28/8/13

ILUSIÓN TRANSITORIA (28-8-2013)

En la pre Transición democrática todos recibimos la legalización de los partidos con lógico alborozo y explicable ingenuidad. Pasaron tantos por ventanilla que al cúmulo de siglas le llamamos “ la sopa de letras ”. Les tomamos no como imprescindibles y necesarios sino como panacea de males seculares. La realidad es que los partidos españoles nacen con las camarillas reales del absolutismo o, continúan como apéndices de Palacio ( Alfonso XII agónico le pidió a la Reina María Cristina: “ De Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas. Y cuida el coño”), con  IºRepública llegan  a la metástasis surrealista, y en la IIº las izquierdas solo pretendían emular la revolución soviética en el paisaje titánico del enfrentamiento comunismo-fascismo. En 1978 estábamos en el parvulario de la organización y desarrollo de los partidos políticos, y la memoria caliente de la guerra incivil y el temor a que el tránsito lo irrumpiera un ígnaro golpe de Estado( que se dió ) configuraron una legislación sobre partidos, condescendientes, permisiva, que consolidó la partitocracia con la que nos regimos. Siendo Ministro de Defensa, José Bono visitó a su colega británico quién le invitó a un weeck end en su chalet de fin de semana. “ Pero no podré acompañarle. Los fines de semana he de visitar a mis electores o no repito  mi escaño en la Cámara de los Comunes”. Circumpscriciones inabarcables y listas cerradas y bloqueadas que hacen mansueta la votación en el Congreso porque los partidos son piramidales y partitocráticos que a un diputado. Es más libre y útil elegir al   Presidente de tu   comunidad de vecinos que al diputado de tu distrito que no sabes quién es ni adonde poder pedirle un favor. Todos nuestros partidos  políticos alardean de una democracia interna, pero ni atisbo de ella. Ya ni se guardan las formas como en la vergonzosa proclamación de Susana Díaz como inmediata Presidenta de la Comunidad Andaluza, calificada por sus propios como designación soviética, y que, a lo que se parece, no sonroja a los sufridos bajo un Frente Popular. Los socialistas intentaron americanizarse con sus Primarias y asaron la manteca porque desde Joaquín Almunia no evitaron el dedazo, excepto con un aventurero como José Luis Rodríguez Zapatero que pilló con el pié cambiando a un Bono que se daba por seguro. Lo del PSOE no es exactamente soviético: tiene más que ver con la monarquía electiva visigoda. De allí la aficción socialista por la destrucción  de imágenes  de adversarios e incómodos que equivale al asesinatos compulsivo de los Reyes Godos. El PP( más las derechas nacionalistas y las izquierdas emergentes) optan por la democracia interna  congresual que es legítima y tiene la virtud de  que no engañan ni a los periodistas que huelen   que lo cocinan en los pasillo

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