Cuando Adolf Hitler cometió
el error de invadir la URSS, el cuñadísimo Ramón Serrano Suñer, a la sazón
Ministro del Movimiento lanzó la consigna de: ”Rusia es culpable”. Miles de
voluntarios, mayormente falangistas, desheredados de la post Guerra Civil Española
y hombres que necesitaban reivindicarse tras haber participado en el bando
republicano, se alistaron para luchar contra Rusia. La que se llamó División
Azul tuvo diferentes interpretaciones históricas: por una parte Franco atendía
a los requerimientos nazis y por otra se libraba de los elementos más radicales
de su propio régimen. A orillas del Volchov se podían encontrar poetas, como Dionisio Ridruejo o catedráticos
como Fernando María Castiella, a las órdenes del Teniente General Muñoz
Grandes, el único de los que entonces podía hacer sombra al Caudillo además era
ahijado del Reich. La División 250 del
éjercito alemán juró fidelidad al Fuher y derrochó valor aunque no logró éxitos
estratégicos. No fue una tropa siniestra o
mercenaria y tampoco fue excluyente con el pueblo ruso, especialmente
con la población femenina.
Alivio de Franco fue un desaguadero para
los falangistas que desde dentro se opusieron a su régimen. Franco recibió
Al General Eisenhower en Madrid y en la
primera fotografía de la época se puede ver al General Warnold Walter, que fue el intérprete del encuentro
antes de ser nombrado Director de la CIA, y a
Muñoz Grandes entonces Vicepresidente del Gobierno. Frente al libertador
de Europa, Muñoz Grandes lucía colgada al cuello, la máxima condecoración del
ejército nazi, la cruz de hierro. Todavía quedaban chulos.
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