El presidente argentino, Raúl Alfonsín, inició ayer una visita
oficial de siete días a Estados Unidos. La agenda de Alfonsín incluye una
entrevista de al menos una hora con el presidente Ronald Reagan, su
intervención ante el Congreso es tadounidense y una visita a la ciudad de
Houston, donde intentará recabar inversiones petroleras para su país. Antes de
regresar a Buenos Aires, el presidente argentino Alfonsín visitará oficialmente
México.El principal objetivo del viaje estriba en la necesidad argentina de
obtener un apoyo explícito estadounidense a la democracia, debilitada por la
crisis económica, la descomposición del peronismo y la inminencia de los
procesos a los miembros de las juntas militares por sus excesos durante la
represión. Alfonsín insistirá ante la Administración norteamericana en la
necesidad de dar un enfoque político y no meramente contable a la deuda externa
latinoamericana.
En Buenos Aires
se estima que hay poco que ofrecer a cambio y acaso por ello se pida tan poco.
Argentina se negará nuevamente a suscribir el Tratado de Tlateloico contra la
proliferación de armas nucleares, por considerarlo discriminatorio -Argentina
es puntera en América Latina en energía nuclear y enriquece su propio uranio-,
y mantendrá su postura de apoyo a las negociaciones de Contadora sobre
Centroamérica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario