Occidente bracea en
las secuelas de
una crisis financiera
de caballo, pero
lo que está
atravesando España es
un climaterio socioeconómico, y
de ahí los
ardores y sofocos.
Contra la depresión
es bueno repasar
la lista de
los ministros de
Zapatero y recordar
aquellos hallazgos de
moderna gestión política.
Se añora la
candidez de la
ministra Trujillo, hoy
ascendida a tertuliana,
yendo a Finlandia
a descubrir soluciones
habitacionales de 15
metros cuadrados y
prometiendo zapatillas a
los jóvenes que
callejean en busca
de piso. Aquello
movía a la
ternura. Genial resultaba
Maleni Alvárez, por
mal nombre “ Lady Aviaco “
dada la cantidad
de vuelos que cargaba a
la compañía, marchando
a Siberia con un
séquito de técnicos
para estudiar que
coño se podía
hacer con las nieves
entre Madrid y
Burgos. Aquello eran cuotas
de titanes. En
pleno cambio tectónico
a Pepiño Blanco
tenía que ocurrírsele
algo, y de corredor de
comercio, de vendepisos,
se ha ido al
Reino Unido, Francia,
Alemania, Holanda, Suecia
y Rusia a
colocarles nuestra burbuja
inmobiliaria. Éste docto
cree que aún
se vende puerta
a puerta y que
un ministro español
tiene credibilidad en
los mercados. A
través de las
inmobiliarias
multinacionales vendimos Mallorca,
el Archipiélago canario
y la costa
mediterránea desde Tarifa
a Port Bou. Todo
el pescado salió
a subasta, y
lo que se
pueda ofertar a
la baja se
negocia a través de
Internet. Pepiño no
va a vender
ni un zaguán
y en Londres
o Moscú no
necesitan que les engañen
y chalaneen con
los verdaderos precios
que conocen mejor
que el ocurrente
ministro. Buen viaje:
y en Rusia pregunte
qué hay de
la nieve de Maleni.
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