Sevilla por fácil que me lo pongan.

Pareciera que un dictamen sobre el Estatut  fuera obra de romanos o de chinos de la Dinastía Ming. Hubieran bastado unas toneladas de técnica jurídica indiscutible para todos los magistrados a los que se supone sapientes, para dilucidar en menos de un año, cuáles son los ratones que recorren el Estatut, y largo me lo fiais. Los continuos cortocircuitos  entre el gobierno, la genaralitat y el Tribunal Constitucional, han dejado a éste a los pies de los caballos y habrá final del Barca-Madrid y hasta elecciones catalanas   sin que los de las grandes puñetas se llamen a escándalo después de tanto tiempo. Cuatro años vale lo mismo que seis o sesenta y Montilla con su tripartito no tienen porque alarmarse ni pedir la disolución del TC porque igual que los rusos están ganando tiempo por espacios. Se lee en el Talmud:” Quién es piadoso con los crueles acaba por ser cruel con los piadosos”.

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