Por dos votos contra uno, una sala de la Corte de
Apelaciones de Santiago dejó sin efecto las detenciones y procesamientos del ex
canciller y secretario general de la Democracia Cristiana, Gabriel Valdés, y de
sus cinco correligionarios implicados en el caso de los panfletos. La
corte ha dejado en libertad incondicional y revocado su procesamiento hasta a
la propietaria de la imprenta donde la policía incautó 700.000 octavillas
convocando a la jornada de protesta del martes pasado.
Es un
severo golpe para el régimen dado que las jornadas mensuales de protesta
pacífica van a continuar indefectiblemente. A partir de este fallo, en el que
se establece que los ciudadanos tienen derecho a la protesta pacífica, y a
convocarla, el Gobierno -que recurrió ayer contra la resulción- ha perdido el
ya escaso territorio jurídico sobre el que quería apoyar la represión de la
disidencia.
A las nueve
de la noche del miércoles, sonriente, alzando los brazos en la uve de la
victoria, Valdés abandonó la cárcel de Santiago ante más de un millar de
personas y las cámaras de televisión de medio mundo que convirtieron aquello en
un plató. "Estoy feliz con la resolución de la corte, por el apoyo de
todos mis amigos y por la solidaridad de todo el mundo. Esto es un triunfo por
la libertad de mi país".
Valdés abrazó a Carmen Frei, hija del ex
presidente Eduardo Frei, y mientras sus partidarios entonaban el himno
nacional, marchó a su domicilio, escoltado por, una caravana de vehículos que
hacían sonar sus bocinas. El ex parlamentario Jorge Lavandero, que permaneció
cinco días en huelga de hambre, declaró que su liberación "es un triunfo
moral; siempre la razón se impone sobre la fuerza, nunca tuve la mínima duda de
que íbamos a triunfar; ni la cárcel ni este tugurio donde nos han metido es
suficiente cuando uno es hombre para soportar cualquier cosa que sea cuando se
tienen ideales".La satisfacción entre la Democracia Cristiana (DC) es
completa. En el reparto de papeles con que la oposición organiza las protestas,
la del martes era en exclusividad de la DC. Y todo ha salido a pedir de boca:
el Gobierno se defiende desproporcionadamente con un toque de queda que provoca
el mayor concierto de cacerolas que recuerda Santiago, amén de las inevitables
molestias y perjuicios para todos, y da carta de martirologio a dirigentes
democristianos que necesitaban algunas detenciones para que se terminen de
olvidar las concomitancias de su partido con el golpe de Pinochet.
La oportuna
intervención papal pidiendo por la paz en Chile cierra el circuito, y aunque el
Gobierno declara aceptar y agradecer humildemente los consejos del Papa, la
realidad es que han quedado a los pies de los caballos tras las palabras urbi
et orbi de la plaza de San Pedro. El mensaje del Papa sólo viene a subrayar
lo que el régimen pinochetista más desea ocultar: el profundo estado de
anormalidad en que se desarrolla la vida del pueblo chileno.
El 11 de
agosto habrá una cuarta jornada de protesta, y aún se ignora quién la
protagonizará; si avanzan las negociaciones para una multisindical que agrupe a
sindicatos de obreros y patronos, será ésta quien levante la bandera. Los
partidos de izquierda de la Multipartidaria han asumido inteligentemente un
segundo plano y deliberadamente no alzan cabeza en el entendimiento de que es
la Democracia Cristiana quien tiene que derruir al régimen (que afirma no tener
otro enemigo que la conspiración marxista internacional), evidenciando con su
protagonismo las contradicciones y hasta las falacias de aquél.
Por otra
parte, la preeminencia de la DC en la dirección de sindicatos de obreros y
patronos le obliga a encabezar la demolición del régimen. La torpeza de
Pinochet es tal que con el toque de queda del martes y la detención de Valdés
no ha hecho otra cosa que primar al partido que le está segando la hierba
debajo de los pies.
'Diabólica'
operación
El país,
por lo demás, permanece en calma. Es muy firme y meditada la decisión de
limitar las prcotestas a una por mes en una diabólica (por lo sutil y
eficaz) operación de acoso y derribo. Un ex ministro del Interior de un
Gobierno democristiano me reconocía que hubiera dimitido inmediatamente arte
una perspectiva como esta. Pío hay Gobierno ni régimen que resista unos cuantos
muertos a plazo fijo y por mes. Y menos un toque de queda mensual. La admirable
estrategia de la Multipartidaria y del Comando Nacional de Trabajadores ha
hecho perder la iniciativa al general de la miseria que quería ser el
general de los pobre.
La broma,
por lo demás, recorre los mentideros de Santiago. A la esposa de Pinochet, muy
influyente, junto con su hija Laura, sobre su marido, se la conoce por "la
mayonesa" porque siempre está encima del loco (el loco es un marisco,
suave pero insípido, que faenan pescadores chilenos y japoneses en sus costas).
No es un dato baladí; es la expresión del desprecio y la falta de respeto en la
que ha caído un hombre que se mantiene en el poder sorprendentemente, sin
beneficiar a nadie. Las últimas especulaciones de Santiago -sin duda,
voluntaristas- apuntan hacia una hipotética renuncia por razones de salud de su
excelencia el presidente de la República y del supremo Gobierno.
Su comité
de crisis -ministros clave, secretarios de Estado, generales- recomienda una
estrategia de palo y zanahoria que ha llegado tarde: detenciones y
liberaciones, autorización de libros y toque de queda, regreso de exiliados y
amedrentamiento de la población mediante asesinatos durante las manifestaciones
de protesta, férrea censura de Prensa y encarcelación de líderes sindicales.
Hace unos
años, tras el referéndum constitucional de 1980, esta política habría servido
de algo. Ahora no sirve de nada, destruido el sistema económico artificial que
sirvió de peana a aquel referéndum.
El balance
del toque de queda del martes arroja ya dos muchachas, de 17 y 19 años, muertas
por disparos en Santiago y Valparaíso; un celador de liceo de 27 años
desaparecido y presumiblemente secuestrado durante el toque, numerosos heridos
por disparos, y 1.200 detenidos en cinco ciudades del país, muchos de los
cuales tendrán que pasar por la jurisdicción militar.
Hasta la
policía lo reconoce
Hasta la
propia policía admite públicamente que al menos una de las muertas lo fue por
disparos efectuados desde un auto sin matrícula, y aquí nadie duda de a quién
pertenece. Un dirigente estudiantil democristiano denuncia en una carta al
director que publica la revista católica Hoy que fue secuestrado por la Central
Nacional de Informaciones y torturado. La policía intentó sodomizarlo mientras
sacaban fotografías que después fueron remitidas a su madre y a sus amigos con
leyendas obscenas. Todos temen los últimos coletazos de un régimen que
indefectiblemente se encuentra en el cabo de la cuerda.
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