El episcopado argentino dio ayer a conocer su
documento sobre moralidad, titulado Dios, el hombre y la conciencia, largamente
postergado. No obstante, el retraso de su publicación ha servido para
presentarlo ahora como un dique contra los rumores de golpismo militar, que vuelven
a atronar en Buenos Aires."Condición necesaria para que la acción política
de todos se desarrolle con eficacia", afirman los obispos argentinos,
"es la estabilidad institucional. Ella ha estado casi ausente de la vida
del país en las últimas décadas. Las repetidas interrupciones del orden
institucional, tomadas en su conjunto, han causado un deterioro en el es. tilo
de la vida política establecido por la Constitución. La experiencia confirma la
validez del principio según el cual el pueblo es soberano y su participación
efectiva constituye la fuerza. determinante de la vida política y el mejor
correctivo de los males cívicos. Por eso volvemos a desaprobar lo que en su
momento hemos llamado el espíritu golpista".
Los obispos
reprueban enérgicamente los totalitarismos y la filosofía anticristiana de que
el fin justifica los medios, deploran la subversión guerrillera y la brutalidad
de su represión. El documento se ocupa de otros aspectos de la moral cristiana
y condena severamente el divorcio y el aborto, pero su rechazo del golpismo lo
convierte en una oportuna barrera contra las tentaciones de un sector de
militares duros que pretenden paralizar el proceso electoral.
Los obispos de Córdoba y Rosario han sido todavía más explícitos, declarando
que "hay una opinión tan general de llegar a un tiempo de paz a través de
una vida democrática, que parecería fuera de lugar un golpe de Estado".
Continúa,
mientras, la reconstrucción del asesinato de los políticos Cambiaso y Rossi;
los forenses han sido terminantes en que, antes de morir, al menos Rossi fue
torturado con electricidad.
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