13/4/11

PROCESIÓN ATEA (13-4-2011)

Unos castizos de Lavapiés  quieren hacer  una procesión  atea coincidiendo  con la Semana Santa.  Existe  una pequeña fracción  remamahuevos  del ateísmo,  más pesada que el mayor fundamentalista religioso   de cualquier  fe,  que antaño  poblaban  los ateneos y acababan  echando a suertes  la existencia de Dios en una timba mística.  Son deístas,  pero no lo saben, y niegan la intervención divina  en los asuntos humanos y el culto público,  pero no dejan de ser  una secta  judeocristiana  y salir en procesión  es lo último  que se les debe ocurrir.  Un ateo es un agnóstico ensoberbecido  porque  el segundo,  en su humildad,  no rechaza a Dios  sino  nuestra capacidad  intelectual  para entenderle  no mediando la fe.  Al diplomático Puente –Ojea,  ateo militante,  le enviamos de Embajador  ante la Santa Sede, para hacer amigos,  y convidaba a almorzar a los cardenales  sentándalos   con su segunda esposa para que fueran  degustando los entremeses, y,  ontológico  y metafísico,  ya en el primer plato les discutía  la existencia de Dios.  Duró poco  pero se dio el gusto de sentarse a la diestra  de Dios Padre y hacerle dulces objeciones.  En su último libro,  Stephen  Hawking,  ese cerebro con ruedas,  estima que el Big-Bang  pudo surgir de la nada,  lo que no excluye  la existencia de  “ algo “  en esa ausencia de todo.  Los científicos  son cautos  porque no hay pruebas empíricas  sobre Dios  o su metáfora  humana.  A los empeñosos de Lavapiés  se les puede tomar como desfilantes  del entierro de la sardina, o,  más gravemente, como la incursión de la Tuna en un velorio. Al ateo Indalecio Prieto le llevaron a una tenida para hacerle masón.  Dijo a la salida: “ Prefiero la misa “.

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