La mezquita de Córdoba, la
Alhambra y el Generalife, la catedral de Burgos, el monasterio de El Escorial y
su real sitio y el conjunto arquitectónico de Gaudí -parque Güell, palacio
Güell y casa Milá- han sido incluidos en la lista de los bienes del patrimonio
mundial protegidos por la Unesco. Es la primera vez que este organismo incluye
en su lista -en la que se contabilizan ahora 159 monumentos y parques
naturales- obras españolas.
Durante una reunión en
Buenos Aires, la Unesco -agencia especializada de la ONU encargada de promover
la colaboración internacional en los campos de la educación, la ciencia y la
cultura- inscribió también en la lista de bienes de la humanidad otros 23 monumentos
y zonas naturales, tales como la Ciudad del Vaticano o la neoyorquina estatua
de la Libertad. A la reunión bonaerense, celebrada el pasado día 1, habían
acudido delegados de 60 países.Es la primera vez que bienes españoles quedan
inscritos en el patrimonio mundial de la Unesco, que tras la reunión finalizada
el día 1 asciende a 159 monumentos o parques naturales.
Quedó aplazada la propuesta
española de incluir en el inventario de la humanidad a las cuevas de Altamira,
el Acueducto de Segovia, el conjunto prerrománico asturiano ramirense (Santa
María del Naranco, San Miguel de Lillo y Santa Cristina de Lena), el monasterio
de Santo Domingo de Silos, la catedral de León y el Museo del Prado.
Estas propuestas se
solapaban con bienes análogos propuestos por otros países y tropezaban con el
deseo de la Unesco de no extender excesivamente el inventario del patrimonio
mundial. El patrocinio por parte de la Unesco de tales bienes conlleva
asistencia técnica y financiera para su conservación y preservación que, en la
práctica, y dada la progresiva reducción de fondos de la organización, se
reduce sólo a los países subdesarrollados sin medios propios para atender un
patrimonio internacional.
No obstante, la declaración
de bien de la humanidad otorga facilidades jurídicas ante
particulares o autoridades municipales y regionales para velar por la
preservación de lo amparado.
Antón Capitel, arquitecto
jefe de Inspección de Monumentos en la Dirección General de Bellas Artes, ha
sido el encargado de defender en Buenos Aires las propuestas españolas. Cabe
destacar que por primera vez una casa de vecinos habitada -la casa Milá,
también conocida porLa Pedrera, en
el barcelonés paseo de Gracia- ha pasado a ser catalogada como patrimonio
mundial. Asimismo, las realizaciones de Gaudí son los monumentos más modernos
incluidos en el inventario de la humanidad.
Otras dos realizaciones
españoles -al margen de las cinco aceptadas en la Península- se han incluido en
la lista sagrada: las fortificaciones de Cartagena de
Indias y las ruinas jesuíticas del noreste argentino. La Unesco exhortó
particularmente al Gobierno español a preservar los entornos urbanísticos y
naturales de la Alhambra y de El Escorial, sobre los que se estima se ciernen
serias amenazas.
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